Félix Lope de Vega y Carpio

La discreta enamorada





Texto utilizado para esta edición digital:
Vega, Félix Lope de: La discreta enamorada, edición crítica digital a cargo de Gemma Burgos Segarra, 2019.
Adaptación digital para EMOTHE:
  • Burgos Segarra, Gemma (Artelope)

Personas que hablan en ella

BELISA, viuda
FENISA, su hija
El capitán BERNARDO
LUCINDO, su hijo
LEONARDO, su criado [de Lucindo]
GERARDA, dama
DORISTEO, gentilhombre
FINARDO, su amigo
FULMINATO
MÚSICOS
HERNANDO, [criado]

Jornada I

Salen BELISA, viuda, [y] FENISA dama, su hija.N
X
Nota del editor

La acción da comienzo en la calle, al salir de la Iglesia.

BELISAN
X
Nota del editor

El nombre de Belisa tiene como referencia a Isabel de Urbina dama madrileña, primera esposa de Lope de Vega, en algunos versos poéticos del Fénix.

Redondilla
1
Baja los ojos al sueloN
X
Nota del editor

Mirar al suelo: como señala Vives, los sentidos son las ventanas por las que entra el mal, y en la prosa didáctica dirigida a mujeres o sobre estas abundan las recomendaciones sobre los ojos bajos (Alonso de Andrade), evitar mirar a los hombres (Fray Luis de León) o, para no desear más allá de lo necesario, la doncella no debería tener ni ojos ni pies, una actitud en general que se recoge bajo la virtud de la vergüenza. Sobre esta cuestión, remitimos al capítulo sexto, donde abundamos en las recomendaciones que los moralistas hicieron sobre el comportamiento de la doncella.

,
2
porque solo has de mirar
3
la tierra que has de pisar.

FENISA
4
¿Que no he de mirar al cielo?

BELISA
Redondilla
5
No repliques bachilleraN
X
Nota del editor

Según el diccionario de Autoridades, bachiller es, entre otras acepciones, «comunmente, y por vilipendio [aquel] que habla mucho fuera de propósito, y sin fundamento». Belisa, llamando así a su hija Fenisa, la reprende.

.

FENISA
6
Pues, ¿no quieres que me asombre?
7
«Crio Dios derecho al hombreN
X
Nota del editor

Crio Dios derecho al hombre: este verso, y los que le siguen recuerdan al siguiente fragmento de las Metamofosis ovidianas: «nacido el hombre fue, sea que a él con divina simiente lo hizo/ aquel artesano de las cosas, de un mundo mejor el origen,/ sea que reciente la tierra, y apartada poco antes del alto/ éter, retenía simientes de su pariente el cielo;/ a ella, el linaje de Jápeto, mezclada con pluviales ondas,/ la modeló en la efigie de los que gobiernan todo, los dioses,/y aunque inclinados contemplen los demás vivientes la tierra,/ una boca sublime al hombre dio y el cielo ver/ le ordenó y a las estrellas levantar erguido su semblante» (Ovidio, 2002: vv. 78-86).

»
8
porque el cielo ver pudiera,
Redondilla
9
y de su poder sagrado
10
fue advertencia singular,
11
para que viese el lugar
12
para donde fue criado.
Redondilla
13
Los animales que el cielo
14
para la tierra crio,
15
miren el suelo, mas yo,
16
¿por qué he de mirar al suelo?

BELISA
Redondilla
17
Mirar al cielo podrás
18
con solo el entendimiento,
19
que un honesto pensamiento
20
mira la tierra no más.
Redondilla
21
La vergüenza en la doncella
22
es un tesoro divino,
23
con ella a mil bienes vino,
24
y a dos mil males sin ella.
Redondilla
25
Cuanto quieras contemplar
26
en el cielo, en tu aposentoN
X
Nota del editor

Yarbro-Bejarano, en su estudio Feminism and the honor plays of Lope de Vega, señala que «as male property, women must be controlled by codes that dictated a closed mouth, a closed body, and a locked house» cita. Añade Yarbro-Bejarano que «Enclosure was necessary because of women’s supposed vulnerability to the devil and hence inclination to disorder» cita y aquí podemos establecer la relación con el juego que se establece entre los diferentes significados de la palabra cielo. Mientras Fenisa reclama libertad para estar y mirar al exterior, Belisa le indica que el mejor lugar para mirar al cielo es su habitación, siendo aquí el equivalente a la morada de Dios.

,
27
con mucho recogimiento,
28
tendrás Fenisa lugar.
Redondilla
29
Desde allí contemplarás
30
de su grandeza el proceso.

FENISA
31
No soy monja, ni profesoN
X
Nota del editor

Ante la recomendación de contemplar el cielo (cristiano) desde su aposento y el encierro que esto supone, la doncella se niega a acatar este comportamiento que considera más propio de las monjas, pero no solo eso, sino que tampoco desea obedecerla. Ser monja era, en muchas ocasiones, el único destino tanto para las que no querían contraer matrimonio como para aquellas que no lo habían logrado a tiempo, aunque con diferencias en cada uno de los casos.

32
las liciones que me das.
Redondilla
33
Y si para atormentarme
34
me trujiste al JubileoN
X
Nota del editor

Según Autoridades, «rigurosamente significa la solemnidad y ceremonia Eclesiástica, con que el Papa publica la concesión que hace de gracias y Indulgencias, a la Iglesia universal». También puede referirse a cualquier tipo de indulgencia fuera de esta fecha, siendo probablemente a esto a lo que se refiere el texto, a una celebración eclesiástica excepcional.

,
35
más cumplieras tu deseo
36
pudiendo en casa encerrarme.
Redondilla
37
¡Dejárasme con diez llaves!

BELISA
38
¿Extremos haces agora?

FENISA
39
Pues ¿no he de sentir, señora,
40
que por momentos me «acabesN
X
Nota del editor

Autoridades propone la formación acábame esto la vida (o el entendimiento, o la paciencia, etc.) cuyo sentido podría encajar con el de este verso: «es lo mismo que esto me aflige, me apura, y me saca de mi quietud», de modo que acorta la fórmula pero recupera su significación. Acabar se emplea también con el sentido de matar, que, metafóricamente, también podría funcionar en esta intervención.

»?
Redondilla
41
Con mis ojos vas riñendo,
42
¿en qué te dan ocasión?

BELISA
43
Por ser tanta la «estaciónN
X
Nota del editor

«hora o distribución del día, como mañana, tarde, noche» (Autoridades). Aunque puede interpretarse como que el día está ya avanzado, podemos entender este verso igualmente como un reproche de Belisa sobre cómo, conforme pasa el tiempo, va conociendo más las intenciones de su hija.

»,
44
voy tus ojos componiendo.
Redondilla
45
Y no recibas enojo,
46
que doncellas y hermosuras
47
son como las criaturas
48
que suelen morirse de ojoN
X
Nota del editor

Ojo equivale aquí a mal de ojo, es decir, a la supuesta influencia maligna que una persona puede ejercer sobre otra al mirarla de un modo concreto. Así pues, Belisa advierte a su hija de que la mirada del hombre sobre la mujer puede tener consecuencias tan negativas como si le echaran un mal de ojo, comparación que enlaza con la orden de que baje los ojos al suelo.

.
Redondilla
49
Hay mancebete en MadridN
X
Nota del editor

La acción transcurre en esta ciudad en época contemporánea. No son pocas las comedias urbanas (también llamadas de costumbres) que el Fénix ambientó en Madrid. Sirvan como ejemplo, El acero de Madrid o Las ferias de Madrid donde la referencia es explícita desde el propio título. Los amantes sin amor, Lo que pasa en una tarde o El desposorio encubierto son otras comedias que acontecen en esta misma ciudad. Lope situó muchas de sus comedias de costumbres en las grandes ciudades de la época como Madrid, Toledo (La noche toledana), Valencia (Los locos de Valencia), o Sevilla (El arenal de Sevilla), por lo que han sido llamadas comedias urbanas.

,
50
que si te mira al soslayo…
51
hará el efecto del rayo.

FENISA
52
El efecto me decid.

BELISA
Redondilla
53
Abrasarte el corazón,
54
dejando sano el vestido.

FENISA
55
Ya sabes tú que no he sido
56
de tan «tierna condiciónN
X
Nota del editor

Tierna condición: obsérvese que aquí equivale a ingenua.

».

BELISA
Redondilla
57
Decía tu abuela honrada
58
que una doncella altanera
59
era en la calle una «fieraN
X
Nota del editor

En esta obra se produce un fenómeno de animalización de la mujer en tanto en cuanto esta no se ajusta al rol que se demanda de ella. En este caso se refiere, como bien puede observarse, a la mujer como animal indefenso que todos quieren cazar, pero más adelante será comparada peyorativamente con una mona que busca distraer y complacer, con la araña que busca hacer caer en sus redes a los jóvenes despistados en referencia a las mujeres libres e incluso a Gerarda como tigre descontrolado.

»
60
de cazadores cercada:
Redondilla
61
piérdese cuando la alaban,
62
ríndese cuando suspiran,
63
que cuantos ojos la miran,
64
con tantas flechas la clavan.

FENISA
Redondilla
65
Pues, ¿cuándo se ha de casar
66
una mujer nunca vista?

BELISA
67
Eso no ha de ser conquistaN
X
Nota del editor

En la época seguía vigente un debate que, como ya se ha señalado en el estudio introductorio (capítulo quinto), llevaba activo desde principios del siglo xvi, acerca de la libertad de elección de los novios frente a los matrimonios concertados, en los que primaba el interés por los beneficios tanto económicos como sociales que podían devenir de la unión de dos familias. En este debate se insertan autores de prosa didáctica dirigida a mujeres como Luis Vives, Erasmo o Pedro de Luján. Algunos estudiosos del teatro áureo (Guimont y Pérez Magallón, 1998; Ruíz, 2005) ven en el matrimonio por amor un mero tópico literario que pudo influir en las demandas de algunas mujeres, pero no una costumbre extendida.

,
68
que es imposible acertar.

FENISA
Redondilla
69
¿Pues qué ha de ser?

BELISA
Buena famaN
X
Nota del editor

Recogen estas palabras la actitud que principalmente se requería a las doncellas como ya se ha visto en el estudio introductorio (capítulo sexto), lo más importante en la educación de la doncella era que cultivaran las principales virtudes, a saber: la vergüenza, la honestidad y la castidad.

70
de virtud y de nobleza.

FENISA
71
Donde falta la riqueza
72
mucho la hermosura llama*
X
- H llama (Corrección de Hartzenbusch,lección que acepto por ajustarse mejor a la rima consonante y al sentido del pasaje.)
- P3 falta
- MP infama
,
Redondilla
73
que ya no quieren los hombres
74
sola virtud.

BELISA
¿Pues qué?

FENISA
Hacienda.

Salen LUCINDO, GERARDA y HERNANDO, criado de LUCINDO*
X
- P3 Salen Lucindo y Gerarda, Hernando, criado de Lucindo.
- MP Salen Lucindo, Gerarda y Hernando.
.

GERARDA
75
¿Que soy tu querida prenda?

LUCINDO
76
Así es razón que te nombres.

GERARDA
Redondilla
77
Galán de palabras vienes.

LUCINDO
78
Ando al usoN
X
Nota del editor

Andar al uso es «demás del sentido literal de vestirse a la moda y andar con el traje que se usa, metaphoricamente es acomodarse al tiempo, y contemporizar con las cosas, según piden las ocasiones y la coyuntura» (Autoridades).

.

FENISA
[Aparte.]
(Este es Lucindo).

GERARDA
79
Luego, ¿préciaste de lindo?

LUCINDO
80
¡De lindo! «DonaireN
X
Nota del editor

En el capítulo octavo del estudio introductorio se ha explicado de manera detallada la figura de la dama donaire y las connotaciones que este adjetivo tenía. En este caso se utiliza para indicar que las palabras de Gerarda tienen gracia.

» tienes,
Redondilla
81
préciome de «hombreN
X
Nota del editor

Lindo/hombre: el lindo en la época era la correspondencia masculina de la mujer «voluble y casquivana» (Deleito y Piñuela, 1946: 62). El lindo era un joven a la moda, que rendía voluntades por donde pasaba gracias a sus habilidades de donjuán. Gerarda le pregunta a Lucindo si se precia de lindo cuando este le responde que anda al uso, es decir, que le habla según requiere la situación, pero hay aquí un juego de palabras en la pregunta de Gerarda, quien lo toma por la moda. Sin embargo, el galán afirma preciarse de hombre, es decir, de huir de esas refinadas y amaneradas costumbres pues, como Covarrubias señala «decir el varón lindo absolutamente es llamarle afeminado», de modo que se trataba de una denominación más bien peyorativa en la época. Señala Deleito (1946: 190) como curiosidad que no solo las mujeres se perfumaban, sino que también lo hacían los lindos. Remito, para una descripción detallada de los usos del lindo al apartado que este mismo autor dedica a este personaje (1946: 217) así como al estudio de Sánchez Jiménez (2015). La finura de las mujeres vestidas de hombre en la comedia les valía en muchos casos el apreciativo de lindo, lo que se acabó constituyendo en una tradición a la que pertenecerían obras como El lindo don Diego de Moreto.

».

FENISA
[Aparte.]
(¡Ay de mí!
82
locamente imaginé
83
poner en hombre la fe
84
que con el alma le di
Redondilla
85
no habiendo nacido de él
86
la pretensión de mi amor).

GERARDA
87
Para un amante hablador
88
soy en las tretas cruel,
Redondilla
89
que conmigo no hay chacotaN
X
Nota del editor

Según el diccionario de Autoridades chacota es «bulla y alegría llena de risa, chanzas, voces y carcajadas, con que se celebra algún festejo, o se divierte alguna conversación».

90
«por vidaN
X
Nota del editor

«Modo de hablar[…]. Úsase también por aseveración, y juramento» (Autoridades).

» del gusto mío.

LUCINDO
91
De tus locuras me río.

GERARDA
92
¡Qué gato de algalia*
X
- P3 algalia (Mantenemos la lectura de P3 por ser más cercana a la pronunciación de la época.)
- MP argalia
N
X
Nota del editor

[o algalia*

X
- P3 algalia (Mantenemos la lectura de P3 por ser más cercana a la pronunciación de la época.)
- MP argalia
]. También conocido como gato índico, es un felino propio de Asia, de «hocico agudo, el cuerpo largo, las patas cortas, el lomo ceniciento y ondeado de negro, el vientre más claro y la cola anudada. […] Es el que produce el algalia*
X
- P3 algalia (Mantenemos la lectura de P3 por ser más cercana a la pronunciación de la época.)
- MP argalia
» (Academia Usual). El algalia*
X
- P3 algalia (Mantenemos la lectura de P3 por ser más cercana a la pronunciación de la época.)
- MP argalia
es un tipo de resina aromática que se usa en perfumería, según Autoridades: «El sudor que despide de sí el gato llamado de algalia*
X
- P3 algalia (Mantenemos la lectura de P3 por ser más cercana a la pronunciación de la época.)
- MP argalia
, al cual se le fatiga batiéndole con unas varas, de suerte que se le hace sudar, y recogiendo el sudor con una cucharilla se hace como una especie de manteca, la cual es sumamente odorífera. […]Algunos son de sentir que no es sudor, sino suciedad que se engendra en una bolsilla que este animal tiene a los compañones y orificio».
En el texto se presenta una comparativa entre los azotes que se dan al gato de algalia*
X
- P3 algalia (Mantenemos la lectura de P3 por ser más cercana a la pronunciación de la época.)
- MP argalia
para sacar su perfume y la crueldad que puede Lucindo emplear para obtener el amor de Gerarda, quien responde que no es como esos gatos y que nada logrará de ella por mucho rigor al que la someta.

azota!
Redondilla
93
Por su vida que no saque
94
con arrobasN
X
Nota del editor

«Peso de veinticinco libras. Dice Diego de Urrea ser nombre arábigo, errubun, que vale cuarta parte, del verbo rebbea, que significa partir en cuatro partes; y según esto arroba será la cuarta parte del número ciento» (Covarrubias).

de rigor,
95
un adarmeN
X
Nota del editor

Según Autoridades, un adarme equivale a «la décima sexta parte de una onza, o la mitad de la drachma. Puede ser voz corrompida del Griego Drachma, cuya mitad monta». Gerarda, ante la actitud desafiante de Lucindo realiza la comparativa antes comentada con el gato de algalia y dirá que Lucindo «no saque, con arrobas de rigor/, un adarme de mi amor» (vv.94-95), es decir, por mucho sufrimiento y castigo al que quiera someterla, ella no le dará ni una mínima parte de su amor.

de mi amor.

LUCINDO
96
Tu rigor mi amor aplaque,
Redondilla
97
que alabarte una mujer
98
que pasaba junto a ti,
99
no [habiendo]*
X
- P3 haciendo (Corregimos la lección a habiendo, pues parece ser la lectura más acertada en cuanto al sentido. )
- MP haciendo
malicia en mí,
100
¿qué delito puede ser?
Redondilla
101
Y ya te dije que tú
102
eras mi querida prenda.

GERARDA
103
Vaya a poner esta tienda
104
a las Indias del Perú.
Redondilla
105
Todas esas niñerías
106
[de]*
X
- H de (Corregimos a de, como también corrige Hartzenbusch ya que es la forma que mejor concuerda. )
- P3 me
- MP me
cuentas, y de espejuelos
107
para bobas son anzuelos.
108
No conmigo argenterías.
Redondilla
109
Oro macizo de amor
110
me han de dar, no*
X
- H MP no (Aceptamos la enmienda de MP, que también realiza Hartzenbusch ya que se ajusta más al sentido de la intervención. )
- P3 por
plomo, a mí.

FENISA
111
[Aparte.]
(¿Que a quien no sabe de mí
112
amase con tal rigor?
Redondilla
113
¿que no me conozca este hombre,
114
y que me muera por él?)

Salen DORISTEO y FINARDO.

FINARDO
115
Por aquí la vi con él.

DORISTEO
116
¿Y es galán?

FINARDO
Es «gentil hombreN
X
Nota del editor

Aquí se emplea, no con el sentido literal de hombre noble, sino con el de hombre de aspecto gentil. Autoridades indica: «Galán, airoso, bien dispuesto y proporcionado de miembros y facciones: y así se dice, Fulano es gentil mozo», de modo que se refieren al buen talle de Lucindo.

».

DORISTEO
Redondilla
117
¿Si son estos?

FINARDO
Estos son.

GERARDA
118
¿Ve aquel mancebo que viene?

LUCINDO
119
Sí, veo.

GERARDA
Pues aquel tiene
120
de mis veras posesión.
Redondilla
121
[Aparte.]
(Cuanto le dije es fingido,
122
cuanto le quise es burlando).
123
Voyme que me está aguardando.

Pásase al otro*
X
- P3 Pásase al otro.
- MP Pásase con él.
- H Pásase a Doristeo.
.

LUCINDO
124
¿Qué haré?

HERNANDO
«MosquetazoN
X
Nota del editor

Mosquear es «apartar de sí violentamente los embarazos u estorbos» (Autoridades), seguramente refiriéndose a cómo Gerarda se ha quitado de encima a Lucindo de manera brusca afirmando su preferencia por Doristeo para darle celos.

» ha sido.

LUCINDO
Redondilla
125
¿Quitarele la mujer?
126
«¿Acuchillarele, Hernando?N
X
Nota del editor

Es en algunos comentarios como estos en que se observa el germen de la comedia de capa y espada que después proliferaría conforme avanzara el XVII. Una serie de comportamientos y actitudes en los personajes que aquí solo encontramos de manera velada, sin una realización en la acción como se ha constatado en el capítulo segundo.

»

HERNANDO
127
¿Quiéresla?

LUCINDO
Estoyme abrasando.

HERNANDO
128
Agua será menester,
Redondilla
129
que nadie merezca amor
130
si no es las libres mujeres.

GERARDA
131
Digo que mis ojos eres.

DORISTEO
132
Templando vas mi rigor.
Redondilla
133
Como acompañarte vi
134
este galán majadero,
135
preciado de caballero,
136
notable enojo sentí.
Redondilla
137
Mas en ver que le has dejado,
138
brazos y gracias te doy.

GERARDA
139
Vente conmigo que voy…

DORISTEO
140
¿[Mas] a dónde?

GERARDA
Hacia el PradoN
X
Nota del editor

También conocido como el Prado Viejo de San Jerónimo, se situaba donde se encuentra el actual Paseo del Prado. Se trataba de una zona sin asfaltar, con árboles y un arroyo, que desde que regresara la corte a Madrid en 1606 se convirtió en un espacio de encuentro para las clases altas, por tanto, no extraña que Gerarda, dama cortesana, salga al Prado de noche. Cuenta Zabaleta que « [a]penas se ha desaparecido el sol cuando se aparecen en el Prado los coches cargados de diferentes sexos y de diferentes estados. Van a tomar el fresco y en un zapato alpargatado con ruedas se aprietan seis personas» (Zabaleta, 2016: 277). Había en esta zona toda una serie de fuentes de tipo ornamental, a las que se hará referencia al comienzo de la segunda jornada. Muchas comedias de la época tienen como escenario el prado, como La verdad sospechosa de Ruiz de Alarcón, obras de Tirso y en la mayoría de dramaturgos que sitúan la escena en Madrid, como en el caso de La gran comedia del caballero de Agustín Moreto en la que leemos («Pues bajémonos al Prado/ que eso es mejor para allí»). Aparece igualmente, por ejemplo, en una novela como El diablo cojuelo de Vélez de Guevara («Va anocheciendo y encubriéndose el concurso de la calle Mayor. Ya todo ha bajado al Prado» (Tranco VIII), por lo que estamos ante un lugar de amplia tradición literaria.

.

Vanse los tres*
X
- MP Vanse los tres. (Tomamos la solución de MP ya que salen Gerarda, Doristeo y Finardo. )
- P3 Vanse los dos.
.

LUCINDO
Redondilla
141
¿Fuéronse?

HERNANDO
Con mucha*
X
- MP mucha
- P3 muchas
prisa*
X
- P3 priesa
- MP prisa (Optamos por prisa frente a priesa ya que la rima con Fenisa es mucho más natural. No obstante, debemos tener en cuenta que en el español del siglo xvii seguramente la pronunciación sería equivalente. )
prisa.
142
No te aflijas, que es marteloN
X
Nota del editor

Según Autoridades es «la unión y correspondencia cariñosa entre dos personas». En el diccionario de la Academia de 1817, sin embargo, aparece recogido como «celos o la pena y aflicción que nace de ellos», significado que se ajusta mejor al sentido del texto.

