Texto utilizado para esta edición digital:
Vega, Félix Lope de: La discreta enamorada, edición crítica digital a cargo de Gemma Burgos Segarra, 2019.
- Burgos Segarra, Gemma (Artelope)
Personas que hablan en ella
BELISA, viuda |
FENISA, su hija |
El capitán BERNARDO |
LUCINDO, su hijo |
LEONARDO, su criado [de Lucindo] |
GERARDA, dama |
DORISTEO, gentilhombre |
FINARDO, su amigo |
FULMINATO |
MÚSICOS |
HERNANDO, [criado] |
Jornada I
La acción da comienzo en la calle, al salir de la Iglesia.
El nombre de Belisa tiene como referencia a Isabel de Urbina dama madrileña, primera esposa de Lope de Vega, en algunos versos poéticos del Fénix.
Mirar al suelo: como señala Vives, los sentidos son las ventanas por las que entra el mal, y en la prosa didáctica dirigida a mujeres o sobre estas abundan las recomendaciones sobre los ojos bajos (Alonso de Andrade), evitar mirar a los hombres (Fray Luis de León) o, para no desear más allá de lo necesario, la doncella no debería tener ni ojos ni pies, una actitud en general que se recoge bajo la virtud de la vergüenza. Sobre esta cuestión, remitimos al capítulo sexto, donde abundamos en las recomendaciones que los moralistas hicieron sobre el comportamiento de la doncella.
Según el diccionario de Autoridades, bachiller es, entre otras acepciones, «comunmente, y por vilipendio [aquel] que habla mucho fuera de propósito, y sin fundamento». Belisa, llamando así a su hija Fenisa, la reprende.
Crio Dios derecho al hombre: este verso, y los que le siguen recuerdan al siguiente fragmento de las Metamofosis ovidianas: «nacido el hombre fue, sea que a él con divina simiente lo hizo/ aquel artesano de las cosas, de un mundo mejor el origen,/ sea que reciente la tierra, y apartada poco antes del alto/ éter, retenía simientes de su pariente el cielo;/ a ella, el linaje de Jápeto, mezclada con pluviales ondas,/ la modeló en la efigie de los que gobiernan todo, los dioses,/y aunque inclinados contemplen los demás vivientes la tierra,/ una boca sublime al hombre dio y el cielo ver/ le ordenó y a las estrellas levantar erguido su semblante» (Ovidio, 2002: vv. 78-86).
Yarbro-Bejarano, en su estudio Feminism and the honor plays of Lope de Vega, señala que «as male property, women must be controlled by codes that dictated a closed mouth, a closed body, and a locked house» cita. Añade Yarbro-Bejarano que «Enclosure was necessary because of women’s supposed vulnerability to the devil and hence inclination to disorder» cita y aquí podemos establecer la relación con el juego que se establece entre los diferentes significados de la palabra cielo. Mientras Fenisa reclama libertad para estar y mirar al exterior, Belisa le indica que el mejor lugar para mirar al cielo es su habitación, siendo aquí el equivalente a la morada de Dios.
Ante la recomendación de contemplar el cielo (cristiano) desde su aposento y el encierro que esto supone, la doncella se niega a acatar este comportamiento que considera más propio de las monjas, pero no solo eso, sino que tampoco desea obedecerla. Ser monja era, en muchas ocasiones, el único destino tanto para las que no querían contraer matrimonio como para aquellas que no lo habían logrado a tiempo, aunque con diferencias en cada uno de los casos.
Según Autoridades, «rigurosamente significa la solemnidad y ceremonia Eclesiástica, con que el Papa publica la concesión que hace de gracias y Indulgencias, a la Iglesia universal». También puede referirse a cualquier tipo de indulgencia fuera de esta fecha, siendo probablemente a esto a lo que se refiere el texto, a una celebración eclesiástica excepcional.
Autoridades propone la formación acábame esto la vida (o el entendimiento, o la paciencia, etc.) cuyo sentido podría encajar con el de este verso: «es lo mismo que esto me aflige, me apura, y me saca de mi quietud», de modo que acorta la fórmula pero recupera su significación. Acabar se emplea también con el sentido de matar, que, metafóricamente, también podría funcionar en esta intervención.
«hora o distribución del día, como mañana, tarde, noche» (Autoridades). Aunque puede interpretarse como que el día está ya avanzado, podemos entender este verso igualmente como un reproche de Belisa sobre cómo, conforme pasa el tiempo, va conociendo más las intenciones de su hija.
Ojo equivale aquí a mal de ojo, es decir, a la supuesta influencia maligna que una persona puede ejercer sobre otra al mirarla de un modo concreto. Así pues, Belisa advierte a su hija de que la mirada del hombre sobre la mujer puede tener consecuencias tan negativas como si le echaran un mal de ojo, comparación que enlaza con la orden de que baje los ojos al suelo.
La acción transcurre en esta ciudad en época contemporánea. No son pocas las comedias urbanas (también llamadas de costumbres) que el Fénix ambientó en Madrid. Sirvan como ejemplo, El acero de Madrid o Las ferias de Madrid donde la referencia es explícita desde el propio título. Los amantes sin amor, Lo que pasa en una tarde o El desposorio encubierto son otras comedias que acontecen en esta misma ciudad. Lope situó muchas de sus comedias de costumbres en las grandes ciudades de la época como Madrid, Toledo (La noche toledana), Valencia (Los locos de Valencia), o Sevilla (El arenal de Sevilla), por lo que han sido llamadas comedias urbanas.
Tierna condición: obsérvese que aquí equivale a ingenua.
En esta obra se produce un fenómeno de animalización de la mujer en tanto en cuanto esta no se ajusta al rol que se demanda de ella. En este caso se refiere, como bien puede observarse, a la mujer como animal indefenso que todos quieren cazar, pero más adelante será comparada peyorativamente con una mona que busca distraer y complacer, con la araña que busca hacer caer en sus redes a los jóvenes despistados en referencia a las mujeres libres e incluso a Gerarda como tigre descontrolado.
En la época seguía vigente un debate que, como ya se ha señalado en el estudio introductorio (capítulo quinto), llevaba activo desde principios del siglo xvi, acerca de la libertad de elección de los novios frente a los matrimonios concertados, en los que primaba el interés por los beneficios tanto económicos como sociales que podían devenir de la unión de dos familias. En este debate se insertan autores de prosa didáctica dirigida a mujeres como Luis Vives, Erasmo o Pedro de Luján. Algunos estudiosos del teatro áureo (Guimont y Pérez Magallón, 1998; Ruíz, 2005) ven en el matrimonio por amor un mero tópico literario que pudo influir en las demandas de algunas mujeres, pero no una costumbre extendida.
Recogen estas palabras la actitud que principalmente se requería a las doncellas como ya se ha visto en el estudio introductorio (capítulo sexto), lo más importante en la educación de la doncella era que cultivaran las principales virtudes, a saber: la vergüenza, la honestidad y la castidad.
- P3 falta
- MP infama
- MP Salen Lucindo, Gerarda y Hernando.
Andar al uso es «demás del sentido literal de vestirse a la moda y andar con el traje que se usa, metaphoricamente es acomodarse al tiempo, y contemporizar con las cosas, según piden las ocasiones y la coyuntura» (Autoridades).
En el capítulo octavo del estudio introductorio se ha explicado de manera detallada la figura de la dama donaire y las connotaciones que este adjetivo tenía. En este caso se utiliza para indicar que las palabras de Gerarda tienen gracia.
Lindo/hombre: el lindo en la época era la correspondencia masculina de la mujer «voluble y casquivana» (Deleito y Piñuela, 1946: 62). El lindo era un joven a la moda, que rendía voluntades por donde pasaba gracias a sus habilidades de donjuán. Gerarda le pregunta a Lucindo si se precia de lindo cuando este le responde que anda al uso, es decir, que le habla según requiere la situación, pero hay aquí un juego de palabras en la pregunta de Gerarda, quien lo toma por la moda. Sin embargo, el galán afirma preciarse de hombre, es decir, de huir de esas refinadas y amaneradas costumbres pues, como Covarrubias señala «decir el varón lindo absolutamente es llamarle afeminado», de modo que se trataba de una denominación más bien peyorativa en la época. Señala Deleito (1946: 190) como curiosidad que no solo las mujeres se perfumaban, sino que también lo hacían los lindos. Remito, para una descripción detallada de los usos del lindo al apartado que este mismo autor dedica a este personaje (1946: 217) así como al estudio de Sánchez Jiménez (2015). La finura de las mujeres vestidas de hombre en la comedia les valía en muchos casos el apreciativo de lindo, lo que se acabó constituyendo en una tradición a la que pertenecerían obras como El lindo don Diego de Moreto.
Según el diccionario de Autoridades chacota es «bulla y alegría llena de risa, chanzas,
voces y carcajadas, con que se celebra algún festejo, o se divierte alguna conversación».
