Alexandre Hardy, La belle Égyptienne

La bella gitana





Texto utilizado para esta edición digital:
Hardy, Alexandre. La bella gitana. Traducida y anotada por Miguel Ángel García Peinado y Ángeles García Calderón, para la colección EMOTHE. Valencia: ARTELOPE Universitat de València, 2018.
Adaptación digital para EMOTHE:
  • López Martínez, José Enrique (Artelope)

ARGUMENTO

El incomparable Cervantes entre sus novelas ejemplares más dignas de elogio y de admiración, refiere que Constanza, hija del Corregidor* de Sevilla, fue en su más tierna juventud raptada por una vieja gitana que le enseñó los secretos del oficio: sin embargo Constanza, que había nacido en la virtud, no dejó que ésta no siguiera brillando en su alma, al igual que su belleza, viviendo entre esta canalla vagabunda, en la que el vicio tiene asentado su imperio; de tal modo, que don Juan de Cárcamo, hijo único de una noble y opulenta familia, se enamoró perdidamente de ella hasta llegar a prometerle matrimonio, llegando a vestirse de gitano y adoptando la vida de éstos. Durante su vida como tal, sucede que cierta aldeana rica, para vengarse de la afrenta de un rechazo amoroso sufrida por este nuevo caballero gitano lo culpa de un robo, encargando de resolver la afrenta a un soldado emparentado con ella al que don Juan mata en la plaza tras recibir una bofetada de él. En el tumulto que se produce a continuación, la justicia local arresta a los gitanos y hace prisionero a don Juan, quien por intercesión de su Preciosa, reconocida casualmente como hija del Corregidor, queda liberado casándose con ella y dando lugar a una indecible alegría, con la que finaliza este precioso argumento.

*Como bien hace constar Rigal «le sénéchal de Séville» en Hardy, y «le corregidor de Murcie» en Cervantes (Alexandre Hardy et le théâtre français à la fin du XVIe siècle…, p. 495). En español las acepciones de senescal son las siguientes: 1. En algunos países, mayordomo mayor de la casa real. 2. Jefe o cabeza principal de la nobleza, a la que gobernaba, especialmente en la guerra. Dado que de ellas ninguna tenía (ni tiene) aplicación en la estructura política o judicial de España, para una perfecta comprensión del texto traducido hemos creído conveniente volver a la denominación cervantina de corregidor al referirse al senescal o en los parlamentos de éste, pues la acepción 2ª de las cuatro que propone la RAE: 2. Magistrado que en su territorio ejercía la jurisdicción real con mero y mixto imperio, y conocía de las causas contenciosas y gubernativas, y del castigo de los delitos, cuadra a la perfección con la labor del personaje en la obra. Como todo hace indicar que Hardy cambió un vocablo por otro para que la obra fuera más inteligible para sus conciudadanos, la lógica nos lleva a restituir su verdadera denominación al personaje, lo que la convierte en absolutamente comprensible para el lector de nuestra lengua.


LOS ACTORES

DON JUAN DE CÁRCAMO, alias ANDRÉS
PRECIOSA, niña perdida cuando era CONSTANZA DE MENESES
MADRE PUTATIVA, o GITANA VIEJA
DON SANCHO, alias CLEMENTE
GITANO JOVEN
EL CORREGIDOR, DON FERNANDO
DOÑA GUIOMAR, su esposa
PATRIARCA GITANO
GITANO PRIMERO
GITANO SEGUNDO
GRUPO DE GITANOS
CARDUCHA
ALCALDE
GRUPO DE ALDEANOS
SOLDADO
CARCELERO
MADRE DE CARDUCHA

ACTO PRIMERO

DON JUAN DE CÁRCAMO, PRECIOSA, GITANA VIEJA, CLEMENTE

ESCENA I

DON JUANN
X
Nota del traductor

Como en otras muchas obras de Hardy, el comienzo consiste en un largo monologo reflexivo, ilustrativo del clima psicológico de la obra.

Férreo amo de los dioses, mitiga, Amor, mitiga
el rayo dirigido de tu cólera justa,
no exijas, tan cruel, de un profano desprecio,
de un estúpido error que me retenía preso,
5
esta expiación que es más grande que el delito;
o ve que excediera, la compasión magnánima
de una doble corona que ensalza al vencedor,
a quien, más ofendido, muestra menos rigor,
a quien ve que su preso se humilla arrodillado,
10
y con sus propias manos voluntario se ata.
Hasta ahí mi primavera tu poder desafía,
los objetos más raros no podrán conmoverlo,
NarcisoN
X
Nota del traductor

Se trata de una alusión mitológica y metafórica respecto de la insensibilidad amorosa del joven Don Juan.

implacable con miles bellas damas,
donde prende mi hielo el rigor de tus llamas.
15
Pero así como JunoN
X
Nota del traductor

En la mitología romana la diosa del matrimonio.

abate casi siempre
con un poco de humor las tormentas del viento,
lo mismo que la rémoraN
X
Nota del traductor

Género de peces perteneciente a la familia Echeneidae; incluyen varias especies de peces que se adhieren a otros animales marinos más grandes, tiburones, tortugas, ballenas, etc., usándolos como medio de transporte. Tienen el cuerpo alargado, llevando en la cabeza aplastada un "disco de succión", compuesto por entre 10 y 28 láminas transversales móviles que les permiten aferrarse con fuerza a la piel de otro animal grande. El género echeneis (de la familia Echeneidae, del orden Perciformes) fue descrito por primera vez en 1758 por el prestigioso científico sueco Carl Nilsson Linnæus.

paraliza en NeptunoN
X
Nota del traductor

Neptuno en este caso es el equivalente de “la mer”.

el elevado orgullo del navío importuno,
tu no has, el de la AljabaN
X
Nota del traductor

Neologismo para designar al Dios del amor, Cupido.

, contra un arrojado
20
querido elegir a alguien distinguido en grandeza:
objeto que en los lazos de su belleza me ate,
de un vulgar transeúnte la escoria más abyecta,
se extrae de indigno número de aquellas que van
con el cuento en la lengua y el descaro en la frente
25
prediciendo con su arte a riesgo de impostura
lo que un pueblo estúpido llama buenaventura.
Allí mi sol reluceN
X
Nota del traductor

En la edición que consagra a la obra de Hardy: La Belle Égyptienne. Tragi-comédie, texte établi, annoté et présenté par Bernadette Béarez Caravaggi, Bari-Paris: Schena-Nizet, 1983, la investigadora italiana pone de relieve que desde este verso el autor inicia una acumulación de metáforas destinadas a poner en evidencia la diferencia entre su amada: “soleil”, “sainte”, “rose”, “diamant” y los otros gitanos, citados por contraste como “nuaus”, “épines”, “fumier” (pág. 143).

a través de estas nubes;
allí hábil pajarero puso trampas con ligaN
X
Nota del traductor

Se trata de la caza de pajarillos, generalmente tordos, con pegamento; es una práctica perseguida aunque muy antigua. En el levante español la práctica está muy extendida, denominada "parany de tords" que significa trampa para tordos; se utiliza durante el mes de octubre de cada año, coincidiendo con la llegada de aves invernantes. El “parany” es una trampa para pájaros que consiste en un grupo de árboles, por lo general algarrobos, cuyas ramas han sido podadas de forma especial. En ellas se colocan unas varas de madera, de las que parten tallos de esparto o delgadas varillas sintéticas recubiertas de una sustancia adhesiva, la "liga". El método de captura es sencillo: las aves que se posan en el árbol quedan adheridas a las varas de esparto y caen al suelo donde son capturadas y rematadas.

,
allí se ve mi santa como rosa entre espinas,
30
que en las almas humanas ejerce sus rapiñas,
que merece un imperio; y este raro diamante
en este estercolero cerrado es difamado.
Cuanto más el recuerdo busca su etérea idea,
una rabia de amor se agranda desbordada;
35
su frente de alabastro, y sus dos claros astros
do Cupido fulmina sitiado por relámpagos;
caen sus cabellos de oro cual trenzas indolentesN
X
Nota del traductor

Dos posibles interpretaciones para tresses vagabondes: una primera aludiría al carácter viajero y “vagabundo” de los gitanos; una segunda, y posiblemente más sugerente, la que ilustra Baudelaire en su Chanson d’après-midi, cliché clásico de la sumisión del enamorado a la mujer que lo domina, aportándole felicidad y sufrimiento a la vez.

que un amoroso Céfiro hace engarzar en ondas,
y el coral de su boca, doble, que disemina
40
al día mil oráculos, cual si un Dios los dictara,
sus ingenuos modales, su gracia más que humana,
sus bellos senos blancos de visible turgencia,
el corpiño idéntico al de un joven pino,
¿y entre tantas bellezas la máquina guerrera,
45
no bastaría para doblegar a la tierra?
¿Para alzar la prisión cruel que me encierra?
¿Para privarme rápido de comida y de siesta?
Pero recobra el ánimo, y no te desesperes,
el oro al amor sirve, siempre lugar le encuentra,
50
el oro prende, mago, el fuego en el hielo,
en oro fluyó Júpiter a la torre de bronceN
X
Nota del traductor

Alusión al episodio de los amores entre Júpiter y Dánae: Acrisio, rey de Argos y padre de Dánae, había encerrado a su hija Dánae para que esta no tuviera hijos, y no se cumpliera la predicción del oráculo de que él no tendría más hijos y de que el hijo que nacería de Dánae lo mataría. Encerró a su hija en una cámara broncínea (según otros mitólogos fue aislada en una cárcel subterránea, o en una torre de bronce). A pesar de estar vigilada por perros feroces Júpiter, atraído por su belleza, fluyó cayendo como lluvia dorada y la fecundó, pariendo un niño al que llamó Perseo.

donde su bella amante presa en vano se hallaba,
sólo una rama de oro el bravo hijo de Anquises
llevó al preguntarle cual sagrada licenciaN
X
Nota del traductor

El verso alude al pasaje de la Eneida en que Eneas (informado por la Sibila de Cumas de que tenía que arrancar una rama de hojas doradas para protegerse cuando se aventurara en el Hades en busca del consejo de su padre muerto), se provee de una rama de oro para rescatar a su padre, Anquises; Eneas y la Sibila de Cumas presentan la rama dorada a Caronte, el barquero del Hades, para conseguir entrar. El pasaje sería uno de los argumentos que expondría el antropólogo escocés James George Frazer (1854–1941) en su obra The Golden Bough, A Study in Magic and Religion, título que se inspira en el episodio mencionado perteneciente al Canto VI de la Eneida. El antropólogo y etnólogo escocés aportaría informaciones sobre las sociedades antiguas griega y latina, tratando de poner de relieve en su obra una concepción sintética de los mitos y ritos primitivos y del folklore, de las costumbres simbólicas de las sociedades civilizadas.

.
55
Esos rayos aislados que voy a generar
me deben procurar un premio en el amor,
esa clase de gente pobre se lanza al lucroN
X
Nota del traductor

Parece como si Don Juan pensara que Preciosa no fuera diferente al resto de gitanos y se deja comprar.

,
sin por ello temer entrar viva al sepulcro.
Pero este es el tránsito espiado del regreso
60
que en la ciudad obrará cual aurora de amor,
do libre de mis fuegos doy fe de la apertura:
ánimo, llega un ruido que cercano lo augura.
Helo aquí cuyo inicio me espanta confundiéndome,
por miedo a soportar la afrenta del rechazo

PRECIOSA
65
¡Oh, bonito encuentro! ¡Oh, feliz encerrona!
Pero esta palidez lo muestra un poco enfermo.
La moneda, señor, luego extended la mano,
vuestra buenaventura os diré de inmediato.

DON JUAN
La cruzN
X
Nota del traductor

Juego de palabras entre la significación de “la croix”, moneda marcada por una cruz, y la señal que había dejado en el alma de Don Juan la belleza de Preciosa.

la has puesto tú en este alma cautiva,
70
sol de beldades único de la orilla española,
pequeña seductora experta en dirigir
miradas que convierten la languidez en código.

PRECIOSA
¿Sois vos acaso de esos?

DON JUAN
Uno de los esclavos
a quien supiste dar invisibles acharesN
X
Nota del traductor

Achares sería el término exacto que traduce la intención de Don Juan al hablar a Preciosa, tanto por su significación, celos, penas, tormentos amorosos, como por su procedencia etimológica según indica la RAE: Del caló jachare 'quemazón', 'tormento'.

.

PRECIOSA
75
Se trata a los potrillos así en la primavera,
por miedo a que se suelten y huyan a las praderas.

DON JUAN
No seas mala ni temas el riesgo de mi fuga,
ni que mi corazón abandone tu séquito.

GITANA VIEJA
La moneda, señor, o esos discursos nimios
80
que nos matan de hambre ya no nos retendrán.

DON JUAN
No escuchéis mis discursos, mas mis humildes súplicas
compensen un momento las penas cotidianas,
mejor será acceder que todas las monedas
que pudierais perder a lo largo de un siglo.

PRECIOSA
85
Sí, sí, helo aquí decir en voz alta: ¿y dónde
podremos encontrar la promesa cumplida?

DON JUAN
¿Dónde te volverás sensible a mi amistad,
para que brille un rayo palpable de piedad?

GITANA VIEJA
Sordas en oír somos estas replicas frívolas
90
como los abogados vendemos las palabras.

DON JUAN
Yo como enamorado las regalo, y así
que de repente el oro esté en ellas presente.

GITANA VIEJA
Mi buen señor, veamos, os ruego este milagro.

DON JUAN
Aquel que placer da, quiere que a él se lo den.

GITANA VIEJA
95
Enmarcado en los límites del honor y el poder,
antes de requerirlo vais a recibirlo.

DON JUAN
¿Ay, qué triste consuelo! ¡Insidiosa promesa!

GITANA VIEJA
No divaguemos más, Preciosa, hija mía.

DON JUAN
Preciosa en verdad, el nombre bien te cuadra,
100
pues bien que por ti misma das pruebas del acierto;
Preciosa en verdad, que en méritos anulas
a quien se lleva el premio de belleza y encanto,
pero pasar por hija, dada la diferencia
de edad causaría, gran incredulidad.

GITANA VIEJA
105
Nieta, ya que su madre la tuvo en mi cama,
la edad es indiferente, no afecta a lo crucial.

DON JUAN
No, porque el corazón va a sacarla de eso,
presionado por miedo y por teas ardientes:
aunque mi ascendencia rubrica mi nobleza,
110
viniendo de familia grande y adinerada,
que en Madrid se la tiene hoy por la primera,
aunque descendiente único, sostén de un padre anciano,
Don Francisco de Cárcamo, a quien pronto darán
una de las mejores tierras libres del Reino:
115
pero aunque poseyese el orbe cual Monarca,
temido, obedecido por sus diversos pueblos,
tu divina belleza me ofusca mente y ánimo,
el servirte me tiene más contento que un cetro,
mi fortuna y yo a tus pies nos postramos,
120
no habrá en adelante otra santa que adore,
ni habrá otro deseo, ni habrá otro pensamiento
que crea que mi vida mejor pudiera emplearse
sacrificándola a otra que ofrendarla a tu mérito,
sin achacarte el largo tormento padecido
125
desde el mal día en que te vi por vez primera,
mi corazón golpeando con un dardo imprevisto,
mi poder excediendo y la fe habitual.
Acoge a este cautivo de la ley amorosa,
que solamente de arras de su firme constancia
130
ante tus perfecciones cien ducados avanza,
cuando recompensado por el menor favor,
presume de poseer la familiar fortuna.
Sin que te canses más vagando de un lado a otro,
el oprobio, el desprecio, el hazmerreír del pueblo,
135
al abrigo las dos de mi sombra, no debéis
temer que vuestra dicha sufra carencia alguna.

PRECIOSA
Altruista caballero, en cuestiones humanas
llevar se deja el juicio por apariencias vanas,
burlando al que lo sigue igual que esos demonios
140
que son guías del viajero en lo alto de los montes,
o en alguna ruta de final peligroso
donde es seducido antes de descubrir el timo.
Pobre por propios méritosN
X
Nota del traductor

La expresión original, ne plus ne moins, era utilizada por los escritores de la época, aunque Ménage la repruebe en el capítulo CCXXIV de sus Observations sur la langue française:

Mademoiselle, ne plus ne moins que la statue de Memnon, rendait un son harmonieux, lorsqu'elle venait à être éclairée des rayons du soleil, tout de même me sens-je animé d'un doux transport à l'apparition du soleil de vos beautés. Molière: Le malade imaginaire, II, 5.

y privada de ayuda,
barca siempre flotante, que se aleja del puerto,
145
criada entre un montón de personas ociosas
con la única virtud de sus útiles tretas,
joven, sin haber visto desde mi primer día
las quince primaveras que apenas volverán;
una querencia esa no obstante natural
150
que a otros engaña y a vos en este augurio,
que entre la impudicia un grupo ya viciado
impide que el honor me sea algo preciado,
sí, sin comparación más preciado que a esas
que en vuestras ciudades se encubren de doncellas,
155
que lascivas de hecho no desean más que
mantener el rumor de un púdico prestigio.
De un humor contrario, me dejo yo llevar
por el primer propósito que provee de materia,
y me es suficiente con que este cuerpo pulcro
160
burle lazos tendidos con propósito impúdico:
El oro bien se funde en el horno de fuego,
y no el triunfo logrado sin trabajo ni esfuerzo.
¿Quién es el que no sabe que el honor confrontado
recuerda a un bello ramo de flores adornado,
165
que tras dos o tres días en que todos lo tocan
lo vemos despreciable en su gracia finita?
¿Que el brillo además de este metal risueño
mi gusto excita aún más y me vuelve golosa?
¿Me encarece muchísimo su señuelo engullido?
170
Jamás, él no podría engañarme alertada,
ni vos, ni hombre que viva en la mansión terrestre
que en calidad de esposo obtuviera mi amor.