.

LUCINDO
143
¿Quién es aquella?

HERNANDO
Recelo
144
que esta*
X
- P3 esta
- MP es la
vecina Fenisa,
Redondilla
145
pero tiene una giganta
146
por madre, que es emprenderN
X
Nota del editor

Podría referirse a la leyenda celta que narra el origen del monumento natural conocido como la calzada del gigante. La leyenda cuenta el conflicto entre el gigante irlandés Finn MacCool y el escocés Benandonner. El primero decidió construir un paso para enfrentarse al segundo, pero al llegar a tierras escocesas y darse cuenta del gran tamaño del gigante escocés huyó sin saber qué hacer para enfrentarse a él. Pidió ayuda a su esposa Oonagh, quien pensó en disfrazar a su esposo de bebé y meterlo en una cuna. Tras ser invitado a la casa, Benandonner, asustado por las enormes proporciones que el padre de una criatura de ese tamaño pudiera tener, huyó, destruyendo la calzada. De este modo, es posible que Hernando compare la tarea de esquivar a Belisa con la de enfrentarse a ese posible gigantesco ser.

147
a Irlanda.

FENISA
[Aparte.]
(Nunca mujer
148
se puso a locura tanta:
Redondilla
149
a un hombre que no me ha visto,
150
ni se acuerda de si nací,
151
quiero bien).

LUCINDO
Nunca la vi.

FENISA
152
[Aparte.]
(¡Qué mal mi inquietud resisto!
Redondilla
153
¿Cómo le daré ocasión
154
para que «el rostro me veaN
X
Nota del editor

Los manuales de conducta recomendaban que las mujeres salieran de casa lo más cubiertas posible, con el rostro cubierto por un velo. Sin embargo, como distingue Deleito (1946: 64), no hay que confundir las cubiertas que eran aquellas mujeres que por vergüenza cubrían su rostro con un velo para evitar ser objeto de las miradas de los hombres, con las tapadas, figura sobre la que hay mucha literatura, y que cubrían el rostro con la intención de provocar la curiosidad en los hombres, dejando siempre al descubierto el ojo izquierdo. Entendemos, por tanto, que Fenisa pertenecía al primer grupo.

»?
155
Amor mil cosas rodea,
156
todas sin remedio son).

HERNANDO
Redondilla
157
Si vieses esta doncella,
158
te doy palabra, señor,
159
que olvides tu loco amor,
160
porque es sabia, honesta y bella,
Redondilla
161
aunque no sé qué he pensado
162
de tu padre…

LUCINDO
¿De mi padre?

HERNANDO
163
Pero quizá con su madre
164
casarse tiene pensado,
Redondilla
165
y aún es más puesto en razón.

LUCINDO
166
¿Casarse mi padre agora?

HERNANDO
167
Habla y mira esta señora,
168
que es de rara perfección.

LUCINDO
Redondilla
169
Llevome el alma Gerarda,
170
celos me tienen sin mí.
171
¿Qué quieres que mire aquí?

HERNANDO
172
Esta hermosa gallardaN
X
Nota del editor

gallardía es la «bizarría, desenfado y buen aire, especialmente en el manejo del cuerpo». En este caso Hernando está llamando la atención de Lucindo sobre Fenisa por su gracia al desenvolverse, ya que no puede ver su rostro, probablemente velado. El uso de un calificativo como gallarda no es infrecuente en Lope de Vega, quien incluso titularía una de sus obras como La gallarda toledana. Igualmente lo hace en El gallardo catalán título que se refiere a la identidad que asume la protagonista que en esta comedia finge ser un hombre.

.

LUCINDO
Redondilla
173
No hay vista en hombre celoso,
174
todo le parece mal.

FENISA
175
[Aparte.]
(Ya he pensado trazaN
X
Nota del editor

Medio que se discurre para conservar y lograr algún fin según Autoridades.

igual
176
a mi disignio amoroso:
Redondilla
177
pasaré junto a Lucindo,
178
dejaré el lienzoN
X
Nota del editor

«Pedazo de tela de lino, de una vara en cuadro, que ordinariamente sirve para limpiarse las narices y el sudor» (Autoridades). Pañuelo.

caerN
X
Nota del editor

Sobre cómo elabora Fenisa el plan para acercarse a Lucindo y la función que juega el pañuelo aquí, en un artículo sobre la obra, «Clothes encounters: revealing and concealing the body in Lope’s La discreta enamorada», Larson señala que «her performance here involves that combination os simultaneous showing and hiding that has been drawn the attention of all those who have written on erotic use of apparel» (2005: 24).

,
179
y al dármele podrá ser
180
mire el alma que le rindo,
Redondilla
181
que si a los ojos me mira
182
verá toda el alma en ellos).

HERNANDO
183
Mira aquellos ojos bellos,
184
donde amor de amor suspira.

BELISA
Redondilla
185
Vámonos hija, que es hora
186
de recogernos a casa.

HERNANDO
187
Ya junto a nosotros pasa,
188
mira su belleza agora.

Pasa y deja caer el lienzo.

LUCINDO
Redondilla
189
Un ángel me ha parecido.

HERNANDO
190
El lienzo se le cayó.

LUCINDO
191
Quedo, darésele yo.
192
Que volváis el rostro os pido.

Alza el lienzo.

FENISA
Redondilla
193
¿Qué es, señor, lo que mandáis?

LUCINDO
194
Este lienzo se os cayó.

FENISA
195
¿A mí? Sospecho que no,
196
pero esperad.

Desenfáldase*
X
- H Desenfáldase (Hartzenbursch enmienda a desenfáldase, corrección que aceptamos pues parece acercarse más al sentido de la escena. )
- P3 Desenfádase
- MP Desenfádase
N
X
Nota del editor

Enfaldarse es, «bajar el enfaldo» (drae) el enfaldo es, a su vez «seno o cavidad que hacen las ropas enfaldadas [recogidas] para llevar algunas cosas» (drae) es decir, Fenisa se recompone la ropa fingiendo buscar el pañuelo entre los pliegues de su falda recogida.

toda y descúbrese.

LUCINDO
¿Qué buscáis?

FENISA
Redondilla
197
Si tengo en la manga el mío.

BELISA
198
¿Qué es eso?

FENISA
En esta no está.

BELISA
199
¿Qué es eso?

FENISA
El lienzo me da*
X
- MP da (Acepto esta lectura por cuestiones de rima.)
- P3 dad
.

BELISA
200
Pues, ¿es tuyo?

LUCINDO
[Aparte.]
(Gentil brío).

FENISA
Redondilla
201
Eso es lo que ando mirando,
202
en esta no está tampoco.

HERNANDO
203
[Aparte.]
(Volver puede un hombre loco
204
aquel mirar suave y blando).

FENISA
Redondilla
205
Miraré las faldriquerasN
X
Nota del editor

Según Autoridades faltriquera es «la bolsa que se trae para guardar algunas cosas, embebida y cosida en las basquiñas y briales de las mujeres, a un lado y a otro».

.

BELISA
206
Acaba.

FENISA
Ya me doy prisa*
X
- P3 prisa
- MP priesa
.
207
No está aquí.

BELISA
¡Vamos, Fenisa!

FENISA
208
Ni en estotra está.

BELISA
¿Qué esperas?

FENISA
Redondilla
209
¿Tiene unas randasN
X
Nota del editor

Según Autoridades, «adorno que se suele poner en vestidos y ropas y es una especie de encaje labrado con aguja y tejido, el cual es más grueso y con los nudos más apretados que los que se hacen con palillos».

?

LUCINDO
Sí, tiene.

FENISA
210
¿Y encaje?

LUCINDO
¿No lo miráis?

BELISA
211
Despacio, en la calle estáis,
212
donde todo el mundo viene.

FENISA
Redondilla
213
Pues, ¿quiere vuestra merced
214
que lleve lo que no es mío?

LUCINDO
215
Señora, de vos le*
X
- P3 le
- MP lo
fío.

FENISA
216
Haceisme mucha merced.
Redondilla
217
¿Tiene un poco descosido
218
de una randa?

LUCINDO
Sí, sospecho.

FENISA
219
¿A qué lado?

BELISA
Es sin provecho.

LUCINDO
220
Juzgo*
X
- MP Juzgo (Sigo esta lectura porque se ajusta a la métrica del verso octosílabo. )
- P3 Sospecho
que de vos ha sido.

BELISA
Redondilla
221
Señor, déjanos*
X
- P3 déjanos
- MP dejadnos
pasar.
222
Poned el lienzo en la pila
223
del agua bendita.

FENISA
[Aparte.]
(Afila,
224
amor, tu flecha al tirar).

BELISA
Redondilla
225
Vamos.

FENISA
Yo voy.

HERNANDO
¿No es hermosa?

LUCINDO
226
Celos ¿por qué me cegáis?

Vuelve FENISA*
X
- P3 Vuelve Fenisa.
- MP (MP omite esta acotación. )
.

FENISA*
X
- P3 (P3 omite el nombre del personaje, aunque sitúa el verso inmediatamente después de la acotación Vuelve Fenisa. Las palabras corresponden, evidentemente a esta. )
- MP Fen. (MP sí repone Fen. )
227
¡Ah, señor!

LUCINDO
¿Qué me mandáis?

FENISA
228
Advertiros de una cosa,
Redondilla
229
si de aqueste*
X
- P3 aqueste
- MP aquese
lienzo acaso
230
parece más cierto dueño,
231
que mi palabra os empeño,
232
Aparte.
(iba a decir que me abraso)
Redondilla
233
que no sé cierto si es mío,
234
diréis que vivo en la calle
235
de los JardinesN
X
Nota del editor

Esta calle formaba parte del trazado urbano de Madrid del siglo xvii. Se encontraba en el centro de la villa, cerca del distrito de Sol y también del Prado. Es posible que recibiera este nombre por los jardines a la italiana que allí había. Lope sitúa la acción, en el eje galante de Madrid, donde parte de la alta sociedad madrileña vivía en esa época. Un eje que cambia en la expansión del Madrid de los Austrias desde la articulación medieval entre el Alcázar, la calle Mayor y Sol, a la nueva entre Sol y Prado. La que fuera en la época famosa por sus bellos jardines, en la actualidad no es más que una calle corriente en mitad de la multitud de edificios construidos en la zona, en el espacio entre la Gran Vía y la Calle de Alcalá, situada cerca de Sol y de la Calle de la Montera.

.

HERNANDO
«de los Jardines.de los Jardines.¡Qué talle!
236
¡Qué gracia! ¡qué rico brío!

FENISA
Redondilla
237
Enfrente del capitán
238
Bernardo, Lucindo.

LUCINDO
El mismo
239
es mi padre.

FENISA
(¡Ay dulce abismo
240
donde abrasándome están!)

BELISA
Redondilla
241
Estás loca.

FENISA
Ya me voy,
242
que aqueste «hidalgoN
X
Nota del editor

«La persona noble que viene de casa y solar conocido» (Autoridades).

» decía
243
que es mi vecino.

BELISA
Porfía,
244
vamos.

FENISA
[Aparte.]
(¡Qué perdida estoy!)

Vanse las dos*
X
- P3 Vanse las dos.
- MP Vanse.
.

HERNANDO
Redondilla
245
¿Qué te parece?

LUCINDO
Que es bella,
246
cortés, discreta y gallarda.
247
Mas quiero bien a Gerarda,
248
y vase el alma tras ella.
Redondilla
249
Celos es suelo traidor,
250
resbaladizo, de suerte*
X
- MP suerte (Acepto esta lectura ya que restablece la redondilla y el sentido. )
- P3 fuente
251
que hará caer al más fuerte
252
en los lodos del amor.
Redondilla
253
Terrible cosa es mirar
254
una mujer desdeñosa
255
hablar a otro hombre celosa
256
cuando se quiere vengar.
Redondilla
257
Aunque mi amor fuera poco,
258
que poco debe de ser,
259
«ver tan libre una mujerN
X
Nota del editor

Lucindo hace hincapié en el efecto que tiene sobre él, y sobre los hombres en general, como afirmará después Hernando, que una mujer actúe libremente, hable a los hombres y los trate con desdén y libertad, lo que provoca celos en el galán y lo lleva a sentir una mayor atracción por la cortesana.

»
260
bastaba*
X
- P3 bastaba
- MP basta
volverme loco.

HERNANDO
Redondilla
261
Mujeres libres, señor,
262
son siempre las más queridas,
263
y aun iba a decir perdidas,
264
pues han perdido el honorN
X
Nota del editor

mujeres libres…han perdido el honor: Hernando satiriza esa diferenciación entre mujeres libres y mujeres honradas que impone la sociedad en un juego de palabras con el sentido de mujeres libres, que bien puede referirse tanto a las mujeres libres como a las prostitutas. El comportamiento que muestra Lucindo queda justificado a través del comportamiento general del hombre hacia la mujer, que desdeña y aborrece a la esposa honrada y la imaginan consolarse de estas penas con el pensamiento puesto en mil hombres, mientras él sale a buscar a esas mujeres libres que hipócritamente critican tal como expone el criado. En este sentido, Hernando se burla de Lucindo, a quien la libertad de acción de Gerarda lo llena de celos y atrae a partes iguales.

.
Redondilla
265
Llora la mujer honrada
266
el siempre injusto*
X
- MP justo
desdén
267
del hombre que quiere bien
268
y a él no se le da nada,
Redondilla
269
porque sabe que ha de estar
270
«pudriéndose en su aposentoN
X
Nota del editor

La mujer honrada sabe que su lugar está en la casa, sin hacer caso a los hombres, y no en la calle, aunque por ello pueda ser rechazada por posibles pretendientes. Esta afirmación entronca con los versos 25 a 28 en que Belisa recomienda el encierro como muestra de honradez a Fenisa. Sobre la posibilidad de salir a la calle las doncellas y bajo distintas circunstancias había diversidad de opiniones, aunque primaba aquella de que el encierro absoluto era excesivo y se aconsejaba salir a la calle de vez en cuando bajo supervisión y en compañía adecuada.

».
271
Pero cuando el pensamiento
272
se pone aquí, no hay burlar,
Redondilla
273
que apenas con los enojos
274
sacarás de casa el pie
275
cuando consolada esté
276
con mil hombres a tus ojos.

LUCINDO
Redondilla
277
Por eso el amor no dura
278
en libres, sino en «honradasN
X
Nota del editor

El amor no dura en libres sino en honradas: continúa la batalla dialéctica que mantienen Hernando y Lucindo, cada uno defendiendo una postura. Mientras el galán parece querer defender la posición tradicional, más extendida en la sociedad de la conveniencia de escoger una pareja que encaje en el calificativo de honrada, el criado ironiza acerca de la tensión que surge entre el discurso de la sociedad acerca del comportamiento de la mujer, y la preferencia de los hombres por las mujeres libres para su diversión.

».

HERNANDO
279
Cuelgan de celos y espadas
280
hombres de poca cordura,
Redondilla
281
quiero decir poca edad.
282
Ya espero verte algún día
283
lejos de aquesta «porfíaN
X
Nota del editor

«instancia y ahínco en defender alguno su opinión o constancia en continuar alguna pretensión» (Covarrubias).

»
284
y cerca de esta verdad.

LUCINDO
Redondilla
285
Hartas causas me retiran.

HERNANDO
286
Una mujer libre y loca
287
es como «mona que cocaN
X
Nota del editor

Del verbo cocar, que según Covarrubias «está tomado del sonido que hace la mona para espantar a los muchachos, y ponerles miedo, porque no le hagan mal», no obstante, parece más ajustado el sentido que recoge el Diccionario Usual de la Academia como los gestos que se hacen para «halagar a alguno con fiestas, o ademanes, para persuadirle lo que se quiere».

»
288
a los niños que la miran*
X
- P3 miran
- MP tiran
.
Redondilla
289
Pero cuando llega el hombre
290
que tiene gobierno y palo,
291
«espúlgaleN
X
Nota del editor

Espulgar, quitar pulgas. Según Autoridades «limpiar la cabeza y otra parte del cuerpo, quitando del vestido los piojos, pulgas y cosas inmundas», se refiere, metafóricamente, a regalar y cuidar con gran atención al hombre.

» con regalo,
292
y no hay voz que no le asombre.
Redondilla
293
A los mozos sin consejo*
X
- MP consejo (Sigo esta lectura por cuestiones de rima. )
- P3 consejos
,
294
las mujeres hacen cocosN
X
Nota del editor

El drae recoge ‘hacer cocos’ como los gestos y señas que se hacen los enamorados como muestra de afecto junto con el sentido aportado en la nota 49, siendo ambos posibles y adecuados en este contexto. Señala Deleito que la palabra coqueta proviene de esta frase, pues se trata de hacer «monadas o garatusas, para atraer y cautivar a los hombres» (Deleito y Piñuela, 1946: 61).

295
porque son niños y locos*
X
- P3 porque son niños y locos
- MP (En MP falta este verso. )
,
296
«no al hombre maduro y viejoN
X
Nota del editor

Una mujer libre y loca… no al hombre maduro y viejo: esta comparación de la mujer con la mona se sigue de la comparación que Lucindo y Hernando elaboran entre la mujer libre y la mujer honrada. La primera es comparada con una mona que con gestos y celos busca seducir a los muchachos, presa fácil de esta seducción, lo que no sucede con el hombre mayor, sabio, a quien trata de ganarse dedicándose solo a él. Insiste Hernando en su intervención, en que esta actitud de su señor es propia de los galanes mozos, que sucumben a los cantos de sirena de las seductoras que buscan darles celos porque saben de su debilidad, frente a los galanes más serios, con quienes no se atreven a poner en juego esas estrategias.

».
Redondilla
297
Ya te ha visto en los anzuelos,
298
y aunque no puede sacarte,
299
alarga cuerda con darte
300
celos, celos y más celos.

LUCINDO
Redondilla
301
¿Qué he de hacer?

HERNANDO
Señor,
302
buscar una bella cifra.

LUCINDO
303
¿Luego el amor se descifra?

HERNANDO
304
Sí.

LUCINDO
¿Con qué?

HERNANDO
Con otro amor.

LUCINDO
Redondilla
305
No tratemos de eso agora.
306
Vamos a ver en qué para.

HERNANDO
307
¿Ves como es cosa muy clara
308
que con celos te enamora?
Redondilla
309
¡Qué bien, Lucindo, un discreto
310
cañas de pescar las llama!
311
Pescan «honraN
X
Nota del editor

Honra, que puede tomarse como equivalente de honor en el teatro lopesco (Arellano, 1998: 10). En este verso puede tomarse claramente en el sentido de reputación y buena fama del hombre, especialmente si nos encontramos ante galanes que pertenecen a las clases nobles.

», hacienda y fama,
312
aunque cañas en efecto.
Redondilla
313
¿No te afrentas que una cosa,
314
que a todo viento blandea
315
para «estribarte*
X
- P3 estribarte
- MP derribarte (Se trata de un claro error de sentido, pues el estribo refuerza, no derriba. )
N
X
Nota del editor

Estribar, según Autoridades «metaforicamente corresponde a fundarse, afianzarse, asegurarse, apoyarse».

» sea
316
enemiga poderosa?
Redondilla
317
A tu hacienda pone cebo,
318
de celos hace sedal*
X
- MP sedal (Sigo esta lectura que completa la rima de la redondilla y encaja mejor con el significado.)
- P3 sedas
,
319
pues como que, en hilo igual,
320
cuelgue un discreto mancebo.
Redondilla
321
Lo que «aquel sabioN
X
Nota del editor

Se refiere a Anacarsis (VII a. C.) filósofo escita que comparó las leyes con telas de araña, pues atrapaban a las moscas y pequeños insectos mientras los grandes las podían destruir.

» decía
322
«porN
X
Nota del editor

Sobre

» las leyes, muy mejor
323
por la «mujer de*
X
- P3 de
- MP sin
- H el (H propone esta varianción sobre el texto base. )
amorN
X
Nota del editor

Podría interpretarse de*

X
- P3 de
- MP sin
- H el (H propone esta varianción sobre el texto base. )
sde*
X
- P3 de
- MP sin
- H el (H propone esta varianción sobre el texto base. )
dos perspectivas diferentes. La primera, como mujer enamorada; la segunda, en referencia a las prostitutas o mujeres que hacen de*
X
- P3 de
- MP sin
- H el (H propone esta varianción sobre el texto base. )
l amor su oficio.

»
324
agora decir podía:
Redondilla
325
son como telas de araña,
326
pescan moscas, débil gente,
327
mas no el animal valiente,
328
que la rompe y desmaraña.
Redondilla
329
Afréntate de que yo
330
«te enseño el vivirN
X
Nota del editor

a lo largo del parlamento, Hernando, el criado, insiste a su amo en la conveniencia de olvidar el amor que siente por la libre Gerarda y en que centre sus esfuerzos en conquistar a una mujer honrada, pues las libres solo buscan conquistar hacienda, honra y fama aprovechándose de los hombres de débil voluntad. Hernando señala a Lucindo que debería avergonzarse de que él, un simple criado, le enseñe cómo funciona la vida y el amor. Sobre esto, García Lorenzo (2005: 124), señala que buena parte de los rasgos del gracioso se desprenden de sus palabras y de los diálogos en que participa, ya que «con la palabra hace reír y con la palabra se convierte en moralista impenitente». Así, el criado demuestra ser más lúcido que un Lucindo cegado de celos, y en ocasiones sermoneará al galán (García Lorenzo, 2005: 128-130).

».

LUCINDO
¡No seas
331
pesado! Mientras me veas
332
donde el amor me enlazó,
Redondilla
333
de aquella tela de araña
334
soy mosca.

HERNANDO
Y qué moscatel…

LUCINDO
335
Ya soy pez simple y fiel
336
del cebo de aquella caña.
Redondilla
337
Vamos, volverela a ver,
338
que me ha picado en el dedo
339
«del corazónN
X
Nota del editor

dedo del corazón: señala Autoridades que al dedo de en medio «comúnmente se le llama del Corazón, por haberse creído que tiene con él una próxima comunicación».

».

HERNANDO
Tengo miedo,
340
que algo te ha de suceder.

LUCINDO
Redondilla
341
A ver vuelvo mis enojos.

HERNANDO
342
¡Jesús! Qué necios desvelos.

LUCINDO
343
Diome pimienta de celos,
344
voy a beber por los ojos.

Vanse, y saleN
X
Nota del autor

La acción sucede ahora en casa de Belisa.

BELISA y FENISA*
X
- P3 Vanse, y sale Belisa y Fenisa.
- MP Vanse. Salen Belisa y Fenisa.
.

BELISA
Redondilla
345
¿Haste quitado tu manto?

