ESCENA I
EL DORMITORIO DE VOLPONE
Entran Volpone y Mosca; éste, cuando Volpone se lo ordena, abre las cortinas y aparece
la habitación llena de montones de platos, copas, joyas, etc.
VOLPONE
2¡Salve al día y a mi oro! Abre las cortinas, Mosca, que pueda contemplar mi ídolo.
¡Bendita el alma del mundo y bendita sea la mía! ¡Más feliz que la ubérrima tierra
al ver aparecer el sol por entre los cuernos del cordero celestial, lo soy yo obscureciendo
su brillo con mis riquezas, yaciendo entre mis tesoros, como antorcha en la noche,
o como sale el día al desaparecer las tinieblas en el centro de la tierra!
¡Hijos sois del sol y brillantes como vuestro padre; dejadme besaros con adoración,
reliquias y tesoros amontonado en esta bendita estancia!
Bien dieron, los sabios poetas, vuestro nombre a nuestro siglo. Vosotros sois la más
trascendental de las cosas, y mejor que hijos, parientes y amigos; vosotros sois el
más feliz de los sueños despiertos de la tierra. ¡Las miradas que entronizaron a Venus
debieron darle veinte mil Cupidos! ¡Así son tus bellezas y nuestros amores!
¡Riquezas! ¡Sois el Dios mudo que da lengua a todos los hombres; nada podéis hacer,
pero permitís hacerlo todo! ¡Sois el precio de las almas; el infierno mismo con sus
valores da mayor valor al cielo! ¡En vosotras hay fama, virtud, honores! ¡Quien puede
teneros tendrá valor, nobleza, honradez, cordura!
MOSCA
16¡Y cuanto se quiera, señor! La fortuna es para los ricos, más que la sabiduría en
la naturaleza.
VOLPONE
21Cierto, mi querido Mosca. Y más gozo en mi astuto sistema de procurarme las riquezas
que en su posesión. Ningún mercado, ningún riesgo; no tengo que hendir la tierra con
arados, ni engordar ganado para los mercados; no necesito molinos para el trigo o
el aceite; ni hombres para las cosechas; no elaboro cristales ni expongo mis barcos
por los caminos procelosos de los mares. No tengo que hacer usura en el Rialto ni
arriesgo mi dinero en los Bancos.
MOSCA
26No, señor. Os basta devorar ajenas prodigalidades. Como el holandés acumula la manteca,
así vos reunís imaginarios herederos de vuestros tesoros. Las lágrimas arrojan al
pobre de su lecho y lo recluyen en lóbrega prisión donde yacerán sus huesos cuando
se pudra su carne; pero vuestra dulce naturaleza aborrece estas cosas; os molestan
las lágrimas de las viudas y los huérfanos, aun cuando sus gritos de venganza resonasen
en vuestra estancia.
VOLPONE
31Es cierto, Mosca. Aborrezco la miseria.
MOSCA
36Y no es eso sólo. No sois como el segador que usa su enorme sayal y contempla su trigo,
pero hambriento no toca un solo grano y se alimenta de hierbas y malvas amargas; ni
como el mercader que, llenas sus barricas de vino de Romania y de Candia, sólo bebe
las heces avinagradas de la Lombardía; vos no queréis dormir sobre la paja, entre
polillas y gusanos, sino reposar en mullidos lechos; sabéis usar vuestras riquezas
y sabéis disponer de mí, vuestro servidor, de vuestros bufones o de otro necio cualquiera
de la casa.
VOLPONE
41Buen servidor, Mosca. Toma esta bolsa.
(Dándole una bolsa.) Ve y esparce por las calles la noticia de que me estoy muriendo.
(Sale Mosca.)
¿Hay acaso mejor vida que la de vivir libre y de mi fortuna? No tengo esposa, hijos,
parientes ni allegados a quienes legar mis tesoros; quien yo quiera será mi heredero
y así todos me agasajan; cada día llegan nuevos amigos a casa; hombres y mujeres de
todas las edades me traen joyas, dinero y regalos con la esperanza de mi muerte cercana,
que harto tarda para ellos. Creen recobrar con mi herencia lo avanzado y uno con otro
rivalizan en dinero y en amor. ¡Qué gran goce el mío, jugar con sus esperanzas, llevándolos
por donde quiero y deleitándome con sus hipócritas sonrisas!