«Modo de hablar[…]. Úsase también por aseveración, y juramento» (Autoridades).
- MP argalia
[o algalia*
- MP argalia
- MP argalia
- MP argalia
- MP argalia
En el texto se presenta una comparativa entre los azotes que se dan al gato de algalia*
- MP argalia
«Peso de veinticinco libras. Dice Diego de Urrea ser nombre arábigo, errubun, que
vale cuarta parte, del verbo rebbea, que significa partir en cuatro partes; y según
esto arroba será la cuarta parte del número ciento» (Covarrubias).
Según Autoridades, un adarme equivale a «la décima sexta parte de una onza, o la mitad de la drachma. Puede ser voz corrompida del Griego Drachma, cuya mitad monta». Gerarda, ante la actitud desafiante de Lucindo realiza la comparativa antes comentada con el gato de algalia y dirá que Lucindo «no saque, con arrobas de rigor/, un adarme de mi amor» (vv.94-95), es decir, por mucho sufrimiento y castigo al que quiera someterla, ella no le dará ni una mínima parte de su amor.
- MP haciendo
- P3 me
- MP me
- P3 por
Aquí se emplea, no con el sentido literal de hombre noble, sino con el de hombre de aspecto gentil. Autoridades indica: «Galán, airoso, bien dispuesto y proporcionado de miembros y facciones: y así se dice, Fulano es gentil mozo», de modo que se refieren al buen talle de Lucindo.
- MP Pásase con él.
- H Pásase a Doristeo.
Mosquear es «apartar de sí violentamente los embarazos u estorbos» (Autoridades), seguramente refiriéndose a cómo Gerarda se ha quitado de encima a Lucindo de manera brusca afirmando su preferencia por Doristeo para darle celos.
Es en algunos comentarios como estos en que se observa el germen de la comedia de capa y espada que después proliferaría conforme avanzara el XVII. Una serie de comportamientos y actitudes en los personajes que aquí solo encontramos de manera velada, sin una realización en la acción como se ha constatado en el capítulo segundo.
También conocido como el Prado Viejo de San Jerónimo, se situaba donde se encuentra el actual Paseo del Prado. Se trataba de una zona sin asfaltar, con árboles y un arroyo, que desde que regresara la corte a Madrid en 1606 se convirtió en un espacio de encuentro para las clases altas, por tanto, no extraña que Gerarda, dama cortesana, salga al Prado de noche. Cuenta Zabaleta que « [a]penas se ha desaparecido el sol cuando se aparecen en el Prado los coches cargados de diferentes sexos y de diferentes estados. Van a tomar el fresco y en un zapato alpargatado con ruedas se aprietan seis personas» (Zabaleta, 2016: 277). Había en esta zona toda una serie de fuentes de tipo ornamental, a las que se hará referencia al comienzo de la segunda jornada. Muchas comedias de la época tienen como escenario el prado, como La verdad sospechosa de Ruiz de Alarcón, obras de Tirso y en la mayoría de dramaturgos que sitúan la escena en Madrid, como en el caso de La gran comedia del caballero de Agustín Moreto en la que leemos («Pues bajémonos al Prado/ que eso es mejor para allí»). Aparece igualmente, por ejemplo, en una novela como El diablo cojuelo de Vélez de Guevara («Va anocheciendo y encubriéndose el concurso de la calle Mayor. Ya todo ha bajado al Prado» (Tranco VIII), por lo que estamos ante un lugar de amplia tradición literaria.
- P3 Vanse los dos.
- P3 muchas
- MP prisa (Optamos por prisa frente a priesa ya que la rima con Fenisa es mucho más natural. No obstante, debemos tener en cuenta que en el español del siglo xvii seguramente la pronunciación sería equivalente. )
Según Autoridades es «la unión y correspondencia cariñosa entre dos personas». En el diccionario de la Academia de 1817, sin embargo, aparece recogido como «celos o la pena y aflicción que nace de ellos», significado que se ajusta mejor al sentido del texto.
- MP es la
Podría referirse a la leyenda celta que narra el origen del monumento natural conocido
como la calzada del gigante. La leyenda cuenta el conflicto entre el gigante irlandés
Finn MacCool y el escocés Benandonner. El primero decidió construir un paso para enfrentarse
al segundo, pero al llegar a tierras escocesas y darse cuenta del gran tamaño del
gigante escocés huyó sin saber qué hacer para enfrentarse a él. Pidió ayuda a su esposa
Oonagh, quien pensó en disfrazar a su esposo de bebé y meterlo en una cuna. Tras ser
invitado a la casa, Benandonner, asustado por las enormes proporciones que el padre
de una criatura de ese tamaño pudiera tener, huyó, destruyendo la calzada. De este
modo, es posible que Hernando compare la tarea de esquivar a Belisa con la de enfrentarse
a ese posible gigantesco ser.
Los manuales de conducta recomendaban que las mujeres salieran de casa lo más cubiertas posible, con el rostro cubierto por un velo. Sin embargo, como distingue Deleito (1946: 64), no hay que confundir las cubiertas que eran aquellas mujeres que por vergüenza cubrían su rostro con un velo para evitar ser objeto de las miradas de los hombres, con las tapadas, figura sobre la que hay mucha literatura, y que cubrían el rostro con la intención de provocar la curiosidad en los hombres, dejando siempre al descubierto el ojo izquierdo. Entendemos, por tanto, que Fenisa pertenecía al primer grupo.
gallardía es la «bizarría, desenfado y buen aire, especialmente en el manejo del cuerpo». En este caso Hernando está llamando la atención de Lucindo sobre Fenisa por su gracia al desenvolverse, ya que no puede ver su rostro, probablemente velado. El uso de un calificativo como gallarda no es infrecuente en Lope de Vega, quien incluso titularía una de sus obras como La gallarda toledana. Igualmente lo hace en El gallardo catalán título que se refiere a la identidad que asume la protagonista que en esta comedia finge ser un hombre.
Medio que se discurre para conservar y lograr algún fin según Autoridades.
«Pedazo de tela de lino, de una vara en cuadro, que ordinariamente sirve para limpiarse las narices y el sudor» (Autoridades). Pañuelo.
Sobre cómo elabora Fenisa el plan para acercarse a Lucindo y la función que juega el pañuelo aquí, en un artículo sobre la obra, «Clothes encounters: revealing and concealing the body in Lope’s La discreta enamorada», Larson señala que «her performance here involves that combination os simultaneous showing and hiding that has been drawn the attention of all those who have written on erotic use of apparel» (2005: 24).
- P3 Desenfádase
- MP Desenfádase
Enfaldarse es, «bajar el enfaldo» (drae) el enfaldo es, a su vez «seno o cavidad que
hacen las ropas enfaldadas [recogidas] para llevar algunas cosas» (drae) es decir,
Fenisa se recompone la ropa fingiendo buscar el pañuelo entre los pliegues de su falda
recogida.
- P3 dad
Según Autoridades faltriquera es «la bolsa que se trae para guardar algunas cosas, embebida y cosida
en las basquiñas y briales de las mujeres, a un lado y a otro».
- MP priesa
Según Autoridades, «adorno que se suele poner en vestidos y ropas y es una especie de encaje labrado con aguja y tejido, el cual es más grueso y con los nudos más apretados que los que se hacen con palillos».
- MP lo
- P3 Sospecho
- MP dejadnos
- MP (MP omite esta acotación. )
- MP Fen. (MP sí repone Fen. )
- MP aquese
Esta calle formaba parte del trazado urbano de Madrid del siglo xvii. Se encontraba en el centro de la villa, cerca del distrito de Sol y también del Prado. Es posible que recibiera este nombre por los jardines a la italiana que allí había. Lope sitúa la acción, en el eje galante de Madrid, donde parte de la alta sociedad madrileña vivía en esa época. Un eje que cambia en la expansión del Madrid de los Austrias desde la articulación medieval entre el Alcázar, la calle Mayor y Sol, a la nueva entre Sol y Prado. La que fuera en la época famosa por sus bellos jardines, en la actualidad no es más que una calle corriente en mitad de la multitud de edificios construidos en la zona, en el espacio entre la Gran Vía y la Calle de Alcalá, situada cerca de Sol y de la Calle de la Montera.
«La persona noble que viene de casa y solar conocido» (Autoridades).
- MP Vanse.
- P3 fuente
Lucindo hace hincapié en el efecto que tiene sobre él, y sobre los hombres en general, como afirmará después Hernando, que una mujer actúe libremente, hable a los hombres y los trate con desdén y libertad, lo que provoca celos en el galán y lo lleva a sentir una mayor atracción por la cortesana.