FENISA
346
Quitado, señora, está.

BELISA
347
Pues toma ese manto allá.

FENISA
348
De tu cólera me espanto.
Redondilla
349
¡Válgame Dios! ¿qué te hago?
350
Con cualquier cosa te ofendo…

BELISA
351
¿Tú piensas que no te entiendo?
352
Yo tengo mi*
X
- P3 mi
- MP muy
justo pago,
Redondilla
353
si yo te cerrase*
X
- MP encerrase
en casa,
354
pocas veces me darías*
X
- MP darías
- P3 daréis
355
estos disgustos.

FENISA
Los días,
356
que esto por milagro pasa,
Redondilla
357
que al fin son de un jubileoN
X
Nota del editor

Son motivo de celebración por la indulgencia que suponen.

,
358
tan caros me han de costar
359
que te tengo de rogar
360
que me encierres.

BELISA
No lo creo.

FENISA
Redondilla
361
¿De qué te quejas de mí
362
que siempre me andas riñendo?

BELISA
363
De tu libertad me ofendo.

FENISA
364
¿Libertad?

BELISA
¿Yo no lo vi?

FENISA
Redondilla
365
¿Qué mancebo me pasea
366
de estos que van «dando el talleN
X
Nota del editor

«disposición, o proporción del cuerpo humano» y «se toma particularmente por la cintura» (Autoridades). La alusión al talle en relación con el aspecto físico es habitual en la literatura de la época. En El amor enamorado Dafne dirá: «¡Qué mal talle! No merece ser deidad» (Vega, 2015c: v.1220), aunque en la mayoría de casos suele utilizarse de manera positiva, alabando las cualidades físicas, como se observa en El Narciso en su opinión de Guillén de Castro: «y que bien logrado es/ en ti el talle, y gentileza / que dio la naturaleza/ de la cabeça a los pies» (Jornada I). En este caso Fenisa replica a su madre, ante el rechazo a las supuestas libertades que se toma, que nadie la pretende, ni ningún mozo que presuma de ser atractivo le pasea la calle. En los versos 365-379 Fenisa refiere los posibles motivos (inexistentes todos ellos) por los que su madre podría mostrar esa actitud represiva y protectora que ella considera excesiva. Todos los ejemplos que se dan en estos versos sirven para conocer algunas de las costumbres que en ese periodo tenían los jóvenes pretendientes, como el regalo de prendas, enviarse cartas o entrevistarse en las ventanas de noche.

»?
367
¿Qué «guijasN
X
Nota del editor

Guijarros, piedras pequeñas.

» desde la calle
368
me arroja porque le vea?
Redondilla
369
¿Qué seña me has visto hacer?
370
En la Iglesia ¿quién me sigue
371
que a estar celosa te obligue?
372
¿Qué vieja me vino a ver?
Redondilla
373
¿Qué billetesN
X
Nota del editor

«Papel en que se escribe algunas pocas razones de una a otra persona […], fue muy buena invención para comunicarse con más quietud, y tratar las cosas en secreto, no fiándolas de ningún tercero ni criado» (Covarrubias). El billete de amor es un recurso muy habitual en la comedia. Señala Díez Borque que «repetido para poner en relación amante y dama» (Díez Borque, 1976: 38). Así, asistimos a la redacción de un billete de parte de Teodora para Riselo en El acero de Madrid, o a su recepción por parte de distintos personajes a lo largo de la acción de El maestro de danzar, incluso la lectura de uno da inicio a la acción de Viuda, casada y doncella, por poner algunos ejemplos.

me has hallado
374
con palabras deshonestas?
375
¿Qué pluma para respuestas?
376
¿Qué tintero me has quebrado?
Redondilla
377
¿Qué cinta que no sea tuya
378
o comprada por tu mano?
379
¿Qué chapínN
X
Nota del editor

Calzado femenino, seguramente de origen español, destalonado cuya suela era de corcho, alcanzando en ocasiones una gran altura y que se aseguraba mediante el uso de correas o cordones. El Diccionario de Autoridades indica que se distingue de la chinela por tener la suela redonda y que se usaba especialmente durante el invierno para proteger los bajos de los vestidos de la suciedad y el fango.

, qué tocaN
X
Nota del editor

Adorno para la cabeza elaborada generalmente con telas finas y ligeras, puede recibir distintos nombres según el material del que estén hechas. Véase Carmen Bernís, Indumentaria española en tiempos de Carlos V.

?

BELISA
En vano
380
quieres que mi honor te arguya.
Redondilla
381
No me quejo de que sea
382
verdadera la ocasión.

FENISA
383
Pues ¿qué es esto, prevención?

BELISA
384
Mi honor e[l]*
X
- P3 es
- MP ser
Corregimos lo que parece ser un evidente error, pues no hace sentido ni la opción de P3, ni la de MP.
tuyo desea.
Redondilla
385
Querría que te guardases,
386
de eso mismo que me adviertes
387
y de que a estas puertas más fuertes*
X
- P3 y de que a estas puertas más fuertes
- MP y de que a esas puertas tan fuertes
388
«nuevos escándalos echasesN
X
Nota del editor

La afirmación de Belisa sugiere que previamente se ha vivido algún tipo de situación escandalosa en la casa, seguramente infidelidades maritales.

».

FENISA
Redondilla
389
[Aparte.]
(¿Tanto me podrás guardar?)

BELISA
390
¿Qué dices?

FENISA
Que haré tu gusto.
391
pero cáusame disgusto
392
tanto gruñir y encerrar,
Redondilla
393
¿fuiste santa por tu vida
394
en tu tierna edad?

BELISA
Fui ejemplo,
395
en casa, en calle y en templo,
396
de una mujer recogida.
Redondilla
397
Los ojos tuve con llaveN
X
Nota del editor

Una vez más se remarca la importancia de la honestidad y castidad a través de la mirada. A nadie miró mientras fue doncella.

.

FENISA
398
¿Cómo te casaste?

BELISA
El cielo
399
vio mi virtud y mi celo,
400
que el cielo todo lo sabe.

FENISA
Redondilla
401
¡Mi tía me dijo a mí
402
que hacías mil oraciones
403
y andabas por estaciones!

BELISA
404
¿Yo? ¿Para casarme?

FENISA
Sí.
Redondilla
405
Y mil viernes ayunabas,
406
a un «padre del yermoN
X
Nota del editor

«Particularmente significa uno de aquellos antiguos Anacoretas, que habitaban los desiertos, por huir del bullicio del mundo, y darse a la contemplación y penitencia. Ahora suele usarse irónicamente […] y así se usa también para despreciar al que aconseja penitencia, u retiro, no teniendo autoridad para ello, o no correspondiendo su vida al consejo que da» (Autoridades).

» igual,
407
y haciendo esto es señal
408
que casarte deseabas.

BELISA
Redondilla
409
¡Nunca tal imaginé!
410
Miente por tu vida y mía,
411
que antes monja ser quería
412
y sin gusto me casé.

FENISA
Redondilla
413
Pues, ¿cómo fuiste celosa
414
de mi padre, que Dios haya?

BELISA
415
Porque no había joya o sayaN
X
Nota del editor

Primer traje que se viste sobre la ropa interior o semiinterior y que podía llevarse a cuerpo o bajo otras prendas. Carmen Bernís (1962: 102) indica que previo al siglo xv se trataba de una prenda indistintamente usada por mujeres y hombres. Según Autoridades se trataría de una pieza de ropa interior. No obstante, se ajusta más al disfraz que elabora el criado la siguiente definición recogida por Madroñal “pieza del traje femenino, que se usaba para vestir a cuerpo y de una sola pieza […] que solía ponerse sobre la camisa”. Aunque era una prenda que podían vestir ambos sexos, a partir del siglo xv la saya se convertiría en una pieza propiamente femenina, mientras los hombres vestirían sayo.

,
416
plata en casa, ni otra cosa,
Redondilla
417
que no diese a cierta dama.
418
Hacía aquel sentimiento
419
por vosotras…

FENISA
Golpes siento.

BELISA
420
Mira, Fenisa, quién llama.

FENISA
Redondilla
421
Por entre la reja vi
422
el*
X
- P3 el
- MP al
capitán tu vecino.

BELISA
423
Ya lo que quiere adivino.

FENISA
424
¿Ya lo sabes? ¿Cómo ansí?

BELISA
Redondilla
425
Ya [ha]*
X
- P3 MP ya
- H
H enmienda a . Proponemos, ya que parece más acertado al sentido del verso, que ese ya de P3 sea en realidad una apócope de ya ha.
días que da en mirarme,
426
creo que me quiere bien.
427
Yo le he mostrado desdén
428
y querrá en bodas hablarme,
Redondilla
429
y por tu vida, Fenisa,
430
que no me estuviese mal,
431
que es un hombre principal.

FENISA
432
Perdona, madre, esta risa.

BELISA
Redondilla
433
¿De qué te ríes?

FENISA
De ver
434
la santidad que tendrías
435
cuando más moza serías,
436
que ejemplo debió de ser,
Redondilla
437
en casa, en calle y en templo.
438
De llamar el capitán,
439
¿estos*
X
- P3 estos
- MP esos
barruntos*
X
- MP P3 bostezos
- H barruntos (Hartzenbusch corrigió adecuadamente a barruntos. Solución que escojo por ser la que más se ajusta al sentido del parlamento.)
«barruntosN
X
Nota del editor

Sospechas.

» te dan?
440
Tomar quiero el buen ejemplo.

BELISA
Redondilla
441
¡Loca! Es un hombre muy rico,
442
y esta casa está sin hombre,
443
serate padre en el nombre.

FENISA
444
Que me escuches te suplico,
Redondilla
445
¿es para guardarme a mí?

BELISA
446
No es otra mi prevención,
447
que ver en casa un varón
448
que te guarde y honre a ti.

FENISA
Redondilla
449
Pues cásame a mi primero
450
y guárdeme mi marido.

BELISA
451
Cuando se hubiera ofrecido
452
lo hiciera y hacerlo espero.

FENISA
Redondilla
453
Yo en los términos te «arguyoN
X
Nota del editor

Argüir es, según Autoridades, «disputar impugnando la sentencia u opinión de otro».

».

BELISA
454
Este guardará tu honor.

FENISA
455
¿No me guardará mejor
456
mi marido que no el tuyo?

BELISA
Redondilla
457
Hijo tiene, y ser podría
458
concertar eso también.

FENISA
459
[Aparte.]
(¡Ay, mi Lucindo y mi bien!
460
¡quién viese*
X
- P3 viese
- MP viera
tan dulce día!)

Sale BERNARDO viejo, muy galán con su gorra de plumas, espada y dagaN
X
Nota del editor

Espada corta que puede llevarse disimuladamente. Covarrubias dice que era obligación llevar espada conjuntamente si se llevaba daga ya que puede llevarse secretamente, disposición que también recoge Autoridades: «ordenamos que ninguna persona de cualquier estado, preeminencia o calidad que sea, no pueda traer ni traiga daga, ni puñal, sino trayendo espada juntamente». La caracterización del capitán responde a claramente a ello.

, en fin, como capitán a lo antiguoN
X
Nota del editor

Dadas las influencias que tiene la commedia dell’arte sobre esta obra, es muy posible que se refiera al atuendo propio de la figura del capitano, que generalmente vestía a la usanza del soldado español, con gorra de plumas y gran espada, como se aprecia en muchos grabados de la época.

.

CAPITÁN
Redondilla
461
Como en salirse tardaban,
462
la licencia no aguardé
463
porque en eso imaginé,
464
señoras, que me la daban.
Redondilla
465
Fuera de que el ser vecino,
466
desde que vine de FlandesN
X
Nota del editor

Hace referencia a la guerra de Flandes, o guerra de los 80 años, que tuvo lugar entre los años 1568 y 1648, en la que las Diecisiete Provincias de los Países Bajos se revolvieron contra Felipe II, conflicto que se extendería durante los reinados de Felipe III y Felipe IV.

,
467
me alienta a cosas más grandes.

BELISA
468
(Lo que me quiere imagino.)
Redondilla
469
Agravio se nos hiciera
470
si vuestra merced no entrara
471
y en esta casa mandara
472
como si en la suya fuera.
Redondilla
473
Llega esas sillas Fenisa.

Siéntase el CAPITÁN.

CAPITÁN
474
Vosotros, salíos allá.

BELISA
475
Pena, Fenisa, me da
476
que me cogiese deprisa.
Redondilla
477
¿Está bien puesta esta toca?

FENISA
478
Nunca mejor te la vi.

BELISA
479
¿Tengo alegre el rostro?

FENISA
Sí.

BELISA
480
¿Parécete que provoca?

FENISA
Redondilla
481
Sí, madre.

BELISA
¿A qué?

FENISA
A devoción.

BELISA
482
Maldita seas, amén,
483
nunca me has querido bien.

FENISA
484
[Aparte.]
(¡Oh, santas de privación!
Redondilla
485
Cuando no pueden comer,
486
les pesa de ver con dientes
487
a las otras. ¡Que esto intentes
488
no me espanto! Eres mujer).

BELISA
Redondilla
489
Hoy me descuidé en prenderme*
X
- P3 prenderme
- MP ponerme
490
un poquito de salud.

FENISA
491
No tengas tanta inquietud.

BELISA
492
¿Cómo?

FENISA
Tu galán se duerme.

BELISA
Redondilla
493
Ahora bien, voy a sentarme.

FENISA
494
La vergüenza de su amor
495
te dará, madre, color.

Siéntase BELISA.

BELISA
496
Ya podéis hablarme.

CAPITÁN
Terceto
497
Belisa, el ser vecino, que en efecto
498
me obliga a reparar en vuestra casa,
499
de su virtud me ha dado buen concepto.
Terceto
500
Veo tarde y mañana cuanto pasa.
501
Tras esto, sé de coro su nobleza*
X
- P3 sé de coro su nobleza
- MP su decoro, su nobleza
,
502
como suele informarse quien se casa,
Terceto
503
y como la virtud y la belleza
504
sean despertadores del sentido,
505
aunque duerme la edad con más pereza,
Terceto
506
yo me he*
X
- MP me he animado (Seguimos esta lectura y, además, en todo el texto se regularizan estas fromas gramaticaeles en que el tiempo verbal compuesto queda sincopado. )
- P3 me animado
animado a daros un marido.
507
Tal como yo, que tengo menos años
508
de los que habéis, de verme, conocido,
Terceto
509
sino que esto de andar reinos extraños
510
con las armas, dormir en la campaña,
511
caminos, velas, militares daños,
Terceto
512
correr la postaN
X
Nota del editor

«Caminar con celeridad en caballos, a propósito para este ministerio que están prevenidos en los lugares a ciertas distancias, y el que la corre los va remudando, y toma su postillón donde le dan los caballos, así para volverlos, como para enseñarle el camino que lleva» (USAL).

a Flandes desde España,
513
consumen la robusta gallardía
514
que los floridos años acompaña.
Terceto
515
Dios haya a Carlos QuintoN
X
Nota del editor

Equivalente a «Dios tenga en su gloria…». Se refiere a Carlos V de Alemania (emperador entre 1520 y 1558) y I de España (entre 1516 y 1556), lo que sitúa la acción de la obra en la época de Felipe II, en la que el Capitán se ha hecho viejo.

, que decía
516
que la posta y la mar le envejecieron,
517
cuando apenas cuarenta y seis cumplía.
Terceto
518
Yo nací el año del sesentaN
X
Nota del editor

1560.

, y fueron
519
el duque y la duquesaN
X
Nota del editor

Si tenemos en cuenta el verso siguiente «cuyas albas tal luz a España dieron» alude a los duques de Alba, representantes de uno de los principales ducados de España, el de Alba Tormes. Por las fechas aludidas en los versos anteriores se trataría del III Duque de Alba, Fernando Álvarez de Toledo y Pimentel, el Grande, y su esposa María Enríquez de Toledo y Guzmán. El Duque, que «era conocido por oponerse a todo compromiso con los “rebeldes”» (Parker, 1982: 126), fue enviado en 1567 en el puesto de capitán general del ejército a los Países Bajos en una encomienda que logró restablecer el orden ya que su llegada hizo que buena parte de los oponentes huyeran. Aun así, tuvo que combatir contra el príncipe de Orange, quien fue derrotado. Tras esta gesta, Felipe II no acudió a Flandes como habían dispuesto y el Duque tuvo que permanecer al mando en este territorio. Sin embargo, en 1572 algunas zonas se rebelaron contra la política del Duque, cuyos recursos económicos estaban ahora mermados (Parker, 1982: 128-129) y, ante la imposibilidad de conseguir la victoria, volvió a España en 1973.

mis padrinos,
520
cuyas albas tal luz*
X
- P3 luz
- MP vez
a España dieron.
Terceto
521
Heme hallado en jornadas y caminos,
522
que «si fuera*
X
- MP fuera (Sigo esta lectura, pues la concordancia con «jornadas y caminos» no hace sentido, sino que debe hacerlo con la primera persona del capitán. )
- P3 fueran
de bronceN
X
Nota del editor

ser de bronce, recoge Autoridades (1726) que es frase muy común «para dar a entender la fortaleza y constancia del ánimo, y del cuerpo, que uno es robusto, infatigable, inmóvil, y que resiste firme y constante a los ímpetus y adversidades de la fortuna». Con esta expresión alude el capitán a la dureza de sus vivencias y a la resistencia propia.

» me acabaran.
523
En fin, señoras, somos hoy vecinos,
Terceto
524
mucho los viejos una casa amparan,
525
los mozos son polilla*
X
- P3 polilla
- MP polillas
de la haciendaN
X
Nota del editor

Gonzalo Correas recoge en el Vocabulario de refranes y frases proverbiales esta expresión, de la que indica «dícese de lo que trae costa y gasto de hacienda» (1906: 529), una más de las virtudes con que el Capitán quiere aventajar su avanzada edad a cualquier joven, que estará lleno de defectos.

,
526
que unos a andar comienzan y otros paran.
Terceto
527
Mi edad no es bien vuestra virtud ofenda,
528
que estoy muy ágil, fuerte, como y duermo,
529
y sé a un caballo gobernar la rienda.
Terceto
530
Yo pienso que en mi vida he estado enfermo,
531
solo mano enemiga me ha sangradoN
X
Nota del editor

Gonzalo Correas recoge en el Vocabulario de refranes y frases proverbiales esta expresión, de la que indica «dícese de lo que trae costa y gasto de hacienda» (1906: 529), una más de las virtudes con que el Capitán quiere aventajar su avanzada edad a cualquier joven, que estará lleno de defectos.

,
532
y un desafío público en Palermo.
Terceto
533
Ese hijuelo que tengo es bien criado,
534
mañana le darán «una banderaN
X
Nota del editor

La bandera se situaba en el centro de la formación militar y era su insignia, pero también su elemento organizador. Cada una de las 12 compañías de los Tercios tenía su bandera, que era portada por un oficial, al que a menudo se llamadba también bandera, y cuyo rango era de alférez en la infantería de los Tercios. El alférez era el segundo del capitán, y tenía como obligación defender esta bandera con la vida, evitando que llegara a tocar el suelo, pues ello significaría la pérdida de la batalla. En el teatro de la época son abundantes las referencias militares a banderas y cajas, que las acompañaban como sucede en esta misma obra, donde en el tercer acto se dirá que la envidia toca las cajas (v. 2514).

»
535
y un «hábitoN
X
Nota del editor

Durante el siglo XVII, una de las aspiraciones de todo caballero era la de conseguir un hábito, pues estos eran indicadores de poder y valor, además de implicar el cobro de una renta, aunque esta era ínfima. Uno de los más cotizados, por ser el mejor, era el de la orden de Santiago, junto con los de la orden militar de Calatrava y la de Alcántara. La obtención del hábito tenía más implicaciones, pues aseguraba ser de familia de sangre limpia y de nobleza, lo que conllevaba un largo proceso documental que justificase ambas condiciones. Las órdenes en el XVII servían para mantener una organización social fundamentada en el linaje familiar y no en la riqueza (Wright, 1982: 22), de modo que se convierte en una forma no solo de afianzar la posición social, sino de iniciar el camino hacia un posible ascenso. En consecuencia, si a Lucindo le dan una bandera y, además, consigue un hábito, quedaría bien posicionado socialmente, pues tendría un buen estatus tanto en el ejército como en la sociedad. El capitán dice que tiene negociado el hábito ya que, frente a su estatuto inicial de recompensa, y a las dificultades que podía suponer el conseguirlo, en el siglo XVII se convierte progresivamente en un título que puede ser comprado, sobre todo a partir del reinado de Felipe IV. El propio Lope fue agraciado con un hábito por parte de Urbano VIII, cuyo favor se ganó tras la embajada del sobrino del Papa en Madrid en 1626, con quien mantuvo una dilatada correspondencia, y a quien dedicó su Corona trágica, poema épico inspirado en María Estuardo, una figura por la que tanto el Santo Padre como su sobrino habían profesado interés y a la que dedicaron poemas, uno de los cuales tradujo Lope al castellano (Sánchez Jiménez, 2018: 297-298). Aunque no se tratara de un hábito de las principales órdenes, las de Santiago, Alcántara o Calatrava, igualmente supuso un triunfo para el dramaturgo y pronto luciría la cruz blanca de San Juan de Malta. También Calderón sería merecedor de un hábito de la orden de Santiago, con lo que observamos que no solo los caballeros, sino también los poetas desearon esta gracia. Sin embargo, como apunta Wright, la suma de dinero que obtenían por su posesión era irrisoria, tanto que «se llamaba “el pan y agua del caballero”» (Wright, 1982: 28) hasta que finalmente dejaron de pagarse. Sin embargo, las órdenes recompensaban a algunos de sus miembros a través de las encomiendas, muy inferiores en número, pero de mayor valor económico, un estipendio que también se vio disminuido en el siglo XVII, y social, pues la mayoría de encomiendas, que daba el rango de comendador a quien la ostentaba, eran dirigidas por miembros de la aristocracia y de la alta nobleza. Sin embargo, lo que importaba no era tanto el valor económico como el prestigio de la encomienda. Las órdenes se convierten, por tanto, en una institución reguladora de la pureza del linaje, que eliminara de los altos cargos a todo aquel que no pudiera demostrar la pureza de su sangre (Wright, 1982: 34). De hecho, en la época en que se sitúa esta comedia la consecución de un hábito se sometía a una gran rigurosidad, demandando que tanto el padre como el abuelo de quien lo pedía fueran hidalgos o que en su ascendencia no hubiera víctimas de la Inquisición, por ejemplo.

» que tengo negociado:
Terceto
536
no dará pesadumbre.

