Texto utilizado para esta edición digital:
Hardy, Alexandre. La fuerza de la sangre. Traducida y anotada por Miguel Ángel García Peinado, para la colección EMOTHE. Valencia: ARTELOPE Universitat de València, 2017.
- López Martínez, José Enrique
- Martínez Ojeda, Beatriz
ARGUMENTO
Este asunto, representado con las mismas palabras de Cervantes, su primer autor, se limita únicamente a Leocadia, joven señorita de gran belleza, que fue, en un determinado paseo en las afueras de la ciudad de Toledo, raptada por la noche de entre los brazos de su padre y de su madre por uno de los primeros y más ilustres caballeros de allí, quien se la llevó a su casa totalmente desmayada y se aprovechó sexualmente de ella durante su desvanecimiento. Le vendó luego los ojos cuando ella se identificó y de ese modo la mostró en mitad de la calle; ella regresa al hogar paterno, llevando como testimonio del lugar en que la han violado una imagen de Hércules, y parió luego después de nueve meses un hijo tan hermoso como la madre, el cual sirvió finalmente al ser identificado milagrosamente para reparar el honor de la madre por medio de un feliz y legítimo matrimonio.
ACTORES
PIZARRO |
ESTEFANÍA |
LEOCADIA |
ALFONSO |
FERNANDO |
RODRIGO |
DON ÍÑIGO |
LEONOR |
FRANCISCO |
LUISICO |
CIRUJANO |
GRUPO DE PARIENTES |
ACTO PRIMERO
ESCENA PRIMERA
Scherer, en sus notas y variantes, añade a toda esta disquisición que se trata de una larga preparación ideológica que proclama que el hombre tiene interés en conocer el futuro por medio de sueños verídicos, como ocurría en los tiempos de la edad de oro; pero ahora, los sueños son con frecuencia engañosos. Dado que las «Notes et variantes» de Scherer se hayan entre las páginas 1184-1191, en adelante, y para no repetirnos, omitiremos el número de página, operando de igual modo con la edición de Tomotani (quien introduce sus notas a pie de página, entre las pp. 213 y 219), para evitar la continua reiteración.
La dicha de leer claramente en los sueños, igual que en la edad de oro.
Tomotani señala con acierto que Pizarro niega la comparación (posible según Estefanía) entre el hombre y la mujer por medio de dos comparaciones imposibles, que se incluyen en la retórica de los adunata o impossibilia de la poesía amorosa latina, como por ejemplo en el poema de John Donne “Go and catch a falling star” (Ve y coge una estrella fugaz).
Probable alusión al gallo, que anunciaba el día.
Toda la estrofa de Pizarro es un sueño premonitorio, a la vez que una prolepsis narrativa en la que Leocadia es la tórtola y Alfonso el águila. En el relato cervantino no existe el sueño premonitorio de Pizarro.
Scherer aclara que se trata del río Tajo, que baña Toledo. Asimismo Tomotani.
ESCENA SEGUNDA
Teseo, que fue rey de Atenas, hijo de Etra y Egeo; según otra tradición Teseo era hijo de Poseidón. Scherer explica que Neptuno había prometido a Teseo satisfacer sus deseos; igual Tomotani.
Scherer precisa que el nombre «Fernande» es la forma afrancesada de Fernando.
Scherer indica que se trata de una alusión a Paris. Efectivamente, el verso se refiere a la escena del juicio de Paris sobre la belleza de Hera, Atenea y Afrodita, cuyo resultado daría lugar posteriormente a la guerra de Troya.
Para Tomotani, Hardy se inspira en un verso de la Épître II de Mathurin Régnier, dedicada a Monsieur de Forquevaus: «J'aime une amour facile, et de peu de défense», quien a su vez lo hace en Horacio: Libro I, Sátira II, v. 119: «[…] namque parabilem amo venerem facilenque».
Scherer explica que Hardy desprecia el valor mágico del ramo de hojas de oro de Eneas para bajar a los Infiernos, insinuando que, según una broma habitual de su época, el oro permitía todas las conquistas amorosas. Parece ser que en 2010 un equipo de arqueólogos italianos dirigido por Filippo Coarelli, un profesor retirado de arqueología de la Universidad de Perugia, descubrió cerca de la ciudad de Nemi los restos de un recinto de piedra que habría protegido la legendaria “Rama Dorada”, el ramo de hojas de oro que en la mitología romana permitió al héroe troyano Eneas viajar de forma segura por el mundo subterráneo.
Jabalí o ciervo.
El vocablo original, «Fretillardes», designa en algunos caballos el continuo movimiento de la lengua; por analogía, las lenguas «frétillardes» son las que se mueven sin parar; entrada en: Encyclopédie, ou Dictionnaire Raisonné des Sciences, des Arts et des Métiers, par une Société de Gens de Lettres. Mis en ordre et publié par Monsieur Diderot; et quant à la partie mathématique par Monsieur D'Alembert Tome XV (fore-genu), Lausanne et Berne: Sociétés Typographiques, 1782, p. 405.
Scherer aclara que el original, «mouches ménagères», alude a las abejas, igual que en las Geórgicas de Virgilio, Canto IV, verso 64, a las que se atraía haciendo sonar las campanas o los címbalos.
Venus.
La edición original atribuye esta tirada de versos a Rodrigo. Rigal, en su artículo de 1891 en Zeitschrift für französische Sprache und Literatur, corrige, y con razón, atribuyéndolo a Fernando.
ESCENA TERCERA
Uno de los nombres de Afrodita, que era adorada en Chipre.
Entre Leocadia o Estefanía.