- MP basta
mujeres libres…han perdido el honor: Hernando satiriza esa diferenciación entre mujeres libres y mujeres honradas que impone la sociedad en un juego de palabras con el sentido de mujeres libres, que bien puede referirse tanto a las mujeres libres como a las prostitutas. El comportamiento que muestra Lucindo queda justificado a través del comportamiento general del hombre hacia la mujer, que desdeña y aborrece a la esposa honrada y la imaginan consolarse de estas penas con el pensamiento puesto en mil hombres, mientras él sale a buscar a esas mujeres libres que hipócritamente critican tal como expone el criado. En este sentido, Hernando se burla de Lucindo, a quien la libertad de acción de Gerarda lo llena de celos y atrae a partes iguales.
La mujer honrada sabe que su lugar está en la casa, sin hacer caso a los hombres, y no en la calle, aunque por ello pueda ser rechazada por posibles pretendientes. Esta afirmación entronca con los versos 25 a 28 en que Belisa recomienda el encierro como muestra de honradez a Fenisa. Sobre la posibilidad de salir a la calle las doncellas y bajo distintas circunstancias había diversidad de opiniones, aunque primaba aquella de que el encierro absoluto era excesivo y se aconsejaba salir a la calle de vez en cuando bajo supervisión y en compañía adecuada.
El amor no dura en libres sino en honradas: continúa la batalla dialéctica que mantienen Hernando y Lucindo, cada uno defendiendo una postura. Mientras el galán parece querer defender la posición tradicional, más extendida en la sociedad de la conveniencia de escoger una pareja que encaje en el calificativo de honrada, el criado ironiza acerca de la tensión que surge entre el discurso de la sociedad acerca del comportamiento de la mujer, y la preferencia de los hombres por las mujeres libres para su diversión.
«instancia y ahínco en defender alguno su opinión o constancia en continuar alguna pretensión» (Covarrubias).
Del verbo cocar, que según Covarrubias «está tomado del sonido que hace la mona para espantar a los muchachos, y ponerles miedo, porque no le hagan mal», no obstante, parece más ajustado el sentido que recoge el Diccionario Usual de la Academia como los gestos que se hacen para «halagar a alguno con fiestas, o ademanes, para persuadirle lo que se quiere».
- MP tiran
Espulgar, quitar pulgas. Según Autoridades «limpiar la cabeza y otra parte del cuerpo, quitando del vestido los piojos, pulgas y cosas inmundas», se refiere, metafóricamente, a regalar y cuidar con gran atención al hombre.
- P3 consejos
El drae recoge ‘hacer cocos’ como los gestos y señas que se hacen los enamorados como muestra
de afecto junto con el sentido aportado en la nota 49, siendo ambos posibles y adecuados
en este contexto. Señala Deleito que la palabra coqueta proviene de esta frase, pues
se trata de hacer «monadas o garatusas, para atraer y cautivar a los hombres» (Deleito
y Piñuela, 1946: 61).
- MP (En MP falta este verso. )
Una mujer libre y loca… no al hombre maduro y viejo: esta comparación de la mujer con la mona se sigue de la comparación que Lucindo y Hernando elaboran entre la mujer libre y la mujer honrada. La primera es comparada con una mona que con gestos y celos busca seducir a los muchachos, presa fácil de esta seducción, lo que no sucede con el hombre mayor, sabio, a quien trata de ganarse dedicándose solo a él. Insiste Hernando en su intervención, en que esta actitud de su señor es propia de los galanes mozos, que sucumben a los cantos de sirena de las seductoras que buscan darles celos porque saben de su debilidad, frente a los galanes más serios, con quienes no se atreven a poner en juego esas estrategias.
Honra, que puede tomarse como equivalente de honor en el teatro lopesco (Arellano, 1998: 10). En este verso puede tomarse claramente en el sentido de reputación y buena fama del hombre, especialmente si nos encontramos ante galanes que pertenecen a las clases nobles.
- MP derribarte (Se trata de un claro error de sentido, pues el estribo refuerza, no derriba. )
Estribar, según Autoridades «metaforicamente corresponde a fundarse, afianzarse, asegurarse, apoyarse».
- P3 sedas
Se refiere a Anacarsis (VII a. C.) filósofo escita que comparó las leyes con telas de araña, pues atrapaban a las moscas y pequeños insectos mientras los grandes las podían destruir.
Sobre
- MP sin
- H el (H propone esta varianción sobre el texto base. )
Podría interpretarse de*
- MP sin
- H el (H propone esta varianción sobre el texto base. )
- MP sin
- H el (H propone esta varianción sobre el texto base. )
- MP sin
- H el (H propone esta varianción sobre el texto base. )
a lo largo del parlamento, Hernando, el criado, insiste a su amo en la conveniencia de olvidar el amor que siente por la libre Gerarda y en que centre sus esfuerzos en conquistar a una mujer honrada, pues las libres solo buscan conquistar hacienda, honra y fama aprovechándose de los hombres de débil voluntad. Hernando señala a Lucindo que debería avergonzarse de que él, un simple criado, le enseñe cómo funciona la vida y el amor. Sobre esto, García Lorenzo (2005: 124), señala que buena parte de los rasgos del gracioso se desprenden de sus palabras y de los diálogos en que participa, ya que «con la palabra hace reír y con la palabra se convierte en moralista impenitente». Así, el criado demuestra ser más lúcido que un Lucindo cegado de celos, y en ocasiones sermoneará al galán (García Lorenzo, 2005: 128-130).
dedo del corazón: señala Autoridades que al dedo de en medio «comúnmente se le llama del Corazón, por haberse creído que tiene con él una próxima comunicación».
La acción sucede ahora en casa de Belisa.
- MP Vanse. Salen Belisa y Fenisa.
- MP muy
- P3 daréis
Son motivo de celebración por la indulgencia que suponen.
«disposición, o proporción del cuerpo humano» y «se toma particularmente por la cintura» (Autoridades). La alusión al talle en relación con el aspecto físico es habitual en la literatura de la época. En El amor enamorado Dafne dirá: «¡Qué mal talle! No merece ser deidad» (Vega, 2015c: v.1220), aunque en la mayoría de casos suele utilizarse de manera positiva, alabando las cualidades físicas, como se observa en El Narciso en su opinión de Guillén de Castro: «y que bien logrado es/ en ti el talle, y gentileza / que dio la naturaleza/ de la cabeça a los pies» (Jornada I). En este caso Fenisa replica a su madre, ante el rechazo a las supuestas libertades que se toma, que nadie la pretende, ni ningún mozo que presuma de ser atractivo le pasea la calle. En los versos 365-379 Fenisa refiere los posibles motivos (inexistentes todos ellos) por los que su madre podría mostrar esa actitud represiva y protectora que ella considera excesiva. Todos los ejemplos que se dan en estos versos sirven para conocer algunas de las costumbres que en ese periodo tenían los jóvenes pretendientes, como el regalo de prendas, enviarse cartas o entrevistarse en las ventanas de noche.
Guijarros, piedras pequeñas.
«Papel en que se escribe algunas pocas razones de una a otra persona […], fue muy buena invención para comunicarse con más quietud, y tratar las cosas en secreto, no fiándolas de ningún tercero ni criado» (Covarrubias). El billete de amor es un recurso muy habitual en la comedia. Señala Díez Borque que «repetido para poner en relación amante y dama» (Díez Borque, 1976: 38). Así, asistimos a la redacción de un billete de parte de Teodora para Riselo en El acero de Madrid, o a su recepción por parte de distintos personajes a lo largo de la acción de El maestro de danzar, incluso la lectura de uno da inicio a la acción de Viuda, casada y doncella, por poner algunos ejemplos.
Calzado femenino, seguramente de origen español, destalonado cuya suela era de corcho, alcanzando en ocasiones una gran altura y que se aseguraba mediante el uso de correas o cordones. El Diccionario de Autoridades indica que se distingue de la chinela por tener la suela redonda y que se usaba especialmente durante el invierno para proteger los bajos de los vestidos de la suciedad y el fango.
Adorno para la cabeza elaborada generalmente con telas finas y ligeras, puede recibir
distintos nombres según el material del que estén hechas. Véase Carmen Bernís, Indumentaria
española en tiempos de Carlos V.
- MP ser
Corregimos lo que parece ser un evidente error, pues no hace sentido ni la opción de P3, ni la de MP.
- MP y de que a esas puertas tan fuertes
La afirmación de Belisa sugiere que previamente se ha vivido algún tipo de situación escandalosa en la casa, seguramente infidelidades maritales.
Una vez más se remarca la importancia de la honestidad y castidad a través de la mirada. A nadie miró mientras fue doncella.
«Particularmente significa uno de aquellos antiguos Anacoretas, que habitaban los desiertos, por huir del bullicio del mundo, y darse a la contemplación y penitencia. Ahora suele usarse irónicamente […] y así se usa también para despreciar al que aconseja penitencia, u retiro, no teniendo autoridad para ello, o no correspondiendo su vida al consejo que da» (Autoridades).