FENISA
A Dios pluguiera
537
que ya estuviera en casa.

CAPITÁN
Finalmente,
538
se irá Lucindo por momentos fuera.
Terceto
539
Suplícoos pues, Belisa, humildemente,
540
que me deis a Fenisa vuestra hija,
541
que yo pienso «dotarla honestamenteN
X
Nota del editor

Se insiste desde la aparición en escena del Capitán que este está bien posicionado económicamente, igualmente, Lucindo es calificado de hidalgo al inicio de la obra, y el Capitán alude constantemente al dinero en su intervención. Señala Ziomek que, aunque Lope no fue el único dramaturgo en llevar esta institución a sus obras, quizás sí podría atribuírsele la paternidad (1982: 865) dada la cantidad de material sobre la cuestión, tanto de la dote como del mayorazgo, que aparece en ellas.

»,
Terceto
542
para que ella «gobierne, mande y rijaN
X
Nota del editor

A pesar de la consideración de la mujer como ser inferior y débil, a la mujer se la destina al gobierno de la casa, y, como también apunta Sacramento Martí, doce de los versículos que comenta Fray Luis en La perfecta casada están «dedicados a la obligación que estas tienen de cuidar y acrecentar los bienes familiares» (2004: 379) y es que este autor describe y aporta detallados consejos sobre cómo debe regir la casa, acrecentando la hacienda cuando fuere posible y señala como ejemplo de la más perfecta mujer a la mujer de labranza, pues tiene ocupación y ganancia (León, 1987). La mujer en tanto que el espacio al que está destinada es el hogar, debe ejercer su función dentro de la estructura social sabiendo llevar la casa, que actúa, a su vez como modelo a pequeña escala de la sociedad.

»
543
no poca hacienda, que ganó mi espada,
544
si no es que mi*
X
- P3 si no es que mi
- MP si no es mi
cansada edad la aflija,
545
que muy presto verá, que no es cansada.

BELISA
Redondilla
546
¿A mi hija, Capitán,
547
me pide vuestra merced?

CAPITÁN
548
Y tendré a mucha merced
549
si esas manos me la dan.

FENISA
Redondilla
550
[Aparte.]
(Triste de mí, ¿qué es aquesto?
551
Pensé que a mi madre amaba
552
y que ya Lucindo estaba
553
a mi remedio dispuesto.
Redondilla
554
Sueño fue mi fantasía
555
en una ocasión tan alta,
556
pues la gloria que me falta
557
soñaba yo que tenía).

BELISA
Redondilla
558
Pensé que vuestro deseo
559
a quererme se inclinaba.

CAPITÁN
560
No, Belisa.

BELISA
Alegre estaba,
561
y lo estoy de lo que veo.
Redondilla
562
Hija, ya ves su intención.

FENISA
563
[Aparte.]
(La fe que tuve en mi bien
564
me hizo tener también
565
alegre mi corazón.
Redondilla
566
Mas como era fe engañada
567
del sueño que imaginé,
568
fe falsa y fingida fue.
569
Fe traidora y fe burlada,
Redondilla
570
fe de un sueño que dormía*
X
- H dormía (H propone dormía, enmienda que acepto ya que de otro modo la rima no se ajusta a la propia de la redondilla.)
- MP P3 dormida
,
571
y si soñada ha de ser,
572
yo juro de no creer).
573
[Aparte a Belisa.]
(Mas a la fe, madre mía,
Redondilla
574
pensé que fuérades vos
575
la novia del capitán).

BELISA
576
[Aparte a Fenisa.]
(Lejos sus intentos van,
577
y estoy corridaN
X
Nota del editor

Avergonzada.

, por Dios)
.

FENISA
Redondilla
578
[Aparte.]
(¡Ay, sueño de mi afición!
579
¡Qué bien, pues que me engañé
580
por vuestras burlas, diré
581
que los sueños, sueños sonN
X
Nota del editor

Aunque para el lector actual este verso tenga ecos calderonianos, La vida es sueño fue escrita en 1635, casi treinta años después que la obra que nos ocupa. El tópico de la vida es sueño o la vida como sueño estaba ampliamente extendido durante el barroco y fue un tema común que muchos dramaturgos incluyeron en su producción. Este tópico enlaza con el de la vida como teatro, un lugar común que viene de antiguo, pues ya se encuentra dentro de la filosofía estoica. Así pues, esta corriente de pensamiento, de la vida como sueño, se extiende y durante el siglo XVII lo desarrollarían en sus escritos filósofos como Descartes, quien, en sus Meditaciones metafísicas se preguntaría cuál era el modo de distinguir el sueño de la vigilia, pues si al soñar se vive lo mismo que despierto ¿qué certeza queda? Así, Fenisa había ensoñado de manera tan vívida que su relación con Lucindo era posible, que la petición de Bernardo ha venido a sacarla de esos sueños, de esa «fe de un sueño que dormía» (v.570) que la ha hecho confundir realidad y sueño. Schevill (1910: 109) señala que la comedia áurea en general «is a drama of stereotyped phrases» en relación con la repetición de la frase que nos ocupa en diversas comedias que algunos autores habían empleado para situar su composición en fecha posterior a la escrita por Calderón, una frase que encuentra en La discreta enamorada, pero también en un villancico de Ruíz de Alarcón, o en la Galatea de Cervantes (Schevill, 1910: 109). Encontramos una frase similar en Adonis y Venus: «que bien sé/ que los sueños, sueños son (vv. 1942-1943); igualmente en Audiencias del rey don Pedro, El desprecio agradecido y Belardo el furioso, por ejemplo.

!)

BELISA
Redondilla
582
(Fenisa, aunque estoy corrida
583
de haber pensado casarme,
584
no lo estoy de imaginarme
585
de tu verde edad vencida.
Redondilla
586
Discreta eres, procura
587
persuadirte a lo que ves.)

FENISA
588
(Si a tu edad vence interés,
589
a mi edad vence hermosura.
Redondilla
590
Los viejos, que habéis gozado
591
vuestros años, atendéis
592
a lo que gozar podéis
593
con avariento cuidado.
Redondilla
594
Queréis regalo, dinero,
595
descanso y ociosidad,
596
y envidiando nuestra edad,
597
esto pretendéis primero.
Redondilla
598
Desobedecerte fuera
599
cosa indigna a mi virtud,
600
pero fáltame salud.
601
El término considera,
Redondilla
602
y pídele un mes
603
mientras lo concierta todo.)

BELISA
604
(Yo lo sabré hacer de modo
605
que muchas gracias me des.)

Llégale a hablar*
X
- P3 hablar
- MP (Omite esta acotación. )
.

FENISA
Redondilla
606
[Aparte.]
(Discreta he sido en decir
607
que este casamiento acepto,
608
pues de mi amor el efecto
609
puedo*
X
- MP puedo (Sigo esta solución porque mejora el sentido.)
- P3 pudo
por él conseguir,
Redondilla
610
que si luego le negara
611
y con disgusto se fuera,
612
tarde a mi Lucindo viera,
613
tarde a mi Lucindo hablara.
Redondilla
614
Con entrar su padre aquí,
615
habrá comunicación).

Hablan los dos a solas*
X
- P3 Hablan los dos a solas.
- MP Hablan aparte el Capitán y Belisa.
.

CAPITÁN
616
Todas esas cosas son
617
de gran gusto para mí.
Redondilla
618
El término acepto, y digo
619
que un mes la quiero esperar.
620
Pero déjamele hablar.

FENISA
621
[Aparte.]
(¡Qué notable intento sigo!)

CAPITÁN
Redondilla
622
Nunca de esa discreción,
623
en Madrid tan celebrada,
624
salió, mi Fenisa amada,
625
más cuerda resolución.
Redondilla
626
Tu virtud he confirmado,
627
que no apetecer tu edad
628
muestra bien la calidad
629
de ese pensamiento honrado.
Redondilla
630
Haré de hoy más, pues me honra*
X
- MP honra (Sigo esta lectura por cuestiones de rima. Además, completa mejor el sentido del pasaje. )
- P3 honras
631
tanto el saber que te igualo,
632
un padre de tu regalo
633
y un alcaide de tu honra.
Redondilla
634
Y dándome Dios salud,
635
esta misma barba anciana*
X
- P3 anciana
- MP cana
636
servirá de barbacana*
X
MP omite este verso.
N
X
Nota del editor

Muralla baja que se encuentra entre el foso y la muralla. Covarrubias recoge en su Tesoro de la Lengua el sentido metafórico en que se emplea en el juego de palabras entre barbacana*

X
MP omite este verso.
y barba-anciana. El diccionario indica: «dicho así, porque defiende, y adorna la fortaleza en lo exterior, como allá dentro de los Palacios, los hombres ancianos autorizan y defienden la honra, y honestidad de ellos». Por tanto, el honor de Fenisa y de la casa queda asegurado con la presencia y la edad del capitán.

637
al fuerte de tu virtudN
X
Nota del editor

Obsérvese cómo se completa la metáfora militar iniciada en el verso anterior, especificando a qué servirá de barbacana el anciano capitán, sin olvidar el papel que tiene la doncella manteniendo su honor y virtud. Esta metáfora tiene sus raíces en un tópico clásico, el de militia amoris, la milicia del amor, por la que todo lo relacionado con el amor se entiende y relaciona con una batalla.

.
Redondilla
638
Y si esta nieve no trata
639
bien el juvenil decoro,
640
juntando a tus «hebras de oro*
X
- H juntando a tus hebrsas de oro (Sigo esta lectura por ser la que más se ajusta al verso siguiente. )
- MP lleguen aquilates de oro
P3 omite este verso
N
X
Nota del editor

Cabello rubio. El canon de belleza femenino renacentista es el de la donna angelicatta, mujer rubia, de tez pálida, labios rosados, como lo describe Garcilaso de la Vega en su Soneto XXIII, un ideal que, aunque con modificaciones, se mantiene en el Barroco, como bien evidencia el famoso soneto de Góngora «Mientras por competir con tu cabello».

»,
641
estos cabellos de plata,
Redondilla
642
supliré en «regaloN
X
Nota del editor

Gusto y complacencia.

» y galas
643
los defectos de la edad
644
con tu honor y calidad.

FENISA
645
Señor, mis años igualas,
Redondilla
646
deja la humildad aquí
647
pues ya soy tuya.

CAPITÁN
¿Soy tuya
648
dijiste?

FENISA
Sí, ya no es suya
649
quien se ha de llamar de ti.

CAPITÁN
Redondilla
650
¿Otro favor? ¡Pesia tal!
651
¡No fuera en Flandes aquesto
652
para que se echara el resto
653
con un festín general!
Redondilla
654
TorneoN
X
Nota del editor

Era habitual que se celebraran torneos y juegos de cañas en el Prado de San Jerónimo. Como señala Carmen Sanz Ayán los torneos no eran meras justas bélicas, sino que, en ocasiones, conformaban «verdaderas “representaciones” con un aparato escenográfico rico y complicado» (Sanz Ayán, 1999: 51).

había de haber
655
por vida del capitán,
656
y si licencia me dan,
657
en Madrid le pienso hacer.

FENISA
Redondilla
658
Suplícoos, por vida mía,
659
la corte no alborotéisN
X
Nota del editor

Esta afirmación de Fenisa confirma que en el momento en que sucede la obra, Madrid era la capital de la corte. Madrid fue capital de la corte entre 1561 y 1601 después de ser trasladada desde Toledo. En 1601 esta se trasladó a Valladolid, donde permaneció cinco años, volviendo de nuevo en marzo de 1606 a Madrid. Así pues, teniendo en cuenta la posible datación sobre la fecha de escritura de la obra que proponen tanto Arata (2000) como Tyler (1952), la comedia sucedería en este mismo 1606, especialmente si tenemos en cuenta la contemporaneidad que exige la comedia urbana.

.

CAPITÁN
660
Haré lo que me mandéis*
X
- MP mandéis (Esta es la solución que completa la redondilla correctamente.)
- P3 mandáis
,
661
dulce esposa y prenda mía,
Redondilla
662
mas si no fuera por vos…

FENISA
663
Un poco tengo que hablaros.

CAPITÁN
664
Yo mucho que regalaros.

FENISA
665
Mil años os guarde Dios.
Endecasílabos sueltos (tirada)
666
Aparte [al Capitán].
Yo no sabía que era vuestro hijo
667
Lucindo, un caballero que solía
668
entrar en vuestra casa algunas veces.
669
Mi madre me lo dijo cuando entrábades
670
y pues es vuestro hijo, y vos mi esposo,
671
que lo seréis, si Dios fuere servido,
672
y me diere salud para gozaros…

CAPITÁN
673
¡Qué palabras tan dulces! Por Dios vivo,
674
que el*
X
- P3 el
- MP al
sol de aquella boca de claveles
675
la nieve de las canas me derrit[e]*
X
- MP P3 derrito
.

FENISA
676
Digo, señor, que importará atajarle*
X
- MP atajarle (Solución preferida para el sentido de la intervención.)
- P3 atajarte
677
la loca pretensión con que me sirveN
X
Nota del editor

Servir también cuenta entre sus distintas acepciones con la de «cortejar o festejar a alguna dama, solicitando su favor» (Autoridades).

.

CAPITÁN
678
¿Mi hijo os sirve?

FENISA
Si servirme fuera
679
con la cordura y cortesía lícita
680
a una mujer de mis iguales prendas,
681
no me quejara con melindres vanos,
682
que nunca me precié de gusto hipócrita.

CAPITÁN
683
Pues ¿cómo os sirve?

FENISA
Con papeles locos,
684
por manos de terceras, que a mi casa
685
viene con mil achaques, e invenciones.
686
Echando mil amigas por terceras,
687
y en todo aquesto, ni por pensamiento,
688
se le acuerda a tratar de casamiento.

CAPITÁN
689
Es loco el mozo, perdonalde*
X
- P3 perdonalde
- MP perdonadle
os ruego,
690
que yo saldré fiador, que no os enoje
691
de aquí adelante.

FENISA
Pues que ya es mi hijo,
692
os suplico señor, que cuerdamente
693
le digáis que me quejo de este agravio,
694
y fíolo de vos, pues sois tan sabio.

CAPITÁN
695
Déja[d]me ese cuidado, el cielo os guarde.
696
Belisa, yo le he dicho a mi Fenisa
697
que pienso regalarla, y que no quiero
698
vida por otra cosa. A Dios te queda,
699
que yo volveré a verte, pero advierte,
700
que me has de dar licencia para verte.

Vase*
X
- MP Vase. (Suplimos la acotación con la enmienda de MP ya que es evidente que tras estas palabras el capitán se va. )
P3 omite esta acotación
.

BELISA
701
Guárdete el cielo. Gran ventura ha sido,
702
Fenisa, la que el cielo nos ha dado.

FENISA
703
¿Estás contenta?

BELISA
¿No lo ves?

FENISA
Sospecho,
704
que disimulas el pesar que tienes.

BELISA
705
¿Cómo?

FENISA
Porque quisieras tú casarte.

BELISA
706
Malicia tuya*
X
- MP Malicia es tuya
. Ven.

FENISA
[Aparte.]
(¡Ay, mi Lucindo!
707
Si no me entiendes con aqueste enredo
708
no eres discreto, ni en Madrid nacido.
709
Mas si me entiendes, y a buscarme vienes,
710
tú naciste en Madrid, discreción tienesN
X
Nota del editor

Sobre estos versos, señala Stefano Arata en su «Introducción» a la edición de El acero de Madrid que «Madrid, con sus calles, sus casas, sus rincones, es el teatro de esta épica de amor, que transcurre no en una lejana ciudad heroica, sino en el hic et nunc del espectador urbano. A quien es capaz de navegar por su mar proceloso, lleno de falsas apariencias, trampas e insidias, Madrid le recompensará con el ansiado puerto donde le esperan el amor y el honor. […] Como explica Fenisa, la discreta enamorada» (Arata, 2000: 57). Joaquín de Entrambasaguas hace concretamente referencia a estos versos en el Discurso correspondiente a la solemne apertura del curso académico 1962-1963 en el que tratará sobre Góngora y Lope ante la coyuntura del Renacimiento y el Barroco y sobre ellos señala, en una nota a pie, que frente a la interpretación más bien elogiosa, habría que verlos como irónicos, refiriéndose no a la definición de discreción como «don de expresarse con agudeza y oportunidad», sino en relación con la «nueva actitud española […] en torno al intrigar y el solicitar» (Entrambasaguas, 1962: 53), señalando la necesidad de un mayor estudio sobre este concepto como una actitud dentro del Barroco.

)
.

VanseN
X
Nota del editor

La acción se traslada ahora a la calle, frente a la casa de Gerarda.

, y salen LUCINDO y HERNANDO.

LUCINDO
Quintilla
711
¿Aún no sale aquel galán?

HERNANDO
712
¿Qué es salir? Está despacio.

LUCINDO
713
Mis celos no me le dan.

HERNANDO
714
Es esta casa un palacio,
715
mostrando se le estarán.
Quintilla
716
En solo ver niñerías
717
hay dos semanas enteras,
718
andarán las galeríasN
X
Nota del editor

Aquí se produce una paronomasia, que a lo largo de la obra se repite, creando un sutil efecto humorístico. Mientras las galerías son la parte alta y acristalada en las casas, las galeras son un tipo de navío que se empleaba para castigar a los presos a trabajos forzosos con el fin de disciplinarlos. Lucindo toma este sentido, indicando que bien preferiría estar sufriendo el tormento de un preso que rema, que esperando a que Doristeo salga de la casa de Gerarda, ya que este tarda mucho en salir.

719
Mejor esté yo en galeras
720
que la sirviera dos días.

LUCINDO
Quintilla
721
Si en galeras de Gerarda
722
anda al remo este dichoso,
723
que agora en salir se tarda,
724
no sé yo cuál envidioso
725
a la ribera le aguarda.
Quintilla
726
¡Ay de mí, Hernando! Que quiero
727
una mujer diestra, astuta,
728
de amor vano y lisonjero,
729
despejada y resoluta,
730
y con una*
X
- P3 una
- MP un
alma de acero.

HERNANDO
Quintilla
731
Que el amor cause afición*
X
- P3 afición
- MP aficción
732
está muy puesto en razón,
733
pero que el ser muy querido
734
descuido engendre y olvido,
735
¡efectos bastardos son!

LUCINDO
Quintilla
736
Él sale, y ella se ha puesto
737
a la ventana.

HERNANDO
Querrá
738
verle galán y dispuesto.

GERARDA en el alto, y DORISTEO sale con FINARDO*
X
- P3 Gerarda en el alto, y Doristeo sale con Finardo.
- MP Gerarda a una reja y sale Doristeo y Fineo. (Esta lectura confunde el nombre de uno de los personajes, un error que no se mantiene en el resto del testimonio ya que en el v.1646 indica claramente “Buscar a Finardo quiero”. )
.

GERARDA
739
[Aparte.]
(Lucindo en la calle está).

LUCINDO
740
¡Tantas desdichas! ¿Qué es esto?

DORISTEO
Quintilla
741
¿No es gallarda?

FINARDO
Es extremada.
742
¡Qué discreta y qué cortés!

DORISTEO
743
Todo en su talle me agrada.

FINARDO
744
¿Si es este Lucindo?

DORISTEO
Él es.

FINARDO
745
Si viene a sacar la espada…

DORISTEO
Quintilla
746
Venga a lo que más quisiere,
747
yo sé que es aborrecido.

GERARDA
748
[Aparte.]
(Celoso está, desespere,
749
que por desdenes y olvido,
750
yo sé lo que un hombre quiere.
Quintilla
751
Mas, para picarle más,
752
quiero hablar con Doristeo,
753
a quien no quise jamás,
754
que por abreviar rodeo,
755
y por faltar, vuelvo atrás).
Quintilla
756
¡Ah, caballero!

LUCINDO
¿Es a mí?

GERARDA
757
No os llamo, señor, a vos.

DORISTEO
758
¿Y a mí, señora?

GERARDA
A vos sí.

LUCINDO
759
¿No ves aquello?

HERNANDO
Por Dios,
760
que es infamia estar aquí.

LUCINDO
Quintilla
761
Buscaremos invención
762
para que entienda que vengo
763
aquí con otra ocasión.

GERARDA
764
Salir esta noche tengo,
765
acompañarme es razón.

DORISTEO
Quintilla
766
¿Dónde iréis?

GERARDA
Pienso que al Prado.
767
Venid por mí.

DORISTEO
Yo vendré.

LUCINDO
768
Ir al Prado han concertado.

HERNANDO
769
Tú fueras mejor, a fe,
770
tus mismos sesos te han dado.

DORISTEO
Quintilla
771
¿Qué me mandáis más?

GERARDA
Serviros.

DORISTEO
772
Adiós.

FINARDO
¿No nos quiere nada?

DORISTEO
773
¿Puedo irme?

FINARDO
Podéis iros.

Vanse los dos.

LUCINDO
774
«¿Que no he sacado la espadaN
X
Nota del editor

Como señalábamos en la nota al verso 126, hay varios amagos de peleas con espada que, sin embargo, son abortados antes de que tal riña suceda.

»
775
haciéndome tantos «tirosN
X
Nota del editor

Estocadas. En la época, tirar se utilizaba, específicamente en la esgrima, como sinónimo de dar la estocada. Podemos encontrar ejemplos en el Tratado completo de esgrima de Lafaugère donde, entre las órdenes del maestro encontramos con frecuencia la de «tirar derecho» (Lafaugère, 1841: 194).

»?
Quintilla
776
Pues ¡vive Dios que he de darte
777
celos, por ver si con celos
778
puedo a quererme obligarte,
779
ya que no quieren los cielos
780
que pueda, amando, obligarte!

HERNANDO
Quintilla
781
¿Cómo se los piensas dar?

LUCINDO
782
Quiero esta noche llevar
783
al Prado alguna mujer,
784
adonde me pueda ver
785
hablar, requebrar, y amar.

HERNANDO
Quintilla
786
Y ¿quién ha de ser?

LUCINDO
No sé.

HERNANDO
787
Hallarla*
X
- P3 Hallarla
- MP hablarla
será imposible.

LUCINDO
788
No importa, yo te pondré
789
un manto.

HERNANDO
Doña Terrible
790
me podrás llamar.

LUCINDO
Sí, haré.

HERNANDO
Quintilla
791
¡Estás loco!

LUCINDO
Pues ¿qué importa?

HERNANDO
792
¿No importa si topo acaso
793
gente de palabras corta?

LUCINDO
794
Saldré yo muy presto al paso.
795
Hernando, la voz «reportaN
X
Nota del editor

Reportar significa «refrenar, reprimir o moderar alguna pasión del ánimo, o al que la tiene» (Autoridades).