(Entra nuevamente Mosca.)
MOSCA
62¡El señor Voltore, el Abogado, señor! Lo he encontrado en la puerta.
VOLPONE
67¡Dame mi bata, mis pieles, mi bonete! Dile que estoy muy mal y que aguarde en la galería.
(Sale Mosca.)
¡Aquí, aquí, clientes míos! ¡Buitre, milano, cuervo! ¡Todas mis aves de rapiña que
queréis hacer de mí un esqueleto! ¡No es tiempo todavía!
(Entra Mosca con pieles, etc.)
MOSCA
83¡Un plato maravilloso, señor!
VOLPONE
88¿De qué tamaño?
MOSCA
93Enorme, macizo y cincelado. Y con vuestras armas grabadas.
VOLPONE
97¡Bien, bien! ¡Otro cuervo que cayó en el ardid de la zorra! Otro que mordió en el
cebo.
MOSCA
101¡Muy agudo, señor!
VOLPONE
105Dame mis pieles.
(Se cubre con su traje de enfermo.) ¿Por qué te ríes así?
MOSCA
111No puedo evitarlo, señor; cuando pienso en sus ilusiones. Su último regalo cree que
será el de hoy y piensa en su vida de mañana, si hoy morís. Sueña en la gran compensación
que tendrá a sus larguezas; ve cuándo adulado será y reverenciado, aguardado por multitud
de clientes; cree ver su camino abierto al paso de su mula, cabalgando con pieles
y gualdrapas y ser tenido por el más docto y célebre abogado. ¡Nada le es ya inaccesible!
VOLPONE
116Sí, Mosca. Ser un hombre culto.
MOSCA
120Oh, no, señor. Ser rico implica sabiduría. Ponedle a un asno una caperuza de púrpura
y al ocultar sus orejas ambiciosas podrá pasar por un sabio doctor.
VOLPONE
124Mi bonete, Mosca; mi bonete. Ve a buscarlo.
MOSCA
129Esperad, señor. El ungüento de los ojos.
VOLPONE
134Es cierto. Date prisa; tengo ansia de ver mi regalo.
MOSCA
138Este y mil más espero veros recibir. ¡Viviréis hasta decepcionar estas harpías!
VOLPONE
143¡Buen Mosca! Mi almohadón. Y ahora, déjalo entrar.
(Sale Mosca.)
Y ahora mi tos, mi tisis y mi gota. Mi apoplejía; mi parálisis y mis catarros, y con
ellos mi postura con la que endulzo sus esperanzas hace tres años. Ahí viene...
(Tosiendo.) ¡Oh... oh! ¡oh!
(Entran Mosca y Voltore con gran placer cincelado.)
MOSCA
158Despacio, señor, no hagáis ruido. Sólo vos mandáis en él y hacéis bien en darle pruebas
de vuestro afecto; sé que nada le será más grato. Señor, señor, aquí está el señor
Voltore...
VOLPONE
163¿Qué dices? Estoy muy malo...
MOSCA
168El señor Voltore ha venido a veros, a visitaros.
VOLPONE
173Le doy las gracias.
MOSCA
176Y os ha traído un plato de plata antigua, comprado en San Marcos. Aquí los tenéis,
señor.
VOLPONE
180Que sea bienvenido. Ruégale que venga más a menudo. ¿Qué dice?
MOSCA
185Que os da las gracias y que os complacerá.
VOLPONE
196¿Dónde está? Tráelo aquí. Deseo tocar su mano.
MOSCA
200Aquí está el plato, señor.
VOLTORE
204¿Cómo os sentís, señor Volpone?
VOLPONE
208Gracias, gracias, señor Voltore. ¿Dónde está el plato? Ya no veo.
VOLTORE
212
(Poniéndole el plato en las manos.) ¡Cuánto siento, señor Volpone, veros cada día más débil!
MOSCA
216[Aparte.] ¡Pues no está tan débil!
VOLPONE
220¡Sois demasiado espléndido!
VOLTORE
224No, señor Volpone. ¡Pluguiese al cielo que os pudiese dar salud como os doy este plato!
VOLPONE
229Dais, señor Voltore, lo que podéis; os agradezco mucho vuestro afecto. Creed que no
olvidaré lo que hacéis; venid a verme más a menudo...
VOLTORE
232Sí, señor. Vendré por complaceros.