Primer traje que se viste sobre la ropa interior o semiinterior y que podía llevarse a cuerpo o bajo otras prendas. Carmen Bernís (1962: 102) indica que previo al siglo xv se trataba de una prenda indistintamente usada por mujeres y hombres. Según Autoridades se trataría de una pieza de ropa interior. No obstante, se ajusta más al disfraz que elabora el criado la siguiente definición recogida por Madroñal “pieza del traje femenino, que se usaba para vestir a cuerpo y de una sola pieza […] que solía ponerse sobre la camisa”. Aunque era una prenda que podían vestir ambos sexos, a partir del siglo xv la saya se convertiría en una pieza propiamente femenina, mientras los hombres vestirían sayo.
- MP al
- H há
H enmienda a há. Proponemos, ya que parece más acertado al sentido del verso, que ese ya de P3 sea en realidad una apócope de ya ha.
- MP esos
- H barruntos (Hartzenbusch corrigió adecuadamente a barruntos. Solución que escojo por ser la que más se ajusta al sentido del parlamento.)
Sospechas.
Argüir es, según Autoridades, «disputar impugnando la sentencia u opinión de otro».
- MP viera
Espada corta que puede llevarse disimuladamente. Covarrubias dice que era obligación llevar espada conjuntamente si se llevaba daga ya que puede llevarse secretamente, disposición que también recoge Autoridades: «ordenamos que ninguna persona de cualquier estado, preeminencia o calidad que sea, no pueda traer ni traiga daga, ni puñal, sino trayendo espada juntamente». La caracterización del capitán responde a claramente a ello.
Dadas las influencias que tiene la commedia dell’arte sobre esta obra, es muy posible
que se refiera al atuendo propio de la figura del capitano, que generalmente vestía
a la usanza del soldado español, con gorra de plumas y gran espada, como se aprecia
en muchos grabados de la época.
Hace referencia a la guerra de Flandes, o guerra de los 80 años, que tuvo lugar entre los años 1568 y 1648, en la que las Diecisiete Provincias de los Países Bajos se revolvieron contra Felipe II, conflicto que se extendería durante los reinados de Felipe III y Felipe IV.
- MP ponerme
- MP su decoro, su nobleza
- P3 me animado
«Caminar con celeridad en caballos, a propósito para este ministerio que están prevenidos en los lugares a ciertas distancias, y el que la corre los va remudando, y toma su postillón donde le dan los caballos, así para volverlos, como para enseñarle el camino que lleva» (USAL).
Equivalente a «Dios tenga en su gloria…». Se refiere a Carlos V de Alemania (emperador
entre 1520 y 1558) y I de España (entre 1516 y 1556), lo que sitúa la acción de la
obra en la época de Felipe II, en la que el Capitán se ha hecho viejo.
1560.
Si tenemos en cuenta el verso siguiente «cuyas albas tal luz a España dieron» alude a los duques de Alba, representantes de uno de los principales ducados de España, el de Alba Tormes. Por las fechas aludidas en los versos anteriores se trataría del III Duque de Alba, Fernando Álvarez de Toledo y Pimentel, el Grande, y su esposa María Enríquez de Toledo y Guzmán. El Duque, que «era conocido por oponerse a todo compromiso con los “rebeldes”» (Parker, 1982: 126), fue enviado en 1567 en el puesto de capitán general del ejército a los Países Bajos en una encomienda que logró restablecer el orden ya que su llegada hizo que buena parte de los oponentes huyeran. Aun así, tuvo que combatir contra el príncipe de Orange, quien fue derrotado. Tras esta gesta, Felipe II no acudió a Flandes como habían dispuesto y el Duque tuvo que permanecer al mando en este territorio. Sin embargo, en 1572 algunas zonas se rebelaron contra la política del Duque, cuyos recursos económicos estaban ahora mermados (Parker, 1982: 128-129) y, ante la imposibilidad de conseguir la victoria, volvió a España en 1973.
- MP vez
- P3 fueran
ser de bronce, recoge Autoridades (1726) que es frase muy común «para dar a entender la fortaleza y constancia del ánimo, y del cuerpo, que uno es robusto, infatigable, inmóvil, y que resiste firme y constante a los ímpetus y adversidades de la fortuna». Con esta expresión alude el capitán a la dureza de sus vivencias y a la resistencia propia.
- MP polillas
Gonzalo Correas recoge en el Vocabulario de refranes y frases proverbiales esta expresión,
de la que indica «dícese de lo que trae costa y gasto de hacienda» (1906: 529), una
más de las virtudes con que el Capitán quiere aventajar su avanzada edad a cualquier
joven, que estará lleno de defectos.
Gonzalo Correas recoge en el Vocabulario de refranes y frases proverbiales esta expresión,
de la que indica «dícese de lo que trae costa y gasto de hacienda» (1906: 529), una
más de las virtudes con que el Capitán quiere aventajar su avanzada edad a cualquier
joven, que estará lleno de defectos.
La bandera se situaba en el centro de la formación militar y era su insignia, pero también su elemento organizador. Cada una de las 12 compañías de los Tercios tenía su bandera, que era portada por un oficial, al que a menudo se llamadba también bandera, y cuyo rango era de alférez en la infantería de los Tercios. El alférez era el segundo del capitán, y tenía como obligación defender esta bandera con la vida, evitando que llegara a tocar el suelo, pues ello significaría la pérdida de la batalla. En el teatro de la época son abundantes las referencias militares a banderas y cajas, que las acompañaban como sucede en esta misma obra, donde en el tercer acto se dirá que la envidia toca las cajas (v. 2514).
Durante el siglo XVII, una de las aspiraciones de todo caballero era la de conseguir un hábito, pues estos eran indicadores de poder y valor, además de implicar el cobro de una renta, aunque esta era ínfima. Uno de los más cotizados, por ser el mejor, era el de la orden de Santiago, junto con los de la orden militar de Calatrava y la de Alcántara. La obtención del hábito tenía más implicaciones, pues aseguraba ser de familia de sangre limpia y de nobleza, lo que conllevaba un largo proceso documental que justificase ambas condiciones. Las órdenes en el XVII servían para mantener una organización social fundamentada en el linaje familiar y no en la riqueza (Wright, 1982: 22), de modo que se convierte en una forma no solo de afianzar la posición social, sino de iniciar el camino hacia un posible ascenso. En consecuencia, si a Lucindo le dan una bandera y, además, consigue un hábito, quedaría bien posicionado socialmente, pues tendría un buen estatus tanto en el ejército como en la sociedad. El capitán dice que tiene negociado el hábito ya que, frente a su estatuto inicial de recompensa, y a las dificultades que podía suponer el conseguirlo, en el siglo XVII se convierte progresivamente en un título que puede ser comprado, sobre todo a partir del reinado de Felipe IV. El propio Lope fue agraciado con un hábito por parte de Urbano VIII, cuyo favor se ganó tras la embajada del sobrino del Papa en Madrid en 1626, con quien mantuvo una dilatada correspondencia, y a quien dedicó su Corona trágica, poema épico inspirado en María Estuardo, una figura por la que tanto el Santo Padre como su sobrino habían profesado interés y a la que dedicaron poemas, uno de los cuales tradujo Lope al castellano (Sánchez Jiménez, 2018: 297-298). Aunque no se tratara de un hábito de las principales órdenes, las de Santiago, Alcántara o Calatrava, igualmente supuso un triunfo para el dramaturgo y pronto luciría la cruz blanca de San Juan de Malta. También Calderón sería merecedor de un hábito de la orden de Santiago, con lo que observamos que no solo los caballeros, sino también los poetas desearon esta gracia. Sin embargo, como apunta Wright, la suma de dinero que obtenían por su posesión era irrisoria, tanto que «se llamaba “el pan y agua del caballero”» (Wright, 1982: 28) hasta que finalmente dejaron de pagarse. Sin embargo, las órdenes recompensaban a algunos de sus miembros a través de las encomiendas, muy inferiores en número, pero de mayor valor económico, un estipendio que también se vio disminuido en el siglo XVII, y social, pues la mayoría de encomiendas, que daba el rango de comendador a quien la ostentaba, eran dirigidas por miembros de la aristocracia y de la alta nobleza. Sin embargo, lo que importaba no era tanto el valor económico como el prestigio de la encomienda. Las órdenes se convierten, por tanto, en una institución reguladora de la pureza del linaje, que eliminara de los altos cargos a todo aquel que no pudiera demostrar la pureza de su sangre (Wright, 1982: 34). De hecho, en la época en que se sitúa esta comedia la consecución de un hábito se sometía a una gran rigurosidad, demandando que tanto el padre como el abuelo de quien lo pedía fueran hidalgos o que en su ascendencia no hubiera víctimas de la Inquisición, por ejemplo.
Se insiste desde la aparición en escena del Capitán que este está bien posicionado económicamente, igualmente, Lucindo es calificado de hidalgo al inicio de la obra, y el Capitán alude constantemente al dinero en su intervención. Señala Ziomek que, aunque Lope no fue el único dramaturgo en llevar esta institución a sus obras, quizás sí podría atribuírsele la paternidad (1982: 865) dada la cantidad de material sobre la cuestión, tanto de la dote como del mayorazgo, que aparece en ellas.