GITANA VIEJA
¡Eh, vivaz! ¿Dónde has oído lo que acabas de hablar?
¿Al escucharte hay forma de aguantarse la risa?

DON JUAN
175
¿Dónde se inspira, reacia, la homicida razón
de que agrandar mis hierros refuerce mi prisión?
¿Y que además de un miedo de reproche quimérico
sutilmente derrama aceite en mi llama?
Reserva tu poder, reserva en tu belleza
180
una eterna constancia, un bastión de lealtad:
sólo deseas esposo, ¡qué agradable castigo!
Mi sed se sacia con el agua de tu fuente;
Ya se conjure el Cielo, o el odio familiar,
incontables excesos de visibles obstáculos
185
no pueden apartar la dicha de mi sino,
la hora mutua que espera nuestro casto himeneo,
que junta con certeza con la mía tu mano,
este futuro enlace se cumple en el mañana.

PRECIOSA
Todo aquello que nace con enorme violencia
190
baja y se precipita en el silencio eterno,
seguido de un final vergonzoso y ridículo.
Mas quien entre nosotros corteja a una muchacha,
aquel que la acepta como su compañera,
y después de dos años de prueba no la toca,
195
se gana el conversar juntos familiarmente,
mil honestos placeres recoger con mesura,
salvo el último punto que le impide este límite,
que es largo si el amante no tiene ánimo firme.
¿Querríais vos sufrir el rigor de la ley?
200
¿Soportar nuestras pruebas probaría vuestra fe?
¿Lucir nuestras costumbres, nuestra forma de vida?
O desde el primer día perdierais las ganas,
mi débil personilla no es digna de tal mérito,
que es feliz con besar el rastro de tus pasos.

DON JUAN
205
Aunque le propusieras a mi amor ignorado
los peligros corridos buscando el vellón de oro
del héroe tesalienseN
X
Nota del traductor

Los peligros corridos por Jasón y los argonautas en la búsqueda del vellocino de oro, para que Jasón ocupase el trono de Yolcos en Tesalia.

, o las tareas audaces
que al Olimpo llevaron otrora a un AlcidesN
X
Nota del traductor

Alcides, Hércules, celebrado por sus doce trabajos.

,
mi diestra intentaría por el Dios que la anima
210
igualar casi en todo su magnánima gloria:
vi encerrado en las rocas al Minotauro altivo,
contigo nada me es duro ni peligroso;
dado que tus fulgores me irradian favorables,
todas las condiciones las estimo honorables,
215
dado que mis tormentos acaban con el día,
me espera un Paraíso donde estará tu alcoba.

PRECIOSA
El que actuéis de este modo tan honesto conmigo
hará que os corresponda y que no sea muy dura,
y si el aprendizaje se cumple de esta suerte,
220
lograrán nuestras ansias que el plan llegue a buen puerto;
planes que sin sustento exceden nuestro alcance,
pues, ¿cómo enmascarar una ausencia tan larga
del hogar familiar? ¿Cómo en el porvenir
puede un hidalgo el rango de un gitano adquirir?

DON JUAN
225
Una ocasión así, la mejor en el mundo
se brinda a nuestro plan en el momento justo,
lo reconocerás, al saber que el anciano
a Flandes con presteza prepara mi partida;
y con este pretexto escapo a mi destino,
230
mañana a vuestro grupo prepararé mi huida,
bien provisto de plata, para así bien lograr
que los nuevos colegas me reciban mejor,
dejando buena parte reservada a los tres,
hasta que la paterna herencia me concedan
235
haciendo madurar la mies de nuestras dichas,
cual ejemplo propuesto de gozo en los amantesN
X
Nota del traductor

Los dos parlamentos de Don Juan se corresponden con un pasaje de la obra original, que transcribimos para poner de relieve la libertad de Hardy con el relato de Cervantes:

A lo qual respondio el gentilhombre: «Quando el cielo me dispuso para quererte, Preciosa mia, determiné de hazer por ti quanto tu voluntad acertasse a pedirme, aunque nunca cupo en mi pensamiento que me auias de pedir lo que me pides. Pero pues es tu gusto que el mio al tuyo se ajuste y acomode, cuentame por gitano desde luego y haz de mi todas las esperiencias que mas quisieres, que siempre me has de hallar el mismo que aora te significo; mira quando quieres que mude el trage, que yo querria que fuesse luego, que, con ocasion de yr a Flandes, engañaré a mis padres y sacaré dineros para gastar algunos dias, y seran hasta ocho los que podre tardar en acomodar mi partida; a los que fueren conmigo, yo los sabre engañar de modo que salga con mi determinacion. Lo que te pido es, si es que ya puedo tener atreuimiento de pedirte y suplicarte algo, que si no es oy, donde te puedes informar de mi calidad y de la de mis padres, que no vayas mas a Madrid; porque no querria que algunas de las demasiadas ocasiones que alli pueden ofrecerse, me salteasse la buena ventura que tanto me cuesta.» (BIBLIOTECA VIRTUAL MIGUEL DE CERVANTES, www.cervantesvirtual.com).

.

GITANA VIEJA
Es mi fe, para bien, lo que aprecio.

DON JUAN
El engaño
nunca fue el espejo o retrato de este alma,
mi honradez es contrato del cual hay que fiarse.
240
Pero ¿ratificar no queréis el acuerdo?

GITANA VIEJA
Preciosa, siempre sigue su libre albedrío,
y no podría elegir un amigo mejor.

PRECIOSA
No, madre, el honor que obtengo ahora mismo
quizás al que lo hace no apena ni defraudaN
X
Nota del traductor

Tal cual están enunciados los versos, la única explicación plausible es que se trata de una frase muy poco lógica, ya que quien propicia el honor (Don Juan) no debe entristecerse, a no ser que la receptora (Preciosa) rechazara este honor.

.
245
Mi predisposición ofende a mi destino,
cansada de servir de bufón a la plebe,
que me reclama el cielo mil veces en una hora
ante el reposo estable que me ofrece esta opción.
Tomad, mi caballero, la palabra anunciada,
250
por una pobre Andrómeda a Perseo el invencibleN
X
Nota del traductor

En la mitología griega, Andrómeda era la bella hija del rey Cefeo y de la reina Casiopea de Jaffa, en el reino de Etiopía. Cierto día, a Casiopea se le ocurrió decir que su hija Andrómeda era más hermosa que las Nereidas, las ninfas del mar e hijas de Neptuno. Ofendidas, fueron corriendo a su padre para contarle tal atrevimiento, y éste, furioso con los humanos, mandó a inundar las ciudades del reino, enviando además a un horrible monstruo marino que devoraba a la gente. El oráculo de Zeus le dijo al rey Cefeo que, la única manera de aplacar la ira del dios era ofrecer a su hija Andrómeda en sacrificio. Ante esto, ordenó que la encadenaran a las rocas del acantilado para que la bestia se la comiera. Perseo, que pasaba por allí después de haber matado a Medusa, vio a la hermosa joven encadenada y se quedó prendado de su belleza. Tan pronto como el monstruo apareció para devorar a su presa, Perseo utilizó su casco para hacerse invisible y sus zapatillas aladas (ambos eran obsequios de las Náyades y pertenecían a Hermes). Tras una feroz batalla, nuestro joven héroe mató a la bestia hiriéndola en un costado con su espada de diamante. Con ella también cortó las cadenas que tenían presa a Andrómeda.

.

DON JUAN
La verás consumada, o el destino celoso
me privará de vida privándote de esposo.
Pero había olvidado que, al temer la sorpresa,
y para asegurar la amorosa empresa,
255
vuestro grupo es preciso que, de ser necesario,
campo a través se aleje de la ciudad muy lejos:
que mejor que hacer dos jornadas haga una,
para que así en mi ruta no haya objeción alguna.

GITANA VIEJA
No te inquietes, volando en las alas del dinero
260
será esa mi misión, y haré que bien se cumpla.

DON JUAN
No olvides indagar sobre mí en la ciudad,
en que estima se tiene a Don Francisco de Cárcamo,
si yo baso, ilusorio, tu esperanza en el viento,
y va por nuestro amor recibiendo este pago.

GITANA VIEJA
265
Le pesaría la carga, traedla que la aligere,
¿qué toque ella el oro? Peor es que un sacrilegioN
X
Nota del traductor

La escena pone de relieve que Don Juan quiere dar el dinero a Preciosa, y la vieja gitana quiere que se lo dé a ella.

.

PRECIOSA
¿Qué hacéis, madre mía? ¡Ay! Antes la muerte
que mi mezquino honor vea bien tal forcejeo,
que el venal portavoz, en reproche ordinario
270
a este amor virtuoso le llame mercenario.
Antes de restituirle a él éste presente,
indulgente venid a perderme, a matarme.

DON JUAN
No puedo imaginarme temeraria locura,
Creer que un tal presente aún más te compromete:
275
si JúpiterN
X
Nota del traductor

Béarez Caravaggi señala, con acierto (p. 152), el caso evidente de elipsis abusiva, ya que Júpiter no se refiere a ninguna palabra de la frase.

yo fuera, poseerías el Cielo,
quisiera, de ser Júpiter, entregarte el rayoN
X
Nota del traductor

Uno de los tres atributos de Júpiter, junto con el águila y el cetro.

.
Adiós mi Reina, adiós luz de mi existencia,
al menos paga un beso por mi feliz licencia.

PRECIOSA
Te lo guardo, y será cebo para tu vuelta,
280
si es que este gran monte sólo alumbra un ratónN
X
Nota del traductor

Variante del proverbio francés "Les Monts enfantent, et une souris ridicule naîtra". Hardy se basa en la fábula del parto de los montes, que ya está presente en Esopo, y a la que Horacio dará cabida en su Ars poetica o Epistula ad Pisones en estos versos:

Nec sic incipies, ut scriptor Cyclicus olim:
Fortunam Priami cantabo, & nobile bellum.
Quid dignum tanto feret hic promissor hiatu?
Parturient montes; nascetur ridiculus mus.

El fabulista Tomás Iriarte, en una versión muy conocida (a la vez que discutida) los traduciría en 1777 así:

Ni has de empezar diciendo
Como el otro poeta adocenado:
Cantar del celebrado
Príamo la fortuna y guerra emprendo.
¿Qué saldrá, al fin, de esta arrogante oferta
Pregonada con tanta boca abierta?
De parto estaba todo un monte; y luego
¿Qué vino a dar a luz? un ratoncillo.

En el siglo XIX la epístola tendría gran repercusión entre los humanistas, como así muestran las tres siguientes versiones del pasaje, curiosamente todas debidos a escritores andaluces: la primera, de 1822, del político y humanista onubense Juan Gualberto González Bravo; la segunda, de 1823, del político, periodista, dramaturgo y traductor de Motril Javier de Burgos; la tercera, de 1828, del poeta, dramaturgo y diplomático granadino Martínez de La Rosa:

Ni has de empezar así como ya el otro
Escritor coronista. «Las fortunas
De Príamo cantaré y la noble guerra.»
¿Qué nos dará de tal bravata digno
Quien tal promete?... Está de parto el monte,
Y nacerá un ridículo ratón.
(González Bravo)

No a aquel poeta imites que empezaba,
De Príamo yo canto los destinos
Y la célebre guerra. El que así charla,
¿Qué hará después de tan brillante oferta?
Con dolores de parto el monte brama,
Y al fin pare un ratón.
(Javier de Burgos)

Ni empieces, cual hiciera un mal versista:
«De Troya canto la famosa guerra
Y la suerte de Príamo»… ¿Y qué hallamos
Después de tan magníficos anuncios?
Un vil ratón por parto de los montes.
(Martínez de la Rosa)

.

DON JUAN
Nunca surcó LeandroN
X
Nota del traductor

Hero era una joven sacerdotisa de Afrodita en Sestos, en el Helesponto (el estrecho que separaba Europa de Asía, el actual Dardanelos. Leandro vivía en Abidos, al otro lado de las aguas, y con ocasión de una visita al templo de la diosa los dos se enamoraron, aunque debido a su posición como sacerdotisa, Hero no podía convertirse en su esposa. Cada noche Leandro atravesaba a nado desde Sestos para verse en secreto con su amada. Hero dejaba encendida una lámpara de su torre para guiarlo. Pasaban unas horas juntos, y al amanecer Leandro volvía a Abidos. Pero una noche tormentosa de invierno, el viento apagó la lámpara, Leandro perdió el rumbo y se ahogó. A la mañana siguiente su cuerpo apareció en Sestos y, cuando Hero lo vio, se arrojó desde la torre.

con igual sentimiento
las impetuosas olas del Helesponto a nado,
pues yo en tu red cogido, puedo ver nuestro beso,
pero intuyo que es útil para el común del grupo

PRECIOSA
285
El pescador juicioso en el agua rechaza
a los pequeños peces que con su caña atrapa,
y de entre ellos elige a los grandes y ricos,
también la prisa a veces perder nos hace el lucro.

GITANA VIEJA
El amor más que el miedo a perder te domina,
290
a desplumar a estos palomos, aún novata,
que regresan después mejor al palomar,
ingenua, ¿acaso quieres enseñarme mi oficio?
¿Lo ves? Esto se anota en los pliegues de una blusa,
donde está si hace falta puesta nuestra esperanza.
295
¿Alguna vez caerá por un albur adverso en
manos de la justicia que aprietan sin clemencia?
Estos soles mostrados deslumbran la visión,
y que piedad aflore en quien nunca mostró.
Créeme que soy experta: por vez primera, un día
300
la tralla del sayón me tenía acorralada,
poco después la villa, sin coacción y en público,
me prescribía las marcas que un hierro ardiente haríaN
X
Nota del traductor

Aunque el original hace alusión a las divisas o emblemas que se ponen en los escudos, Hardy alude aquí a las marcas con hierro candente.

:
entonces, cierto, entonces mi remedio valió
esparcí unos ducados, y todo se olvidó.
305
Pero vayamos a la ciudad a enterarnos
si en casa de nuestro hombre hay tanto como dice,
que con orden el grupo se dispone a partir,
mientras que a él en ruta le avisen de tu parte.

ESCENA II

DON SANCHO
Hablando para sí
Extraña crueldad que la madre Natura
310
admire su obra maestra en esta criatura,
bella de humor, de cuerpo, de mente y de discurso,
toda ella es perfección, y no le falta nada,
excepto el débil brillo que la raza nos da,
no sea que por desgracia un mal viento la exponga.
315
¿Qué aparente pena, el verla qué horror?
¿Debió acaso un Monarca recibirla en su lecho,
hurtar acá y allá su deplorable vida?
Si siguiera el impulso de mi deseo amoroso,
con más interés yo, y con menor peligro
320
domaría a la arisca sometiéndola al yugo,
usando la indulgencia, ella que se contenta
con la escasa limosna que cada uno le da,
servirá un escudo para envolver mis versos
propios para estos poemas más que nada en el orbe,
325
versos dichos muy cerca en una hora elegida;
este natural franco que adora la poesía,
con ella me promete un acceso más fácil,
pues si acepta el combate yo gano la batalla;
soldado victorioso, un acoso continuo
330
me avala la victoria, y pronto ahuyenta
las quimeras de honor, que a fuerza de razones
al momento se esfuman si obramos con solturaN
X
Nota del traductor

El lenguaje que utiliza Don Sancho en su reflexión es el propio de la guerra, asimilando la conquista amorosa de Preciosa a una batalla

.