VOLPONE
237No estéis tan lejos de mí.
MOSCA
242
(En voz baja.) ¿Qué os parece?
VOLPONE
246Escuchad. Tengo algo que deciros que os concierne.
MOSCA
250¡Sois un hombre de suerte!
VOLPONE
255Ya no puedo vivir mucho tiempo...
MOSCA
260Sois su heredero...
VOLPONE
268Siento que me voy... Uh, uh, uh. Ya navego hacia mi último puerto. ¡Oh! ¡uh! ¡uh!
Soy feliz de sentirme ya cercano al cielo.
MOSCA
273Desgraciadamente, señor. Todos debemos morir tarde o temprano.
VOLTORE
278Pero, Mosca...
MOSCA
283La edad tiene sus límites...
VOLTORE
288Pregúntale si es cierto que me ha nombrado su heredero.
MOSCA
292¡Lo sois! Y os quedaría eternamente agradecido si os dignabais considerarme como de
vuestra familia, señor. Todas mis esperanzas dependen hoy de vuestra señoría. ¡Sólo
vos podéis ser el sol que me caliente!
VOLTORE
297¡Te calentará y te alumbrará, Mosca!
MOSCA
302Señor; soy un hombre que no se avergüenza de los más bajos oficios. He velado aquí
por vuestras llaves, he vigilado vuestros cofres y he conservado las arquillas bien
cerradas. Aquí os guardo vuestros platos y vuestras monedas. Soy vuestro servidor,
señor, cerbero de vuestros bienes.
VOLTORE
306¿Pero soy su único heredero?
MOSCA
311El solo y único, señor; esta misma mañana me lo ha confirmado. La cera está todavía
caliente, y la tinta húmeda sobre el pergamino.
VOLTORE
315¡Soy feliz, Mosca! ¡Soy feliz! Pero, ¿a qué debo tanto bien?
MOSCA
319A vuestros méritos, señor. No conozco otra causa.
VOLTORE
324Tu modestia te impide verla... Lo tendré en cuenta, Mosca.
MOSCA
329Siempre le gustó vuestra manera de ser. Muchas veces le oí decir cuánto admiraba a
los hombres de vuestra profesión, que pueden hablar en cualquier causa y enronquecer
hasta poner de acuerdo a los adversarios; sabéis con rápida agilidad torcer y enderezar
argumentos, hacer nudos y deshacerlos, dar consejos opuestos y tomar el oro de la
provisión de los dos bandos. Estos hombres -solía decir- saben medrar con su humildad;
admiraba vuestro gran espíritu y se consideraba feliz de poderos nombrar su heredero.
Un hombre tan cuerdo, tan grave -decía-, con una palabra tan elocuente que aun no
escaseando las mentiras ¡cada palabra le vale un cequí!
(Llaman a la puerta.) ¿Eh? ¿Quién va? ¿Quién llama? No conviene que os vean aquí, señor. Decid que habéis
venido sólo un instante, ya encontraré yo alguna excusa. Y cuando penséis en vuestro
oro y en la miel de vuestras armas y levantéis vuestra barbilla enfatuada por vuestros
vasallos, no olvidéis, señor Voltore, que no he sido el peor de vuestros clientes.
MOSCA
342¿Cuándo queréis la copia del inventario? ¿Y la del testamento? Ya os las traeré. Ahora
id a vuestros asuntos y al salir poned cara de negocios.
(Sale Voltore.)
VOLPONE
351
(Incorporándose.) ¡Excelente Mosca! ¡Déjame que te bese!
MOSCA
356¡Esperad, señor! No hemos terminado. Aquí está Corbaccio.
VOLPONE
361Esconde el plato. El buitre se fué; aquí viene el viejo cuervo.
MOSCA
366Recobrad vuestro silencio y vuestro sueño. Descansad y pensad en vuestros tesoros.
¡Aquí está la ruina impotente! ¡Más impotente que estos platos! ¡Esperemos el día
en que gozaremos de nuestras esperanzas sobre su tumba!
(Entra Corbaccio.)
¡Señor Corbaccio! ¡Sed bienvenido, señor!
CORBACCIO
378¿Cómo está tu amo?
MOSCA
383Mal, señor, empeorando. No hay mejoría.
CORBACCIO
387¿Cómo? ¿Que hay mejoría?