A pesar de la consideración de la mujer como ser inferior y débil, a la mujer se la destina al gobierno de la casa, y, como también apunta Sacramento Martí, doce de los versículos que comenta Fray Luis en La perfecta casada están «dedicados a la obligación que estas tienen de cuidar y acrecentar los bienes familiares» (2004: 379) y es que este autor describe y aporta detallados consejos sobre cómo debe regir la casa, acrecentando la hacienda cuando fuere posible y señala como ejemplo de la más perfecta mujer a la mujer de labranza, pues tiene ocupación y ganancia (León, 1987). La mujer en tanto que el espacio al que está destinada es el hogar, debe ejercer su función dentro de la estructura social sabiendo llevar la casa, que actúa, a su vez como modelo a pequeña escala de la sociedad.
- MP si no es mi
- MP P3 dormida
Avergonzada.
Aunque para el lector actual este verso tenga ecos calderonianos, La vida es sueño fue escrita en 1635, casi treinta años después que la obra que nos ocupa. El tópico
de la vida es sueño o la vida como sueño estaba ampliamente extendido durante el barroco
y fue un tema común que muchos dramaturgos incluyeron en su producción. Este tópico
enlaza con el de la vida como teatro, un lugar común que viene de antiguo, pues ya
se encuentra dentro de la filosofía estoica. Así pues, esta corriente de pensamiento,
de la vida como sueño, se extiende y durante el siglo XVII lo desarrollarían en sus
escritos filósofos como Descartes, quien, en sus Meditaciones metafísicas se preguntaría cuál era el modo de distinguir el sueño de la vigilia, pues si al
soñar se vive lo mismo que despierto ¿qué certeza queda? Así, Fenisa había ensoñado
de manera tan vívida que su relación con Lucindo era posible, que la petición de Bernardo
ha venido a sacarla de esos sueños, de esa «fe de un sueño que dormía» (v.570) que
la ha hecho confundir realidad y sueño. Schevill (1910: 109) señala que la comedia
áurea en general «is a drama of stereotyped phrases» en relación con la repetición
de la frase que nos ocupa en diversas comedias que algunos autores habían empleado
para situar su composición en fecha posterior a la escrita por Calderón, una frase
que encuentra en La discreta enamorada, pero también en un villancico de Ruíz de Alarcón, o en la Galatea de Cervantes (Schevill, 1910: 109). Encontramos una frase similar en Adonis y Venus: «que bien sé/ que los sueños, sueños son (vv. 1942-1943); igualmente en Audiencias del rey don Pedro, El desprecio agradecido y Belardo el furioso, por ejemplo.
- MP (Omite esta acotación. )
- P3 pudo
- MP Hablan aparte el Capitán y Belisa.
- P3 honras
- MP cana
Muralla baja que se encuentra entre el foso y la muralla. Covarrubias recoge en su Tesoro de la Lengua el sentido metafórico en que se emplea en el juego de palabras entre barbacana*
Obsérvese cómo se completa la metáfora militar iniciada en el verso anterior, especificando a qué servirá de barbacana el anciano capitán, sin olvidar el papel que tiene la doncella manteniendo su honor y virtud. Esta metáfora tiene sus raíces en un tópico clásico, el de militia amoris, la milicia del amor, por la que todo lo relacionado con el amor se entiende y relaciona con una batalla.
- MP lleguen aquilates de oro
P3 omite este verso
Cabello rubio. El canon de belleza femenino renacentista es el de la donna angelicatta, mujer rubia, de tez pálida, labios rosados, como lo describe Garcilaso de la Vega en su Soneto XXIII, un ideal que, aunque con modificaciones, se mantiene en el Barroco, como bien evidencia el famoso soneto de Góngora «Mientras por competir con tu cabello».
Gusto y complacencia.
Era habitual que se celebraran torneos y juegos de cañas en el Prado de San Jerónimo.
Como señala Carmen Sanz Ayán los torneos no eran meras justas bélicas, sino que, en
ocasiones, conformaban «verdaderas “representaciones” con un aparato escenográfico
rico y complicado» (Sanz Ayán, 1999: 51).
Esta afirmación de Fenisa confirma que en el momento en que sucede la obra, Madrid era la capital de la corte. Madrid fue capital de la corte entre 1561 y 1601 después de ser trasladada desde Toledo. En 1601 esta se trasladó a Valladolid, donde permaneció cinco años, volviendo de nuevo en marzo de 1606 a Madrid. Así pues, teniendo en cuenta la posible datación sobre la fecha de escritura de la obra que proponen tanto Arata (2000) como Tyler (1952), la comedia sucedería en este mismo 1606, especialmente si tenemos en cuenta la contemporaneidad que exige la comedia urbana.
- P3 mandáis
- MP al
- P3 atajarte
Servir también cuenta entre sus distintas acepciones con la de «cortejar o festejar
a alguna dama, solicitando su favor» (Autoridades).
- MP perdonadle
P3 omite esta acotación
Sobre estos versos, señala Stefano Arata en su «Introducción» a la edición de El acero de Madrid que «Madrid, con sus calles, sus casas, sus rincones, es el teatro de esta épica de amor, que transcurre no en una lejana ciudad heroica, sino en el hic et nunc del espectador urbano. A quien es capaz de navegar por su mar proceloso, lleno de falsas apariencias, trampas e insidias, Madrid le recompensará con el ansiado puerto donde le esperan el amor y el honor. […] Como explica Fenisa, la discreta enamorada» (Arata, 2000: 57). Joaquín de Entrambasaguas hace concretamente referencia a estos versos en el Discurso correspondiente a la solemne apertura del curso académico 1962-1963 en el que tratará sobre Góngora y Lope ante la coyuntura del Renacimiento y el Barroco y sobre ellos señala, en una nota a pie, que frente a la interpretación más bien elogiosa, habría que verlos como irónicos, refiriéndose no a la definición de discreción como «don de expresarse con agudeza y oportunidad», sino en relación con la «nueva actitud española […] en torno al intrigar y el solicitar» (Entrambasaguas, 1962: 53), señalando la necesidad de un mayor estudio sobre este concepto como una actitud dentro del Barroco.
La acción se traslada ahora a la calle, frente a la casa de Gerarda.
Aquí se produce una paronomasia, que a lo largo de la obra se repite, creando un sutil
efecto humorístico. Mientras las galerías son la parte alta y acristalada en las casas,
las galeras son un tipo de navío que se empleaba para castigar a los presos a trabajos
forzosos con el fin de disciplinarlos. Lucindo toma este sentido, indicando que bien
preferiría estar sufriendo el tormento de un preso que rema, que esperando a que Doristeo
salga de la casa de Gerarda, ya que este tarda mucho en salir.
- MP un
- MP aficción
- MP Gerarda a una reja y sale Doristeo y Fineo. (Esta lectura confunde el nombre de uno de los personajes, un error que no se mantiene en el resto del testimonio ya que en el v.1646 indica claramente “Buscar a Finardo quiero”. )
Como señalábamos en la nota al verso 126, hay varios amagos de peleas con espada que, sin embargo, son abortados antes de que tal riña suceda.
Estocadas. En la época, tirar se utilizaba, específicamente en la esgrima, como sinónimo de dar la estocada. Podemos encontrar ejemplos en el Tratado completo de esgrima de Lafaugère donde, entre las órdenes del maestro encontramos con frecuencia la de «tirar derecho» (Lafaugère, 1841: 194).
- MP hablarla
Reportar significa «refrenar, reprimir o moderar alguna pasión del ánimo, o al que la tiene» (Autoridades).
- MP serás
«Parte o porción que se da a los criados para su alimento diario» (Autoridades).
personaje de gran popularidad en el romancero viejo, pertenece al ciclo de Montesinos, pues se supone que era primo de este. Señala Díaz-Mas (2019) que se trata de «un personaje inventado por la tradición carolingia hispánica, y que toma su nombre de la espada de Roldán». Eterno enamorado de Belerma, de la que nunca consiguió su favor, cuando estaba a punto de expirar pidió a Montesinos que le sacara el corazón para llevárselo como ofrenda a su amada. En el romancero general, se registra la historia completa en los romances 382, 385-391 (Durán, 1834: 254; 258-261), además, se satiriza la historia de amor en los romances 436, «Durandarte», y 437, «Belerma».
apelativo que emplea Amadís, el protagonista del Amadís de Gaula cuando, al ser desdeñado por Oriana, se retira a la Peña Pobre. Se trata de un pasaje harto conocido en la época, y el propio Cervantes lleva a Alonson Quijano, en el Quijote, capítulo XXV, a imitar a Amadís. La escena del retiro la retratra muy bien el higaldo: «Amadís fue el norte, el lucero, el sol de los valientes y enamorados caballeros a quien debemos de imitar todos aquellos que dejado de la bandera de amor y de la caballería militamos. […] y una de las cosas en que más este caballero mostró su prudencia, valor, valentía, sufrimiento, firmeza y amor, fue cuando se retiró, desdeñado de la señora Oriana, a hacer penitencia en la Peña Pobre, mudando su nombre en el de Beltenebros, nombre por cierto significativo y propio para la vida que él de su voluntad había escogido» (Cervantes, 2009:343-344). El Cancionero General recoge tres romances (335-337) de la primera mitad del XVI (Menéndez Pelayo, 2018: 257) sobre Amadís y Oriana y la escena de la penitencia, aunque en ellos no aparezca este sobrenombre que sí recoge Cervantes.