»,
Quintilla
796
llega y [habla]*
X
- MP P3 halla
esa mujer.
797
Pregunta si vio unas damas.

HERNANDO
798
Bien dices, déjame hacer.
799
Pues no agradas porque amas,
800
celos serán*
X
- P3 serán
- MP serás
menester:
Quintilla
801
¡Ah, mi señora Gerarda!

GERARDA
802
¿Eres tú, Hernando?

HERNANDO
Yo soy.

GERARDA
803
Tengo quehacer.

HERNANDO
¡Oye, aguarda!

GERARDA
804
Por ti en la ventana estoy.

HERNANDO
805
Eres discreta y gallarda.

GERARDA
Quintilla
806
¿Qué quieres?

HERNANDO
Saber querría
807
en qué casas de estas vive
808
cierta doña Estefanía.
809
Porque un loco no me prive
810
de la «raciónN
X
Nota del editor

«Parte o porción que se da a los criados para su alimento diario» (Autoridades).

» de este día,
Quintilla
811
que me la mandó seguir
812
y la perdí por mirarte.

GERARDA
813
¡Oh qué gracioso fingir!
814
Dígale a su «DurandarteN
X
Nota del editor

personaje de gran popularidad en el romancero viejo, pertenece al ciclo de Montesinos, pues se supone que era primo de este. Señala Díaz-Mas (2019) que se trata de «un personaje inventado por la tradición carolingia hispánica, y que toma su nombre de la espada de Roldán». Eterno enamorado de Belerma, de la que nunca consiguió su favor, cuando estaba a punto de expirar pidió a Montesinos que le sacara el corazón para llevárselo como ofrenda a su amada. En el romancero general, se registra la historia completa en los romances 382, 385-391 (Durán, 1834: 254; 258-261), además, se satiriza la historia de amor en los romances 436, «Durandarte», y 437, «Belerma».

»
815
que me suelo yo reír
Quintilla
816
de tretillas tan groseras.
817
¡Ah, mi señor «BaltenebrosN
X
Nota del editor

apelativo que emplea Amadís, el protagonista del Amadís de Gaula cuando, al ser desdeñado por Oriana, se retira a la Peña Pobre. Se trata de un pasaje harto conocido en la época, y el propio Cervantes lleva a Alonson Quijano, en el Quijote, capítulo XXV, a imitar a Amadís. La escena del retiro la retratra muy bien el higaldo: «Amadís fue el norte, el lucero, el sol de los valientes y enamorados caballeros a quien debemos de imitar todos aquellos que dejado de la bandera de amor y de la caballería militamos. […] y una de las cosas en que más este caballero mostró su prudencia, valor, valentía, sufrimiento, firmeza y amor, fue cuando se retiró, desdeñado de la señora Oriana, a hacer penitencia en la Peña Pobre, mudando su nombre en el de Beltenebros, nombre por cierto significativo y propio para la vida que él de su voluntad había escogido» (Cervantes, 2009:343-344). El Cancionero General recoge tres romances (335-337) de la primera mitad del XVI (Menéndez Pelayo, 2018: 257) sobre Amadís y Oriana y la escena de la penitencia, aunque en ellos no aparezca este sobrenombre que sí recoge Cervantes.

»!
818
¿para qué son las quimerasN
X
Nota del editor

“pendencia, riña o contienda” (Usual), también puede referirse a imaginaciones que se ven como posibles aún sin serlo. Si tenemos en cuenta la mención anterior a Baltenebros, podría relacionarse este verso: “¿para qué son las quimeras?” como una recriminación a los inventos y tretas que traza Lucindo fingiendo buscar a una Estefanía inexistente con el fin de darle celos, del mismo modo que sucede con Amadís y Oriana, cuando cree que este ha aceptado el amor de otra doncella y lo aleja de sí, marchándose Amadís a la Peña Pobre.

?
819
Trueque*
X
- P3 Trueque
- MP tuercen
celos en requiebros
820
lléguese, hablemos de veras.
Quintilla
821
¿De qué se finge valiente
822
si está de verme temblando?
823
Muestre el pulso, a ver*
X
- MP a ver (MP enmienda la evidente errata de P3, enmienda que aceptamos. )
- P3 aer
la frente,
824
¡Jesús, que se está abrasando!
825
¡Qué temerario accidente!
Quintilla
826
¡Hola!, lleva a aquel celoso
827
dos tragos de «agua de azaharN
X
Nota del editor

«la destilada con azahar, o con infusión de la misma flor» (Autoridades). Se trata de una bebida con propiedades relajantes, que solía administrarse a personas que, o bien estaban nerviosas, o bien habían sufrido una fuerte impresión o desmayo, como sugiere Gerarda que se encuentra Lucindo tras verla.

».

HERNANDO
828
«MacacaoN
X
Nota del editor

en lenguaje de germanía, maco equivale a bellaco. Sugiere Chamorro que puede tratarse de una contracción de macaco, aunque suele ser con el significado de tonto (Chamorro, 2002: 548) que, en este caso, aparecería deformada con esa a protésica.

».

GERARDA
¡Cuento donoso!
829
¿Él me viene a amartelar*
X
- MP a amartelar (Seguimos a MP por ser la ortografía correcta del término, que desarrolla la contracción, propia del lenguaje hablado, que presenta P3)
- P3 a martelar
?

LUCINDO
830
Corrido estoy.

HERNANDO
Yo furioso,
Quintilla
831
¿conoces algún poeta?

LUCINDO
832
¿Para qué?

HERNANDO
Para enviar
833
una sátiraN
X
Nota del editor

“obra en que se motejan y censuran las costumbres, u operaciones, o del público, o de algún particular. Escríbese regularmente en verso” (USAL).

en recetaN
X
Nota del editor

“se llama a la memoria de que se debe componer alguna cosa, y el modo de hacerla”(Autoridades). En este punto cabe remitirse a los famosos libelos satíricos contra Elena Osorio que le valieron a Lope el destierro, durante dos años del reino de Castilla y durante ocho de la ciudad de Madrid. Osorio era hija del empresario teatral Jerónimo Velázquez y parece ser que fue una joven de gran belleza e intelecto (Sánchez Jiménez, 2018: 50-51). La joven estaba casada desde 1576 cuando inició sus amores con Lope alrededor de 1580, lo que no supuso un gran inconveniente para los jóvenes. Sin embargo, con la aparición de Francisco Perrenot de Granvela, nuevo pretendiente de Elena, la relación se enturbió, lo que unido a las presiones familiares desembocó en una ruptura (Sánchez Jiménez, 2018: 55-56). Como consecuencia, a partir de 1587 el dramaturgo difundió libelos satíricos contra la familia, motivo por el que el propio Velázquez se querelló contra Lope, iniciando una causa que terminaría en el destierro del Fénix.

834
a esta bruja, o hazle dar
835
una hermosa cantaleta*
X
- MP cantaleta (Aceptamos la enmienda de MP.)
- P3 cantoleta
.
Quintilla
836
Haya pandorgaN
X
Nota del editor

Según Covarrubias es un conjunto sonoro que hace mucho ruido, resultante de una gran variedad de instrumentos.

esta noche,
837
yo compraré los cencerros,
838
aunque hasta el alba trasnoche.
839
Haya sábanas y entierros,
840
campanillas, hacha, y «cocheN
X
Nota del editor

desde mediados del siglo XVI se conoce la existencia de coches en Madrid, que eran importados desde Alemania. El número de vehículos aumentó considerablemente al convertirse la ciudad en Corte de nuevo en el XVII (Deleito, 1946: 252), por lo que no es de extrañar que se mencionen en las comedias de la época, a las que alude Deleito (1946: 257-258; 265-266). Tal fue su popularidad que incluso existían maestros de coches gremiados ya en el XVII. Habitualmente eran arrastrados por mulas y se convirtieron en un lugar en el que la gente de la nobleza se citaba en sus encuentros amoroso (Díez Borque, 1976: 39; Deleito, 1946: 271). Era, como ya hemos indicado, costumbre acudir al Prado en coche.

».
Quintilla
841
¡Vive Dios!

LUCINDO
Calla ignorante.
842
¡Ah, mi bien! ¡ah, mi Gerarda!

GERARDA
843
¿Llamas?

Vase.

LUCINDO
Quítate delante.
844
¿A dónde te vas? Aguarda,
845
oye la voz de tu amante.
Quintilla
846
¿Para qué es matarme ansí?

HERNANDO
847
¿Vive Estefanía aquí?

LUCINDO
848
¿Quieres callar, bestia?

HERNANDO
No,
849
por aquí pienso que entró.

LUCINDO
850
Mi bien, duélete de mí.

HERNANDO
Quintilla
851
¡Tu padre!

LUCINDO
¡Válgame el cielo!

Sale el CAPITÁN.

CAPITÁN
852
Todo hoy ando en busca tuya.

LUCINDO
853
Lo que me quieres recelo,
854
que no es mucho que te arguya
855
de mi inquietud y desvelo.
Quintilla
856
Pero advierte, padre mío,
857
que querer una mujer,
858
no es en mi edad desvarío,
859
antes señal de tener
860
generoso talle y brío.
Quintilla
861
Si es porque no es muy honrada…

CAPITÁN
862
¿Cómo que honrada no es?
863
«Lengua en escorpión bañadaN
X
Nota del editor

reelabora la frase hecha «lengua de escorpión» que, según Autoridades, es la «ponderación y expresión de un maldiciente: y así del que habla y murmura con demasiada libertad del próximo se dice que tiene lengua de escorpión».

»,
864
¿mereces besar sus pies,
865
ni aun la tierra de ellos pisada?

LUCINDO
Quintilla
866
Estoy con enojo ahora
867
de mil celos que me ha dado
868
con un hombre o dos que adora.

CAPITÁN
869
¿Qué dices de hombre adorado
870
y tan principal señora?
Quintilla
871
Pero diraslo por mí,
872
a quien debe de adorar.

LUCINDO
873
¿Que también te quiere a ti?

CAPITÁN
874
¿No la merezco agradar?

LUCINDO
875
Sí, señor.

CAPITÁN
¿Mascas el sí?

LUCINDO
Quintilla
876
Pésame que hables*
X
- P3 hables
- MP halles
con ella,
877
que es mujer que a veinte trata.

CAPITÁN
878
¡Tu lengua pones en ella,
879
porque de celos te mata,
880
siendo tan noble doncella!
Quintilla
881
¡Vive Dios, que si no fuera
882
por no dejar de casarme,
883
que una estocada te diera!

LUCINDO
884
¿Casarte? Eso sí es matarme.
885
Padre, señor, considera.

CAPITÁN
Quintilla
886
¿Qué debo considerar?

LUCINDO
887
Que es una mujer de amores.

CAPITÁN
888
[Aparte.]
(Dado me ha qué sospechar.
889
Pero póneme*
X
- P3 poneme
- MP ponesme
temores,
890
por estorbarme el casar.
Quintilla
891
Como el que con los espejos
892
puestos al sol, da en los ojos
893
al que viene desde lejos,
894
quiere el necio darme enojos
895
con estos*
X
- P3 estos
- MP esos
vanos consejos.
Quintilla
896
Mas quiero volverle*
X
- P3 volverle
- MP volverla
a hablar,
897
y decirle*
X
- P3 decirle
- MP decirla
esta respuesta,
898
que me ha dado qué pensar).

Vase.

HERNANDO
899
¿Qué te parece de aquesta*
X
- MP ¿Qué te parece de aquesta? (Sigo esta lectura porque completa el metro del verso. Hartzenbusch también corrige, en este caso con un verso partido HERNANDO ¿Qué te parece? / LUCINDO Por esta// mujer hoy me he de matar, lectura que considero menos acertada. )
- P3 ¿Qué te parece?
?

LUCINDO
900
Hoy me tengo de matar.
Quintilla
901
Rompe aquesas*
X
- P3 aquesas
- MP esas
puertas.

HERNANDO
Aguarda.

LUCINDO
902
¡Sal*
X
- P3 Sale
aquí, infame Gerarda!

HERNANDO
903
Con más tiento, espera un poco.

Sale GERARDA.

904
¿Golpes en mi casa? ¡Loco!

LUCINDO
905
¿Qué respeto me acobarda
Quintilla
906
que no te*
X
- P3 te
- MP le
quito la vida?

GERARDA
907
Daguita, ¡oh, qué lindo cuento!

LUCINDO
908
¿Tú con mi padre, fingida,
909
has tratado casamiento?

GERARDA
910
Tracilla es escogida*
X
- P3 tracilla es escogida
- MP tracilla es bien escogida (Consideramos que hay hiato en tracilla es.)
.
Quintilla
911
Si para volver acá,
912
buscas embustes, Lucindo,
913
¿esto en qué razón está?

LUCINDO
914
¿Por qué en mirarte me rindo,
915
porque no te mato ya*
X
- H ya (H corrige acertadament a ya, lo que completa la quintilla. )
- MP P3 yo
?
Quintilla
916
¿No viste a mi padre aquí?
917
Pues él me ha dicho, cruel*
X
- H cruel ( Hartzebusch corrige cruel, se ajusta más al sentido de la intervención. )
- MP P3 como él
,
918
que para matarme a mí,
919
quieres casarte con él.

GERARDA
920
¿Yo que en mi vida le vi?
Quintilla
921
Diote la industria este necio,
922
para tener ocasión
923
de hablarme.

HERNANDO
¡Menos desprecio!
924
Que no es aquesto invención,
925
sino verdad.

GERARDA
No hablar recio.

HERNANDO
Quintilla
926
¿Por qué no? Con la verdad
927
hable bajo la mentira,
928
la verdad con libertad.

GERARDA
929
Tu desvergüenza me admira.

LUCINDO
930
Y a mí tu temeridad,
Quintilla
931
¿cuándo viste al padre mío?
932
¿Dónde*
X
- P3 Dónde
- MP Cuándo
te habló?

GERARDA
¿Qué es aquesto?
933
¿Hay más loco desvarío?

LUCINDO
934
Posible es que has descompuesto
935
sus canas con ese brío.
Quintilla
936
¡Demonios sois las mujeres!

GERARDA
937
¡Muy ángeles son los hombres!
938
Lucindo, ¿para qué quieres
939
disfrazar con esos nombres,
940
que por mis desdenes mueres?
Quintilla
941
¿Qué padre es este? ¿No adviertes,
942
que entiendo tus invenciones?

LUCINDO
943
Plegue a Dios tan mal aciertes
944
en casarte, ya que pones
945
mi vida entre tantas muertes.
Quintilla
946
¡Que te viva dos mil años
947
el viejo por quien me dejas
948
en tantas penas y daños,
949
y a quien por ojos y orejas,
950
le has dado hechizos y engaños!
Quintilla
951
¡Plegue a Dios!, Mas ¿qué inhumanas
952
maldiciones puedo hacer
953
mas que verte las mañanas,
954
como sierra amanecer
955
con la nieve de sus canas?
Quintilla
956
¿Qué más que ver un anciano
957
a tu lado, hermoso y tierno,
958
de tu belleza tirano?
959
¡Qué gentil hielo en invierno,
960
y qué espantajo en verano!
Quintilla
961
Adiós, madrastra cruel,
962
que presto, estando con él,
963
te pesará el ver en vano,
964
que te bese yo la mano,
965
y que tú la boca a él.
Quintilla
966
¡Jesús qué mala elección!

GERARDA
967
Hernando ¿es esto de veras
968
o vuestras quimeras son?

HERNANDO
969
¡Ojalá fueran quimeras!

GERARDA
970
Ya entiendo vuestra intención:
Quintilla
971
oísteisme concertar
972
ir al Prado aquesta noche,
973
y queréismelo estorbar.
974
Pues por Dios que ha de haber coche
975
y quien nos venga a cantar.
Quintilla
976
PiquenN
X
Nota del editor

Picar aquí adquiere el significado de “enojar y provocar a otro, con palabras u acciones” (Autoridades).

por hacerme gusto
977
en casa de Estefanía.

LUCINDO
978
¡Matarete*
X
- MP Matarete (Sigo esta lección por ser correcta ortográficamente. )
- P3 Materete
!

GERARDA
Ay Dios ¡qué susto!

Vase.

HERNANDO
979
Entrose.

LUCINDO
¡Cerraste harpíaN
X
Nota del editor

Las harpías son mujeres aladas o aves de rapiña con cabeza de doncella y garras afiladas, hijas de Taumante y Electra. Son dos, Aelo y Ocípete, pero pueden ser tres, añadiéndose a ellas Celeno. Son conocidas como raptoras de almas y niños. Que se compare a Gerarda con una harpía implica que la consideren una mujer malvada.

!
980
¡Mal haya amor tan injusto!
Quintilla
981
Abre esta puerta mi bien.
982
Acecha por esta llave
983
si sus criadas se ven.

HERNANDO
984
¡Qué bien engañarte sabe!

LUCINDO
985
Matarme sabe también.

HERNANDO
Quintilla
986
Al viejo ha desvanecido
987
para darte más enojos.

LUCINDO
988
Liviano en extremo ha sido.
989
Mas, ¿qué no podrán tus ojos,
990
«dulce ArgelN
X
Nota del editor

señala Covarrubias que Argel es una ciudad marítima de África «asaz conocida por el daño que de sus cosarios recibe toda la costa de España». Argel, no obstante, según señala Autoridades, puede emplearse también como equivalente de esclavitud cuando se trata de una voz poética. En este sentido, Lope construye un oxímoron al llamar a Gerarda dulce Argel de mis sentidos de mis sentidos de mi sentido , pues todo él es ya esclavo de las tretas de la cortesana, aunque es dulce esclavitud, por ser consentida.

» de mis sentidos*
X
- P3 de mis sentidos
- MP de mi sentido
?

Sale el CAPITÁN.

CAPITÁN
Romance (tirada)
991
¿Estaste aquí todavía?

LUCINDO
992
Pues, ¿eso señor te espanta?
993
Si con la mujer que adoro*
X
- P3 adoro
- MP adora
,
994
en esos años te casas,
995
es mucho que me despida
996
de estas puertas y ventanas,
997
si mañana han de ser tuyas
998
y hoy su dueño me llamaban.

CAPITÁN
999
Pienso que te has vuelto loco.
1000
Dijísteme mil infamias,
1001
de aquel ángel de Fenisa,
1002
hija de Belisa honrada.
1003
¡Voylas a hablar y por poco
1004
saliera traidor sin cara!
1005
Que caída de vergüenza,
1006
no era menester «cortarlaN
X
Nota del editor

en lenguaje de germanía, cortar la cara equivale a dar una puñalada en el rostro (Alonso Hernández, 1976: 233).

».
1007
Yo tengo mujer más noble
1008
que tu madre.

LUCINDO
¿De quién hablas?

CAPITÁN
1009
De Fenisa.

LUCINDO
Pues, señor,
1010
Fenisa es doncella, y basta,
1011
que la que yo te decía,
1012
es Gerarda, «cortesanaN
X
Nota del editor

estos tres versos contraponen de manera clara las consideraciones que se tienen tanto de Fenisa como de Gerarda, siendo la primera doncella, y con decir eso basta, pues decir eso equivale a que se trata de una joven que no solo «no ha conocidos varón» (Autoridades), sino que sigue el modelo de regimiento de vida recomendable para una joven soltera; contrariamente, de Gerarda se afirma que es cortesana o «mujer libre, que vive licenciosamente» (Autoridades), y justifica las palabras peyorativas que previamente había dicho Lucindo sobre ella y el capitán creía que era sobre Fenisa.

»,
1013
que vive en este balcón.

CAPITÁN
1014
¿Qué tiene que ver Gerarda
1015
con Fenisa?

LUCINDO
Yo, señor,
1016
en aquesta*
X
- P3 aquesta
- MP aquella
calle estaba,
1017
cuando me*
X
- P3 cuando me
- MP cuando tú me
reprehendiste
1018
de que amaba aquella dama.

CAPITÁN
1019
Otro enredo habrás pensado
1020
con aquella buena cara
1021
de tu criado.

HERNANDO
¿Yo enredo?
1022
Siempre piensas que te engañan.
1023
[Aparte.]
(Propia*
X
- P3 Propia
- MP Propria
condición de viejos)
.

CAPITÁN
1024
Niega Lucindo*
X
- MP Lucindo (Acepto la lectura de MP ya que se trata de una errata de P3.)
- P3 Lucinda
, que amas
1025
a Fenisa.

LUCINDO
¿Yo, señor?

CAPITÁN
1026
Luego, ¿tampoco la cansas,
1027
con papeles y «alcagüetasN
X
Nota del editor

la alcagüeta es un tipo de largo recorrido en la literatura, con especial representación en la áurea. Surgido con la Trotaconventos del Libro de buen amor del Arcipreste de Hita, fue ampliamente difundido y conocido a partir de la aparición de La Celestina. Se trataba de viejas cuya principal dedicación era la de actuar de terceras, cuando no reconstruir virgos o preparar pócimas y hechizos de dudosos efectos mágicos. Encontramos casos de alcahuetas en numerosas obras del teatro clásico español, no siendo desconocido en absoluto para Lope, quien la introduce como personaje y como referencia en comedias como El galán Castrucho, La francesilla o El mesón de la corte, así como en su novela La Dorotea. Un tipo que no se limita, evidentemente, a este dramaturgo, y que encontramos en otros como Gil Vicente en su Comedia de Rubena, o en La lozana andaluza de Francisco Delicado por poner algunos ejemplos.

»?
1028
Pues en este punto acaba
1029
de decirme que antenoche,
1030
por aquella reja baja,
1031
enfrente de tu aposento,
1032
muy tierno*
X
- MP tierno (Acepto la lectura de MP que se ajusta más al sentido. )
- P3 tierna
llegaste a hablarla.

LUCINDO
1033
¿Yo papeles? ¿Yo alcagüetas?
1034
¿Yo por reja ni ventanas?
1035
¡Hernando!

CAPITÁN
¡Qué buen testigo!
1036
Falsos ojos, lengua falsa,
1037
falsa la cara y la boca,
1038
falso el pecho y falsa el alma.
1039
Pues mira lo que te aviso:
1040
vive el cielo que si pasas
1041
por su puerta, ni la miras,
1042
ni por la reja la llamas,
1043
que para siempre jamás
1044
has de salir de mi casa.

LUCINDO
1045
Escúchame.

CAPITÁN
¿Para qué?

LUCINDO
1046
Escúchame una palabra.

CAPITÁN
1047
¿Qué palabra?

LUCINDO
Que la digas
1048
que si ha de ser mi madrastra
1049
no comience antes de serlo,
1050
pues aun agora lo tratas
1051
a hacerme tan malas obras.