ACTO SEGUNDO

PRECIOSA, CLEMENTE, DON JUAN, GITANO JOVEN, DON FERNANDO, DOÑA GUIOMAR, GITANA VIEJA, GRUPO DE GITANOS

ESCENA I

PRECIOSA, CLEMENTE, GITANA VIEJA

PRECIOSA
A fe mía triunfaréis en estas obras últimas
llenas, en mi opinión, de primaveral celo,
335
capaces de arrancar entre los más juiciosos
elogios que a su autor eleve a los cielos:
ingenio universal que, cual si ProteoN
X
Nota del traductor

En la mitología griega es una divinidad marina, mencionada sobre todo por Homero en la Odisea como "anciano hombre del mar", y guardián de las manadas de focas de Poseidón. Estaba dotado del don de la profecía y del poder de metamorfosearse, de ahí que se le apliquen el sustantivo "proteo” y el adjetivo “proteico”, aludiendo al que cambia frecuentemente de opiniones y afectos.

fuera,
a su estilo dar sabe cualquier forma prestada,
e incluso las canciones que proceden de vos
340
denotan la cadencia gratamente uniforme,
tal como las que AnfiónN
X
Nota del traductor

Hermano gemelo de Zeto e hijos ambos de Zeus y Antíope, los dos eran un ejemplo perfecto de hermandad: Zeto sobresalía en las labores más rudas y manuales, como por ejemplo la ganadería; Anfión era más delicado, aficionado a la música y al arte.

entonaba en su liraN
X
Nota del traductor

De 1624 son los versos de Tirso de Molina laudatorios del poema Orfeo, del doctor Juan Pérez de Montalbán, en la siguiente décima:

DEL MAESTRO TIRSO DE MOLINA

Mientras memorias renuevas
del hermano de Faetón,
no echen de menos a Anfión
los griegos muros de Tebas:
cuando al Estigio te atrevas,
donde Eurídice suspira,
cinta, suspende y admira,
y libre la sacarás,
en fe de que estima más
a tu pluma que a su lira.

Mientras que Zeto transportaba piedras para construir la muralla de Tebas, Anfión tocaba su lira y las piedras lo seguían hasta quedar colocada en donde él deseaba.

cuando muros troyanos quiso élN
X
Nota del traductor

En el original Hardy utiliza por error el femenino “elle”.

edificar,
o cuando el cinthianoN
X
Nota del traductor

Cinthien era uno de los nombres con que se designaba en francés a Apolo (como también Délien, Pœan, Delphien, Nomien, Clarien, Lycien, Isménien, Vulturien, Smynthéen…). En una de las más reputadas traducciones francesas de la Iliada podemos leer el pasaje:

… car il est dangereux de résister au Dieu qui règne fur l’Olympe. Voulant venir à ton aide, Jupiter me précipita autrefois de la céleste enceinte. Je fus porté pendant un jour entier dans le vague des airs. Au coucher du soleil, je tombai presque fans vie dans l'île de Lemnos. Les Cinthiens me recueillirent, prirent soin de moi, guérirent mes blessures. (Œuvres complètes d’Homère, traduction nouvelle, tome I, M. Gin, Paris: Servière, 1784, p. 46).

cual noble hijo cantaba
a Júpiter poniendo en huida a los Titanes.

CLEMENTE
345
Burlona, atiende sólo el hechizo que emites,
repleto de estos soles de homicidas saetas:
tan tranquilo y herido mis versos no transmiten,
pareciendo anunciar de su creador la muerte,
reaviva mi esperanza, levántame el ánimo,
350
después, cruel, después verás fuego e ira.

PRECIOSA
Deseo pagar el precio antaño convenido.

CLEMENTE
Precio de un primer puesto en tu gracia obtenido.

GITANA VIEJA
Vamos, hija, ya sabes que nuestra transacción
no debe retrasarse, ni discrepemos más.

PRECIOSA
355
El que deba dejaros me entristece infinito.

CLEMENTE
Si esta bella boca sobre todo no miente.

PRECIOSA
Ni os lo imaginéis, no hay otro amorío,
ni ningún otra charla que igualmente no capte,
mi madre lo dirá.

GITANA VIEJA
¿Dónde quieres llegar?

CLEMENTE
360
Promete antes de irte, que como remembranza
verás con buenos ojos estas bellas estanzas,
por mi musa ofrecida a la más bella reina.

PRECIOSA
Señor, miles de gracias, adiós, hasta la vista.

CLEMENTE
No escatimes nada que esté en mí concederte.

ESCENA IIN
X
Nota del traductor

La escena está formada, casi enteramente, por un nuevo monólogo de Don Juan, seguido de un breve diálogo con un mensajero gitano.

DON JUAN, GITANO JOVEN

DON JUAN
365
Una cruel tormenta se levanta en mi alma
por ideas agitada como la onda a la llama,
que enfrenta a dos campos a los que el cruel Marte
contrapesa igual premio de victoria indeciso:
tan pronto mi amor cede al amor que lo arrastra,
370
tan pronto ella triunfa y se mantiene más fuerte.
Seguir a mi pasión, maníaca, insensata,
es el precipitarse en un punzante abismo,
es empañar mi honra con eterna vergüenza,
caer en un parricidio, cual víbora execrable,
375
si el tiempo nuestros planes llegara a revelar
-aciago destino, por más que reculáramos-.
¿O, aun tu culpa no viéndose y quedando ignorada,
realizando en dos años la prueba continuada,
entre canalla tal abrazando sus hurtos,
380
cómplice de sus fraudes y sus asesinatos?
¡Oh larga penitencia! ¡Oh promesa imposible
para quien del honor fue aguijón tan sensible!
¡Qué pérfido y cobarde! ¿El precio inestimable
de los favores próximos de una casta Cipris,
385
de sin igual belleza, de la gloria del mundo,
y de lejos su llama replica a la tuya?
Gozar con sus palabras, a veces aliviar
tu excitada calor con un humilde beso,
quizás, ¿cómo saberlo, normalmente apremiada
390
atraerla poco a poco en la trampa erigida,
roto este largo ayuno: ¿cobarde no será
el que tu honor entero la muerte vengará?
¿Y para qué vengarse? Tal escrúpulo tímido
bajo Ónfale cautivo no retenía a un AlcidesN
X
Nota del traductor

En la versión “novelesca”, Ónfale no tardó en enamorarse de Heracles (Alcides), y todo el tiempo que éste pasó en la esclavitud, transcurrió en plena molicie. La reina se había cubierto con la piel de león del héroe y blandía su maza, mientras Heracles, vestido con un largo manto lidio, hilaba el lino a sus pies. Terminado este período, el héroe abandonó Lidia y volvió a Grecia, donde realizó aún varias hazañas antes de morir (Pierre Grimal: Diccionario de mitología griega y romana, p. 388).

,
395
ni empañó desde entonces la loa de su esplendor
que se ajusta a los cielos, la tierra y las olas,
querría un Dios engañarse muy feliz de ese modo.
Mas desde el comienzo alguien la orden me transmite,
alégrate, alma mía, llamada a la morada
400
de tu felicidad, y del sol de tu día.

GITANO JOVEN
Señor, deciros debo tres cosas al oído.

DON JUAN
¡Agradable noticia y sin igual en dicha!
Regresa y asegúrale al fénix de beldad,
que ya desde mañana verá mi lealtad.

GITANO JOVEN
405
No lo pone ella en duda.

DON JUAN
Ve, y me recomiendas
a mi santa, a mi madre, y a todos los del gremio.

GITANO JOVEN
No dejaré de hacerlo.

DON JUAN
Vamos, vete de aquí.

GITANO JOVEN
Tan sólo rechazamos los golpes, gracias mil.

DON JUAN
La decisión tomada, me queda hacia la noche
410
astuto irme sin dar explicación molesta:
si fuera un caos dos años después volver de nuevo,
de amor nuevo soldado seguir debo a mi jefe.

ESCENA IIIN
X
Nota del traductor

La escena tercera trata de la pena de Don Fernando y Doña Guiomar, privados desde hace años de su única hija; incluye el relato de la desaparición de la niña y de las vanas búsquedas llevadas a cabo por los padres.

DON FERNANDO, DOÑA GUIOMAR

DON FERNANDO
El permanente flujo de tus perdidas lágrimas,
las quejas en el aire vanamente esparcidas,
415
desde casi diez años me agotan desde ahora,
o te resignas ahora, o nunca ya lo harás.
La aflicción al principio sacudió mi confianza,
pero el más soñador vería caer su vigor
cual nosotros, frustrados por las ansias de un niño,
420
-mi corazón se parte de pena al recordarlo-.
Furioso, sin embargo, en nosotros vengándonos,
rabiosos por las ansias del destino supremo,
constantemente en duelo, y sin reposo alguno,
sin pensar en más nada, y sin otro propósito,
425
esposa, la razón, la edad y la consciencia
se ofenden: y más bien provistos de paciencia,
no debemos ver malo lo que los bienes da,
los honores, los niños, los coge como suyos.

DOÑA GUIOMAR
¿Por qué, pues, no me lleva su cólera saciada
430
a repetir el goce odioso de la vida?

DON FERNANDO
Se mostrará su ayuda cuando sin murmurar
parecida aflicción podáis soportar.

DOÑA GUIOMAR
Lo menos que permite la justicia al reo
es el poder quejarse al sufrir su suplicio.

DON FERNANDO
435
Mi opinión no es contraria a la de la justicia,
éramos excusables cuando ocurrió el escándalo:
no conozco yo leona, osa o loba de Tracia
que no hubiera logrado la merma de su raza.
Yo mismo me quedé con el juicio atrofiado,
440
los frutos dolorosos cogidos en sazón,
de los que el tiempo luego anula la memoria,
pues, ¿sobre qué desgracias no logra ella victoria?

DOÑA GUIOMAR
Comparado a nosotras muy poco aman los padres,
el amor maternal siente muy diferente.
445
mi duelo se renueva conforme pasa el tiempo
y tan sólo lo alivia la creencia en la tumba,
mil diversos objetos en el recuerdo, hacen
que el signo de mi pena sea cada día más hondo.
¿Veré yo a una beldad que me la rememore?
450
¿Algún brote bermejo que comience a aflorar?
Lágrimas, pesadumbres se destapan furiosas,
obligada a enjuiciar al cielo inhumano,
que no lanzó los rayos de su encendida cólera
sobre mí, sino sobre una inocente amada,
455
sobre mí que no puedo ya esperar de LucinaN
X
Nota del traductor

Con este nombre era invocada Juno en la mitología romana, como diosa de la fecundidad.

un hijo de mi hija, antes de que yo expire.
Todavía no saber en verdad su destino
me convierte en otra HécubaN
X
Nota del traductor

La reina de Troya, que tuvo que llorar la muerte de sus diecinueve hijos.

de ira enajenada.

DON FERNANDO
Increíble prodigio, así se esfumó
460
pues alegre en el caos del ennegrecido Érebo,
pequeña balbuceando una primera infancia,
en la edad en que pureza no teme a la ofensa
sorprendida en el coto de los lares paternos,
que hacen palidecer de espanto a criminales,
465
donde TemisN
X
Nota del traductor

Temis, la del “buen consejo”, era la encarnación del orden divino, las leyes y las costumbres.

pronuncia cada día sus oráculos
ante esta gran desgracia, vanas, débiles trabas.
La malicia del siglo ahora está en contra
los jueces y las leyes, tarifa contratada.
Mas, con todo, inspirado por cierto buen augurio
470
volver a verla espero antes de ir a la tumba.

DOÑA GUIOMAR
Frívola esperanza que concibe el deseo,
y que a los desgraciados frustra por lo común.
Ahora una sospecha desde el rapto me asalta
que fuera la infeliz retenida alejada,
475
por ladrones procaces apodados gitanos.

DON FERNANDO
Lo usaré todo entonces, mi poder y mi crédito
en que la busquen entre su frenético grupo,
que si fueran culpables de inmediato colgáranlos.
Pero sea lo que sea, tratad de no apenaros,
480
o antes mi pronta pérdida sumaréis a la suya.

DOÑA GUIOMAR
No quiera Dios, fuerte es la amistad marital
y podrá moderar de mi duelo el exceso,
que me tragaré sola desde ahora en el alma,
un esposo clemente jamás se entristece.

ESCENA IVN
X
Nota del traductor

En ella se desarrolla la ceremonia de iniciación en la que Don Juan recibe la investidura de gitano y cambia su nombre por el de Andrés. El discurso de acogida del patriarca gitano es la descripción de las costumbres de su raza.

PATRIARCA GITANO, DON JUAN, GITANA VIEJA, PRECIOSA, GRUPO DE GITANOS

PATRIARCA GITANON
X
Nota del traductor

Aunque en el original se lo designa como “capitaine égyptien”, la jerarquía en las tribus gitanas no se suele marcar con este tipo de denominación, ni tampoco con el de “jefe”, o “líder”, sino con el apelativo de “patriarca”.

485
Acércate, Señor, y abre bien los oídos,
para que así bien puedas comprender nuestras leyes.
Te damos a Preciosa, de exquisita belleza,
con dos diversos títulos, y uno es de lealtad,
la puedes poseer eximida de infamia
490
bien como tu mujer o como fiel amigaN
X
Nota del traductor

En esta escena Hardy sigue bastante cerca su modelo español, como podemos ver por el texto de Cervantes:

Esta muchacha, que es la flor y la nata de toda la hermosura de las gitanas que sabemos que viuen en España, te la entregamos, ya por esposa o ya por amiga, que en esto puedes hazer lo que fuere mas de tu gusto, porque la libre y ancha vida nuestra, no esta sujeta a melindres ni a muchas ceremonias; mirala bien y mira si te agrada, o si vees en ella alguna cosa que te descontente, y, si la vees, escoge entre las donzellas que aqui estan la que mas te contentare, que la que escogieres te daremos; pero has de saber que, vna vez escogida, no la has de dexar por otra  ni te has de empachar ni entremeter ni con las casadas ni con las donzellas. Nosotros guardamos inuiolablemente la ley de la amistad; ninguno solicita la prenda del otro; libres viuimos de la amarga pestilencia de los zelos entre nosotros: aunque ay muchos incestos, no ay ningun adulterio, y, quando le ay en la muger propia o alguna vellaqueria en la amiga, no vamos a la justicia a pedir castigo; nosotros somos los juezes y los verdugos de nuestras esposas o amigas; con la misma facilidad las matamos y las enterramos por las montañas y desiertos, como si fueran animales nociuos; no ay pariente que las vengue, ni padres que nos pidan su muerte. Con este temor y miedo, ellas procuran ser castas, y nosotros, como ya he dicho, viuimos seguros. Pocas cosas tenemos que no sean comunes a todos, excepto la muger o la amiga, que queremos que cada vna sea del que le cupo en suerte; entre nosotros assi haze diuorcio la vejez, como la muerte; el que quisiere, puede dexar la muger vieja, como el sea moço, y escoger otra que corresponda al gusto de sus años. Con estas y con otras leyes y estatutos, nos conservamos y viuimos alegres; somos señores de los campos, de los sembrados, de las seluas, de los montes, de las fuentes y de los ríos... (BIBLIOTECA VIRTUAL MIGUEL DE CERVANTES, www.cervantesvirtual.com).

,
no importa, mas si eliges, cuida que sea acertado,
después ya no tendrás el poder de cambiar;
ya escogido su sino, lo goza complacido,
y en el lecho ajeno no provoca adulterio,
495
quien primero lo infringe va pronto al cementerioN
X
Nota del traductor

Posiblemente el ingenioso verso de Hardy, "Au premier délinquant l'inévitable mort", nos ha llevado a otro similar cambiando el vocablo "muerte " por "cementerio".

somos nosotros jueces en las causas supremas.
Jueces y ejecutores: sin enterrar su cuerpo
a los cuervos y lobos les sirve de alimento.
¿Sabes qué cambio lícito podemos permitirnos?
500
cuando la mujer llega a su etapa final
se nos deja en la tribu suplirla con aquella
que deslumbrar se deje por nuestra refulgencia,
y amada desearía un buen logrado implante,
tal recíproco amor llevado a cumplimiento,
505
de otro modo imposible: sólo queda que a ti
te informen del estado de la vida de un grupo.
El mundo universal nos acepta integradosN
X
Nota del traductor

Es decir, como ciudadanos civilizados.

,
señores de los prados, montes, campos y bosques,
que, nobles, no ejerzamos la vil agricultura,
510
ni presos del dinero en los muros urbanos.
Nuestra inclinación nos la enseñó MercurioN
X
Nota del traductor

Dios del comercio que protege sobre todo a los comerciantes.

,
que no dejó de hurtarle los bueyes a ApoloN
X
Nota del traductor

Hermes (Mercurio) llegó al mundo en Arcadia, donde Zeus visitó a su madre en la cueva del monte Cilene. Inmediatamente después de su nacimiento, el joven precoz inventó un instrumento musical, la lira, tensando cuerdas sobre el caparazón de una tortuga. Esa misma noche, en Macedonia, robó 15 de las vacas de Apolo y las llevó al Peloponeso borrando sus huellas. Sacrificó dos de ellas a los dioses y luego regresó a la cueva a descansar en su cuna.

.
Tal costumbre se cree que antaño estaba en uso
entre el pueblo guerrero de Esparta la indomable,
515
a aquel que sorprendían pronto era castigado,
como es entre nosotros sin que aguarde piedad,
la hábil vigilancia en el puesto obligado,
además de algún viento de fortuna contraria,
las galeras, el látigo, no hay que horrorizarse.
520
Se oye al buen soldado fardar de sus heridas,
ejemplo prestigioso que imita nuestra tropa,
donde a menudo el hombro de alguno bien se adorna,
donde la Orden del YugoN
X
Nota del traductor

Ironía de Hardy, que sigue a la del verso anterior, sobre las “hazañas” de los gitanos, a los que concede la “orden del yugo”.

se muestra en el mercado,
zaherido, abroncado, durante todo un día.
525
Compañero, no debes hallar el caso extraño,
si quieres obtener provecho y alabanza.
Delibera, advertido, te lo permite el tiempo,
sobre las desventajas que en borrón se te muestran.