“pendencia, riña o contienda” (Usual), también puede referirse a imaginaciones que se ven como posibles aún sin serlo.
Si tenemos en cuenta la mención anterior a Baltenebros, podría relacionarse este verso:
“¿para qué son las quimeras?” como una recriminación a los inventos y tretas que traza
Lucindo fingiendo buscar a una Estefanía inexistente con el fin de darle celos, del
mismo modo que sucede con Amadís y Oriana, cuando cree que este ha aceptado el amor
de otra doncella y lo aleja de sí, marchándose Amadís a la Peña Pobre.
- MP tuercen
- P3 aer
«la destilada con azahar, o con infusión de la misma flor» (Autoridades). Se trata de una bebida con propiedades relajantes, que solía administrarse a personas que, o bien estaban nerviosas, o bien habían sufrido una fuerte impresión o desmayo, como sugiere Gerarda que se encuentra Lucindo tras verla.
en lenguaje de germanía, maco equivale a bellaco. Sugiere Chamorro que puede tratarse de una contracción de macaco, aunque suele ser con el significado de tonto (Chamorro, 2002: 548) que, en este caso, aparecería deformada con esa a protésica.
- P3 a martelar
“obra en que se motejan y censuran las costumbres, u operaciones, o del público, o
de algún particular. Escríbese regularmente en verso” (USAL).
“se llama a la memoria de que se debe componer alguna cosa, y el modo de hacerla”(Autoridades). En este punto cabe remitirse a los famosos libelos satíricos contra Elena Osorio
que le valieron a Lope el destierro, durante dos años del reino de Castilla y durante
ocho de la ciudad de Madrid. Osorio era hija del empresario teatral Jerónimo Velázquez
y parece ser que fue una joven de gran belleza e intelecto (Sánchez Jiménez, 2018:
50-51). La joven estaba casada desde 1576 cuando inició sus amores con Lope alrededor
de 1580, lo que no supuso un gran inconveniente para los jóvenes. Sin embargo, con
la aparición de Francisco Perrenot de Granvela, nuevo pretendiente de Elena, la relación
se enturbió, lo que unido a las presiones familiares desembocó en una ruptura (Sánchez
Jiménez, 2018: 55-56). Como consecuencia, a partir de 1587 el dramaturgo difundió
libelos satíricos contra la familia, motivo por el que el propio Velázquez se querelló
contra Lope, iniciando una causa que terminaría en el destierro del Fénix.
- P3 cantoleta
Según Covarrubias es un conjunto sonoro que hace mucho ruido, resultante de una gran
variedad de instrumentos.
desde mediados del siglo XVI se conoce la existencia de coches en Madrid, que eran importados desde Alemania. El número de vehículos aumentó considerablemente al convertirse la ciudad en Corte de nuevo en el XVII (Deleito, 1946: 252), por lo que no es de extrañar que se mencionen en las comedias de la época, a las que alude Deleito (1946: 257-258; 265-266). Tal fue su popularidad que incluso existían maestros de coches gremiados ya en el XVII. Habitualmente eran arrastrados por mulas y se convirtieron en un lugar en el que la gente de la nobleza se citaba en sus encuentros amoroso (Díez Borque, 1976: 39; Deleito, 1946: 271). Era, como ya hemos indicado, costumbre acudir al Prado en coche.
reelabora la frase hecha «lengua de escorpión» que, según Autoridades, es la «ponderación y expresión de un maldiciente: y así del que habla y murmura con demasiada libertad del próximo se dice que tiene lengua de escorpión».
- MP halles
- MP ponesme
- MP esos
- MP volverla
- MP decirla
- P3 ¿Qué te parece?
- MP esas
- MP le
- MP tracilla es bien escogida (Consideramos que hay hiato en tracilla es.)
- MP P3 yo
- MP P3 como él
- MP Cuándo
Picar aquí adquiere el significado de “enojar y provocar a otro, con palabras u acciones”
(Autoridades).
- P3 Materete
Las harpías son mujeres aladas o aves de rapiña con cabeza de doncella y garras afiladas, hijas de Taumante y Electra. Son dos, Aelo y Ocípete, pero pueden ser tres, añadiéndose a ellas Celeno. Son conocidas como raptoras de almas y niños. Que se compare a Gerarda con una harpía implica que la consideren una mujer malvada.
señala Covarrubias que Argel es una ciudad marítima de África «asaz conocida por el daño que de sus cosarios recibe toda la costa de España». Argel, no obstante, según señala Autoridades, puede emplearse también como equivalente de esclavitud cuando se trata de una voz poética. En este sentido, Lope construye un oxímoron al llamar a Gerarda dulce Argel de mis sentidos de mis sentidos de mi sentido , pues todo él es ya esclavo de las tretas de la cortesana, aunque es dulce esclavitud, por ser consentida.
- MP de mi sentido
- MP adora
en lenguaje de germanía, cortar la cara equivale a dar una puñalada en el rostro (Alonso Hernández, 1976: 233).
estos tres versos contraponen de manera clara las consideraciones que se tienen tanto de Fenisa como de Gerarda, siendo la primera doncella, y con decir eso basta, pues decir eso equivale a que se trata de una joven que no solo «no ha conocidos varón» (Autoridades), sino que sigue el modelo de regimiento de vida recomendable para una joven soltera; contrariamente, de Gerarda se afirma que es cortesana o «mujer libre, que vive licenciosamente» (Autoridades), y justifica las palabras peyorativas que previamente había dicho Lucindo sobre ella y el capitán creía que era sobre Fenisa.
- MP aquella
- MP cuando tú me
- MP Propria
- P3 Lucinda
la alcagüeta es un tipo de largo recorrido en la literatura, con especial representación en la áurea. Surgido con la Trotaconventos del Libro de buen amor del Arcipreste de Hita, fue ampliamente difundido y conocido a partir de la aparición de La Celestina. Se trataba de viejas cuya principal dedicación era la de actuar de terceras, cuando no reconstruir virgos o preparar pócimas y hechizos de dudosos efectos mágicos. Encontramos casos de alcahuetas en numerosas obras del teatro clásico español, no siendo desconocido en absoluto para Lope, quien la introduce como personaje y como referencia en comedias como El galán Castrucho, La francesilla o El mesón de la corte, así como en su novela La Dorotea. Un tipo que no se limita, evidentemente, a este dramaturgo, y que encontramos en otros como Gil Vicente en su Comedia de Rubena, o en La lozana andaluza de Francisco Delicado por poner algunos ejemplos.
- P3 tierna
«vale también impostura, o falsa atribución de alguna culpa» (Autoridades).
- MP la
“falto de fe y palabra. Es formado de las voces fe y mentir, porque miente o falta a la fe y palabra” (Autoridades).
La ropilla es una prenda corta que los hombres vestían sobre el jubón, mientras que
las calzas son aquellas prendas que los hombres vestidos a la moda usaban para cubrir
las piernas y el cuerpo hasta la cintura. Existen varios tipos de calzas: las enteras,
una pieza muy ajustada; las calzas-bragas, como un pantalón corto ajustado y de dos
piezas, medias calzas y muslos. Ver Carmen Bernís (1964: 79-80). Existía la costumbre,
por parte de los señores, de regalar ropa a los criados como recompensa por un buen
servicio.
Al final de esta primera jornada conocemos bien las características de Fenisa y será,
a partir de este momento cuando reciba el nombre de la discreta enamorada que da título
a la comedia y que la protagonista se ha ganado gracias a las tretas que elabora para
poder lograr el amor de quién ella desea. La discreción es una característica que
como ya hemos apuntado, aparece asociada a la joven desde el principio de la comedia.
Jornada II
Según Autoridades, mantilla o toca corta de que usan las mujeres para cubrirse hasta, aproximadamente, la altura de la nariz.
Según señala Díez Borque (1976: 39) en Sociología de la comedia española, era costumbre citarse en las fuentes, si bien era una práctica más propia de lacayos que de nobles, ya que estos últimos disponían de coches donde encontrarse. Ya se ha hecho referencia a la existencia de fuentes ornamentales en el Prado.
según Covarrubias “en las fuentes labradas llaman tazas aquellas copas grandes sobre que cae el agua, por ser ancha y tendida”.
aunque no encontramos el origen de esta expresión (que pensamos que podría ser frecuente en la época por la respuesta de Doristeo), hallamos la misma en otras comedias de Lope. En La burgalesa de Lerma, el Conde dirá: «Pues vaya, que todo es prado» (Vega, 2016a: v. 2903), mientras en El desposorio encubierto Elisa empleará la misma expresión.