CAPITÁN
1052
¡Quita, necio!

LUCINDO
Advierte.

CAPITÁN
Guarda.

Vase.

LUCINDO
1053
¿Qué es esto, triste de mí?
1054
¡«TestimoniosN
X
Nota del editor

«vale también impostura, o falsa atribución de alguna culpa» (Autoridades).

» me levanta
1055
antes que su rostro vea!

HERNANDO
1056
¿No es aquesta aquella dama
1057
que te miró tiernamente
1058
cuando el lienzo de las randas?

LUCINDO
1059
La misma.

HERNANDO
Pues que me maten
1060
si no es enredo que traza,
1061
enamorada de ti.

LUCINDO
1062
¿Qué me cuentas?

HERNANDO
Lo que pasa.
1063
Yo leí cuatro renglones
1064
en sus ojos, de una carta,
1065
que al darte el lienzo escribió
1066
a tu ausente pecho y alma.
1067
Dejole caer adrede,
1068
si la vista no me engaña
1069
y lo que a tu padre dice
1070
de que la escribes y cansas
1071
es decirte que la escribas
1072
y que por las rejas bajas
1073
vengas a hablarla de noche.

LUCINDO
1074
¡Cosas me dices extrañas!

HERNANDO
1075
¿Que se pierde en que las*
X
- P3 las
- MP la
pruebes?

LUCINDO
1076
No se pierde, Hernando, nada,
1077
que esa doncella podría,
1078
con su bellísima cara,
1079
con su rico entendimiento,
1080
con su voluntad esclava,
1081
desamartelarme el pecho,
1082
despicarme de Gerarda.
1083
Vámosla a hablar esta noche,
1084
que si es verdad que me llama
1085
con esta industria que dices,
1086
es la cosa más gallarda
1087
que ha sucedido en el mundo.

HERNANDO
1088
Mucho importa enamoralla,
1089
así por dejar del todo
1090
esta fementidaN
X
Nota del editor

“falto de fe y palabra. Es formado de las voces fe y mentir, porque miente o falta a la fe y palabra” (Autoridades).

ingrata,
1091
como porque nos perdemos
1092
si el viejo otra vez se casa.
1093
Y si se quiere casar,
1094
¿qué cosa más acertada,
1095
que con su madre Belisa,
1096
de esta bellísima dama?

LUCINDO
1097
Si me quiere, Hernando mío,
1098
te mando ropilla y calzasN
X
Nota del editor

La ropilla es una prenda corta que los hombres vestían sobre el jubón, mientras que las calzas son aquellas prendas que los hombres vestidos a la moda usaban para cubrir las piernas y el cuerpo hasta la cintura. Existen varios tipos de calzas: las enteras, una pieza muy ajustada; las calzas-bragas, como un pantalón corto ajustado y de dos piezas, medias calzas y muslos. Ver Carmen Bernís (1964: 79-80). Existía la costumbre, por parte de los señores, de regalar ropa a los criados como recompensa por un buen servicio.

.

HERNANDO
1099
Bien puedes dármelas luego.

LUCINDO
1100
Pues con discreción tan alta
1101
supo engañar a dos viejos
1102
de edad y experiencia tanta;
1103
y enamorada de quien
1104
apenas le vio la cara,
1105
ha dicho su pensamiento,
1106
y le han entendido el alma:
1107
bien la podemos llamar
1108
la discreta enamoradaN
X
Nota del editor

Al final de esta primera jornada conocemos bien las características de Fenisa y será, a partir de este momento cuando reciba el nombre de la discreta enamorada que da título a la comedia y que la protagonista se ha ganado gracias a las tretas que elabora para poder lograr el amor de quién ella desea. La discreción es una característica que como ya hemos apuntado, aparece asociada a la joven desde el principio de la comedia.

.


Jornada II

Salen DORISTEO, FINARDO en hábito de noche, GERARDA con rebociñoN
X
Nota del editor

Según Autoridades, mantilla o toca corta de que usan las mujeres para cubrirse hasta, aproximadamente, la altura de la nariz.

y sombrero, LISEO, FABIO y los MÚSICOS.

DORISTEO
Redondilla
1109
Notable frescura.

FINARDO
Extraña.

GERARDA
1110
Mucho de sus fuentesN
X
Nota del editor

Según señala Díez Borque (1976: 39) en Sociología de la comedia española, era costumbre citarse en las fuentes, si bien era una práctica más propia de lacayos que de nobles, ya que estos últimos disponían de coches donde encontrarse. Ya se ha hecho referencia a la existencia de fuentes ornamentales en el Prado.

gusto.

DORISTEO
1111
No hay sitio de tanto gusto,
1112
Gerarda bella, en España.

GERARDA
Redondilla
1113
¡Qué lindas tazasN
X
Nota del editor

según Covarrubias “en las fuentes labradas llaman tazas aquellas copas grandes sobre que cae el agua, por ser ancha y tendida”.

!

DORISTEO
Famosas.

GERARDA
1114
Con perlas brindando están.

DORISTEO
1115
¡Qué liberales que dan
1116
sus aguas claras y hermosas!
Redondilla
1117
¿Haste holgado de venir?

GERARDA
1118
Basta venir a tu lado.

DORISTEO
1119
Sentémonos.

FINARDO
«Todo es pradoN
X
Nota del editor

aunque no encontramos el origen de esta expresión (que pensamos que podría ser frecuente en la época por la respuesta de Doristeo), hallamos la misma en otras comedias de Lope. En La burgalesa de Lerma, el Conde dirá: «Pues vaya, que todo es prado» (Vega, 2016a: v. 2903), mientras en El desposorio encubierto Elisa empleará la misma expresión.

».

DORISTEO
1120
Así se suele decir.
Redondilla
1121
¿TemplaronN
X
Nota del editor

Templar es afinar el instrumento o la voz.

vuesas mercedes?

LISEO
1122
La primaN
X
Nota del editor

Según Covarrubias , en los instrumentos de cuerdas, como vihuela, y guitarra, la cuerda primera y más delgada. Es decir, se le ha destensado la primera cuerda.

se me bajó.

GERARDA
1123
Subilla.

DORISTEO
Eso digo yo.

FABIO
1124
¿Comienzo?

DORISTEO
Comenzar puedes*
X
- MP puedes (Aceptamos esta enmienda porque restituye la rima en la redondilla. )
- P3 podéis
.

FABIO
Redondilla
1125
¡Qué diremos!

DORISTEO
La de Lope,
1126
por vida del buen Liseo.

LISEO
1127
La del suspiro y deseo.

FINARDO
1128
A fe, que hay bien donde tope.

Cantan.

[MÚSICOS]
Villancico
1129
Cuando tan hermosa os «miroN
X
Nota del editor

En el libro de José María Alín y María Begoña Barrio Alonso Cancionero teatral de Lope de Vega (1997: 291) se recoge esta canción entre las no identificadas. Es decir, que no hay constancia de que aparezca recogida en ningún cancionero previamente a la composición de la obra, ni que haya trascendido posteriormente convirtiéndose en canción popular como sí sucedió en otros casos.

»,
1130
de amor suspiro,
1131
y cuando no os veo,
1132
suspira por mí el deseo.
1133
Cuando mis ojos os ven,
1134
van a gozar tanto bien,
1135
mas como por su desdén
1136
de los vuestros me retiro,
1137
de amor suspiro,
1138
y cuando no os veo,
1139
suspiro por mi deseo.

Salen LUCINDO y HERNANDO.

LUCINDO
Redondilla
1140
Dijeron que llevarían
1141
quien cantase.

HERNANDO
Ellos serán,
1142
pues aquí cantando están.

LUCINDO
1143
Ni cantan mal, ni porfían.

HERNANDO
Redondilla
1144
Cesaron como las aves
1145
luego que alguno se acerca.

LUCINDO
1146
Llega y míralos más cerca.

HERNANDO
1147
Plegue a Dios, señor, que acabes
Redondilla
1148
de ser necio.

LUCINDO
Si no es hora
1149
para hablar con mi Fenisa,
1150
¿Qué importa, pues todo es risa?

HERNANDO
1151
Celos ríen y amor llora.
Redondilla
1152
Yo paso a lo caballero
1153
por delante, espera aquí.

LUCINDO
1154
Yo aguardo.

FINARDO
¿Qué mira ansí
1155
este necio majadero?

DORISTEO
Redondilla
1156
Algo debe de buscar
1157
que de casa se le fue.

GERARDA
1158
Canta solo.

LISEO
¿Cantaré?

GERARDA
1159
Sí, pero no has de templar.

HERNANDO
Redondilla
1160
En la voz le*
X
- P3 le
- MP la
conocí.

LUCINDO
1161
¿Luego es Gerarda*
X
- H MP Gerarda (sigo esta lectura pues se ajusta más al sentido del pasaje.)
- P3 guarda
?

HERNANDO
Sin duda.

LUCINDO
1162
¡Ay!

HERNANDO
¿Es menester ayuda?

LUCINDO
1163
¿Y el otro es su galán?

HERNANDO
Sí.

LUCINDO
Redondilla
1164
¡Triste de mí!

HERNANDO
¿Qué tenemos?
1165
¿Date por ventura el parto?

LUCINDO
1166
Mientras más de ti me aparto,
1167
más me acerco.

HERNANDO
Sin extremos,
Redondilla
1168
que te podrá conocer.

LUCINDO
1169
¿Está en su regazo?

HERNANDO
¿Y cómo?

LUCINDO
1170
Celos por los ojos tomo.
1171
Ya el alma comienza a arder,
Redondilla
1172
¡oh, veneno que desalmas
1173
la vida con tus enojos,
1174
siendo la copa los ojos
1175
donde le beben las almas,
Redondilla
1176
nunca yo viniera acá!

HERNANDO
1177
Vámonos de aquí, señor.
1178
¿No es aquel ángel mejor
1179
que esperándonos está?

LUCINDO
Redondilla
1180
¿Cuál ángel?

HERNANDO
Fenisa bella.

LUCINDO*
X
- MP Luz.
- P3 Her.
Corregimos la errata de P3, pues es evidente que se trata de una intervención de Lucindo.
1181
No estoy para hablar agora
1182
con ángeles.

HERNANDO
Si te adora,
1183
¿no será justo querella?

LUCINDO
Redondilla
1184
Esa peligro no corre,
1185
que como es amor primero,
1186
«estaráN
X
Nota del editor

Hero, sacerdotisa de Afrodita que vivía en Sestos, esperaba cada noche a Leandro, quien cruzaba a nado el estrecho entre Sestos y Ábidos guiado por una lámpara que la joven encendía cada noche en lo alto de su torre. Una noche de tormenta la lámpara se apagó y Leandro pereció ahogado. A la mañana siguiente, al descubrir su cadáver, Hero se suicidó. Así pues, Lucindo considera que Fenisa esperará pacientemente en su torre, es decir en la ventana, su llegada. El mito de Hero y Leandro fue muy difundido y cultivado en la literatura española de Cancionero y, de ahí, se mantuvo su pervivencia durante el Siglo de Oro. Una de las fuentes principales del mito la encontramos en el poeta Museo, quien cuenta la historia con mayor profundidad y detalle, sin embargo, es en poetas como Virgilio u Ovidio en quienes encontramos ya alusiones a la historia, también en Marcial o Estacio. El primero en cultivar el tema dentro de la literatura española sería Garcilaso inspirado en el epigrama XXV de Marcial (Franco Durán, 1994: 67). Boscán ampliaría el tema a partir de la influencia garcilasiana completándola con la más extensa narración de Museo. Hurtado de Mendoza introdujo el género de la fábula mitológica y en ellas trata el mito que nos ocupa, sin embargo, su inspiración proviene de Virgilio (Franco Durán, 1994: 74). El motivo se extendió ampliamente: en el Cancionero General de Hernando del Castillo hay una composición anónima desde la perspectiva de Hero, al igual que en Flor de Enamorados de Timoneda, aparecen romances que recuerdan la historia y así, otros ejemplos que pueden consultarse en el estudio de Franco Durán (1994). Nos encontramos, por tanto, ante una referencia mitológica que seguramente sería ampliamente conocida por el público de la época, que bebe de la tradición grecolatina, pero que se reelabora a su manera en el Siglo de Oro, como en el Soneto XXIX de Garcilaso sobre la muerte de Leandro, y con composiciones satíricas o burlescas como las de Góngora y Quevedo, por ejemplo, que forman parte, a su vez, de composiciones que no están centradas en este motivo, sino que son alusiones utilizadas para mostrar la propia situación de los enamorados protagonistas de la comedia. Lope recurre a ellos en diversas comedias como Los bandos de Sena y Amar como se ha de amar.

», como otra*
X
- H estará como otra Hero. (Sigo esta lectura ya que se ajusta mejor al significado del verso.)
- P3 con otro Ero
- MP está como otra Hero
Hero,
1187
aguardándome en la torre.
Redondilla
1188
Pero esta que está en los brazos
1189
de este venturoso amante,
1190
si me descuido un instante…
1191
Harame*
X
- MP P3 Hareme
Corregimos el error evidente.
el alma pedazos.
Redondilla
1192
¿Traes el manto?

HERNANDO
¿Pues no?

LUCINDO
1193
Póntele.

HERNANDO
Gran mal recelo.

LUCINDO
1194
Haz saya del «herrerueloN
X
Nota del editor

llamada también ferreruelo, es, según Autoridades una «capa algo larga, con solo cuello, sin capilla». En el «Glosario de voces» sobre indumentaria, Madroñal lo recoge como «capa corta, a veces de terciopelo, con cuello alto que se usaba ya en el XVI» (2000: 266). Se la indica como prenda característica del alcalde villano o cortesano del teatro breve, aunque aquí lo usa el criado Hernando. En este pasaje, en que el criado se hará pasar por Estefanía, convertirá el herreruelo en saya.

».

HERNANDO
1195
¿Yo mujer?, ¿tu dama yo?

LUCINDO
Redondilla
1196
A esos árboles te ve,
1197
y de mujer te disfraza.

HERNANDO
1198
Voy, mas temo que esta traza...

LUCINDO
1199
¡Ve, majadero!

HERNANDO
Yo iré,
Redondilla
1200
más defenderme me toca…

[LUCINDO*
X
Si seguimos el sentido del fragmento parece más acertado atribuir este verso a Lucindo, como amenaza a Hernando, y el siguiente al criado como réplica.
]
1201
Y si hacerlo no quisieres…

[HERNANDO]
1202
no te espantes si me vieres
1203
con la barriga a la bocaN
X
Nota del editor

Tener la barriga a la boca significa “hallarse en días de parir” (Autoridades), es decir, esta escena, cargada de humor en que Lucindo pide a Hernando que se haga pasar por mujer para dar celos a Gerarda, el criado pide al amo que lo proteja en su nueva condición femenina, pues si no, no sería de extrañar que se lo pudiera encontrar preñado.

.

Éntrase*
X
- P3 Éntrase
- MP Vase
.

LUCINDO
Soneto
1204
¡Qué mal se cura amor con invenciones,
1205
qué vano error sobresanar la herida,
1206
si en las muertas cenizas escondidas,
1207
la viva lumbre al corazón le pones!
1208
[Celos]*
X
- MP P3 Cielos
Corregimos la errata evidente.
, desdenes, iras, sinrazones,
1209
tienen el alma alguna vez dormida,
1210
mas ¿qué letargo habrá que no despida
1211
la fuerza de celosas prevenciones?
1212
¡Oh celos!, con razón os han llamado
1213
mosquitos del amorN
X
Nota del editor

Metáfora que refleja una doble concepción de los celos, por un lado, una visión negativa, basada en cómo estos adormecen la razón, por otro, una visión más positiva, de los celos como estímulo que pone al enamorado alerta (esta concepción antitética de los celos ha sabido verla bien Simone Trecca (2007:133) en su estudio sobre la influencia de La discreta enamorada en el teatro italiano al que nos hemos referido ya en la introducción).

, de amor desvelos,
1214
el vivo de su fuego os ha engañado.
1215
¿Qué importa que se duerma un hombre (¡oh cielos*
X
- P3 (¡Oh cielos!)
- MP (¡Cielos!)
!)
1216
de pesadumbres del amor cansado,
1217
si con sus voces le despiertan celos?

Sale HERNANDO, el manto puesto y la capa por saya.

HERNANDO
Redondilla
1218
¿Vengo bien?

LUCINDO
Vienes tan bien,
1219
que espero que bien me vaya.

HERNANDO
1220
¿Qué te parece la saya?

LUCINDO
1221
Muy bien.

HERNANDO
¿Y el manto?

LUCINDO
También.

HERNANDO
Redondilla
1222
¿No voy muy apetecible?

LUCINDO
1223
¡Cómo!

HERNANDO
¿Llevo malos bajos?

LUCINDO
1224
Llega.

HERNANDO
En notables trabajos
1225
me pone tu amor terrible.

DORISTEO
Redondilla
1226
Un galán con cierta dama,
1227
hacia donde estamos viene.

GERARDA
1228
¡Gentil brío y arte tiene!
1229
A fe que es ropa de famaN
X
Nota del editor

Ropa aquí equivale a vestido notorio.

.

DORISTEO
Redondilla
1230
¿Cómo?

GERARDA
Diome el buen olor.

DORISTEO
1231
Tomó «pastillaN
X
Nota del editor

se refiere a la pastilla de boca, una masa de azúcar a la que se añaden polvos olorosos. Señala Deleito en La mujer, la casa y la moda, que se utilizaban para combatir el mal aliento pero «aun sin padecer tal incomodidad, las usaba la gente distinguida» (Deleito y Piñuela, 1946: 190). Resulta paradójico entonces que siendo Hernando en hábito de Estefanía se ensalce su vestido notable y su buen olor, no siendo más que un criado vestido con un herreruelo a modo de saya.

» al salir.

FINARDO
1232
Pastilla y prado es decir
1233
que es dama…

DORISTEO
¿De qué?

FINARDO
De amor.

DORISTEO
Redondilla
1234
¡A tu lado toma asiento!

GERARDA
1235
¡Qué de golpe se ha asentado!

FINARDO
1236
Debe de tener pesado
1237
lo que es el «quinto elementoN
X
Nota del editor

El quinto elemento de la naturaleza es el éter que, según Aristóteles, constituye la materia del cielo. Los otros cuatro elementos de la física griega eran la tierra, el aire, el agua y el fuego. El quinto, en consecuencia, es el último, por lo que no forma parte del cómputo estricto, pero, simultáneamente, es también su quintaesencia, el que los contiene a todos. Se refiere, humorísticamente, al trasero con esta antilogía, pues el éter es un fluido gaseoso sin peso.

».

LUCINDO
Redondilla
1238
Bella doña Estefanía,
1239
¿qué os parece esta frescura?

HERNANDO
1240
¡Fue mucha descompostura
1241
venir aquí sin mi tía!
Redondilla
1242
Pero el mucho amor que os tengo
1243
a más me puede obligar.

LUCINDO
1244
Señores, ¿quieren cantar?

HERNANDO
1245
¿Déjanlo porque yo vengo?

GERARDA*
X
- H MP Gerarda (Corrigen acertadamente. )
- P3 Lucindo
Redondilla
1246
[Aparte, para sí.]
(Lucindo es este. ¡Ay de mí!
1247
verdad sin duda sería
1248
que aquella dama quería,
1249
por quien preguntar le vi.
Redondilla
1250
Celos que pensé fingidos
1251
me han salido verdaderos.
1252
¡Ay, amores lisonjeros,
1253
de engaño y traición vestidos!
Redondilla
1254
Entendido me ha la letra,
1255
herido me ha por el filo,
1256
vengose del mismo estilo.)

HERNANDO
1257
[Aparte a Lucindo.]
(Ya se altera ya se inquieta*
X
- MP ya se altera ya se inquieta (sigo esta lectura por cuestiones métricas)
- P3 ya se altera y inquieta
,
Redondilla
1258
¿qué te parece el jarabe?)

LUCINDO
1259
Que hace su operación.

GERARDA
1260
[Aparte.]
(¡Qué bien sabe dar pasión,
1261
qué mal el tomarla sabe!)
Redondilla
1262
Por vida de Doristeo,
1263
que un poco de agua traigáis.

DORISTEO
1264
Y trairé con que bebáis,
1265
que regalaros deseo.
Redondilla
1266
Entreteneos aquí
1267
mientras voy por «colaciónN
X
Nota del editor

«El agasajo que se dá por las tardes para beber, que ordinariamente consta de dulces, y algunas veces se extiende a otras comestibles: como son ensaladas, fiambres, pasteles» (Autoridades).

».

Vanse los dos.

GERARDA
1268
Que vais solo no es razón.

FINARDO
1269
¿Acompañarele?

GERARDA
Sí,
Redondilla
1270
que aquí quedan los amigos.

FINARDO
1271
Pues vamos.

DORISTEO
Venid.

FINARDO
Adiós.

GERARDA
1272
Muérome porque las dos
1273
quedásemos sin testigos.

LISEO
Redondilla
1274
¿Queréis que cantemos?

GERARDA
No.
1275
Antes merced recibiera
1276
en quedar sola.
Algo espera.

LISEO
1277
Lindamente los echó*
X
- H lindamente los echó (Sigo esta lección por cuestiones de rima.)
- P3 lindamente lo has hecho
- MP Lindamente hecho lo habemos
.

FABIO
Redondilla
1278
Pues no estorbemos, Liseo.

LISEO
1279
Fabio, venid por aquí.

Vanse los MÚSICOS*
X
- P3 Vanse los MÚSICOS
- MP Vanse.
.

GERARDA
1280
¡Ah, mi señora!

HERNANDO
¿Es a mí?

GERARDA
1281
Veros y hablaros deseo.

HERNANDO
Redondilla
1282
Verme y hablarme, ¿por qué?

GERARDA
1283
Porque soy vuestra vecina.

HERNANDO
1284
¡Jesús, qué extraña «mohínaN
X
Nota del editor

enojada.

»!

GERARDA
1285
¿De esto solo os enfadé?

HERNANDO
Redondilla
1286
Hace notable calor,
1287
vamos, Lucindo, de aquí.

LUCINDO
1288
Mi bien, enfaldarse ansí
1289
parece mucho rigor.
Redondilla
1290
Descubríos a esa dama,
1291
pues Dios os dio tal belleza,
1292
y esa hermosa gentileza
1293
tiene en la corte tal fama...
Redondilla
1294
Descubrid los ojos bellos,
1295
den envidia y den amor.

HERNANDO
1296
No estoy agora de humor,
1297
ni está «enjutoN
X
Nota del editor

seco.