DON JUAN
Vivas dificultades que me parecen fáciles,
530
dulces dificultades fértiles en delicias,
que abrazaré más bien por pura afección,
poseedor de lo ideal que hay en la perfección,
que haría que renunciaran a su ambrosía los Dioses,
si es que elegir pudieran la misma condición.

PRECIOSA
535
Tu cuenta, caballero, no es la de tu anfitriónN
X
Nota del traductor

Preciosa quiere aclararle que aunque esté de acuerdo con todas las condiciones que le han impuesto los gitanos, no debe olvidar los acuerdos que había pactado con ella previamente.

,
si cumplir quieres pactos propuestos sin violencia,
un patriarca decide sobre mi vida en todo,
no sobre mi virtud, que a mí sola compete,
inexpugnable fuerte que atacarías en vano,
540
aun cuando te ayudara todo el género humano,
si tu lealtad no pruebas durante un par de años,
tus llamas del respeto virtuoso refrenadas,
cual exigir podría una reina de ti.
Esa es sin más la cláusula que recordar yo te hago
545
pactada entre nosotros de una amistad futura,
no vayas a arriesgarte a ignorar el acuerdo,
de tu entorno has estado tan sólo ausente un día,
nada hay que impida tu vuelta con los tuyos.

DON JUAN
Desconfiada, no temas que falte a mi palabra,
550
que mi llama amorosa, aunque vehemente,
a la fuerza jamás osaría sucumbir,
ni al término prescrito osaría anticiparse,
muy feliz de gozar del relato visual,
o a lo sumo de un beso cogido de imprevisto,
555
después del cumplimiento de mi confiado ayuno
la cosecha de penas sembrada en sufrimiento,
plena mies recogida en campos de himeneo,
que más de lo que esperas te hará afortunada.
Ahora, compañeros, tengo que suplicaros
560
que un mes me deis de plazo para hacer el trabajoN
X
Nota del traductor

Es decir, que esté un mes de aprendizaje para aprender bien el oficio.

,
en llegar a ser hábil en lo tocante al hurto,
pedir prestado al prójimo, y nunca devolverle;
mis carencias las suplan los doscientos ducados
que os repartiréis, aunque no sean mucho.

PATRIARCA GITANO
565
Tu generosidad a todos nos ayuda,
los amigos sinceros, sabemos ser magnánimos,
un buen acto se nota en situación difícil,
por él muere su autor con la espada en la mano.
Ahora, como es costumbre, tendrás nombre de guerra
570
que nos mantiene ocultos allí por donde erremos:
Andrés será el tuyo, apropiado a tu ética,
por la tribu aprobado, ¿piensas en rechazarlo?

DON JUAN
De ninguna manera, lo acepto satisfecho,
lo acepto por mi dicha, cual presagio propicio,
575
Andrés, nombre glorioso que me impone el amor,
sólo me dejará al ir a ver a Dios.

GRUPO DE GITANOS
Viva el noble Andrés, y viva su Preciosa,
que aquel que le conserve un odio envidioso
perezca miserable, y que siempre dichosa
580
viva en buena unión esta bella pareja.

PATRIARCA GITANO
Ve el valor del dinero, además tu pareja
de la astucia gitana te dará la destreza,
te cambiará de ropas, no sea que te descubran,
por nuestra cuenta el caso se ajusta a lo normal.
585
Vamos, amigos míos, llevadme hasta mi tienda,
que siendo un gestor leal todos quedan contentos.

ANDRÉS
Rendido, y a merced de tu belleza estoy,
soy un devoto esclavo que sigue su destino,
tú tienes mi alma y cuerpo, a mí nada me queda,
590
galeote voluntario de un cómitreN
X
Nota del traductor

Del lat. comes, -ĭtis “ministro subalterno”. 1. m. Persona que en las galeras vigilaba y dirigía la boga y otras maniobras y a cuyo cargo estaba el castigo de remeros y forzados (RAE).

divino,
de quien tener espera un tratamiento humano.
¿No me lo jurarás por esta blanca manoN
X
Nota del traductor

Posible sutileza de Hardy, que va “impregnando” a Andrés del espíritu gitano, cuyas mujeres cogen una mano de aquellos a los que leen la buenaventura.

,
por tus soles gemelos que astros son de mi luz?
¿Por el cetro ocupado por la divina VenusN
X
Nota del traductor

Venus, Afrodita, la diosa de las aguas; en Ronsard: “la écumière fille”, nacida de la espuma del mar. El nombre de Afrodita surge de la forma de su nacimiento: afros significa “espuma” en griego.

?
595
Flotas imprevisible, y tus ojos parecen
ofuscar con su luz a las inquietas nubes.

PRECIOSA
El amor no va bien sin miedo cuidadoso,
miedo que en realidad desazona a Preciosa,
por la incomodidad que cree que va a sufrir
600
el que, cual compañero, de miseria se ofrece.

ANDRÉS
Tal escrúpulo prueba que tu preciosa alma
percibe alguna chispa prendada de mi llama,
volviéndome impasible a un ánimo más fuerte
que no hay que controlar lo que prevea la suerte.
605
Eres mi dicha, eres, frágil, y en mi suscitas
un juicio de ternura más que un juicio de miedo,
que ese cuerpo sensible no expire bajo el peso
del quehacer cotidiano duro que realizas,
expuesta a los calores, a los fríos extremos,
610
y a las burlas y escarnios de un vulgo muy cruel.
Pero seamos pacientes, ya llegará el momento.
¿Qué papel apercibo tu bello senoN
X
Nota del traductor

El “beau sein” es un motivo poético del Renacimiento, como se puede ver en el soneto XIII de los 24 que hicieran famosa a la poetisa de Lyon, Louise Labé:

Oh ! si j'étais en ce beau sein ravie
De celui-là pour lequel vais mourant ;
Si avec lui vive le demeurant
De mes courts jours ne m'empêchait envie ;
Si m'accolant, me disait : Chère Amie,
Contentons-nous l'un l'autre, s'assurant
Que jà tempête, Euripe, ni courant
Ne nous pourra déjoindre en notre vie ;
Si, de mes bras le tenant accolé,
Comme du lierre est l'arbre encercelé,
La mort venait, de mon aise envieuse,
Lors que souef plus il me baiserait,
Et mon esprit sur ses lèvres fuirait,
Bien je mourrais, plus que vivante, heureuse.

Si hasta el bello regazo transportada
de aquel por el que muero yo me viera,
si tan firme deseo permitiera
pasar mi corta vida a él atada:
Si al abrazarme me dijera: “Amada,
gocemos de nosotros”, si así fuera,
ni tempestad, ni Euripo que temiera
podrían deshacer la suerte echada.
Si habiéndolo abrazado de esta suerte
cual hiedra que se enreda al árbol, fuerte,
me llegase la muerte tan temida,
cuanto más dulcemente me besara,
y mi alma entre sus labios exhalara,
más dichosa muriera, ¡más que en vida!

oculta?
Se buena, enseña un poco.

PRECIOSA
Que muera si no reímos,
la prisa que tuvimos para cambiar de estancia
615
me llevó a guardarlo plegado en el pecho.

ANDRÉS
¿Quién te lo dio, mi vida, y cuál fue su propósito?

PRECIOSA
No conozco su nombre, un poeta de Sevilla,
primero, según él, en claridad de estiloN
X
Nota del traductor

El término “douceur”, referido a poesía, debe traducirse por claridad, como ya pusiera de relieve el matemático, filósofo y físico de Rouen, Bernard Lamy (1640-1715) en su manual La Rhétorique ou l'art de parler (1675), libro de un gran éxito en su tiempo que fue reeditado veintiuna veces, y del que extractamos el pasaje correspondiente, del capítulo XII “Styles propres à certaines matières. Qualités communes à tous ces styles”:

Nous allons parler des styles particuliers qui sont affectés à certaines matières, comme sont les styles des Poètes, des Orateurs, des Historiens, &c. Mais il est à propos de faire auparavant quelques observations fur les qualités qui font communes à tous ces styles. Car de plusieurs Écrivains qui s'exercent dans un même style, les uns font plus doux, les autres font plus forts : les uns font fleuris, les, autres font austères. Voyons en quoi consistent ces qualités, & comment on les peut donnera un style lorsqu'elles conviennent à la nature du sujet. La première de ces qualités est la douceur. On dit qu'un style est doux lorsque les choses y sont dites avec tant de clarté, que l'esprit ne fait aucun effort pour les concevoir, comme nous disons que le penchant d'une montagne est doux, lorsque l'on y monte sans peine. Pour donner cette douceur à un style, il ne faut rien laisser à deviner au Lecteur. On doit débrouiller tout ce qui pourrait l'embarrasser ; prévenir ses doutes. En un mot, il faut dire les choses dans l'étendue qui est nécessaire, afin qu'elles soient aperçues ; ce qui, est petit se dérobant à la vue. J'ai dit dans le Livre précédent de quelle manière on adoucit soit la cadence & la prononciation du discours. La douceur du nombre contribue merveilleusement à la douceur du style. Cette douceur peut avoir plusieurs degrés. On dit d'un Auteur qui écrit avec une douceur extraordinaire, que son style est tendre & délicat. Je ne veux pas oublier qu'il n'y a rien qui contribue davantage à la douceur du style, que le soin d'inférer où il faut, es les particules nécessaires pour faire apercevoir la fuite & la liaison de toutes les parties du discours. On donne pour modelé d'un style doux Hérodote dans la langue Grecque, & pour la Latine Tite-Live. (pp. 330-331).

,
me ha hecho el mismo regalo antes dos o tres veces.

ANDRÉS
620
Di que por tu belleza poca es la consecuencia.

PRECIOSA
¡Milagro! Este ducado merece ser montadoN
X
Nota del traductor

La nota que guardaba en el pecho Preciosa debía incluir un ducado de oro, de ahí la alegría de ella. Montar es sinónimo de engastar en gemología (acepción 13 de Diccionario de la RAE), y posibilita un verso de 14 sílabas.

,
metal incompatible con el empleo de bardo.

ANDRÉS
En verdad razón tienes; leeré estos versos
sobre un tema admitido que adora el universo.

PRECIOSA
625
Mientras aseguramos el dinero y la loa,
que en caso de emergencia no les afecte el cambio.

ANDRÉS
Si bien una tal mente, que expresa sus ardores,
al amor a las damas conduce eternamente,
capaz de animar a las rocas y hielos;
630
si fuera guapa joven, estaría en mis favores.

PRECIOSA
Fea, pero enamora con ligeros encantos:
no temas, caprichoso, que siga tras tus pasos,
al estar separados su memoria se pasa,
al igual que la nube que nunca deja trazas.
635
Mas vamos a escogerte una ropa decente
con la que ni tú mismo te reconocerás.

ANDRÉS
Vamos, guardiana, vamos, mi dulce carcelera,
a elegirme una celda cerca de tu candela,
viene tu preso Alcides, Ónfale, a disfrazarse,
640
según lo que te guste desde ahora resolver.


ACTO TERCERO

CLEMENTE, GITANO PRIMERO, GITANO SEGUNDO, PRECIOSA, ANDRÉS, GITANA VIEJAN
X
Nota del traductor

Igual que el primero, este acto comprende sólo dos escenas, una muy corta y la otra larga y compleja.

ESCENA I

CLEMENTE, GITANO PRIMERO, GITANO SEGUNDO

CLEMENTE
Socorro, amigos míos, y reprimid la rabia
de estos mastines pérfidos antes que más me dañen,
medio muerto y con los miembros desgarrados.
¡Eh! ¿A quién pertenecen todos estos chamizos?
645
Quizá de unos pastores por Morfeo abatidos.
¡Oh Cielos, un ardor de ira avivado
los excita conmigo: ayuda, socorredme,
y de una muerte próxima salvad a este infeliz.

GITANO PRIMERO
Alguno que ignoraba que estaban nuestros perros
650
grita al ser atacado, estoy convencido,
veamos este descuido.

GITANO SEGUNDO
Lo veo a lo lejos
que aligera su paso dirigiéndose aquí.

CLEMENTE
¿Qué espantosos fantasmas, y almas en pena errantes
salen de imprevisto de sus cuevas sombrías?
655
¿Qué es mejor avanzar, huir o recular?
Me guste o no me guste, debo ocultar el miedo.

GITANO PRIMERO
El horror lo entumece hasta el fondo del alma.

CLEMENTE
¡Ay! Buenos amigos, reclamo vuestra ayuda.

GITANO SEGUNDO
¿En qué?

CLEMENTE
Viajando antes me sorprendió la noche,
660
y buscando refugio me salí del camino,
pues descubrí una débil claridad en estos sitios,
que mísero me atrae a mi ruina evidente.
Breado por vuestros perros más que si fuera liebre,
fui causa lastimosa del socorro pedido,
665
no quedándome alguna parte entera del cuerpo,
es por lo que aquí vine a crear mi cementerio.

GITANO PRIMERO
¿Tienes dinero? Entonces has encontrado médicos
que pronto te pondrán vigoroso y muy sano.

CLEMENTE
Eso no faltará con tal de que me cuiden.

GITANO SEGUNDO
670
Una de nuestras viejas, experta por la edad
sabe al son del dinero revivir a los muertos,
sobrepasa a Medea si se trata de hechizos.
Los dos te llevaremos a su cercana estancia,
mas piensa que el dinero marcha siempre delante.

CLEMENTE
675
Tened, ¡ay! El dolor me mata.

GITANO PRIMERO
Eso no es nada,
y créeme que curado te encontrarás ya bien.

ESCENA II

ANDRÉS, GITANA VIEJA, GITANO PRIMERO, PRECIOSA, CLEMENTE

ANDRÉS
Sus constantes ladridos que la ira agudiza,
casi cual ensañados en bestias apresadas,
además de los gritos humanos por ruidosos
680
me alarman y me han despertado hace tiempo:
estoy resuelto a ir solo, por si fuera importante
lo que en ocasión tal precisamente se hace.

GITANA VIEJA
Nuestra costumbre ordena que mientras hay peligro
deben todos ponerse al servicio del jefe,
685
listos a obedecer según lo que les mande.
Mas, visto que soy siempre la primera a quien llaman,
no te agobies ni angusties, quédate descansando:
salir para algo nimio no viene a cuento alguno.

PRECIOSA
Silencio, oigo pasos, ¡oh algo lamentable!
690
Un herido que llevan entre dos hombres nuestros,
lo traen, madre mía, para ti al refugio.

GITANA VIEJA
Mejor, por todos lados me da un tufo a dinero.

GITANO PRIMERO
Un viajero obligado, al que pilló la noche,
a dirigirse aquí sitio para él ignoto;
695
por una mala suerte comprobó que los dientes
de nuestros perros son más duros que su piel.
De sus fauces soltáronle con esfuerzo hace poco,
aunque ante su ruego te lo han traído al momento,
prometiendo al instante pagar altruistamente
700
a cualquiera que pueda curarle las heridas.

GITANA VIEJA
Ten valor, en dos días estarás ya curado.

CLEMENTE
¡Ay! Cuánto dolor increíble soporto.

GITANA VIEJA
Sí, mas ni una palabra en lo fundamental,
pues más que tus dolores la pobreza me aflige.

CLEMENTE
705
El pago os volverá más contenta conmigo.

GITANA VIEJA
Hijos, que en mi tienda lo tiendan en la paja:
y tú, Preciosa, ve a buscar nuestro ungüento
que una vez dado, cura los males al momento.
Aprisa, no te quedes como tonta mirándolo.

PRECIOSA
710
Sí, es él en persona, y la causa escondida,
la causa que lo impulsa a venir a buscarme,
sólo incubar podría un plan desenfrenado.

CLEMENTE
¡Hermoso sol de amor, bendigo el infortunio
que me propicia el pasmo de tu encuentro oportuno!

GITANA VIEJA
715
Estate quieto mientras un soplo de inmediato
en tus muchas heridas detendrá la hemorragia:
todo va bien, deprisa, hija mía acércame
el nepenteN
X
Nota del traductor

Del lat. nepenthes, y este del gr. νηπενθης nēpenthés 'exento de dolor'.
1. m. Planta tipo de la familia de las nepentáceas.
2. m. Mit. Bebida que los dioses usaban para curarse las heridas o dolores, y que además producía olvido, como las aguas del Leteo (RAE).

divino y que esté bien caliente,
gota a gota inocúlalo donde apunta mi dedo.
720
El efecto te debe disminuir los dolores,
¿no sientes del remedio una cura eficaz?

CLEMENTE
Y el sueño que comienza a ocupar su lugar,
hace que se me empiecen a ir cerrando los ojos,
y el mal por la dulzura que desciende se calma.