Templar es afinar el instrumento o la voz.
Según Covarrubias , en los instrumentos de cuerdas, como vihuela, y guitarra, la cuerda primera y más delgada. Es decir, se le ha destensado la primera cuerda.
- P3 podéis
En el libro de José María Alín y María Begoña Barrio Alonso Cancionero teatral de Lope de Vega (1997: 291) se recoge esta canción entre las no identificadas. Es decir, que no hay constancia de que aparezca recogida en ningún cancionero previamente a la composición de la obra, ni que haya trascendido posteriormente convirtiéndose en canción popular como sí sucedió en otros casos.
- MP la
- P3 guarda
- P3 Her.
Corregimos la errata de P3, pues es evidente que se trata de una intervención de Lucindo.
Hero, sacerdotisa de Afrodita que vivía en Sestos, esperaba cada noche a Leandro, quien cruzaba a nado el estrecho entre Sestos y Ábidos guiado por una lámpara que la joven encendía cada noche en lo alto de su torre. Una noche de tormenta la lámpara se apagó y Leandro pereció ahogado. A la mañana siguiente, al descubrir su cadáver, Hero se suicidó. Así pues, Lucindo considera que Fenisa esperará pacientemente en su torre, es decir en la ventana, su llegada. El mito de Hero y Leandro fue muy difundido y cultivado en la literatura española de Cancionero y, de ahí, se mantuvo su pervivencia durante el Siglo de Oro. Una de las fuentes principales del mito la encontramos en el poeta Museo, quien cuenta la historia con mayor profundidad y detalle, sin embargo, es en poetas como Virgilio u Ovidio en quienes encontramos ya alusiones a la historia, también en Marcial o Estacio. El primero en cultivar el tema dentro de la literatura española sería Garcilaso inspirado en el epigrama XXV de Marcial (Franco Durán, 1994: 67). Boscán ampliaría el tema a partir de la influencia garcilasiana completándola con la más extensa narración de Museo. Hurtado de Mendoza introdujo el género de la fábula mitológica y en ellas trata el mito que nos ocupa, sin embargo, su inspiración proviene de Virgilio (Franco Durán, 1994: 74). El motivo se extendió ampliamente: en el Cancionero General de Hernando del Castillo hay una composición anónima desde la perspectiva de Hero, al igual que en Flor de Enamorados de Timoneda, aparecen romances que recuerdan la historia y así, otros ejemplos que pueden consultarse en el estudio de Franco Durán (1994). Nos encontramos, por tanto, ante una referencia mitológica que seguramente sería ampliamente conocida por el público de la época, que bebe de la tradición grecolatina, pero que se reelabora a su manera en el Siglo de Oro, como en el Soneto XXIX de Garcilaso sobre la muerte de Leandro, y con composiciones satíricas o burlescas como las de Góngora y Quevedo, por ejemplo, que forman parte, a su vez, de composiciones que no están centradas en este motivo, sino que son alusiones utilizadas para mostrar la propia situación de los enamorados protagonistas de la comedia. Lope recurre a ellos en diversas comedias como Los bandos de Sena y Amar como se ha de amar.
- P3 con otro Ero
- MP está como otra Hero
Corregimos el error evidente.
llamada también ferreruelo, es, según Autoridades una «capa algo larga, con solo cuello, sin capilla». En el «Glosario de voces» sobre indumentaria, Madroñal lo recoge como «capa corta, a veces de terciopelo, con cuello alto que se usaba ya en el XVI» (2000: 266). Se la indica como prenda característica del alcalde villano o cortesano del teatro breve, aunque aquí lo usa el criado Hernando. En este pasaje, en que el criado se hará pasar por Estefanía, convertirá el herreruelo en saya.
Tener la barriga a la boca significa “hallarse en días de parir” (Autoridades), es decir, esta escena, cargada de humor en que Lucindo pide a Hernando que se haga
pasar por mujer para dar celos a Gerarda, el criado pide al amo que lo proteja en
su nueva condición femenina, pues si no, no sería de extrañar que se lo pudiera encontrar
preñado.
- MP Vase
Corregimos la errata evidente.
Metáfora que refleja una doble concepción de los celos, por un lado, una visión negativa, basada en cómo estos adormecen la razón, por otro, una visión más positiva, de los celos como estímulo que pone al enamorado alerta (esta concepción antitética de los celos ha sabido verla bien Simone Trecca (2007:133) en su estudio sobre la influencia de La discreta enamorada en el teatro italiano al que nos hemos referido ya en la introducción).
- MP (¡Cielos!)
Ropa aquí equivale a vestido notorio.
se refiere a la pastilla de boca, una masa de azúcar a la que se añaden polvos olorosos. Señala Deleito en La mujer, la casa y la moda, que se utilizaban para combatir el mal aliento pero «aun sin padecer tal incomodidad, las usaba la gente distinguida» (Deleito y Piñuela, 1946: 190). Resulta paradójico entonces que siendo Hernando en hábito de Estefanía se ensalce su vestido notable y su buen olor, no siendo más que un criado vestido con un herreruelo a modo de saya.
El quinto elemento de la naturaleza es el éter que, según Aristóteles, constituye la materia del cielo. Los otros cuatro elementos de la física griega eran la tierra, el aire, el agua y el fuego. El quinto, en consecuencia, es el último, por lo que no forma parte del cómputo estricto, pero, simultáneamente, es también su quintaesencia, el que los contiene a todos. Se refiere, humorísticamente, al trasero con esta antilogía, pues el éter es un fluido gaseoso sin peso.
- P3 Lucindo
- P3 ya se altera y inquieta
«El agasajo que se dá por las tardes para beber, que ordinariamente consta de dulces, y algunas veces se extiende a otras comestibles: como son ensaladas, fiambres, pasteles» (Autoridades).
- P3 lindamente lo has hecho
- MP Lindamente hecho lo habemos
- MP Vanse.
enojada.
seco.
- P3 Geralda
- P3 espe
Seguimos la secuencia de partidos propuesta por MP, ya que en P3 no se cumplen las condiciones métricas ni rítmicas de la redondilla.
- MP ¿Yo tu bien?
- MP prueba
- MP prenda
- P3 (Omite este personaje.)
las cotas eran armaduras para proteger el cuerpo, mientras el broquel era una especie de escudo redondo de madera con borde metálico. Es decir, la noche madrileña tiene mucho que ofrecer a quienes se lancen a ella sin reservas, desarmados, dispuestos al placer.
seguramente se refiera al agua de nieve, es decir, al agua enfriada con nieve o hielos. A principios del XVII (aproximadamente 1607) en Madrid, Pablo Xarquíes comenzó a construir pozos de nieves en los que almacenaba la nieve de la Sierra con el fin de poder suplir más fácilmente la demanda de nieve, cuyo consumo se había generalizado en la corte. Tan frecuente fue el uso y consumo de hielo que este negocio funcionó hasta 1863, poco antes de la aparición de las fábricas de hielo, y se creó un organismo regulador, la Casa Arbitrio de la Nieve y el Hielo de Madrid y el Reino.
se refiere seguramente al pastel de carne o pescado, no a un dulce, sino más bien «una empanadilla hojaldrada, que tiene dentro carne picada o pistada» (Covarrubias). Hay que tener en cuenta que la marcada distinción entre dulce y salado actual no existía en el Barroco y, aunque por lo general el pastel era una preparación salada, se encuentran, en muchos casos, recetas que combinan ingredientes salados con azúcar de manera similar a la actual pastela marroquí. Señala Deleito que los pasteles eran muy baratos y «[p]or su escaso precio y por la poca pulcritud para su fabricación, propia de aquella época desaseada, los tales pasteles eran frecuentemente inmundos» (Deleito y Piñuela, 1946: 118), según varias alusiones satíricas que realiza Quevedo sobre los pasteles.
Denominación del asterismo o dibujo que forma la constelación de la Osa Mayor, sirve, por su posición en el cielo, para orientar la situación y la hora.
Seguimos la secuencia de versos partidos propuesta por MP pues en P3 no cumple los requisitos métricos y rítmicos de la redondilla.
- MP y
La acción se traslada a la calle de los Jardines, frente a la casa de Belisa y Fenisa.
- MP quién ha
- P3 su
Puñadas, golpes dados con la mano cerrada, generalmente en la cara.
- MP Asómase Fenisa a una reja.
- P3 ajado
«en el juego de los naipes y otros en que hay envite, es tener mala suerte; y por ampliación vale no conseguir lo que se desea, salir mal y contra lo que se solicita» (Autoridades).
el criado Hernando parafrasea los versos del Romance xvii de los Romances del Cid. Arias Gonzalo fue el albacea de Fernando I de León, quien participó en el cerco
de Zamora y sobre el que encontramos los siguientes versos a los que parece hacer
referencia Hernando:
Día era de San Millán, ese día señalado,
todos duermen en Zamora, mas no duerme Arias Gonzalo.