MOSCA
391No, señor. ¡Que está peor!
CORBACCIO
395¡Ah! Bien, bien, bien está así. ¿Dónde está?
MOSCA
399En su lecho... aletargado.
CORBACCIO
403¿Duerme bien?
MOSCA
407Ni un instante ha dormido esta noche, pero está sin pestañear, aletargado en un sopor.
CORBACCIO
411Bien, bien... Acaso convendría el consejo de un médico... aquí le he traído una posición
que me recetaron... yo mismo he presenciado como la hacían... he examinado sus ingredientes...
no puede hacerse con más celo. Seguro estoy de que con ella dormirá.
VOLPONE
416[Aparte.] ¡Mi último sueño será si la tomo!
MOSCA
421No tiene fe en los médicos, ni quiere oír hablar de drogas. Cree que ellos son el
más grave peligro y la peor enfermedad. Cien veces le oí decir que jamás un médico
sería su heredero.
CORBACCIO
426¿No podría yo tener alguna esperanza...?
MOSCA
430En todo caso, jamás un médico. Dice que desuellan al paciente antes de matarlo.
CORBACCIO
435Bien, bien, como te parezca...
MOSCA
439¿Y sus experimentos? ¡Cuán injusta es la ley que al absolverlos les da el valor de
continuarlos! ¡Es repugnante pagar la muerte!
CORBACCIO
442Es cierto, matan con tanta impunidad como un juez.
MOSCA
445¡Mucha más! Que ése sólo mata cuando la ley condena y ellos pueden mataros a vos también.
CORBACCIO
448¡Es cierto! A mí y a cualquiera. Y... decidme; ¿cómo va esta apoplejía? ¿Tiene todavía
fuerzas?
MOSCA
451Peor; ha perdido el habla; su mirada está fija y su respiración es cada vez más jadeante.
CORBACCIO
456¿Eh? ¿Más fuerte a cada instante?
MOSCA
460No, señor. Su respiración es más fuerte cada momento. Su rostro se altera...
CORBACCIO
464Bien... bien...
MOSCA
469Su boca se tuerce y sus párpados caen. El frío endurece ya sus articulaciones y su
cara tiene ya el color plomizo. Su pulso se debilita, su cerebro ya no rige, un sudor
frío lo inunda y sus ojos destilan lágrimas.
CORBACCIO
474¡Buenos síntomas...! ¡Buenos síntomas...! ¿Y cómo va de sus vértigos?
MOSCA
479Sigue con ellos...
CORBACCIO
484¡Excelente, excelente...! Ahora estoy seguro de vivir más que él. Esto me rejuvenece
muchos años... ¿Ha hecho testamento? ¿Qué me lega?
CORBACCIO
492¿No me lega nada?
MOSCA
497No ha hecho testamento todavía.
CORBACCIO
502¡Ah! ¿Y qué hacía aquí el señor Voltore el abogado?
MOSCA
506Olió a carroña y vino cuando supo que mi amo pensaba en hacer testamento y yo lo inclinaba
en vuestro favor.
CORBACCIO
510Vino a eso, ¿verdad? Lo imaginaba.
MOSCA
514Sí, y le trajo esta pieza de plata.
CORBACCIO
519Para ser su heredero, ¿verdad?
MOSCA
524No lo sé, señor.
CORBACCIO
529¡Seguro! ¡Lo conozco muy bien!
MOSCA
533¿Lo pesasteis en vuestras propias balanzas?
CORBACCIO
537Lo había previsto y aquí he traído una bolsa de áureos cequíes que pesará más que
su plato.
MOSCA
540
(Tomando la bolsa.) ¡Este es el verdadero médico! ¡La sagrada medicina! ¿Cómo habláis de opios y elixires
ante esta maravilla?
CORBACCIO
543¡Este aurem palpabile no es potabile!
MOSCA
546Este será el mejor cordial. Sólo tocarlo y volverá en sí.
CORBACCIO
548¡Sí, sí, hacedlo!
MOSCA
552No sé si es muy prudente...
MOSCA
559Que recobre los sentidos...
CORBACCIO
563¡Tenéis razón, tenéis razón, devolvedme la bolsa!
MOSCA
566¡Ah, no! ¡Perdonad! Haríais mal en volvérosla a llevar. ¿Para qué, puesto que podéis
tenerlo todo?