GITANA VIEJA
725
Ahora vamos duerme, relájate, e imagina
que estás inmerso a fondo en tu labor poética,
sin olvidar dormir tras un trabajo tal
que quien placer produce merece recibirloN
X
Nota del traductor

La sentencia de la vieja gitana recuerda al enfermo que ella espera su contraprestación: el dinero.

.

ANDRÉS
La humanidad con él con caridad ejercida
730
no me obliga a mí menos que si fuera conmigo.
“Nunca, en efecto, nunca un bien se va al vacío”:
sacáis del sepulcro a un muerto en este páramo,
que podrá reanimado algún día en exceso
saldar, si no es ingrato, la deuda contraída.

GITANA VIEJA
735
Este día no irá más allá de mañana:
aunque fuese mi padre, o bien mi propio hermano,
sin dinero, ni amigos, ni incluso cirujano,
además en Natura ley más antigua no hay
que hacer la caridad antes con uno mismo,
740
te enseñará la prueba que digo la verdad.
Salgamos ya, Morfeo me llama a mí también.

PRECIOSA
Andrés, Andrés, un término que la vieja no siente.

ANDRÉS
¡Ay! Lo pospones tanto que hay riesgo de que arregle
mis males amorosos una vez que haya muerto.

PRECIOSA
745
Charlatán oportuno la cualidad amena
de aquel que representa un azar imprevisto.

ANDRÉS
Parece que al herido lo viste en otro sitio.

PRECIOSA
Pocos rasgos de amor se distinguen mejor.

ANDRÉS
¿Evasiva, es que quieres sumirme en la inquietud?

PRECIOSA
750
Un dolor nace a veces por causas más ligeras.

ANDRÉS
¿En qué me has percibido un tan celoso humor?

PRECIOSA
Que sepas que has visto antes a nuestro poetaN
X
Nota del traductor

El pasaje de Cervantes es más explícito:

Pues has de saber, Andrés -replicó Preciosa-, que el que hizo aquel soneto es ese mozo mordido que dejamos en la choza; y en ninguna manera me engaño, porque me habló en Madrid dos o tres veces, y aun me dio un romance muy bueno. Allí andaba, a mi parecer, como paje; mas no de los ordinarios, sino de los favorecidos de algún príncipe; y en verdad te digo, Andrés, que el mozo es discreto, y bien razonado, y sobremanera honesto, y no sé qué pueda imaginar desta su venida y en tal traje. (BIBLIOTECA VIRTUAL MIGUEL DE CERVANTES, www.cervantesvirtual.com).

.

ANDRÉS
¿El que te dio el ducado junto con las estanzas?

PRECIOSA
Quien la extrema locura une al remordimiento.

ANDRÉS
755
¿Por qué?

PRECIOSA
Pues por haberse atrevido a venir
dando a nuestros mastines su carne de comida.

ANDRÉS
Excusable locura en aventura tal.

PRECIOSA
Voluntario accidente según mi presunción.

ANDRÉS
Voluntario al que atrae la magia de estos ojos,
760
la gloria de la tierra, y vergüenza del cielo.

PRECIOSA
Burlón, espera al menos que Preciosa esté ausente
y no sienta el sutil aguijón de tu lengua.

ANDRÉS
Mientras que a amor doblegues y a ti esté sometido
confieso ser culpable de obrar como burlón.

PRECIOSA
765
De una palabra a otra, irritable y dispersa
me alejas por completo al fin de mi trayecto.

ANDRÉS
Acuciar la ocasión del discurso iniciado
me volvería culpable de una angustia incongruente.

PRECIOSA
Deseando mantener nuestra paz amorosa
770
no quiero verlo más.

ANDRÉS
¡Sentencia rigurosa!

PRECIOSA
No obstante razonable y también ejemplar,
para que en caso igual me libres de inquietud.

ANDRÉS
Mi languidez por tiempo será recompensada:
el verme de los celos roerá tu pensamiento.

PRECIOSA
775
La peligrosa prueba a ambos nos perjudica,
y mi pura amistad te sigue muy de cerca.

ANDRÉS
Tan cerca como el Cielo se aproxima a la Tierra;
si no un duelo pondría final a nuestra guerra.

PRECIOSA
No te acuerdas ya de esa convención
780
que defiende las charlas no menos que la acción.

ANDRÉS
¡Ay! Ordena, pues, a tu hermosa belleza
que deje de excitar lo que se le rebela.

PRECIOSA
Una queja, por cierto, contra ti se organiza.

ANDRÉS
¿Basada en qué, mi amor?

PRECIOSA
En violar nuestra ley.

ANDRÉS
785
Habla más claramente.

PRECIOSA
Novicio incompetente,
que al ser escrupuloso no valoras tu prueba.

ANDRÉS
Natura no tolera un cambio tan brutal.

PRECIOSA
Leo dentro de tu alma, en ella hay desgana.

ANDRÉS
¿Vida mía, qué pretendes, qué quieres que yo haga?
790
Rico y feliz estando del robo de tu gracia,
nuestra fe yace fuera sin poder malograrse,
y tú no deberías creer lo que se alega:
vivir como un buen hombre es mi mejor ardid.
Compensado este fallo, con los tuyos me excusa,
795
o me deja más bien adquirir en secreto
lo que, salvo el honor, pueda bien exculparme.

PRECIOSA
Lo dejo a tu criterio, con tal de que la bolsa
que a menudo se agota su fuente no la seque.
Ahora el sueño me rinde, adiós, ya separémonos,
800
y recuerda que donde fueres, haz lo que vieresN
X
Nota del traductor

La expresión proverbial "il faut hurler avec les loups" es un consejo de Preciosa a Andrés para que se comporte como gitano, incluso en los aspectos negativos.

.

ANDRÉSN
X
Nota del traductor

Larga reflexión de Andrés, provocada por los celos que lo invaden.

¿Sustraerme un beso con tu salida, pérfida?
Antes dicho que hecho, peligrosa homicida,
lo pagarás el doble: ¡eh! Dios qué piedad,
desde que el pudor vence a la amistad,
805
sólo examina aparte cuan poca confianza
puedes y fundar debes en igual circunstancia.
Bajo la flor el sapo oculta su veneno,
bajo la gracia amable el sexo femenino
esconde sus razones peores que el acónitoN
X
Nota del traductor

Según la RAE: 1. m. Planta ranunculácea de hojas palmeadas y flores azules o amarillas, cuyas variedades son todas venenosas cuando la semilla ha llegado a la madurez. 2. m. Sustancia venenosa que se extrae del acónito y que tiene uso en medicina.

,
810
engañando al más sabio de ordinario elegido.
¿A un Ulises cobarde en este tiempo loco
pretendes suplantar quizás de un modo aciago,
es posible, quien sabe? Tu amante copartícipe,
y antes que sospechoso te siga algo de alarma
815
finge querer prohibirlo y tapa al hacerlo
su confabulación con un velo que baste.
¡Oh Cielos! ¿Qué no haría vejada del ultraje
esta diestra invencible e igual en el coraje?
Más fuerte ella puede confiar en el número,
820
mas no me importaría que me sacrificara;
mi vergüenza atenuada en la sangre de un rival,
alza si puede sobre nosotros dos su premio.
Loca concepción, quimérica pasión,
falsa alarma acabada en el terror del pánico,
825
el cisne vestirá el plumaje del cuervo,
FilomelaN
X
Nota del traductor

El ruiseñor, según Virgilio: Bucólicas, Égloga VI, vv. 78-80:

quas illi Philomela dapes, quae dona pararit?
quo cursu deserta petiverit? et quibus ante
infelix sua tecta supervolitaverit alis?
(¿Qué manjares dispuso para él Filomela?
¡Cómo alzó su vuelo a los desiertos, y antes,
revoloteó el infausto sobre su propio techo!).

dará al búho su gorjeo,
el Océano seco, añorará sus aguas,
la plantaN
X
Nota del traductor

La planta de Baco (Dioniso) es la yedra, que frente a la poesía “elevada” (épico-heroica, panegírica, mitológica o moral-religiosa), simboliza la poesía lírica y bucólica. En el mundo vegetal las relaciones más citadas son: encina-Júpiter, laurel-Apolo, oliva-Minerva, álamo-Hércules, yedra-Baco, arrayán-Venus y ciprés-Plutón.

de Dioniso odiará a los olmosN
X
Nota del traductor

El abrazo de la yedra y el olmo es una imagen poética muy cultivada en la poesía española del Siglo de Oro.

,
antes de que mi diosa ingrata me traicione.
830
Si se ha atraído a otro con una cierta astucia,
sólo acusar debes al Ícaro audaz
de repente abatido por los ojos del sol,
si el envanecimiento temerario lo trae
con la idea de hechizar la siega de tu pena.
835
Ve pues y sondea hábil donde apunta su afán
de elegir este sitio para su retirada,
en resumen su idea sobre el mundanal ruido,
si se dice culpable mi cabeza esté fría.
Oye, eh compañero, despierta, y levántate,
840
nuestro grupo ya parte y en poco tiempo está,
los bultos casi todos están ya colocados.
¿Ves si es que tus dolores se te han aliviado?

CLEMENTE
Infinito; ojalá pueda tener reposo,
levantado muy pronto se me repetirían.

ANDRÉS
845
¿Tras prestarte un caballo hasta el primer pueblo
qué puedes esperar aún más de nosotros?

CLEMENTE
Mi pena es que no se halla en lugares así
quien garantizar pueda que un herido se salva,
cuando se nos acerca la buena dama muerte,
850
sin la cual hace poco iba a entregar el alma.

ANDRÉS
Su cara muestra astucia por lo que puedo ver;
¿curación de su mano pretendes recibir?

CLEMENTE
Antes que exponerme a sufrir la ignorancia.

ANDRÉS
Este SinónN
X
Nota del traductor

Compañero de Ulises en la Guerra de Troya, fingió abandonar a los griegos y se dejó capturar por los troyanos convenciéndolos de que el caballo había sido abandonado como ofrenda a los dioses. Shakespeare lo menciona a menudo en sus obras, siempre como símbolo de la perfidia y la traición.

farsante no va mal de palique,
855
¿otrora conociste a alguno de nosotros?

CLEMENTE
No de distinto modo que os conozco a todos.

ANDRÉS
¿Sin familiaridad que fuese distintiva?

CLEMENTE
Sí, excepto a una joven de singular belleza,
a veces, si no yerro, la vislumbré el momento
860
de vendarme, el dolor me tenía sin aliento.

ANDRÉS
Tú la amas, no mientas, desde que tú la viste,
¿ella es también serpiente que te hiere y carcome?

CLEMENTE
De amistad pasajera, y que murió al nacer,
que perdido su objeto en destello se fue.

ANDRÉS
865
Tu discreción pretende tapar con el silencio
lo que el triunfante amor expulsó con violencia.

CLEMENTE
¿Cómo dices?

ANDRÉS
Tú vienes porque ella te llama,
de esperanza al menos llevado por su causa.

CLEMENTE
En caso que así sea, quiero perder la vida.

ANDRÉS
870
Temes que se te culpe por un loable deseo.

CLEMENTE
No temo más que ir de la verdad en contra.

ANDRÉS
No obstante sus favores más incluso merecesN
X
Nota del traductor

Es evidente que Andrés, comido por los celos, piensa en las estanzas y en el poema que Clemente le había dado a Preciosa.

.

CLEMENTE
En mi desastre cruel pienso algo muy distinto.

ANDRÉS
Con el corazón habla, y apóyate en mí,
875
que, hermano de tu dama, te ayudaré con ella,
con la gente de honor hay que ser servicialN
X
Nota del traductor

Se puede percibir claramente la doblez de Andrés hacia Clemente, a quien dice ser hermano de preciosa y se presta a ayudar, cuando la realidad es que todo lo hace movido por los celos.

.

CLEMENTE
Oferta tan cortés me reemplaza en el acto,
pero además del daño las pasiones me hielan,
miles dificultades que jamás se mencionan
880
impiden mis deseos de llegar a este punto,
no por algún desprecio orgulloso, doy fe
nuestra madre común y la divina lámpara,
jamás belleza púdica me gustó de igual modo,
muy digna del honor de la unión conyugal,
885
cuyas perfecciones desdicen a fortuna.
Mas, la historia incluida en una hora oportuna
del cruel accidente que me retiene aquí,
sin más, de trasladarme aceptad el trastorno.
Que en necesidad suma ella no me abandonaN
X
Nota del traductor

La alusión debe referirse a Preciosa, no a la vieja gitana aunque sea esta última la que lo ha curado.

,
890
yo sé cómo se premia un placer semejante.

ANDRÉS
Duerme aún un poco más, vamos a conseguirte
una montura, acorde con lo que nos permitan.

CLEMENTE
Atisbo de amistad que me devuelve la vida,
y me graba por siempre su recuerdo en el alma.

ANDRÉS
895
Anda erguido y sin miedo, un ArgoN
X
Nota del traductor

"El Argo de más celebridad -designado a veces por la forma latinizada Argus-, según unos, sólo tenía un ojo; según otros, poseía cuatro, dos que miraban hacia delante y dos hacia atrás. Finalmente, otras versiones le atribuyen una infinidad de órganos visuales distribuidos por todo el cuerpo" (Pierre Grimal: Diccionario de mitología griega y romana, p. 46).

a tus pasos
no te permitiría que actuaras con astucia,
si te ven como un pérfido y objeto de mi búsqueda,
el meditado ardid caerá sobre tu mente:
yo iría al regazo de aquella que no puede
900
albergar amor, salvo el mío a matarteN
X
Nota del traductor

Matando a Clemente a la vista de su amada, como está imaginándolo, Andrés se vengaría de él (al verlo como un rival del que está celoso), y quedaría como único aspirante al corazón de Preciosa.

.


ACTO CUARTO

CARDUCHA, CLEMENTE, ANDRÉS, PRECIOSA, GITANO JOVEN, GITANA VIEJA, ALCALDE, GRUPO DE ALDEANOS, SOLDADO, PATRIARCA GITANO, GRUPO DE GITANOS

ESCENA l

CARDUCHA
Hablando para sí
Aunque tu pensamiento, amante desquiciada,
dude por lo inseguro que advierte su destino,
de ahora en adelante el pudor, la razón
parecen, aun opuestas, fruto sin madurar.
905
Tu nave a la deriva va al Norte que la doma,
el triunfador gitano que de ti se ha adueñado,
que su victoria ignora, menos docto que ufano
por ti es adorado no estando enamorado.
Tus miradas estériles no penetran en su alma,
910
la gran desigualdad le oculta tu pasión,
y, colmo de infortunio, ya cercana su marcha,
¡ay! se hace indispensable hablar muy claramente,
o que una muerte impuesta te libere de penaN
X
Nota del traductor

Arrebatada por su pasión, Carducha sólo contempla en este momento dos alternativas: el triunfo de su amor con Andrés o el suicidio. La continuación del relato nos muestra que más tarde optará por una tercera opción, en la que la víctima no será ella misma, sino el hombre que la rechaza.

,
que un hierro o un ronzal a la Parca te llevaN
X
Nota del traductor

Es decir: suicidarse con un puñal o ahorcarse con una soga.

915
por el motivo infame de este vil extranjero,
al que, errante, le gusta ir de aquí para allá,
y en quien el vicio ya se ha convertido en hábito,
sin que atender ya pueda a otras inclinaciones,
y que no apreciará, insensible al honor,
920
un reposo en tu lecho abierto al bienestar.
Perversa, ¿qué has dicho? Un corazón altruista
demuestra en sus acciones que lo golpea el destino,
cada uno hace notar en sus gestos, palabras
que se queda en la ruina si carece de ayuda.
925
Yo optaría por creerlo capaz de ser virtuoso,
pues el no socorrerlo me lleva a ser culpable,
y además no me importa preguntar a los padres,
consumar nuestra boda es algo inevitable,
soy torrente furioso que sus deseos arrastra,
930
a llevarlos, cual negros, atados a una ajorca:
y pase lo que pase, iré llorando a mares,
gimiendo y gimoteando, a confiarle mis penas.

ESCENA II

CLEMENTE, ANDRÉS, CARDUCHA

CLEMENTE
El valor indomable del que era hijo de Júpiter
a su amigo cautivo no le fue provechosoN
X
Nota del traductor

El verso es un anacronismo, al ser una contradicción del siguiente.