» el llanto en ellos,
Redondilla
1298
que los traéis hechos mar
1299
de celos de esa Gerarda,
1300
que me dicen que es gallarda.

LUCINDO
1301
¿Gerarda*
X
- MP Gerarda (Enmiendo el claro error.)
- P3 Geralda
os los puede dar?
Redondilla
1302
No sé de qué los tenéis.
1303
¡Plegue a Dios que si la quiero,
1304
que para el mal de que muero
1305
nunca remedio me deis!
Redondilla
1306
¡Plegue a Dios que si la estimo
1307
nunca merezca esos brazos,
1308
ni a mis amorosos lazos,
1309
den vuestros muros arrimo!
Redondilla
1310
¡Plegue a Dios que si la amare,
1311
nunca mi ventura poca
1312
goce de esa dulce boca,
1313
ni por mi bien se declare!
Redondilla
1314
¡Plegue a Dios que si la viere,
1315
jamás me vea con vos,
1316
ni nos casemos los dos!

GERARDA
1317
[Aparte.]
(¿Que esto sufra?, ¿que esto espere*
X
- MP espere (Esta lectura corrige el evidente error del texto base.)
- P3 espe
?)

HERNANDO
Redondilla
1318
¡Ay Dios, qué de maldiciones!

GERARDA
1319
[Aparte.]
(Todas vengan sobre mí,
1320
si más te sufriere aquí,
1321
traidor, tantas sinrazones.)

HERNANDO
Redondilla
1322
Dícenme que vais allá,
1323
y estoy muy descolorida.

LUCINDO
1324
Pues tomad color, mi vida,
1325
que a vos os adoro ya.

GERARDA
Redondilla
1326
No será, infame, en mis días.

LUCINDO
1327
¿Cómo ansí te has descompuesto?

HERNANDO
1328
¡A Estefanía! ¿Qué es esto?

GERARDA
1329
Y a cuarenta Estefanías.

LUCINDO
Redondilla
1330
Déjala, Gerarda.

HERNANDO
¡Ay, cielo!
1331
¡A una mujer como yo!

GERARDA
1332
¡Matarla tengo!

LUCINDO
Eso no
1333
¡huye!

Húyase HERNANDO.

HERNANDO
Mi muerte recelo*
X
- P3 (LUC. Déjala Gerarda. HER. ¡Ay, cielo! a una mujer como yo GER. Matarla tengo. LUC. Eso no, ¡huye! (Húyase Hernando). HER. Mi muerte recelo. )
Seguimos la secuencia de partidos propuesta por MP, ya que en P3 no se cumplen las condiciones métricas ni rítmicas de la redondilla.
.

GERARDA
Redondilla
1334
¿Qué mujer es esta, perro?

LUCINDO
1335
Una mujer que me adora,
1336
y eso que tú has hecho agora,
1337
ha sido un notable yerro,
Redondilla
1338
que es señora principal
1339
y te ha de costar la vida.

GERARDA
1340
¿Puede ser ya más perdida,
1341
que viéndome en tanto mal?
Redondilla
1342
Déjame pasar.

LUCINDO
Detente,
1343
que a quien me aborrece a mí,
1344
nunca licencia le di
1345
de hablarme tan libremente.

GERARDA
Redondilla
1346
¿Yo te aborrezco, mi bien?

LUCINDO
1347
¿Tu bien soy*
X
- P3 ¿tu bien soy?
- MP ¿Yo tu bien?
?

GERARDA
¡Ay, prenda mía!
1348
Cuanto te dije fingía,
1349
y cuanto hablaba también.
Redondilla
1350
Abrorrezco a Doristeo,
1351
solo te adoro, Lucindo,
1352
de nuevo el alma te rindo.

LUCINDO
1353
Cielos, ¿qué es esto que veo?

GERARDA
Redondilla
1354
En prenda*
X
- P3 prenda
- MP prueba
de que tú eres
1355
mi verdad*
X
- P3 verdad
- MP prenda
, vente conmigo.

LUCINDO
1356
Mucho os alienta el castigo.
1357
Como bestias sois, mujeres.
Redondilla
1358
Ahora bien: ya se acabó,
1359
yo adoro en Estefanía.

GERARDA
1360
¿Por qué me dejas, luz mía?

LUCINDO
1361
Porque tu noche llegó.

GERARDA
Redondilla
1362
Ven conmigo hasta mi casa.

LUCINDO
1363
No hay remedio.

GERARDA
¡Que esto veo!

LUCINDO
1364
Presto vendrá Doristeo,
1365
que es el que agora te abrasa.

Híncase de rodillas GERARDA.

GERARDA*
X
- MP Ger. (Acepto la lectura de MP que restituye el interlocutor correctamente. )
- P3 (Omite este personaje.)
Redondilla
1366
De rodillas, mi señor,
1367
que vayas quiero pedirte,
1368
porque allá quiero decirte
1369
la causa de este rigor.
Redondilla
1370
¡Celos, por tu vida, han sido!
1371
No seas villano, ven,
1372
ven Lucindo, ven mi bien.

LUCINDO
1373
En efecto ¿me has querido?

GERARDA
Redondilla
1374
Siempre te quise, mis ojos.

LUCINDO
1375
Yo haré que sangre te cueste…

Sale HERNANDO ya desnudo.

HERNANDO
1376
[Aparte.]
(¿Qué sacrificio es aqueste?)

LUCINDO
1377
El haberme dado enojos.

HERNANDO
Redondilla
1378
[Aparte.]
(Si Lucindo quiere hacer
1379
una venganza gallarda,
1380
y Gerarda el golpe aguarda,
1381
el ángel vengo yo a ser.)
Redondilla
1382
¿Qué es esto, señor?

LUCINDO
¡Oh, Hernando!
1383
Seas mil veces bien venido.

HERNANDO
1384
Dos horas ando perdido.
1385
Todo este prado buscando,
Redondilla
1386
que en casa han echado menos
1387
a esta dama.

LUCINDO
Otra sería.

HERNANDO
1388
¿Luego no es Estefanía?

LUCINDO
1389
Ha habido rayos y truenos.

HERNANDO
Redondilla
1390
¿Es Gerarda?

LUCINDO
¿No lo ves?

HERNANDO
1391
Déjala, ¡triste de mí!
1392
Que te ponen culpa a ti.

LUCINDO
1393
Gerarda, hablemos después.

GERARDA
Redondilla
1394
Oye…

LUCINDO
No hay remedio.

GERARDA
¡Aguarda!

HERNANDO
1395
Grande valor has tenido.

LUCINDO
1396
El saber que soy querido
1397
me ha despicado, Gerarda.

Vanse los dos.
Salen DORISTEO y FINARDO.

DORISTEO
Redondilla
1398
Desgracia ha sido, por Dios,
1399
el no haber ya tienda abierta.

FINARDO
1400
Quebrada queda una puerta.

GERARDA
1401
Cansado os habéis los dos.

DORISTEO
Redondilla
1402
¿Sola estabas?

GERARDA
Sola estaba.

DORISTEO
1403
Los músicos…

GERARDA
Libres son.

FINARDO
1404
¡Que no hubiese colación!
1405
¡Si en el verano se alaba
Redondilla
1406
Madrid, para quien trasnoche
1407
«sin cotas ni sin broquelesN
X
Nota del editor

las cotas eran armaduras para proteger el cuerpo, mientras el broquel era una especie de escudo redondo de madera con borde metálico. Es decir, la noche madrileña tiene mucho que ofrecer a quienes se lancen a ella sin reservas, desarmados, dispuestos al placer.

»,
1408
que tiene «nieveN
X
Nota del editor

seguramente se refiera al agua de nieve, es decir, al agua enfriada con nieve o hielos. A principios del XVII (aproximadamente 1607) en Madrid, Pablo Xarquíes comenzó a construir pozos de nieves en los que almacenaba la nieve de la Sierra con el fin de poder suplir más fácilmente la demanda de nieve, cuyo consumo se había generalizado en la corte. Tan frecuente fue el uso y consumo de hielo que este negocio funcionó hasta 1863, poco antes de la aparición de las fábricas de hielo, y se creó un organismo regulador, la Casa Arbitrio de la Nieve y el Hielo de Madrid y el Reino.

» y «pastelesN
X
Nota del editor

se refiere seguramente al pastel de carne o pescado, no a un dulce, sino más bien «una empanadilla hojaldrada, que tiene dentro carne picada o pistada» (Covarrubias). Hay que tener en cuenta que la marcada distinción entre dulce y salado actual no existía en el Barroco y, aunque por lo general el pastel era una preparación salada, se encuentran, en muchos casos, recetas que combinan ingredientes salados con azúcar de manera similar a la actual pastela marroquí. Señala Deleito que los pasteles eran muy baratos y «[p]or su escaso precio y por la poca pulcritud para su fabricación, propia de aquella época desaseada, los tales pasteles eran frecuentemente inmundos» (Deleito y Piñuela, 1946: 118), según varias alusiones satíricas que realiza Quevedo sobre los pasteles.

»,
1409
vino y dulce a media noche…!

GERARDA
Redondilla
1410
Tarde llegara el favor,
1411
que no estoy buena.

DORISTEO
Sospecho
1412
que este fresco mal te ha hecho.

GERARDA
1413
Más me ha dañado el calor.

DORISTEO
Redondilla
1414
¿Entiendes de estrellas?

FINARDO
1415
que el carroN
X
Nota del editor

Denominación del asterismo o dibujo que forma la constelación de la Osa Mayor, sirve, por su posición en el cielo, para orientar la situación y la hora.

ha de estar allí
1416
para amanecer*
X
- P3 (DOR. ¿Entiendes de estrellas? FIN. Sé que el carro ha de estar allí para amanecer. )
Seguimos la secuencia de versos partidos propuesta por MP pues en P3 no cumple los requisitos métricos y rítmicos de la redondilla.
.

DORISTEO
Ansí,
1417
pues muy alto se ve.
Redondilla
1418
Vamos y descansarás:
1419
Que amigos...

FINARDO
Pocos hay*
X
- P3 hay
- MP y
buenos.

GERARDA
1420
[Aparte.]
(Cuando tú me quieres menos,
1421
Lucindo, te quiero más.)

Vanse.
Salen LUCINDO y HERNANDO.N
X
Nota del editor

La acción se traslada a la calle de los Jardines, frente a la casa de Belisa y Fenisa.

HERNANDO
Endecasílabos sueltos (tirada)
1422
Tan consolado vienes, que presumo
1423
que no te acuerdas ya de aquella loca.

LUCINDO
1424
No lo digas de burlas.

HERNANDO
¿Quién te*
X
- P3 quién te ha
- MP quién ha
ha hecho
1425
milagro tan notable en tu*
X
- MP tu (Sigo esta lección por ser la que más se ajusta al sentido del verso. )
- P3 su
sentido?

LUCINDO
1426
La confianza de que soy querido.
1427
¡Bendiga el cielo la invención, la traza,
1428
la hora, el movimiento, el manto, el Prado,
1429
los celos, los disgustos!

HERNANDO
Y ¿no dices
1430
que bendiga también a Estefanía?
1431
Pues en verdad, que aun traigo las señales
1432
de algunos «mojiconesN
X
Nota del editor

Puñadas, golpes dados con la mano cerrada, generalmente en la cara.

» de Gerarda.

LUCINDO
1433
La ventana han abierto. Espera, aguarda.

En la ventana, FENISA*
X
- P3 En la ventana, Fenisa.
- MP Asómase Fenisa a una reja.
.

FENISA
Redondilla
1434
¡Ah, caballero!

LUCINDO
¿Quién llama?

FENISA
1435
Llegad quedo. Una mujer.

HERNANDO
1436
Fenisa debe de ser,
1437
que habrá dejado*
X
- MP dejado (Sigo esta lección por ser la que más se ajusta al sentido del parlamento. )
- P3 ajado
la cama.

FENISA
Redondilla
1438
Vuestro nombre me decid
1439
antes que os empiece a hablar.

LUCINDO
1440
[Aparte a Hernando.]
(¡Mira!, no «echemos azarN
X
Nota del editor

«en el juego de los naipes y otros en que hay envite, es tener mala suerte; y por ampliación vale no conseguir lo que se desea, salir mal y contra lo que se solicita» (Autoridades).

».)

HERNANDO
1441
[Aparte a Lucindo.]
(Todos duermen en Madrid,
Redondilla
1442
hasta el viejo Arias GonzaloN
X
Nota del editor

el criado Hernando parafrasea los versos del Romance xvii de los Romances del Cid. Arias Gonzalo fue el albacea de Fernando I de León, quien participó en el cerco de Zamora y sobre el que encontramos los siguientes versos a los que parece hacer referencia Hernando:
Día era de San Millán, ese día señalado,
todos duermen en Zamora, mas no duerme Arias Gonzalo.

.)

LUCINDO
1443
Lucindo, señora, soy,
1444
que de vos quejoso estoy,
1445
si esta queja no es regalo.
Redondilla
1446
¿Sabéis que del capitán
1447
Bernardo soy hijo?

FENISA
Sí.

LUCINDO
1448
Sabéis que en mi vida os vi,
1449
¿cómo soy vuestro galán?
Redondilla
1450
Yo, Fenisa, ¿os solicito?
1451
¿Yo os escribo mil papeles?
1452
¿Yo a estas rejas y «vergelesN
X
Nota del editor

«Huerto ameno» (Autoridades) muy adecuado para tratarse de una casa en la calle de los Jardines. Podría ser también un juego de doble sentido.

»
1453
la casta defensa os quito?
Redondilla
1454
¿Yo os desvelo con paseos
1455
y «tercerasN
X
Nota del editor

sinónimo de alcahuetas (véase nota al verso 1033).

» os envío?

FENISA
1456
No os enfaden, señor mío,
1457
mis amorosos rodeos.
Redondilla
1458
Ni me habéis solicitado,
1459
ni habéis cansado mis rejas,
1460
ni son verdades mis quejas,
1461
supuesto que me he quejado.
Redondilla
1462
Jamás escrito me habéis,
1463
ni por vos nadie me habló.
1464
En lo que esto se fundó,
1465
pues venís, vos los entendéis.
Redondilla
1466
No halló mi recogimiento
1467
cómo decir mi pasión,
1468
amor me dio la invención
1469
y vos el atrevimiento.
Redondilla
1470
Vuestro padre me ha pedido,
1471
mas yo nací para vos,
1472
si algún día quiere Dios
1473
que os merezca por marido.
Redondilla
1474
Y el hacerle mi tercero,
1475
no os parezca desatino,
1476
que es cuerdo, viejo y vecino,
1477
y os quiere como yo os quiero.
Redondilla
1478
Este camino busqué
1479
para que sepáis mi amor.
1480
Solo os suplico, señor,
1481
que agradezcáis tanta fe,
Redondilla
1482
y si mi hacienda y mi talle,
1483
puesto que más merecéis*
X
- MP merecéis (Acepto la lectura de MP para restablecer la rima. )
- P3 merezcáis
,
1484
os obligaren…

LUCINDO
No echéis
1485
más favores en la calle.
Redondilla
1486
Sembrarla en almas quisiera
1487
en esta buena fortuna,
1488
porque palabra ninguna
1489
menos que en alma cayera.
Redondilla
1490
A mi ventura agradezco
1491
saber, mi bien, que os agrado,
1492
que bien sé que no he llegado
1493
a pensar que lo merezco.
Redondilla
1494
El día, mi bien, que os vi
1495
de aquel santo Jubileo,
1496
despertastes el deseo.
1497
Nunca más con él dormí.
Redondilla
1498
Mi poco merecimiento
1499
que entendiese me empedía
1500
lo que mi padre decía,
1501
y era justo pensamiento.
Redondilla
1502
Mas viéndole porfiar,
1503
vine a ver lo que ya veo.

FENISA
1504
Conocéis mi buen deseo.

LUCINDO
1505
El conocerle es pagar,
Redondilla
1506
que tras el conocimiento
1507
de una deuda, pagar sobra.
1508
Pero si se pone en obra
1509
de mi padre el casamiento,
Redondilla
1510
¿qué tal vendré yo a quedar?

FENISA*
X
- MP Fenisa
- P3 Lucindo
P3 atribuye equivocadamente la intervención a Lucindo. MP Fen. Enmiendo el error.
1511
No creáis que ellos lo puedan,
1512
que los dos que los heredan
1513
son los que se han de casar.
Redondilla
1514
Mal conocéis lo sutil
1515
de una rendida mujer.

LUCINDO
1516
Discreta debéis de ser,
1517
y de «ánimo varonilN
X
Nota del editor

era común, en la época, llamar varonil de manera halagüeña a la mujer que se sale de la norma en algún aspecto positivo. Fray Luis, por ejemplo, en La perfecta casada toma la expresión «mujer varonil» como el equivalente a mujer de valor, que «quiere decir virtud de ánimo y fortaleza de corazón, industria y riquezas, y poder y aventajamiento, y finalmente, un ser perfecto y cabal en aquellos casos a quien esta palabra se aplica; y todo esto atesora en sí la que es buena mujer» (León, 1987: 86). La mujer varonil en el teatro se populariza alrededor de 1570 según señala McKendrick en Woman and Society in the Spanish Drama of the Golden Age, estudio al que remito para un análisis detallado de esta figura. McKendrick (1974: 45) remite a Gil Vicente y El auto de la sibila Casandra como uno de los primeros ejemplos de mujer varonil y sigue trazando su genealogía con Juan de la Cueva, de quien señala que ya crea un prototipo femenino vestido de hombre (1974: 51) y mujeres de gran carácter e inteligencia. También Virués, quien según McKendrick (1974: 61) pudo estar muy influido por de la Cueva, tuvo afición a presentar caracteres femeninos que encajarían bajo el membrete de mujer varonil. Entre las posibles fuentes de este tipo se hallarían el Orlando enamorado de Boiardo y el Orlando furioso, fuentes que encuentra en la mujer esquiva cervantina (1974: 76) y justificaría ese surgimiento del tipo no solo por el contacto entre dramaturgos y compañías, sino a partir de unas fuentes clásicas comunes reelaboradas, como el Decamerón de Boccaccio, fuente de La discreta enamorada.

».
Redondilla
1518
Bien se ha visto en la invención.

FENISA
1519
Pues hasta agora no es nada.

LUCINDO
1520
La discreta enamorada,
1521
llamaros será razón.

FENISA
Redondilla
1522
Perdóneme vuestro padre,
1523
que de él me pienso valer,
1524
para daros a entender
1525
lo que no quiere mi madre.
Redondilla
1526
Cuanto deciros quisiere
1527
será quejarme de vos,
1528
y verémonos los dos
1529
por donde posible fuere.
Redondilla
1530
Cuando os riña, estad atento,
1531
que son recaudosN
X
Nota del editor

Según Autoridades “se toma también por lo mismo que recado, que es como ahora se dice”.

que os doyN
X
Nota del editor

Aunque Lucindo ya había comprendido cuál era el plan de Fenisa gracias a Hernando, esta le explica cómo a partir de ese momento todas las quejas dirigidas al capitán por el comportamiento de Lucindo constituirán mensajes que esta quiere que el joven reciba.

.

LUCINDO
1532
Digo, señora, que estoy
1533
en el mismo pensamiento.

FENISA
Redondilla
1534
Así sabréis lo que pasa
1535
de esta puerta adentro vos.
1536
Casándonos a los dos,
1537
cuando él piensa que se casa.
Redondilla
1538
Que ya« estaremos casadosN
X
Nota del editor

con esta expresión no se refiere a la celebración del matrimonio, sino a la consumación sexual de sus amores.

»
1539
el día que se descubra.

LUCINDO
1540
Quiera el amor que se encubra
1541
el fin de nuestros cuidados.
Redondilla
1542
Y dad orden como os vea,
1543
pues no os falta discreción.

FENISA
1544
He pensado otra invención
1545
para que el remedio sea,
Redondilla
1546
y es que diré a vuestro padre
1547
que os envíe a que toméis
1548
mi bendición, y vendréis
1549
sin que se enoje mi madre.
Redondilla
1550
Pero tratadme verdad
1551
o desengáñame*
X
- P3 desengáñame
- MP desengañadme
aquí.

LUCINDO
1552
El alma, señora, os di
1553
por fe de mi voluntad.
Redondilla
1554
Preguntadla allá si os quiero.

HERNANDO
1555
Señor, advertid que al alba
1556
hacen las «calandriasN
X
Nota del editor

según Covarrubias se trataría de un ave doméstica con bello cantar. Una de las comedias que mayor impacto tuvieron en el teatro italiano lleva por título La Calandria, compuesta por Bernardo Dovizi da Bibbiena representada en 1513 y de la que surgen las disfrazadas de varón de la comedia de Lope, por lo que podría tratarse de un homenaje velado a dicha comedia.

» «salvaN
X
Nota del editor

de este modo, el criado advierte a Lucindo que debe apresurarse en sus conversaciones con Fenisa pues va a amanecer, tal y como se insiste en los versos siguientes. Desde el verso 1555 hasta el presente observamos una composición que formaría parte del arquetipo de la canción del alba. Señala Fuente Cornejo como «canción de alba toda composición lírica de connotación dolorosa en la que dos enamorados que se han encontrado durante la noche tienen que separarse al romper el alba para evitar ser descubiertos» (Fuente Cornejo, 2001: 53-54). Si bien el alba cumple distintas funciones, la más generalizada es la que supone el momento de la despedida de los amantes. Con frecuencia, el tema del amanecer aparece acompañado del canto de las aves, en este caso tanto de la calandria como de la codorniz, que le avisa de que llega el momento de marchar. Se trata de un tema cuyo origen puede encontrarse en la literatura clásica (López Castro, 2001: 43-44), concretamente en Ovidio, y continúa en la lírica provenzal, en las jarchas (López Castro, 2001: 48) y en los cancioneros castellanos. Un tópico de «larga tradición culta y popular dentro de la lírica hispánica» (López Castro, 2001: 50) y se observan ecos, o directamente transposiciones, de estas canciones del alba en obras como El libro de buen amor o La celestina, lo que evidencia la amplia difusión y reelaboración del tema en el periodo, hasta pasar a la lírica culta.

»,
1557
y está muy alto el luceroN
X
Nota del editor

También llamado lucero del alba o de la mañana, se refiere al planeta Venus, que es visible en el cielo unas horas antes de la salida del Sol. En estos versos, los personajes emplean toda una serie de referencias celestes para constatar el paso de las horas durante la noche, pues previamente Finardo se ha referido a la posición del carro u Osa Mayor para calcular cuándo se acerca el amanecer y ahora es Hernando quien se refiere a la posición de Venus para avisar de que va a amanecer, apoyándose, además, en el canto de las aves para confirmar que pronto será de día.