«Huerto ameno» (Autoridades) muy adecuado para tratarse de una casa en la calle de los Jardines. Podría ser también un juego de doble sentido.
sinónimo de alcahuetas (véase nota al verso 1033).
- P3 merezcáis
- P3 Lucindo
P3 atribuye equivocadamente la intervención a Lucindo. MP Fen. Enmiendo el error.
era común, en la época, llamar varonil de manera halagüeña a la mujer que se sale de la norma en algún aspecto positivo. Fray Luis, por ejemplo, en La perfecta casada toma la expresión «mujer varonil» como el equivalente a mujer de valor, que «quiere decir virtud de ánimo y fortaleza de corazón, industria y riquezas, y poder y aventajamiento, y finalmente, un ser perfecto y cabal en aquellos casos a quien esta palabra se aplica; y todo esto atesora en sí la que es buena mujer» (León, 1987: 86). La mujer varonil en el teatro se populariza alrededor de 1570 según señala McKendrick en Woman and Society in the Spanish Drama of the Golden Age, estudio al que remito para un análisis detallado de esta figura. McKendrick (1974: 45) remite a Gil Vicente y El auto de la sibila Casandra como uno de los primeros ejemplos de mujer varonil y sigue trazando su genealogía con Juan de la Cueva, de quien señala que ya crea un prototipo femenino vestido de hombre (1974: 51) y mujeres de gran carácter e inteligencia. También Virués, quien según McKendrick (1974: 61) pudo estar muy influido por de la Cueva, tuvo afición a presentar caracteres femeninos que encajarían bajo el membrete de mujer varonil. Entre las posibles fuentes de este tipo se hallarían el Orlando enamorado de Boiardo y el Orlando furioso, fuentes que encuentra en la mujer esquiva cervantina (1974: 76) y justificaría ese surgimiento del tipo no solo por el contacto entre dramaturgos y compañías, sino a partir de unas fuentes clásicas comunes reelaboradas, como el Decamerón de Boccaccio, fuente de La discreta enamorada.
Según Autoridades “se toma también por lo mismo que recado, que es como ahora se dice”.
Aunque Lucindo ya había comprendido cuál era el plan de Fenisa gracias a Hernando, esta le explica cómo a partir de ese momento todas las quejas dirigidas al capitán por el comportamiento de Lucindo constituirán mensajes que esta quiere que el joven reciba.
con esta expresión no se refiere a la celebración del matrimonio, sino a la consumación sexual de sus amores.
- MP desengañadme
según Covarrubias se trataría de un ave doméstica con bello cantar. Una de las comedias que mayor impacto tuvieron en el teatro italiano lleva por título La Calandria, compuesta por Bernardo Dovizi da Bibbiena representada en 1513 y de la que surgen las disfrazadas de varón de la comedia de Lope, por lo que podría tratarse de un homenaje velado a dicha comedia.
de este modo, el criado advierte a Lucindo que debe apresurarse en sus conversaciones con Fenisa pues va a amanecer, tal y como se insiste en los versos siguientes. Desde el verso 1555 hasta el presente observamos una composición que formaría parte del arquetipo de la canción del alba. Señala Fuente Cornejo como «canción de alba toda composición lírica de connotación dolorosa en la que dos enamorados que se han encontrado durante la noche tienen que separarse al romper el alba para evitar ser descubiertos» (Fuente Cornejo, 2001: 53-54). Si bien el alba cumple distintas funciones, la más generalizada es la que supone el momento de la despedida de los amantes. Con frecuencia, el tema del amanecer aparece acompañado del canto de las aves, en este caso tanto de la calandria como de la codorniz, que le avisa de que llega el momento de marchar. Se trata de un tema cuyo origen puede encontrarse en la literatura clásica (López Castro, 2001: 43-44), concretamente en Ovidio, y continúa en la lírica provenzal, en las jarchas (López Castro, 2001: 48) y en los cancioneros castellanos. Un tópico de «larga tradición culta y popular dentro de la lírica hispánica» (López Castro, 2001: 50) y se observan ecos, o directamente transposiciones, de estas canciones del alba en obras como El libro de buen amor o La celestina, lo que evidencia la amplia difusión y reelaboración del tema en el periodo, hasta pasar a la lírica culta.
También llamado lucero del alba o de la mañana, se refiere al planeta Venus, que es
visible en el cielo unas horas antes de la salida del Sol. En estos versos, los personajes
emplean toda una serie de referencias celestes para constatar el paso de las horas
durante la noche, pues previamente Finardo se ha referido a la posición del carro
u Osa Mayor para calcular cuándo se acerca el amanecer y ahora es Hernando quien se
refiere a la posición de Venus para avisar de que va a amanecer, apoyándose, además,
en el canto de las aves para confirmar que pronto será de día.
Abreviatura de casa.
este verso en concreto, recuerda a un conocido villancico perteneciente al motivo del alba, tratado en la nota al verso 1556, que reza «ya cantan los gallos, buen amor, y vete, cata que amanece». Señala Fuente Cornejo (2001: 55), al que remito para un mayor análisis sobre el tema y sus ejemplos, que, en las diferentes variantes del esquema general, suelen ir unidos tanto el motivo del canto de las aves, como la súplica (vete) de uno de los amantes. Entre los versos 1555 y 1565 observamos que el criado Hernando va preparando el terreno a la canción que terminará con el «vete, mi amor, que amanece» por parte de Fenisa, de modo que nos encontraríamos ante una singular canción del alba a dos voces en la que uno de los participantes no es el enamorado sino su ayudante, que avisa también al galán de la cercanía del amanecer y, por tanto, de la despedida.
en la época era costumbre en los amantes el entregarse pequeños objetos o prendas como cintas o listones como símbolo de su amor. Es destacable cómo en estos versos Fenisa muestra su deseo erótico e iniciativa amorosa sin ambages, al igual que se observa unos versos antes (vv.1538-1539).
- P3 (Omite esta acotación.)
- P3 escandalizas
- MP una hermana tengo
- MP que Estefanía se llama
Estos dos versos resumen las posibilidades que generalmente se daban ante un caso de honra: o el enfrentamiento en duelo de aquel que ha sido agraviado, padre o hermano de la dama, contra quien ha cometido la ofensa, o el concierto de una boda entre el galán y la dama que resuelva la afrenta en una solución menos sangrienta. Un ejemplo de duelo en la comedia es el que se plantea Más pueden celos que amor.
- MP Salen Belisa, el capitán, Fenisa y Fulminato.
Una sala en casa de Belisa.
- P3 MP despena
- MP mejor, mejor
- P3 que a mi edad
Corregimos a perezca, pues la repetición no parece hacer sentido.
- MP mal
- MP seas
- MP tu
Enmiendo a lo que parece tener más sentido para el contexto.
señala Tejeiro Fuentes (2006) en su estudio «Portugal en la vida y obra de Cervantes» que el personaje del portugués solía aparecer en la literatura de este escritor desde dos puntos de vista diferenciados que coinciden con los que observamos en estos versos. El primer de ellos, el de los vaivenes políticos y la relación entre España y Portugal. El segundo, por la fama de enamoradizos y galantes de los portugueses (Tejeiro Fuentes, 2006: 693-694), apoyada en la sonora melosidad de su lengua. Seguramente el tópico del portugués seductor o seducido fuera sobradamente conocido, pues entre las obras de Lope encontramos una titulada El más galán portugués (1610-1612). Además, desde Felipe I, los reyes de España lo eran también de Portugal por lo que no era de extrañar que tuvieran soldados desplegados en esta zona.
- P3 A Dios
Contracción de enhoramala o en hora mala. Es expresión de desprecio o enfado.
Belisa llama a una criada que no tiene más papel en la comedia. Tan solo se nombra en dos ocasiones, en esta y más adelante menciona Hernando que va a hablarla y que es «dama encubierta» (v. 2942).
- MP ella
“Aprovecharse y valerse de ella en oportunidad y tiempo, sin malograrla” (Autoridades). Fenisa aprovecha la ocasión para organizar un nuevo enredo, fingiendo ante Belisa
que Lucindo le envía papeles en que pide casarse con su madre.
Para la furia y la batalla, obviamente. Belisa recrimina al capitán su actitud recelosa, que le lleva a desconfiar de toda la casa ya que no se fía de su hijo, Lucindo.
- MP dices
«causar u ocasionar. En este sentido se usa con la partícula A» (Autoridades).
joven. Significa también «el que está por casar, aunque tenga mucha edad» (Autoridades). Ironía acerca de la condición de la madre, pues tanto Bernardo como Belisa acaban siendo ridículos por no aceptar su edad y pretender ambos un matrimonio con dos jóvenes. Lope acentúa la situación poniendo en boca de sus personajes este tipo de afirmaciones.