,
935
a su amigo libró de las garras del mastín
que vigila en el HadesN
X
Nota del traductor

El original, Pluton, es un sobrenombre ritual de Hades, Dios de los infiernos.

la puerta del destinoN
X
Nota del traductor

El mastín que vigilaba el Hades era Cerbero, perro monstruoso encargado de guardar las puertas del Averno. El episodio corresponde al último de los trabajos de Hércules (La Captura de Cerbero), Euristeo ordenó a Hércules descender al Tártaro (el Reino de los Muertos), los dominios del temible Hades, y capturar a Cerbero, perro monstruoso hijo de Tifón y Equidna, que tenía tres cabezas, una serpiente por cola y cabezas de serpiente a lo largo de su cuerpo, y que era el guardián de la puerta de entrada al Tártaro. Hércules descendió al Tártaro, guiado por Hermes y Atenea. Aterrado por el aspecto de Hércules, el barquero Caronte lo transportó sin reparos a la otra orilla de la laguna Estigia; cuando Hércules bajó de la barca de Caronte los espíritus de los muertos huyeron aterrados, con excepción de Meleagro y la Gorgona Medusa. Al ver a Medusa desenvainó su espada, pero Hermes lo tranquilizó diciéndole que no era más que un fantasma; cuando apuntó con una flecha a Meleagro, éste se rió diciéndole que nada tenía que temer de los muertos, y tras una charla amistosa Hércules, conmovido por la triste historia de Meleagro, prometió a éste que se casaría con su hermana Deyanira. Cuando Hércules pidió el perro Cerbero a Hades éste le dio permiso para llevárselo si conseguía dominarlo sin emplear armas. Tras un prolongado forcejeo con Cerbero logró vencerlo y se lo llevó a Micenas y tras presentarlo ante Euristeo lo devolvió a Hades. 

;
me obligáis tanto como un mortal que pudiera
ir de Escila a Caribdis en este feo asunto,
confuso, exasperado, cogido sin repliegue
940
por el lance del crimen de todos conocidoN
X
Nota del traductor

Clemente alude al episodio cervantino en el que, junto con el hijo de su señor, dan muerte a dos caballeros:

Yo estaba en Madrid en casa de un título, a quien servía no como a señor, sino como a pariente. Éste tenía un hijo, único heredero suyo, el cual, así por el parentesco como por ser ambos de una edad y de una condición misma, me trataba con familiaridad y amistad grande. Sucedió que este caballero se enamoró de una doncella principal, a quien él escogiera de bonísima gana para su esposa, si no tuviera la voluntad sujeta, como buen hijo, a la de sus padres, que aspiraban a casarle más altamente; pero, con todo eso, la servía a hurto de todos los ojos que pudieran, con las lenguas, sacar a la plaza sus deseos; solos los míos eran testigos de sus intentos. Y una noche, que debía de haber escogido la desgracia para el caso que ahora os diré, pasando los dos por la puerta y calle desta señora, vimos arrimados a ella dos hombres, al parecer, de buen talle. Quiso reconocerlos mi pariente, y apenas se encaminó hacia ellos, cuando echaron con mucha ligereza mano a las espadas y a dos broqueles, y se vinieron a nosotros, que hicimos lo mismo, y con iguales armas nos acometimos. Duró poco la pendencia, porque no duró mucho la vida de los dos contrarios, que, de dos estocadas que guiaron los celos de mi pariente y la defensa que yo le hacía, las perdieron (caso estraño y pocas veces visto). Triunfando, pues, de lo que no quisiéramos, volvimos a casa, y, secretamente, tomando todos los dineros que podimos, nos fuimos a San Jerónimo, esperando el día, que descubriese lo sucedido y las presunciones que se tenían de los matadores. Supimos que de nosotros no había indicio alguno, y aconsejáronnos los prudentes religiosos que nos volviésemos a casa, y que no diésemos ni despertásemos con nuestra ausencia alguna sospecha contra nosotros. Y, ya que estábamos determinados de seguir su parecer, nos avisaron que los señores alcaldes de Corte habían preso en su casa a los padres de la doncella y a la misma doncella, y que entre otros criados a quien tomaron la confesión, una criada de la señora dijo cómo mi pariente paseaba a su señora de noche y de día; y que con este indicio habían acudido a buscarnos, y, no hallándonos, sino muchas señales de nuestra fuga, se confirmó en toda la Corte ser nosotros los matadores de aquellos dos caballeros, que lo eran, y muy principales… (BIBLIOTECA VIRTUAL MIGUEL DE CERVANTES, www.cervantesvirtual.com).

.

ANDRÉS
Aunque a decir verdad tal magnánimo acto
merece una corona, no ser llamado crimen,
a veces la justicia se muestra ejemplar
con los que no poseen recursos ni fiador:
945
por miedo a que la plebe se ría a nuestra costa,
tan sólo hay que evitar su fiereza primera.
Resumiendo, ¿dejasteis dos rivales tendidos
y el camino tomasteis de la huida mejor?

CLEMENTE
No adherirse a la justa querella familiar
950
a mi honor confería doble ofensa mortal.

ANDRÉS
Sí, plebeyo obligado tras hurtar sus derechos
a llevar para siempre una espada al costado.

CLEMENTE
No me decís ya nada de una metamorfosis
que al observar mis ojos casi a creer no oso.

ANDRÉS
955
Presume, caro amigo, que jamás mis deseos
no fluyeron tan bien como en este momento;
la abundancia en exceso de platos me disgusta,
entre el gozo excesivo el hombre no ve nada.
Águila, del Sol cerca que por mí brilla amable
960
la fatiga ha perdido su odiosa amargura,
en mí ya convertida en un pariente más
y sin ella la dicha disminuye al instante.

CLEMENTE
Se vuelve ley el hábito, además que el amor
logra de negra noche que nazca un bello día,
965
principalmente cuando la esperanza perdura
a las castas caricias de una divina amante;
¿no obstante la manera que el caballero ilustre
cual firme suerte aciaga os puede someter?
¿Qué anhelar largamente esta mendiga vida
970
no haga subir Natura do la sangre la invita?

ANDRÉS
¿Que durase después de la muerte paterna?
No, entonces la infamia me haría criminal.
¿Mas vos, ya de compadre en el grupo maleante
respondéis francamente a una demanda tal,
975
qué término preciso se prescribe de estancia?

CLEMENTE
Espero irme con ella ya desde el primer día,
en que nos acerquemos a Cartagena, donde
Neptuno brinda el tiempo del trayecto oportuno,
trayecto que es seguro que me conduce a Italia.

ANDRÉS
980
Aceptándoos pues este plan reducido,
usaré mi prestigio con los nuestros, y apuesto
hacerles que consientan en la ruta del viaje.

CLEMENTE
Colmo del infinito de goces anunciados,
que os serán por el Cielo un día compensados,
985
haciendo dependiente mi vida del autor.
Mas vez que una muchacha de admiración feliz
no os quita los ojos, ¡ah! Esa es la señal,
destello inseparable de un corazón ardiente,
quiere que los campeones estén todos en liza.

ANDRÉS
990
Un pícaro provoca que todos de él sospechen,
por eso manteneros un poco apartado,
de nuestra entrevista cual testigo ocular.

CARDUCHA
Muda a tu llegada, raro honor de tu grupo,
una gran timidez la palabra me corta.
995
¿Mas qué necesidad de expresar por la voz
lo que han dicho los ojos más de un millón de veces?

ANDRÉS
Venís a preguntar, creo, enamorada,
si debéis ser o no feliz en vuestro amor.

CARDUCHA
Enigma que tu oráculo no puede predecir,
1000
o mi fin precipita, o mi mal apacigua;
inspiradoN
X
Nota del traductor

Si estás inspirado.

, conoces mi herida profunda,
que solo curar puedes tú en todo el orbe.
¡Pobre chica hechizada! Extírpame el hechizo
que tiene presa mi alma, o me dará la muerte.

ANDRÉS
1005
Por las gracias del cuerpo claman nuestros secretos,
del demonio implorado dependen los del alma.

CARDUCHA
Salvo tú cualquier otro lo habría comprendido,
salvo tú cualquier otro no me ha importado tanto.
Deja de simular, deja ya de fingir,
1010
que mi vergüenza aumenta: la pasión expresada
por la que sufrir me haces muriendo a fuego lento;
pero antes de que alegues una excusa cruel,
mi miedo virginal dará paso al amor
que debe calentarte, aunque fueses de hielo,
1015
tu fortuna en mi lecho lograda desde ahora,
deja ya la pobreza para siempre de amiga,
deja ya de vivir tu hasta ahora incierta vida
para común oprobio vagabunda, oprimida.
Mi madre, de la tumba al borde, morirá
1020
y de única heredera me dejará entonces,
rica en muebles, en oro, y en hermosos cortijos,
en tierras de labor y en extensas dehesas,
admira, admira el gozo súbito que te espera,
será feliz Carducha cuando tu estés contento,
1025
Carducha, que te estima cual si monarca fueras,
a quien la suerte ingrata tus virtudes subraya.
Elígeme pues ves que soy muy buen partido:
¿En qué sitio hallarías una similar suerte?

ANDRÉS
Mucho me honra la oferta, la oferta de una CáriteN
X
Nota del traductor

Las Cárites -en latín las Gracias- son divinidades de la belleza, y tal vez, en su origen, potencias de la vegetación [...] Se representan generalmente como tres hermanas, llamadas Eufrosine, Talía y Áglae, tres jóvenes desnudas cogidas por los hombros; dos de ellas miran en una dirección, y la del medio, en la dirección opuesta. Su padre es Zeus; su madre, Eurínome, hija del Océano. A veces, su madre es Hera, en vez de Eurínome. (Pierre Grimal: Diccionario de mitología griega y romana, p. 87).

,
1030
que sopesar debiera más en frío su mérito,
valorar más sus medios y hacer valer su rango,
inquirir el deseo de una madre antes de eso,
pues, vieja, ya no encuentra más apoyo que el suyo.
Añadid mi palabra de honorable gitano,
1035
pues nuestros estatutos ex profeso prohíben
el vínculo amoroso excepto entre nosotros:
todo gitano debe tomar a una gitana,
es una ley inviolable que se sigue, de antaño,
bajo pena de muerte; perdonad al inepto,
1040
que salvo en este punto os obedece presto.

CARDUCHA
No acarrean vuestras leyes necesidad que obligue,
sólo tienen influencia en los que oprime el hambre:
ríndeme juramento de legítimo esposo,
si los tuyos se oponen los aniquilo a todos.

ANDRÉS
1045
La palabra me ata vinculado a otra parte.

CARDUCHA
Encontrarás ventajas si es que por mí la cambias.

ANDRÉS
Nunca, es irrevocable, ella no cambiará.

CARDUCHA
Pues así tu miseria nunca te dejará.

ANDRÉS
Mi miseria me gusta, y feliz me contenta,
1050
no os deleitéis más en esta vana espera.

CARDUCHA
Arrogante mendigo, ve de ponerte a salvo,
pues sabrás lo que vale enfrentarse conmigo,
pues tu osado rechazo va a costarte la vida,
mi súbita amenaza seguida de su acto.
1055
Recuerda bien, ingrato, que una ira femenina
sobrepasa en peligro a las de las mantícorasN
X
Nota del traductor

Según Plinio el Viejo y Lucano, al sur de África vivían las mantícoras, gigantescos leones rojos con cabeza humana y triple hilera de dientes. Se trataba de criaturas legendarias de origen persa que tenían cuerpo de león, cara de hombre y cola de escorpión; parece ser que quien los describió por primera vez fue el médico griego Ctesias, nacido alrededor del inicio de la segunda mitad del siglo V, a. C. En los bestiarios medievales su figura representaba el mal.

.

ANDRÉS
Insiste la vehemente en la pasión que alienta,
sin que recibir pueda una excusa legítima,
un amor desdeñado no encubre la razón
1060
más que con la venganza, y hay que tener cuidado.
Nuestra tribu muy pronto debe irse de este burgo
donde amigos pujantes amparan a la airada.

ESCENA III

PRECIOSA, GITANO JOVEN

PRECIOSAN
X
Nota del traductor

El largo monólogo de Preciosa comprende dos partes complementarias: la descripción del sueño premonitorio que anuncia los peligros inmediatos, y un final feliz.

Un trastorno asombroso el cerebro me agita:
así como el barquero aprende sobre el agua
1065
que mucha calma anuncia la tempestad angustiosa
que mezcla con el cielo a una mar tempestuosa;
la visión de este modo aparece en el sueño
en el momento en que aparece el Sol,
loca de pensamientos mi alma intranquila,
1070
por temor a anunciar una desgracia próxima.
Mi Andrés me pareció ser perseguido entonces
por una gran leona, y al final abatido
-por más esfuerzo que hágase en querer defenderlo-
en su horrible guarida oculto, humillado.
1075
Creyéndolo perdido me meso los cabellos,
yerma dirijo al cielo mis humildes deseos,
me golpeo mil veces el pecho, y la cara,
cayendo en un desmayo profundo sobre el sitio.
Vuelta en mí, veo a mi Andrés a mi lado de nuevo,
1080
confirma el riesgo un mirtoN
X
Nota del traductor

Algunas historias del mundo clásico relacionan el mirto con significados funerarios: la de Baco o Dioniso bajando al Hades a rescatar a su madre, Sémele, muerta por los rayos de Júpiter.

en torno a su cabeza,
que no esperara más, y de gloria inflamada
me despierto alterada, dejando atrás el sueño.
Sueño que pronostica un ataque a la suerte,
pero al que nuestra dicha vence porque es más fuerte,
1085
que nuestro casto amor tras el duro invierno
logra una primavera agradable que dura.
Hijo alado de Venus, no lo retrasa tanto
pues el coraje al fin sucumbe, poco firme,
se hendiría una roca sensible a la piedad,
1090
viendo a este caballero al máximo esforzándose,
cansarse, soportar frío, hambre, calor,
y, lo que cuesta más a este alma elevada,
el ruin tren de vida común entre nosotros,
incluso en la crueldad se esfuerza, piadoso.
1095
¿De qué sirve mentir? Coartada en mi rigor,
sólo saco provecho de su gran postración,
la piedad, poco falta, supera equitativa
y disipa el freno de una vergüenza púdica;
pero mantente firme, imitando al pilotoN
X
Nota del traductor

En el original nocher: del italiano nocchiero, proveniente del latín nauclerus ("patrón de barco"), proveniente a su vez del griego antiguo ναύκληρος, naúklêros; emparentado con el catalán nauxer, naucher en español.

,
1100
quien al ver los escollos no puede relajarse.
Ante un buen comienzo concluye de igual modo;
un mozo a ella se acerca con diligencia extrema,
¿es a mí a quien buscas?

GITANO JOVEN
Venid, acudid pronto,
nuestra banda a la marcha se encuentra casi lista,
1105
muchos ya han recogido y van de avanzadilla,
dicen que si no vamos nos acecha el peligro.

ESCENA IV

MADRE DE CARDUCHA, ALCALDE, GRUPO DE ALDEANOS, SOLDADO, CARDUCHA

MADRE DE CARDUCHA
Os imploro, vecinos, vuestra pronta asistencia,
contra estos pendencieros, incapaz de aguantar,
imploro a la justicia y os la pido a vosN
X
Nota del traductor

La madre de Carducha se dirige al magistrado, que aparece a continuación.

,
1110
quien como magistrado juzgar debéis a todos.
Han robado estos cacos las joyas de mi hija,
además del botín que a cada uno han cogido,
que reconocerán al registrar sus bolsas,
y las plumas ajenas, de animales hurtados.
1115
Pero su corta estancia elude el ir tras ellos,
están a punto de irse, o de emprender la huida.

ALCALDE
La prudencia nos debe guiar en el gobierno,
juzgando si agarraron el cañón del fusilN
X
Nota del traductor

Es decir: que se pueda discernir si fueron ellos los que robaron las joyas.

;
lo que es muy difícil entre esta gentuza,
1120
que noche y día se afanan en el fraude y engaño,
saben más de mentiras, ardides y rodeos,
que el resto del mundo, y planifican siempre.

CARDUCHA
Permitidme, Señor, la fácil filiación
del ladrón que saltando raudo por la ventana
1125
dentro de un morral su hurto escondió,
mas quedó su figura ligada a mi almaN
X
Nota del traductor

Carducha está en realidad expresando, de modo inconsciente, que no puede olvidar a Andrés, al que delata por despecho.

.

ALCALDE
No lo echará de menos; demos una batida
que pueda rodear y pillar a su banda
que se encuentra dispersa en medio de nosotros,
1130
la partida prescribe que a estos taimados
se recupere el hurto: o bien, nos arriesgamos
a un amotinamiento en el que osen hacerse
con el poder, matarlos; mi anuencia bastará
y este general crimen se exculpa desde ahora.

GRUPO DE ALDEANOS
1135
No se ve en el Sol nada más digno de justicia,
ni recibir el Cielo más dulce sacrificio.
Quizás si se los mata, la ira cesará,
o si aún los toleramos, seremos responsables
de incontables excesos contra nosotros mismos;
1140
tal mal extremo exige remedios excesivos.

SOLDADO
Enemigo crucial de su deslealtad,
no tengo crueldad de hacer caer a los niños.

CARDUCHA
Soberbio, desdeñoso, alma ingrata y maldita,
esta vez, ahora sí tu ruina está predicha
1145
y llega, al vengarme del desdén de un rechazo,
pasmado si una vez en peligro estuviste,
poco astuto gitano, pecaste de prudente
no podrías escapar de la trampa mortal,
ya que mi propia mano sujeta a su suerte
1150
halla un rapto supuesto del que así acusarte.