.
Redondilla
1558
En casN
X
Nota del editor

Abreviatura de casa.

de este mercader
1559
una codorniz cantó,
1560
con que a tu amor avisó
1561
de que quiere amanecer.

FENISA
Redondilla
1562
«Vete, mi amor, que amaneceN
X
Nota del editor

este verso en concreto, recuerda a un conocido villancico perteneciente al motivo del alba, tratado en la nota al verso 1556, que reza «ya cantan los gallos, buen amor, y vete, cata que amanece». Señala Fuente Cornejo (2001: 55), al que remito para un mayor análisis sobre el tema y sus ejemplos, que, en las diferentes variantes del esquema general, suelen ir unidos tanto el motivo del canto de las aves, como la súplica (vete) de uno de los amantes. Entre los versos 1555 y 1565 observamos que el criado Hernando va preparando el terreno a la canción que terminará con el «vete, mi amor, que amanece» por parte de Fenisa, de modo que nos encontraríamos ante una singular canción del alba a dos voces en la que uno de los participantes no es el enamorado sino su ayudante, que avisa también al galán de la cercanía del amanecer y, por tanto, de la despedida.

1563
no me eche menos mi madre.

LUCINDO
1564
Pide licencia a mi padre
1565
para verte.

HERNANDO
La luz crece.

LUCINDO
Redondilla
1566
Dame alguna prenda tuya
1567
con que me vaya a acostar.

FENISA
1568
«A mí me quisiera darN
X
Nota del editor

en la época era costumbre en los amantes el entregarse pequeños objetos o prendas como cintas o listones como símbolo de su amor. Es destacable cómo en estos versos Fenisa muestra su deseo erótico e iniciativa amorosa sin ambages, al igual que se observa unos versos antes (vv.1538-1539).

».

HERNANDO
1569
Dile, señor, que concluya.

FENISA
Redondilla
1570
Truécame esa cinta.

Echa un listón.

LUCINDO
¿A qué?

FENISA
1571
¡A deseos!

HERNANDO
Bueno está.

LUCINDO
1572
Todos los tienes allá.

FENISA
1573
Adiós.

Vase*
X
- MP Vase (Sigo la enmienda de MP ya que mejora la comprensión de la escena. )
- P3 (Omite esta acotación.)
.

LUCINDO
¿Fuese?

HERNANDO
Ya se fue.

LUCINDO
Redondilla
1574
¡Gran ventura!

HERNANDO
Di que estás
1575
enamorado.

LUCINDO
¿Pues no?

HERNANDO
1576
¿Y Gerarda?

LUCINDO
Ya pasó.

HERNANDO
1577
¿Cómo?

LUCINDO
Lo que oyendo estás.
Redondilla
1578
Es bella, es noble, es gallarda.

HERNANDO
1579
¡Brava cólera española!

LUCINDO
1580
Más precio esta cinta sola
1581
que mil almas de Gerarda.

Vanse.
Salen DORISTEO y GERARDA.

DORISTEO
Quintilla
1582
¿Para qué es tanto desdén,
1583
sino decirme verdad?
1584
Hombre soy, y hombre de bien,
1585
háblame con libertad: ¿quieres a Lucindo bien?

GERARDA
Quintilla
1586
Pensé que no le quería,
1587
y anoche...

DORISTEO
Pasa adelante.

GERARDA
1588
Quiso la desdicha mía
1589
que fuese un desdén bastante
1590
a encender nieve tan fría.
Quintilla
1591
¿No viste aquella mujer
1592
que se sentó junto a mí?

DORISTEO
1593
Lucindo debió de ser
1594
el que la trujo.

GERARDA
Es ansí.

DORISTEO
1595
Eso me basta saber.
Quintilla
1596
¡Ay, Gerarda, cuánto pueden
1597
unos celos!

GERARDA
¡Muerta estoy!
1598
En fuerza al amor exceden.
1599
No hay desdén, mi fe te doy,
1600
de que triunfando no queden.
Quintilla
1601
Estudiado parecía
1602
lo que Lucindo decía,
1603
y lo que ella preguntaba.
1604
Supe al fin que se llamaba,
1605
esta dama, Estefanía.
Quintilla
1606
Y que es mujer principal,
1607
que un criado, a un rayo igual,
1608
vino a decir que en su casa
1609
la echaron menos.

DORISTEO
¡Que pasa
1610
por mi una desdicha igual!
Quintilla
1611
Pero es dicha: ¿cómo dices
1612
que esa dama se llamaba?

GERARDA
1613
¿Hay de qué te escandalices*
X
- MP escandalices (Acepto la lectura de MP que restituye la rima de la quintilla. )
- P3 escandalizas
?

DORISTEO
1614
Pensando en el nombre estaba
1615
de esa mujer que maldices.

GERARDA
Quintilla
1616
Estefanía decía.

DORISTEO
1617
¿Estefanía?

GERARDA
Esto pasa.

DORISTEO
1618
¡Buena venganza sería,
1619
si porque he entrado en su casa,
1620
diese Lucindo en la mía!

GERARDA
Quintilla
1621
¿Cómo?

DORISTEO
Una hermana que tengo*
X
- P3 una hermana que tengo
- MP una hermana tengo
1622
Estefanía se llama*
X
- P3 Estefanía se llama
- MP que Estefanía se llama
.

GERARDA
1623
Ella es.

DORISTEO
¿Cómo detengo
1624
la defensa de mi fama
1625
y del traidor no me vengo?

GERARDA
Quintilla
1626
Él la sirve, porque un día
1627
dijo que se vengaría
1628
de este agravio.

DORISTEO
Y lo cumplió,
1629
porque anoche me contó
1630
que fue al Prado Estefanía.
Quintilla
1631
Alto, mi honor es perdido.
1632
Vete en buena hora, Gerarda.

GERARDA
1633
Más que quisiera he sabido.

DORISTEO
1634
Que si mi deshonra aguarda,
1635
hoy ha de ser su marido.

GERARDA
Quintilla
1636
¡Su marido! Mayor daño
1637
es el que me viene agora.

DORISTEO
1638
¿Pues hay otro desengaño?

GERARDA
1639
¡Bien vivirá quien le adora,
1640
si le casas!

DORISTEO
[Aparte.]
(¡Caso extraño!)
Quintilla
1641
Pues ¿puede ser de otra suerte?

GERARDA
1642
Dame primero la muerte.

DORISTEO
1643
Vete de aquí.

GERARDA
¡Nunca hablara!

DORISTEO
1644
¿Con mi hermana? ¿Quién pensara
1645
una venganza tan fuerte?
Quintilla
1646
Buscar a Finardo quiero
1647
para que a Lucindo saque
1648
donde, pues es caballero,
1649
o saquemos el acero,
1650
o casándose me aplaqueN
X
Nota del editor

Estos dos versos resumen las posibilidades que generalmente se daban ante un caso de honra: o el enfrentamiento en duelo de aquel que ha sido agraviado, padre o hermano de la dama, contra quien ha cometido la ofensa, o el concierto de una boda entre el galán y la dama que resuelva la afrenta en una solución menos sangrienta. Un ejemplo de duelo en la comedia es el que se plantea Más pueden celos que amor.

.
Quintilla
1651
Hoy muere si no se casa.
1652
¡Oh vil hermana! ¿Esto pasa?
1653
Mas, justa ley me condena,
1654
que no anda bien en la ajena,
1655
quien ha de guardar su casa.

Vanse.
Salen BELISA, el capitán, FENISA y FULMINATO, criado*
X
- P3 Salen Belisa, el capitán, Fenisa y Fulminato, criado.
- MP Salen Belisa, el capitán, Fenisa y Fulminato.
.N
X
Nota del editor

Una sala en casa de Belisa.

FENISA
Redondilla
1656
Hacedme aqueste placer,
1657
para mayor regocijo:
1658
que vea yo vuestro hijo,
1659
pues su madre vengo a ser.

CAPITÁN
Redondilla
1660
Digo que tenéis razón.

FENISA
1661
Pues todo queda tan llano,
1662
venga a besarme la mano
1663
y a tomar mi bendición.

BELISA
Redondilla
1664
Ya sois dueño de esta casa,
1665
venga vuestro hijo acá.

CAPITÁN
1666
Digo que a veros vendrá,
1667
que ya sabe lo que pasa.
Redondilla
1668
¡Fulminato!

FULMINATO
¿Señor?

CAPITÁN
Corre,
1669
llama al alférez mi hijo.

FULMINATO
1670
Voy.

Vase.

FENISA
[Aparte.]
(Que le llamasen dijo.
1671
Todo el cielo me socorre.
Redondilla
1672
Hoy te verán estos ojos
1673
en esta casa, mi bien.)

CAPITÁN
1674
[Aparte.]
(Aunque le muestre desdén,
1675
me ha dado en llamarle enojos.
Redondilla
1676
Es galán, mozo, y discreto,
1677
y dirá acaso entre sí
1678
que no le caso, y que a mí
1679
me caso viejo, en efeto.
Redondilla
1680
¿Quién duda que le parezca
1681
mejor, y que le dé pena*
X
- H dé pena (Hartzenbusch corrigió a “dé pena”, lectura que aceptamos porque mejora el sentido del fragmento que, igualmente, resulta un tanto oscuro. )
- P3 MP despena
mejor*
X
- P3 mejor
- MP mejor, mejor
1682
ver que mi edad*
X
- MP que mi edad (Sigo la lectura de MP por restablecer el sentido del verso. Hartzenbusch propone otra solución que me parece menos adecuada: ver que a mi se condena. )
- P3 que a mi edad
le condena
1683
donde sin gusto perezca*
X
- MP P3 parezca
Corregimos a perezca, pues la repetición no parece hacer sentido.
?
Redondilla
1684
Fuera de eso, es mal consejo
1685
que venir aquí le mande,
1686
que a vista de un hijo grande,
1687
parece un hombre más*
X
- P3 más
- MP mal
viejo.
Redondilla
1688
Ya comienzo a estar celoso,
1689
no entrará otra vez acá.)

Salen FULMINATO y LUCINDO.

FULMINATO
1690
Aquí el alférez está.

LUCINDO
1691
[Aparte.]
(¡Cielos, que fui tan dichoso!
Redondilla
1692
Aquí mis ojos están.)
1693
¿Señor?

CAPITÁN
[Aparte.]
(De enojo estoy lleno.)
1694
Para danzar eras bueno.

LUCINDO
1695
¿Cómo?

CAPITÁN
Eres cierto, y galán.

LUCINDO
Redondilla
1696
¿No me mandaste venir?

CAPITÁN
1697
Besa la mano a tu madre.

LUCINDO
1698
Yo voy.

CAPITÁN
¡Qué presto!

LUCINDO
Mi padre…

FENISA
1699
[Aparte.]
(Ya me comienzo a reír.)

LUCINDO
Redondilla
1700
Como a madre que sois mía
1701
me manda ¡oh, bien soberano!
1702
que os bese esa hermosa mano.

CAPITÁN
1703
¡Qué superflua cortesía!
Redondilla
1704
La mano basta decir,
1705
¿para qué es decir hermosa?

LUCINDO
1706
Quiere mi boca dichosa
1707
este epíteto añadir.

FENISA
Redondilla
1708
Hablan ansí los discretos.

BELISA
1709
¿De eso recibís disgusto?

CAPITÁN
1710
¡Levántate!, que no gusto,
1711
que beses con epítetos.

BELISA
Redondilla
1712
Dejalde, no seáis*
X
- P3 seáis
- MP seas
extraño,
1713
bese la mano a su madre.

LUCINDO
1714
Señor, siendo vos mi padre,
1715
no resulta en vuestro daño.

CAPITÁN
Redondilla
1716
No me llames padre aquí.

LUCINDO
1717
Llamo madre a una señora
1718
tan moza y, ¡a vos agora,
1719
os pesa que os llame ansí!

CAPITÁN
Redondilla
1720
A donde la edad no sobre,
1721
padre dulces letras son,
1722
más a un viejo no es razón,
1723
no siendo ermitaño o pobre.
Redondilla
1724
Acaba, besa la mano.

FENISA
1725
[Aparte.]
(¡Que me veo en tanto bien!)

LUCINDO
1726
Dadme esa mano, por quien
1727
de mano esta suerte gano.
Redondilla
1728
[Aparte a Fenisa.]
(Ten, mi vida, ese papel.)

Métele un papel en la mano.

FENISA
1729
[Aparte.]
(Ya le tengo.)

LUCINDO
Y dadme aquí
1730
vuestra bendición, que en mí
1731
tendréis un hijo fiel.

CAPITÁN
Redondilla
1732
¡Hijo fiel! Mas ¿qué quiere,
1733
comprar algún regimiento?

LUCINDO
1734
[Aparte.]
(¡Qué gloria en los labios siento!)

Bendígale.

FENISA
1735
Dios te bendiga y prospere.
Redondilla
1736
Dios te dé mujer que sea
1737
tal como la has menester.
1738
En efecto, venga a ser
1739
como tu madre desea.
Redondilla
1740
Dios te dé lo que a este punto
1741
tienes en el*
X
- P3 el
- MP tu
corazón.
1742
Quien te da su bendición,
1743
todo el bien te diera junto.
Redondilla
1744
Dios te haga, y [a]sí*
X
- MP P3
Enmiendo a lo que parece tener más sentido para el contexto.
serás,
1745
tan obediente a mi gusto,
1746
que jamás me des disgusto
1747
y que a nadie quieras más.
Redondilla
1748
Dios te haga tan modesto,
1749
que queriendo estos envites,
1750
a tu señor padre quites
Señala en el pecho.
1751
esta pesadumbre presto.
Redondilla
1752
Y te dé tanto sentido,
1753
en querer y obedecer,
1754
que te pueda yo tener,
1755
como en lugar de marido.

CAPITÁN
Redondilla
1756
¿Qué libro matrimonial
1757
te enseñó esas bendiciones?
1758
Acaba, abrevia razones.

FENISA
1759
¡Celos tienes!

LUCINDO
[Aparte.]
(¿Hay cosa igual?)

FENISA
Endecasílabos sueltos (tirada)
1760
Una palabra, madre de mis ojos.

BELISA
1761
¿Qué quieres?

FENISA
¿Ves este papel?

BELISA
Sí, veo.

FENISA
1762
Pues es memoria de vestidos míos,
1763
que el capitán me ha dado. Yo quería
1764
leerle, y no quisiera que él lo viese,
1765
porque no me tuviese por tan loca
1766
que pensase que estimo en más las galas
1767
que no el marido. Por tu vida, madre,
1768
que le entretengas.

BELISA
Que me place.

FENISA
[Aparte.]
(¡Ay, cielo!
1769
¡qué industria hallé para leer agora
1770
el papel que me dio Lucindo, al tiempo
1771
que me besó la mano, por si es cosa
1772
que importa darle luego la respuesta!)

BELISA
1773
Al capitán*
X
Ni P3, ni MP presentan acotación en este punto, sin embargo, incorporamos del mismo modo que Hartzenbusch la aclaración «(Al capitán)» para mejorar la comprensión del fragmento.
.
(Escúchame a esta parte dos palabras.)

Lee FENISA.

FENISA
1774
"Mi bien: mi padre tiene concertado,
1775
de celos de que has dicho que te quiero,
1776
enviarme a «PortugalN
X
Nota del editor

señala Tejeiro Fuentes (2006) en su estudio «Portugal en la vida y obra de Cervantes» que el personaje del portugués solía aparecer en la literatura de este escritor desde dos puntos de vista diferenciados que coinciden con los que observamos en estos versos. El primer de ellos, el de los vaivenes políticos y la relación entre España y Portugal. El segundo, por la fama de enamoradizos y galantes de los portugueses (Tejeiro Fuentes, 2006: 693-694), apoyada en la sonora melosidad de su lengua. Seguramente el tópico del portugués seductor o seducido fuera sobradamente conocido, pues entre las obras de Lope encontramos una titulada El más galán portugués (1610-1612). Además, desde Felipe I, los reyes de España lo eran también de Portugal por lo que no era de extrañar que tuvieran soldados desplegados en esta zona.

». Remedia, amores,
1777
esta locura, o cuéntame por muerto.
1778
Esto escribí sabiendo que venía
1779
a besarte la mano. A Dios te queda,
1780
y quiera el mismo que gozarte pueda."
Redondilla
1781
[Aparte.]
(¿Hay desdicha semejante?,
1782
¿hay celos con tal locura?
1783
Así Dios me dé ventura
1784
que he de hablar[l]e aquí delante:)
Redondilla
1785
[Aparte a Lucindo.]
(Lucindo, el papel leí.
1786
No me haga el cielo este mal,
1787
que vayas a Portugal,
1788
ni que una hora estés sin mí.
Redondilla
1789
Y si dicen que mejor
1790
vive en él su desvarío,
1791
vive en mí, Lucindo mío,
1792
que soy Portugal de amor.)

LUCINDO
Redondilla
1793
(¡Ay, Dios*
X
- MP Ay Dios (Escojo esta lectura como la correcta.)
- P3 A Dios
! ¿Quién pudiera hablarte?,
1794
¿quién abrazarte pudiera?)

FENISA
1795
(Yo sabré hacer de manera
1796
que me abraces.)

LUCINDO
(¿En qué parte?)

FENISA
Redondilla
1797
(Fingir quiero que caí.
1798
Tú me irás a levantar
1799
y me podrás abrazar.)

LUCINDO
1800
(Tropieza.)

Caiga.

FENISA
Caigo, ¡ay de mí!

Abrázanse.

CAPITÁN
Redondilla
1801
¿Qué es aquesto?

LUCINDO
Tropezó
1802
mi señora madre aquí.
1803
Y yo levántola ansí.

CAPITÁN
1804
Y levantola ansí yo.
Redondilla
1805
¡Salte de aquí noramalaN
X
Nota del editor

Contracción de enhoramala o en hora mala. Es expresión de desprecio o enfado.

!

LUCINDO
1806
Pues cayendo ¿es cortesía?

BELISA
1807
¿Haste hecho mal, hija mía?

CAPITÁN
1808
Despeja luego la sala.

LUCINDO
Redondilla
1809
Yo me iré.

CAPITÁN
Vete al momento.

LUCINDO
1810
¿Ansí me arrojas?

CAPITÁN
¡Camina!

LUCINDO
1811
[Aparte.]
(¡Ay, mi Fenisa divina!
1812
¡Ay, divino entendimiento!
Redondilla
1813
¡Ay, discreción extremada!
1814
Por vos se puede entender
1815
lo que puede una mujer
1816
discreta y enamorada.)

Vase.

FENISA
Endecasílabos sueltos (tirada)
1817
No tengo mal ninguno, por tu vida.

CAPITÁN
1818
Así lo creo yo.

FENISA
¿Fuese mi hijo?

CAPITÁN
1819
Tu hijo se fue ya.

FENISA
Mil males tengo.

BELISA
1820
¿Quieres verle? ¡Hola, «BeatrizN
X
Nota del editor

Belisa llama a una criada que no tiene más papel en la comedia. Tan solo se nombra en dos ocasiones, en esta y más adelante menciona Hernando que va a hablarla y que es «dama encubierta» (v. 2942).

», de presto!

FENISA
1821
No quiero, por tu vida.

CAPITÁN
Aquel grosero
1822
debió de daros causa a la caída.
1823
No ha de estar en mi casa un punto solo,
1824
ni entrar en esta*
X
- P3 esta
- MP ella
mientras tengo vida.

BELISA
1825
¡Qué poco amor tenéis a vuestro hijo!
1826
Que os prometo que es gentil mancebo,
1827
y que le miro yo con tales ojos,
1828
que si en mis mocedades me cogiera
1829
holgara por tenerle de marido.

FENISA
1830
[Aparte.]
(Asite la ocasión por el copeteN
X
Nota del editor

“Aprovecharse y valerse de ella en oportunidad y tiempo, sin malograrla” (Autoridades). Fenisa aprovecha la ocasión para organizar un nuevo enredo, fingiendo ante Belisa que Lucindo le envía papeles en que pide casarse con su madre.

)
.

CAPITÁN
1831
¿Este loco os agrada?

FENISA
Escucha, madre.

BELISA
1832
Como sois capitán, la casa es guerra.
1833
Todo es escusaN
X
Nota del editor

Para la furia y la batalla, obviamente. Belisa recrimina al capitán su actitud recelosa, que le lleva a desconfiar de toda la casa ya que no se fía de su hijo, Lucindo.

.

CAPITÁN
Tal me la dan celos.

FENISA
1834
[Aparte a Belisa.]
(El papel que te dije no es vestidos,
1835
ni me le dio Bernardo).

BELISA
¿Qué me cuentas*
X
- P3 cuentas
- MP dices
?

FENISA
1836
Lucindo me le dio.

BELISA
Pues, ¿qué te escribe?

FENISA
1837
Una cosa que a risa ha de «moverteN
X
Nota del editor

«causar u ocasionar. En este sentido se usa con la partícula A» (Autoridades).

».

BELISA
1838
No me tengas suspensa.

FENISA
Al fin, me dice
1839
que se quiere casar.

BELISA
¿Con quién?

FENISA
Contigo.

BELISA
1840
¿Conmigo? ¡Qué me cuentas!

FENISA
Lo que pasa.
1841
Dice que le pareces en extremo,
1842
y que esa gravedad, esa cordura,
1843
le agrada más que yo a su padre agrado.
1844
Dice más: que con este casamiento
1845
se juntan las haciendas, de manera
1846
que los hijos de entrambos quedan ricos.
1847
Si supieras leer, mil cosas vieras,
1848
mas dice que le pidas que no trate
1849
enviarle a Portugal, que antes le mate.

BELISA
1850
¿Qué es ir a Portugal? Hija, las hijas
1851
cuerdas y honradas todo el gusto suyo
1852
ponen en solo dársele a sus padres.
1853
Ya sabes que soy «mozaN
X
Nota del editor

joven. Significa también «el que está por casar, aunque tenga mucha edad» (Autoridades). Ironía acerca de la condición de la madre, pues tanto Bernardo como Belisa acaban siendo ridículos por no aceptar su edad y pretender ambos un matrimonio con dos jóvenes. Lope acentúa la situación poniendo en boca de sus personajes este tipo de afirmaciones.

» y que en efecto
1854
estaré más honrada con marido,
1855
y marido que así te logres, hija,
1856
que me lleva los ojos en mirándole.
1857
¡Qué cortés, qué galán! ¡Qué lindo talle!

FENISA
1858
Si eso pasa, ¿qué hará quien andar puede?