MOSCA
575¡Todo puede ser vuestro, es vuestro derecho, nadie puede reclamar nada, no tenéis
rival posible! ¡Decretado por el Destino!
CORBACCIO
579¿Cómo, cómo? ¿Qué dices, Mosca?
MOSCA
583Os lo voy a decir. Esto le hará recobrar los sentidos...
CORBACCIO
585Ya te comprendo...
MOSCA
590
(Enseñándole la bolsa.) Y a la primera oportunidad, insistiré en que haga testamento; y esto le convencerá.
MOSCA
598Y ahora, escuchad un consejo. Regresad en seguida a casa donde redactaréis un testamento
instituyendo a mi amo único heredero.
CORBACCIO
602¡Desheredando a mi hijo!
MOSCA
605¡Pero, no sabéis la sensación que esto hará! Es un pretexto; pero será el más eficaz.
MOSCA
612Este testamento, señor, me lo mandáis. Y cuando yo insista de nuevo sobre vuestras
inquietudes, vuestros cuidados, vuestros regalos y vuestra solicitud, y al final le
enseñe vuestro testamento, en el que, sin reparos, desheredáis a vuestro hijo en su
favor, debe forzosamente decidirse. En cuanto a vuestro hijo, ¿cómo queréis que un
hombre de sus méritos, de su valor, no comprenda en seguida que lo que hacéis es en
su propio interés?
CORBACCIO
615Crees que me nombraría su...
CORBACCIO
622Este plan... ¿sabes? Ya había pensado antes en él.
CORBACCIO
631¿No me crees?
MOSCA
636Sí, señor. Os creo.
CORBACCIO
640El proyecto era mío. ¿Crees verdaderamente que me nombrará su heredero?
MOSCA
645Y como estáis seguro de sobrevivirle...
MOSCA
653¿No sois todavía un hombre fuerte, robusto?
CORBACCIO
657Es cierto... En todo esto había yo pensado. ¡Cómo interpretas mis pensamientos!
MOSCA
661No solamente hacéis un buen [...]
CORBACCIO
666Sino que aumento los bienes de mi hijo.
CORBACCIO
674¡Y todo de mi invención!
MOSCA
679El cielo sabe, señor, que todo mi cuidado, todo mi celo ha sido elaborar el plan para...
CORBACCIO
684Te creo, Mosca, te creo.
MOSCA
689Es para vos para quien he trabajado...
CORBACCIO
694
(Dirigiéndose hacia la puerta.) Lo sé, lo sé, ya pensaré en ello...
MOSCA
698[Aparte.] ¡Que el buitre te devore, cuervo!
CORBACCIO
703Sé que eres honrado...
MOSCA
708Mientes, canalla.
MOSCA
717Tu inteligencia es tan obtusa como tus oídos.
CORBACCIO
722Ten la seguridad de que seré un padre para ti.
MOSCA
727Y la de que quieres engañarme con tus bendiciones.
CORBACCIO
731Todavía puedo recobrar mi juventud, ¿por qué no?
MOSCA
736¡Vuestra excelencia es un perfecto asno!
MOSCA
746Que deseo que vuestra excelencia se dé prisa.
CORBACCIO
750Ya me voy, ya me voy...
(Sale.)
VOLPONE
758
(Incorporándose en su asiento.) ¡Oh, creí reventar de risa! ¡Magnífico, Mosca, magnífico!
MOSCA
762Contened vuestra risa, señor. Su esperanza es como el cebo que oculta el anzuelo.
VOLPONE
767¡Ah, pícaro bribón! ¡Déjame que te bese! ¡Jamás te vi de humor tan excelente!
MOSCA
771Señor, no he hecho sino seguir vuestras instrucciones; endulzarlo con palabras, verter
bálsamo en sus oídos.
VOLPONE
775Es cierto, es cierto. ¡Qué gran castigo tiene la avaricia!
MOSCA
779¡Especialmente con vuestra ayuda, señor!
VOLPONE
783Tantas preocupaciones, tantas enfermedades, tantos temores para llegar a avanzada
edad. Ver la muerte pasar cerca de nosotros, los miembros se entumecen, los sentidos
se pierden, la vista y el oído disminuyen, todo muere antes que nosotros; los dientes,
estos instrumentos de vida, se caen; ¡esta es la vida tan ansiada! ¡Y aquí había ahora
un hombre que quiere vivir todavía! No tiene ya sabor, no tiene oído; no siente sus
enfermedades y espera como un nuevo Jasón recuperar su juventud gracias a una nueva
Medea! ¡Y con todas sus ambiciones obra como si el destino fuese tan fácil de engañar
como él!