ESCENA V

PATRIARCA GITANO, ANDRÉS, PRECIOSA, ALCALDE, GITANA VIEJA, MADRE DE CARDUCHA, GRUPO DE GITANOS, CARDUCHA, GRUPO DE ALDEANOS, SOLDADO

PATRIARCA GITANO
Mientras tú nos describes a tu humillada FilisN
X
Nota del traductor

En la mitología griega, Filis (del griego antiguo Φυλλίς / Phullís, "hoja") es la heroína de una historia de amor, cuyo héroe es bien Acamas, o bien su hermano Demofonte, hijos los dos de Teseo. Una de las versiones de la leyenda cuanta que la joven se transformó en un almendro estéril que recobró la vida cuando el amante volvió a la isla. (O bien Filis se suicida ahorcándose en un árbol, y en el lugar donde la entierran, crece luego un almendro, que florecerá al regreso de Demofonte).

,
ahora cohibida por la desgracia amorosa,
su mando en este sitio, su furioso ardor,
su corazón que lanza por la boca amenazas
1155
muy grandes, que le da aún más la demora
la dicha de cumplir su venganza traidora,
el mal nos hará cautos, pronto huyamos de aquí.
Tengo el vello de punta, ¿quién no tendría miedo?

ANDRÉS
El legítimo miedo en el que la conciencia
1160
criminal con justicia se altera con recelo
no ha lugar en mi caso, que reta a la inocencia,
al orbe conjurado de furia vehemente,
que del Cielo aguantara la caída inesperada,
el diluvio imprevisto de Tetis enrabiada,
1165
sin tener que asustarme o inquietarme por nada:
“sigue el bueno al malvado, y huye del bondadoso”.

PRECIOSA
¿No recomendarías sus favores aisladosN
X
Nota del traductor

Preciosa, incitada por los celos, alude a los favores de Carducha de los que hablara anteriormente el patriarca gitano.

,
la huida, con el fin de tapar vuestros líos?
De palabra Hipólito, y Teseo de acto.
1170
¡Oh, Cielos! ¿Qué ruido se origina en el pueblo?
Un gentío se aproxima, furiosos nos atacan,
cuidemos de evitar su irrazonable fuerza.

ALCALDE
Quietos, pues el primero que se defienda muere;
la cuestión sólo estriba en corregir un error,
1175
devolverle las joyas robadas a esta dama,
que contra vos reclama la mano de justiciaN
X
Nota del traductor

Mano de justicia. Se da este nombre a una especie de cetro que llevan algunos reyes en la mano izquierda, cuando revestidos de los ornamentos reales asisten a alguna función solemne. La mano de justicia es un bastón de unos dos pies de largo que remata en una mano de marfil. Los franceses suponen que este ornamento o atributo del poder soberano ha sido particularmente usado por sus reyes. Millin cree que los reyes franceses de la primera y segunda dinastía no usaron la mano de justicia; la cual se ve por primera vez en el sello de Hugo Capeto, y después de este Príncipe no se vuelve a hallar hasta Luis X llamado el Hutin. Este último y sus sucesores hasta Carlos VI la llevaron en la mano izquierda, y el bastón o cetro real en la derecha. Se cree comúnmente que Carlos VI fue el primer rey francés que introdujo el uso de llevar el cetro con la mano de justicia. (Diccionario histórico enciclopédico, Vicenç Joaquim o Vicente Joaquín Bastús y Carrera, Barcelona: Imp. de V. de D. A. Roca, 4 vols. y un V de Suplemento. Tomo III, 1830, p. 434).

.

GITANA VIEJA
Su acusación tiene que ser bien comprobada,
y el acusado, al menos tiene que detallárnoslo.

MADRE DE CARDUCHA
Reconozco al autor del robo, a mi hija.

ANDRÉS
¡Ingrata!
1180
Estos son los furores de tu odio brutal.

PRECIOSA
Caro Andrés, la lealtad que quieres mantenerme,
hace que el aguijón de una sierpe te arrojen.

CARDUCHA
Este es el hombre, éste el ladrón en persona,
de nadie salvo él sospecho yo del robo.

ANDRÉS
1185
No es propio el engaño del que es indiscreto,
tres palabras harían desvelar el secreto.

CARDUCHA
Señor, sin detenernos en insolencia tal,
el registro en su bolsa lo deja en evidencia.

ANDRÉS
De buen grado, y en cuanto se demuestre mi culpa,
1190
confesaré yo mismo que mucho ya he vivido,
yo mismo, de este crimen ya sea autor o cómplice,
encenderé la hoguera y aceptaré el suplicio.

ALCALDE
Decís muy bien. Así, dará fe lo que veamos.

CARDUCHA
No confiéis, por favor, sólo yo buscar debo.

ALCALDE
1195
Hacedlo, pues sabed que permite el derecho,
que la parte afectada la inspección lleve a cabo.

CARDUCHA
Muestra cual es la bolsa que utilizas tú sólo.

ANDRÉS
Es la que trae a la espalda el muchacho que llega.

PRECIOSA
Tu virtuoso rechazo, pobre Andrés, sugiere
1200
algún condenable acto de una nueva diablesa.

CARDUCHA
Ahora, vamos, empieza, y al revés ponlo todo
para que pueda verse muy detalladamente:
ánimo, este collar demuestra todo el resto.

ANDRÉS
¡Ay, pérfida execrable, para mi honor funesta!

CARDUCHA
1205
¿Y estas pulseras de oro, no admites que son mías?

ANDRÉS
Me confieso atrapado en tus lazos traidores.

CARDUCHA
Oíd al bandolero escupiéndome injurias.

ANDRÉS
¡Justo Cielo, tú ves la farsa y la permites!

PRECIOSA
¡Dios mío! ¿Qué haremos?

CARDUCHA
Del botín la pieza última,
1210
mi diamante retorna.

ALCALDE
Pronto, que al prisionero
me lo traigan con hierros.

ANDRÉS
Oíd, juez imparcial,
de fantasía tal la alegación real.

SOLDADO
Insolente canalla, ladrón, por parte doble,
¿qué pretexto pretendes concebir para el crimen?
1215
Tu hurto se ve, se palpa. Mi ira se desata,
y debo apaciguar este juego imprudente.

PRECIOSA
¿Pretende en sus narices suplantar al togado?
Para nosotros no hay justicia en estos sitios.

ANDRÉS
Temeraria, tu sangre me lavará el ultraje,
1220
podrás saber que el hábito no impide el corajeN
X
Nota del traductor

Andrés se reafirma en su condición de caballero: a pesar de vestir como los gitanos, sigue manteniendo el valor inherente a su nobleza.

.

SOLDADO
Ayuda, amigos míos, ayuda, que me muero,
no dejéis impune esta ofensa homicida.

GRUPO DE ALDEANOS
Miserable, inspirado por una ira homicida,
te atreves a añadir el crimen a tu afrenta;
1225
en vez de arrodillarte cual persona humillada
para atenuar del pueblo la peligrosa cólera,
lo irritas aún más volviéndolo implacable.
Vamos, que con los suyos en piedras lo cubramos,
o ahoguemos en el agua a monstruos tan perversos,
1230
que malparió el infierno para dañar al orbe,
y aún será poco: una tan sucia víctima
no aplacará allí a una sombra magnánima.

ALCALDE
Silencio, encadenadlos en cárceles distintas,
no seamos injustos más de nuestro deber,
1235
y que ningún osado mi prohibición omita.
Conocerá Sevilla la soberana ofensa,
soberana será en dar vida o dar muerte,
cual si nosotros fuéramos en suprema incumbencia.


ACTO QUINTO

DON FERNANDO, DOÑA GUIOMAR, PRECIOSA, ANDRÉS, CARCELERO, GITANA VIEJAN
X
Nota del traductor

Este último acto transcurre enteramente en Sevilla, en el palacio del corregidor, y gira en torno al proceso de Andrés, a quien el reconocimiento de preciosa salva in extremis.

ESCENA I

DON FERNANDO, DOÑA GUIOMAR, GITANA VIEJA

DON FERNANDO
El hombre, aunque animal celestial por origen,
1240
de do nacen sus males, ciego, no imagina,
ni siente cuitas miles caer sobre su cabeza,
y no obstante no quiere conocer el desastre;
sé que la veloz peste en sus alas durmientes
despuebla nuestras urbes con sus flechas mortales,
1245
o que un diluvio de aguas antes de ser previsto
arrebata de CeresN
X
Nota del traductor

Entre los romanos la diosa de la agricultura, las cosechas y la fecundidad.

la joven esperanza,
y que el árido cieloN
X
Nota del traductor

El original: “Ciel d’airain”, alude a un tiempo seco y árido, durante el cual no cae lluvia ni rocío.

que llena de fatiga
niega a frutos y trigos la lluvia y el rocío,
azotes precursores del hambre que los sigue,
1250
espantados entonces, nos seduce una sombra:
su verdadera causa claramente ignorada
pues del Cielo no vemos la derecha iracunda
repetir en nosotros tantos diversos crímenes
que la impunidad hace reinar entre el orbe.
1255
El ejemplo me basta de una raza malvada
que ojos y oídos hechiza de todo el populacho,
que roba, que saquea, errante donde su ira
no prevé el obstáculo que le produce espanto.
Al ver el homicidio obrado que me atañe
1260
tendrán estos ladrones la pena capital,
y sobre el desgraciado que en hurto sorprendido,
desesperado de ira dio el golpe asesino,
sin piedad y sin gracia un suplicio apropiado
le espera, y los que entre ellos resulte que son cómplices,
1265
desterrados serán fuera a perpetuidad;
lo que les sale aún demasiado barato,
debiera expiar el fuego sus crueldades juntos,
sería el Cielo propicio: es lo que me parece.

DOÑA GUIOMAR
Lo decís por la influencia de la voz de la plebe,
1270
y de un modo intachable fundado en las leyes.
Dios recompensará, único juez del mundo,
una tal equidad que no tiene igual,
piadosa, memorable, inmortal en su elogio,
mientras que azul Neptuno rebosará de olas,
1275
y la tierra esté por hombres habitada,
y los apretujones de Tetis limitados.
Hércules, vos debéis exterminar a una hidra,
que vale sólo para coger y saquear,
cual cloaca de los vicios, cual miseria vertida
1280
sobre los bienes prójimos se alimenta amarrada.
La pérdida de mi hija a partir de ese instante
hizo ampliar mi odio hacia ellos en los días siguientes.
Siempre la misma duda me late sobre el pecho,
y que más incitarme debe en este momento.
1285
Yo no sé qué destino permite como adrede
que los mismos ladrones caigan en vuestras redes:
una sola del grupo a la piedad me incita,
pues su inocente edad y beldad lo merecen,
hacedla aquí venir; mas, Señor, admirad
1290
su porte y su gracia, sus moderados gestos,
su suerte no concuerda con sus modos, afables,
su cara me recuerda la cara de mi hija.

EL CORREGIDOR
Hermosa ciertamente, y me alegra la vista,
preciso es depararle una suerte mejor:
1295
pero charlad con ella durante un cuarto de hora,
este criminal juicio a mi deber me llama.

ESCENA II

DOÑA GUIOMAR, PRECIOSA

DOÑA GUIOMAR
¿Qué dices, guapa mía? Ven aquí, dame un beso,
tu persona transmite un encanto secreto,
que obliga a quererte: ¡Dios!, qué bonita eres.
1300
Mas, ¿de dónde te viene esta melancolía?
Hoy estar no pareces de buen humor; y bien,
¿de lo que se te dice tu no respondes nada?

PRECIOSA
Los dolores ligeros se expresan fácilmente;
los fuertes son un peso, hasta mudos oprimen.

DOÑA GUIOMAR
1305
En tal caso no debes ignorar mi socorro.

PRECIOSA
Algo me obliga más que hasta la propia vida.

DOÑA GUIOMAR
Siempre y cuando el juicio coarte tu demanda.

PRECIOSA
El solo me empuja, me guía y me ordena.

DOÑA GUIOMAR
Explícate, me imbuyes el alma de piedad.

PRECIOSA
1310
Si mi dicha me hace ganar vuestra amistad,
si puedo merecer, enfermiza criatura,
que mi rezo en el aire no vuele a la aventura,
Señora, por las manos que oso seguir besando,
y mi dolor me atrevo de lágrimas regar,
1315
por este sentimiento virtuoso apegado
respecto a una inocente marcada en las desdichas,
protectora os ruego que alejéis la tormenta
que a este pobre acusado amenaza engullir.
Él es hombre de honor que, altruista, se esfuerza
1320
en frenar si es preciso la fuerza con la fuerza;
¿qué humilde verme, herido, no se rebelará,
ni trata de vengar su inocente muerte?
Señora, interceded para que una defensa
escuchada con tiempo lo limpie de la ofensa.
1325
Mi sangre os firmará lo que dice mi boca,
que un ultraje sufrido lo decidió a golpear.

DOÑA GUIOMAR
El crimen nunca tuvo legítima excusa.

PRECIOSA
Pero el muerto, agresor, provocó este crimen.

DOÑA GUIOMAR
Se arriesga el homicida al suplicio mortal.

PRECIOSA
1330
Forzado a ello no hay ley que lo pueda aprobar.

DOÑA GUIOMAR
Sobre favor discutes y según tu criterio.

PRECIOSA
Al ser el hecho visto como más criminal,
Señora, os ruego al menos que lo consideréis,
y que le den el tiempo para bien defenderse.

DOÑA GUIOMAR
1335
Feliz en su desgracia por tener tu defensa,
trataré de que no lo detengan tan pronto.

PRECIOSA
¡Oh, admirable clemencia! Ahora podéis también
de su aplacado juez el ánimo inclinar.

DOÑA GUIOMAR
Tu ruego finalmente sería inoportuno.

PRECIOSA
1340
Según lo que requiera el presente infortunio.

DOÑA GUIOMAR
A este prisionero lo amas, no lo niegues.

PRECIOSA
Quien lo conozca bien lo mismo sentiría.

DOÑA GUIOMAR
Y su culminación de bohemio consiste,
en que en sus rapiñas nada se le resiste.

PRECIOSA
1345
Aun guardándoos respeto, no tiene este gitano
nada de vagabundo, pues que es hombre de bien.

DOÑA GUIOMAR
Es único en su especie en este caso, niña.

PRECIOSA
El único realmente, sin mancha ni baldón.

DOÑA GUIOMAR
Basándome en tu informe tengo deseos de verlo,
1350
basándome en tu informe haré aquello que pueda:
con la condición de que regreses más contenta
a cantarme coplillas que tienes reservadas.
Sígueme.

PRECIOSA
Con agrado, iniciado el asilo
del Monarca supremo al estar en apuros.

ESCENA IIIN
X
Nota del traductor

Toda la escena es un largo monólogo interior de la vieja gitana.

GITANA VIEJA
1355
Sola
Podrías consultar los viejos robles de EpiroN
X
Nota del traductor

El Oráculo de Dodona fue el más célebre de la Antigüedad, tras el de Delfos. Dodona se hallaba al este de la isla de Corfú, en la región de Epiro, al pie del monte Tomaros. La ciudad estaba rodeada por un bosque de robles, que según la leyenda los sacerdotes y las sacerdotisas del bosque sagrado interpretaban la caída de las hojas de un roble sagrado en el viento.

,
o a Proteo forzado en el húmedo imperioN
X
Nota del traductor

El viejo Dios marino, Proteo, había sido sorprendido en su sueño por el rey Menelao, viéndose forzado a revelarle cómo escapar de la isla para viajar a Egipto y hacer sacrificios a Zeus.

,
que idea más favorable y útil a este respecto,
más digna que la tuya llegaría por su parte:
a los padres legítimos preciosa restituida
1360
restituida la vida a su mitad perdida,
sí perdida, y de súbito; si no se salva a Andrés,
un ruido popular que morirá avala.
Pues si, juez implacable de su urgente sentencia,
irrevocable, luego lo envía a la horca,
1365
alegar su nobleza, en nuestra condición,
parece una farsa que llega a estupidez.
Mas denunciar tu rapto, y elegir este amparo
equivale a encontrar bandería y juez.
¿Por qué? La alegría de recobrar a una hija
1370
te amortiguará su abrumador rencor.
Preciosa, mi garante por su afable carácter,
desecha de este paso cualquier fiera aventura
vana en este mundo con riesgo de arrancar
al sol de las virtudes de su querida madre.
1375
Con los vestigios que hacen que se la reconozca,
me pondré primero ante la vista de la madre,
a la que ya el instinto exalta la amistad,
perfecta obra en sí misma, que yo completaréN
X
Nota del traductor

El sentido del verso es el siguiente: la amistad de Doña Guiomar es una obra perfecta en sí misma, por lo que concierne al instinto; esa obra se completará (su otra mitad) con la aportación de los documentos de que dispone la vieja gitana.

.

ESCENA IV

ANDRÉS, CARCELERO

ANDRÉS
Cautivo en el horror de una fétida cueva,
1380
soportaré una muerte vergonzosa y violenta,
sin poder esperar socorro humano alguno,
y en cada momento de la vida insegura,
la Parca inevitable ahora no me asusta:
con razón mi firmeza invencible se jacta.
1385
El glorioso motivo que ocasiona mi tránsito
su dolor apaciguaN
X
Nota del traductor

Apacigua el dolor de la firmeza de Andrés.

en este paso fúnebre.
¡Ay! Tan sólo me llevo de este mundo una pena,
que se quede mi Cárite errante para siempre,
pobre en bienes, amigos, y de un capaz apoyo
1390
que cambiar pueda a bien el rigor de su suerte.
Perdóname el fracaso, púdica dueña mía,
imputa nuestros sinos al rencor traicionero,
que mis deseos halaga al poder demostrarte
que podías honrarme por fiarte de mí.
1395
Puede que te reserve el Cielo en otro instante
un destino que sea igual o superior:
guarda, querida, al menos mi recuerdo por siempre.
¿Así, sin verte más terminaré mis días?
¿Sin un último adiós boca a boca exhalado?
1400
Tal crueldad me apena mucho más que la muerte,
me consterna el ánimo: ¡ah!, sin duda este ruido
anuncia que te llevan, miserable, al suplicio.

CARCELERO
Oye, de pie, y sígueme, el juez te solicita.

ANDRÉS
¡Oh Cielos! Mi inocencia a ti se encomienda.

CARCELERO
1405
Aún temer nada debes, te interrogarán antes
de que posteriormente te condenen o absuelvan.

ANDRÉS
En realidad mi mal ni aumenta ni decrece.

CARCELERO
No respetes la fiesta antes de que ésta llegueN
X
Nota del traductor

Chommer, v. act. Guardar las fiestas, no trabajar por respeto al día, o festividad que se solemniza. También significa holgar, o no trabajar por no tener obra. Dícese proverbialmente de un hombre desgraciado, que ya no tiene autoridad, ni valimiento: C’est un Saint qu’on ne chomme plus: es un santo de quien ya no se reza; cuya fiesta no se guarda. Il ne faut pas chommer les fêtes avant qu'elles soient venues: no se han de guardar las fiestas antes que lleguen: no le ha de alegrar, ni entristecer antes que llegue el bien o el mal (Diccionario Universal Francés y Español, p. 286). Es decir: no hay que afligirse o alegrarse con antelación, antes de que los acontecimientos se produzcan.

:
“Quien preocupado piensa siempre en el porvenir
1410
parece urgir al mal que no puede prevenir”.

ESCENA V

DOÑA GUIOMAR, GITANA VIEJA, PRECIOSA, CORREGIDOR, ANDRÉS

DOÑA GUIOMAR
¿Que tras un largo siglo de tedio y de miseria
vuelva a ver a mi niña? ¿A mi hija querida?
Levantaos, y elegid como perdón o pago
de entre nuestros bienes lo que más os atraiga:
1415
pues los indicios dados del reconocimiento,
las marcas en su cuerpo desde su nacimiento,
no me permiten ya ignorar mi ventura,
no me permiten ya que el tedio me devore.
Mi niña, mi esperanza, mi claridad, mi vida,
1420
ven, ven; que en esta frente saciada por los besos,
que el rédito me paguen por mis penas pasadas,
tu llegada a tu padre y a mí nos hace jóvenes.

PRECIOSA
¡Señora!

DOÑA GUIOMAR
¡Mi ventura!

PRECIOSA
La alegría que me embarga
me corta la palabra y le cierra la puerta.

DOÑA GUIOMAR
1425
Sirvientes, ahí dentro que alguien vaya a buscar
a vuestro amo, sin más indagar sobre el tema,
que venga con presteza.

GITANA VIEJA
Un espanto mortal
siento ante su llegada, palpitándome el pecho.
Señora, excepto vos nadie puede avalarme,
1430
ni puede de su cólera la tormenta alejar.

PRECIOSA
Que su ira en mi cabeza estalle apaciguada,
Señora, apaciguarla para vos será fácil;
un real afán materno conforme a su pobreza,
un afán por dejar a salvo mi honor,
1435
y siempre, en lo posible, nutrida y mantenida,
luego la confesión llega espontáneamente
en modo alguno aguantan que se le haga algún daño,
o antes a vuestros pies sufriría la muerte.

DOÑA GUIOMAR
No te atormentes más por un miedo irreal,
1440
a mi palabra siempre la acompañan los hechos.

PRECIOSA
Y aún supondría eso un buen acto a medias
si sobre el prisionero vuestra piedad no irradia,
hidalgo consumado, virtuoso, magnánimo,
que una miseria así por mi culpa lo oprima.

DOÑA GUIOMAR
1445
¿Querrías, si es así, tomarlo como esposo?

PRECIOSA
Sí, pero sin que vos el deber infrinjáis.

DOÑA GUIOMAR
He aquí de quien depende. Mi Señor, por favor
venid, ved un milagro en nuestra única hija.

CORREGIDOR
¿Qué hija y dónde está?

DOÑA GUIOMAR
¿Dónde? ¡Buen Dios! No lejos,
1450
su vida el buen Cielo se dignó protegerla,
ya la veis, es mi hija, y tras estar perdida
tras varias peripecias sana nos la ha devuelto.

CORREGIDOR
¡Mi hija encontrada!

DOÑA GUIOMAR
Ya no hay que dudarlo,
sino de esta dicha escuchar el relato.
1455
Desde el triste día en que nos la robaron,
la vieja preservó la secreta ascendencia
del lugar de su origen, jamás supo ella nada,
crédula y sintiéndose de una rama gitana.
Mas, mientras que en Madrid su itinerante tribu
1460
pasaba por azar para liar a la gente,
un joven caballero de una antigua familia,
el mismito que ahora tenéis prisionero,
se volvió locamente de mi hija enamorado,
le expolia lo que puede a su rica familia,
1465
y bajo la esperanza de promesa de enlace
se dedica al infame oficio de los bohemios.
Más tarde, pretendido por cierta campesina
su rechazo irritó de tal modo a la impúdica,
que imputó falso rapto a esta noble alma.
1470
El pueblo, en armas, precedió el asalto,
tumulto en que el difunto lo golpea distraído,
siendo al instante muerto por su diestra audaz.
¡Desastre afortunado! Pues esta moza entonces
con un miedo culpable se quita la mordaza,
1475
y al azar con franqueza se lanza a nuestra casa,
para salvar al reo de una muerte dispuesta.
Eso es lo que ha ocurrido, Señor, sinceramente
de nuestra dicha el curso sucintamente expuesto.

CORREGIDOR
¿Oh, compasivos Cielos! ¿Qué prodigios extraños
1480
me deslumbran los ojos y encantan los oídos?
¿Mi hija de regreso? Acercaos, mi desvelo:
¿podéis asegurarme que sea la cosa así?

DOÑA GUIOMAR
Su ropa, una cruz de oro pequeña, que ella lleva,
en mi opinión, merece una total confianza,
1485
además de una marca hecha adrede en su cuerpo
y con mi propia mano, que reconocí al verla.

CORREGIDOR
Abraza a tu padre que por ti vierte lágrimas,
a tu padre que ya no contiene su dicha,
a tu padre que, ahora sus deseos cumplidos
1490
ya no teme cruzar del río los nueve tramosN
X
Nota del traductor

Hardy alude al verso 439 del Libro VI de La Eneida: “alligat et nouies Styx interfusa coercet”.

.
De tus viajes la historia su parte ha reservado,
me basta que tu barca a buen puerto ha llegado
sin naufragio de honor retornándote a casaN
X
Nota del traductor

Hardy alude muy a menudo en sus obras a la temática del viaje, prueba iniciática que una vez completada conduce a la purificación del viajero, a la vez que una educación moral y sentimental, a la que no parece renunciar Preciosa en su larga itinerancia. El dramaturgo se basa con frecuencia en Les Regrets de Du Bellay, como ya hiciera en La Force du sang; en este caso la coincidencia con el clásico y conocido soneto “Heureux qui comme Ulysse”, que transcribimos y traducimos a continuación:

Heureux qui, comme Ulysse, a fait un beau voyage,
Ou comme celui-là qui conquit la toison,
Et puis est retourné, plein d'usage et raison
Vivre entre ses parents le reste de son âge!
Quand reverrai-je, hélas, de mon petit village
Fumer la cheminée, et en quelle saison
Reverrai-je le clos de ma pauvre maison
Qui m'est une province, et beaucoup davantage?
Plus me plaît le séjour qu'ont bâti mes aïeux
Que des palais romains les fronts audacieux,
Plus que le marbre dur me plaît l'ardoise fine,
Plus mon Loire gaulois que le Tibre latin,
Plus mon petit Liré que le mont Palatin,
Et plus que l'air marin la douceur angevine.

¡Feliz quien como Ulises ha hecho un grato viaje,
o bien como aquel otro que conquistó el toisón,
y a casa tornó luego, maduro, experto y sabio,
a vivir con los suyos d resto de sus años!
¿Cuándo, ay, veré de nuevo de mi pequeña aldea
humear los tejados, y en qué época podré
volver a ver el campo de mi pobre morada,
que es para mí un imperio, y harto más todavía?
Más me gusta la casa que alzaron mis abuelos
que los altivos frontis de romanos palacios,
más que los duros mármoles, la pizarra ligera,
más mi Loira de Galia que el Tíber italiano,
más mi humilde Liré que el monte Palatino,
más que el aire marino, la dulzura de Anjou.

,
y que con tu tesoro intacto tu regresas.
1495
Pero este galán joven cuya llama encendiste,
¿no tiene nombre alguno?

PRECIOSA
Don Francisco de Cárcamo,
su padre es en la Corte de los más preeminentes,
puede dar fe de él, y bien pues es hijo único.

CORREGIDOR
¿Don Francisco de Cárcamo? ¿Mi entrañable PíladesN
X
Nota del traductor

En la mitología griega, Pílades era hijo del rey Estrofio de Fócide, siendo conocido sobre todo por sus lazos afectivos con Orestes, el hijo de Agamenón y Clitemnestra, al que consideraba como un hermano. Quiso sacrificarse en lugar de Orestes en Táuride, por lo que se convertiría en el símbolo de la amistad.

,
1500
compañero de viaje, magnánimo en las armas?
¿Al que el Dios marcial, Marte, más de una vez ha visto
ponerse la armadura para alcanzar la gloria?
¿Oh motor soberano que vives en el Cielo,
que a tu voz, de la nada, hiciste el universo,
1505
Gran Dios, puede un mortal más que yo recibir
tantos dones cual pueda tu diestra hacer llover?
Ahora al nombrar al padre me lo recuerda este hijo,
igual de frente y porte, e incluso de estatura:
tan sobrio en el habla, humilde y comedido,
1510
que creyendo morir en su cautividad,
no mostró espanto alguno ni imploró por su vida,
sino por su inocencia por la ruina oprimida,
palabras proferidas cuando lo interrogaban,
o cuando se afligía, saliéndosele el alma.
1515
¿No lo amas, hija mía, pues es lo razonable?
Confiesa que vivís los dos con la esperanza,
de que la unión consume todos vuestros deseos,
tu tímido rubor vale por mis testigos.

PRECIOSA
Aprecio esas virtudes de cariño, que acatan
1520
el yugo de los padres que se encargan de guiarme.

CORREGIDOR
¡Prudencia sin igual, confesión que me inflama,
y prueba en las dos almas un acuerdo recíproco!
Vosotros dentro, pronto, llevadme donde está
el preso retenido sin razón, y angustiado,
1525
cerca ya del suplicio, pudiendo ocurrir que
una brusca algazara les ofusque sus juicios.

DOÑA GUIOMAR
Acrecentar su miedo excedería su fuerza,
tal diversión seguida de contrición tardía.

CORREGIDOR
Nada de eso: sabré, cual viejo y sabio guía
1530
desplegar bien la vela o bien la recoger,
de modo imperceptible ir de un extremo a otro,
miradlo al llegar con cara de circunstancias,
pues se cree ya muerto. Vamos, sin conmovernos,
lo que oigáis y veáis fingid no oír ni ver.

PRECIOSA
1535
Su miedo me atenaza, su tristeza me mata;
mas no importa si pronto los deseos consumamos.
Después de esta vorágine que pronto pasará,
de las penas pasadas vamos a desquitarnos.

CORREGIDOR
Infame, asesino: piensa en tu conciencia,
1540
y próximo a la muerte, ármate de paciencia;
un cadalso inquietante te espera en la plaza,
el último deber que te sigue quedando
es con esta gitana, a la cual la palabra
dada de un matrimonio debe ser respetada.

ANDRÉS
1545
Ella está en lo cierto, mantendré mi promesa,
como el bien más grande que sucederme pueda.

CORREGIDOR
Piensa que cuando estéis casados ya no esperes
de mí más compasión que una indigna cuerda.

ANDRÉS
Me borrará tal dicha de la muerte el oprobio,
1550
que mi suerte, no obstante, no se merecería.

CORREGIDOR
Suerte que habitualmente se servía del engaño,
el crimen, las rapiñas tienen lo que merecen.
¡Si mi mente pensara en el interés del vulgo,
podrían todos de un golpe, monstruos, decapitaros!

ANDRÉS
1555
“Bien la pasión no casa con quien justicia imparteN
X
Nota del traductor

Sentencia de la invención de Hardy.

”.

CORREGIDOR
¿Acaso ha sido ésta cómplice de tu crimen?

ANDRÉS
Cómplice de inocencia a quien debió belleza
honesta sostener alguna gran realeza.

CORREGIDOR
¿Si este ladrón de Andrés, muerto Don Juan de Cárcamo,
1560
la recibe heredero por mitad de su alma?

ANDRÉS
¡Oh, Cielos, no pudo ella mi cualidad callarse!

CORREGIDOR
Ella ocultar no pudo vuestra fidelidad,
ella ocultar no pudo que tener no podría
apoyo en mi vejez de un yerno más plausible.
1565
Sin consideración, vos no tenéis vínculos
desde ahora excepto sus brazos y los míos,
ellaN
X
Nota del traductor

Uso continuo de la anáfora que traduce a la perfección la alegría del corregidor por el desenlace de la situación, propiciado por la aparición de Preciosa.

única heredera hallada en la indigencia,
que arreglando su sino impide vuestra pérdida.

ANDRÉS
¿Conspira, pues, el Cielo en mi felicidad,
1570
por la angustia pasada y por la adversidad?
Mi amor que eligió a una mujer gitana
ve como su linaje es superior al mío;
verdadero presagio intuido en el momento
en que nuestras miradas se ungieron del venenoN
X
Nota del traductor

El veneno amoroso.

,
1575
cuando mi alma apresada la recibió de reina,
y creo que en cada acción como tal se mostraba:
pero quizá, saciado por un falso artificio
quisieron imponerme el dolor de la muerte.

CORREGIDOR
Besa a tu Constanza cual promesa de enlace,
1580
para que ya no exista pavor ni sombra alguna.

PRECIOSA
Ahora mismo soy tuya, igual que tú eres mío,
nuestra prosperidad no teme ya a nada.

ANDRÉS
¡Dulce amoroso oráculo de una total confianza!

CORREGIDOR
Desde hoy comprometidos, pues entiendo sois novios,
1585
claro es que vuestro padre aprobará el pacto,
que una nuera como esta no lo deshonrará,
ya sea por el linaje, o los bienes que vemos,
unido a la amistad antigua que tenemos.
Por un correo avisado se lo espera en la boda,
1590
y el respeto debido a su rango tendrá;
además, cualquier cosa que desee la tendrá,
es desde hace poco Gobernador de Murcia,
bien visto, respetado, cuya dicha será
plena cuando su anhelo acabe con su miedo.
1595
Tú, como penitencia por el rapto de mi hija,
plácido entre los suyos acabarás tu vidaN
X
Nota del traductor

Hardy finaliza su obra con el tópico horaciano del Beatus ille, cuyos primeros versos son éstos:

Beatus ille qui procul negotiis,
ut prisca gens mortalium,
paterna rura bobus exercet suis
solutus omni faenore.

Fray Luis los vertería magistralmente, sustituyendo los senarios por endecasílabos, y los cuaternarios por heptasílabos:

Dichoso el que de pleytos alexado
qual los del tiempo antigo,
labra sus heredades no obligado
al logrero enemigo.

(Fray Luis de León: Poesías completas, Edición de C. Cuevas, Madrid, Castalia, 1998).

,
sin condición alguna liberad a estos presos.
En cuanto a los que os han traído a la justicia,
parientes del difunto, habrá que indemnizarlos,
1600
repartiendo entre ellos un poco de dinero,
tarea que sólo incumbe a nuestra autoridad.
Ahora no hay que cegarse sólo en el bienestar,
loemos en nuestras almas la conocida regla
de que acto favorable amaina tempestades:
1605
vamos, cantemos hasta que los templos resuenen,
luego, que un mirto en público corone a los amantes.