(Llaman a la puerta.)
¿Quién va? ¿Un tercero?
MOSCA
793¡Pronto, a la cama, señor! Oigo su voz. Es Corvino, nuestro elegante mercachifle.
VOLPONE
797
(De nuevo en la cama.) ¡Otra vez agonizando!
MOSCA
800¡Otra vez, señor! Pero, cuidad vuestros ojos.
(Untándoselos). ¿Quién va?
(Entra Corvino.)
809¡Señor Corvino! ¡El deseado! ¡Cuán contento estaréis al saber la noticia!
CORVINO
813¿Qué noticia? ¿Qué ocurre? ¿Cuándo?
MOSCA
816La hora fatal ha llegado, señor.
CORVINO
819¿Pero no ha muerto?
MOSCA
822Todavía no, señor; pero como si lo fuese. No conoce a nadie.
CORVINO
825¿Cómo voy a hacer entonces...?
CORVINO
833Le había traído una perla...
MOSCA
836Acaso tenga todavía bastante sentido para reconoceros, señor. No tiene en sus labios
sino vuestro nombre. ¿Es una perla de oriente, señor?
CORVINO
840¡Jamás Venecia vio una igual
VOLPONE
844
(Débilmente.) Señor Corvino...
MOSCA
848Os llama; acercaos y dádsela.
(A Volpone.) Aquí está, señor, os ha traído una perla.
CORVINO
854¿Cómo estáis, amigo?
(A Mosca.) Dile que pesa más de veinte quilates.
MOSCA
859No oye, señor, ha perdido el oído, pero vuestra vista lo reconforta.
CORVINO
862Decidle que he traído también un diamante para él.
MOSCA
864Es mejor mostrárselo, señor. Ponédselo en la mano, sólo así puede darse cuenta. ¡Ved
cómo lo agarra!
CORVINO
868¡Pobre amigo! ¡Qué pena veros así!
MOSCA
871Olvidadlo, señor. Los sollozos de un heredero dan risa aun bajo la máscara.
CORVINO
874¿Cómo? Pero, ¿soy acaso su heredero?
MOSCA
877Señor, he jurado no mostraros el testamento hasta después de su muerte, pero aquí
estuvo el señor Corbaccio y el señor Voltore; aquí vinieron otros más, no sé cuántos,
todos al acecho de legados. Pero él repetía vuestro nombre sin cesar... Señor Corvino...
Señor Corvino... Entonces tomé pluma y papel y le pregunté a quién quería instituir
por heredero. Corvino, repitió. ¿Quién debe ser el ejecutor? Corvino. Y cuando a una
pregunta contestaba silenciosamente asintiendo con la cabeza, interpreté su gesto
a vuestro favor. Los otros se marcharon no llevándose de la herencia más que lágrimas
y maldiciones.
CORVINO
881¡Querido Mosca!
(Abrazándolo.) ¿Crees que nos ve?
MOSCA
888No más que un arpista ciego. No conoce a nadie, ni los rostros de sus amigos, ni aun
los de sus servidores. Ni aun a quienes engendró ni a quien le trae de beber o la
comida.
MOSCA
895Bastardos. Más de una docena tuvo con gitanas, pordioseras, moras y judías desarrapadas
cuando estaba borracho. ¿No lo sabíais? Pues es de público dominio. El enano, el eunuco,
el hermafrodita, son sus hijos, pero no les lega nada.
CORVINO
898Está bien, está bien. Pero, ¿estáis seguro de que no nos oye?
MOSCA
901Seguro, seguro. Juzgad vos mismo.
(Gritando al oído de Volpone.) Aquí está la peste que viene a aumentar vuestras enfermedades, señor. Si os pudiese
mandar al otro mundo más aprisa ya lo hubiera hecho. ¿Veis? Acercaos más. Ved estos
asquerosos ojos muertos, estas orejas descarnadas, esas mejillas colgantes, cubiertas
de cuero en lugar de piel; parece ya un montón de estropajos arrojados a un rincón.
CORVINO
906
(Gritando.) ¡Eh, vieja ruina podrida! ¡Parecéis un muro enmohecido por la lluvia!
MOSCA
908¡Excelente, señor! ¡Podéis gritar cuanto queráis! Ni una culebrina descargada a su
oído le haría estremecerse.
CORVINO
910Su nariz parece un albañil que corre.
CORVINO
914¡Parece la de un ahogado!
MOSCA
917¡Acabemos con él!
MOSCA
924¡Ahora dejadme! ¡Si pudiese ahogarlo bajo una almohada!
CORVINO
927Hazlo si quieres... pero yo me voy.
MOSCA
931Como queráis. Es vuestra presencia lo que le alarga la vida.
CORVINO
934No uses de la violencia.
MOSCA
936¿De veras? ¿Ahora os vienen los escrúpulos?
CORVINO
939Bien, bien... me fío de tu discreción...
MOSCA
943Está bien. Podéis marcharos.
CORVINO
947No te importará que me lleve la perla...
MOSCA
951Ni la perla ni el diamante. ¿Qué inquietud queréis tener? ¿No es aquí todo vuestro?
¿No estoy yo aquí para velar por vos? ¿No soy yo lealmente vuestro? Tened confianza
en lo que yo haga y...
CORVINO
955¡Excelente Mosca! Eres mi amigo, mi compañero y participarás de toda mi fortuna.
MOSCA
959Excepto de una... desgraciadamente.
MOSCA
967De vuestra bella esposa, señor Corvino...
(Sale Corvino.)
¡Ya se fué el cuervo! No hay mejor modo de echarlo.
VOLPONE
976¡Divino Mosca! ¡Te has sobrepasado hoy!
(Llaman a la puerta.)
¿Quién más viene hoy? ¡No quiero que me molesten más! Prepárame música, danzas, banquetes,
todas las delicias; el turco no es más sensual en sus placeres de lo que será Volpone.
(Sale Mosca.)
¡Veamos; una perla! ¡Un diamante! ¡Un plato repujado! ¡Dinero! ¡Buenas adquisiciones
esta mañana! ¡Esto es mejor que robar al Estado o hacer una víctima humana al mes!
(Regresa Mosca.)
¿Quién es?
MOSCA
997La bella Lady Would-Be, señor; esposa del caballero sir Politick Would-Be, manda a
preguntar cómo habéis dormido esta noche y si se os puede visitar.
VOLPONE
999Ahora, no; dile que dentro de tres horas.
VOLPONE
1005¡En medio del vino y la alegría! ¡Entonces! ¡Entonces! ¡Por Dios, que me admira el
valor de estos ingleses y su amplio concepto de la vida, dejando sus mujeres ir al
encuentro de extranjeros!
MOSCA
1009Señor; este caballero por algo lleva su nombre. Es “político” y sabe cuán honesto
aire afecta su mujer. No tiene semblante de ser deshonesta, pero aun cuando tuviese
el rostro de la esposa del señor Corvino...
VOLPONE
1012¿Tan bella es?
MOSCA
1016¡Oh, señor! ¡Una maravilla! ¡Una estrella radiante del cielo de Italia! ¡Una moza
lozana, una belleza en plena sazón, pronta para la cosecha! ¡Su piel es blanca como
el cisne, como la plata, como un lirio y como la nieve! ¡Un labio suave por el que
os condenaríais por besar! Una carne brillante como vuestro oro y adorable como él!
VOLPONE
1020¿Cómo no lo he sabido antes?
MOSCA
1024¡Ah, señor! Yo mismo no la he descubierto hasta ayer.
VOLPONE
1027¿Cómo puedo verla?
MOSCA
1030¡Imposible, señor! Está más guardada que vuestro oro, jamás sale a la calle ni toma
más aire que desde una ventana. Sus miradas son tan dulces como las cerezas tempranas,
pero están tan vigiladas como ellas.
VOLPONE
1033¡Tengo que verla!
MOSCA
1035Hay una guardia de espías a su alrededor y está tan rodeada de servidumbre que aun
ésta es examinada cada vez que entra o sale.
VOLPONE
1038¡La veré aun cuando sea en su ventana!
MOSCA
1040Entonces, bajo un disfraz.
VOLPONE
1042¡Es cierto! Debo conservar mi incógnito...; pensaremos en ello.
(Salen ambos.)
FIN DEL PRIMER ACTO