En el original: «Tu parles aux rochers, appelant du secour», Pizarro se habla a sí mismo.
Una de las tres Parcas, junto con Láquesis y Átropos. Eran hijas del Erebo y de la Noche y presidían la vida de los hombres, cuya trama hilaban sin cesar. Cloto presidía el nacimiento y tenía la rueca; Láquesis hilaba los diferentes acontecimientos de la vida; Átropos cortaba el hilo de ella en el momento de la muerte. El sentido del verso sería: Mejor que no hubiera nacido para acabar así.
El final del verso dice literalmente «...en temps et lieu», pero en español la expresión utilizada es «en tiempo y modo», y no «en tiempo y lugar».
ACTO SEGUNDO
ESCENA PRIMERA
Tomotani advierte de la dificultad de los versos 257 a 260, a los que da dos interpretaciones: a) por un fingimiento Leocadia parece ignorar la violación; b) Leocadia atribuye la violación a su estado de insensibilidad ante ella.
Seulet, ette, adj. «Diminutif de seul, usité seulement dans le style pastoral, et surtout au féminin» (Petit Littré, p. 2089). Una de las más conocidas «Ballades du veuvage» («Baladas de la viudez») de la primera escritora profesional, Christine de Pizan, juega continuamente con el adjetivo, que da comienzo a sus versos, como podemos ver ya en la primera estrofa:
Seulete suy et seulete vueil estre,
Seulete m'a mon doulz ami laissiée,
Seulete suy, sanz compaignon ne maistre,
Seulete suy, dolente et courrouciée,
Seulete suy en languour mesaisiée,
Seulete suy plus que nulle esgarée,
Seulete suy sanz ami demourée.Solita estoy, solita quiero estar,
solita me dejó mi caro amigo,
solita estoy, sin compañero o dueño,
solita estoy, doliente y afligida,
solita estoy, de pena languidezco,
solita estoy más perdida que nadie,
solita estoy y sin amigo alguno
Scherer aclara que el original: «Change d'opinion...» es un pensamiento del propio Alfonso. Tomotani añade que Alfonso no se decide a decir la verdad a sus compañeros.
Tomotani avanza la lógica hipótesis de que en el verso falta la preposición de: «[de] ne dire informé d'eux...».
El original y todas las ediciones (salvo Scherer que termina con un punto final) finalizan el verso con dos puntos, cuando lo lógico debe ser puntos suspensivos, ya que el parlamento de Alfonso se interrumpe al despertar Leocadia.
Scherer aclara la palabra «ceps»”: «lien ou espèce de chaîne, entrave pour les prisonniers».
Tomotani explica a la perfección el contexto: «si tu penses ("réputes") pourtant avoir tiré quelque contentement de moi qui était évanouie (ce n'est qu'un faux contentement)». No obstante, podría haber finalizado los versos con puntos suspensivos (lo que sí hace Scherer, en lugar de respetar el original y terminar el verso con una coma).
Scherer aclara el sentido de los versos: «Tu es à l'endroit ou la foudre, qui frappe des innocents se fait la complice des criminels et même leur pardonne. L'indignation de Léocadie imagine qu'Alphonse se cache dans un monde où la morale est inversée». Tomotani repite la misma explicación de Scherer.
El verbo «tendre» significa en una de sus acepciones extender, alargar, etc., aunque
el sentido de la frase debe traducirse por la intención del personaje.
Parece más acertada la solución de Scherer de finalizar el verso con punto y coma.
Según Tomotani, se trata de una «tapisserie» («tapisserie» de soie», Cervantès, p. 232). Pero en Cervantes, Leocadia distingue los colores de «damascos» (tela fuerte de seda o lana y con dibujos formados por el tejido).
ESCENA SEGUNDA
Licol: «Se dit aussi de la corde qui sert à étrangler les pendus» (Furetière : Dictionnaire universel).
Neveux, (del latín nepos) mantiene únicamente en poesía y en plural el sentido latino de «petit-fils».
Los es un sustantivo arcaico con las siguientes definiciones: «A. − Louange. B. − Honneur, renom». (CNRTL: Centre National de Ressources textuelles et Lexicales, version 2012. UMR ATILF (CNRS-Nancy Université). Site internet: http://www.cnrtl.fr/
Hércules o Alcides, hijo de Hijo de Júpiter y de Alcmena; estando en su cuna ahogó a dos serpientes.
ESCENA TERCERA
Desde la aparición de don Íñigo, Tomotani utiliza la grafía española (Don).
Alusión a la dinastía Atálida (282-133 a.C.), así llamada por su padre, Átalo, linaje que duró 149 años y cuyos reyes aspiraron a transformar Pérgamo en una ciudad de la categoría de la Atenas de Pericles. Sus reyes eran citados como ejemplo de riqueza.
Creso, quien en realidad gobernó en Lidia entre el 560-546 a. C. Conquistó Pamfilia, Misis y Frigia.
En la mitología griega, rey de Lidia e hijo de Zeus. Los dioses honraron a Tántalo más que a cualquier otro mortal.
Minianos o minias, así llamados por ser los descendientes de Minias, el fundador de la cultura Miniana de Orcómenos en Beocia y Iolkos en Tesalia alrededor del año 2000 a.C. Minias era hijo de Poseidón y se casó con Eurianasa; fue padre de Clímene y bisabuelo de Jasón, que condujo a los argonautas (como también se llamaba a los minias) en su búsqueda del vellocino de oro.
El águila, según Scherer.
Scherer aclara: «C'est-à-dire: Le moule ne peut reproduire que sa propre forme».
Scherer suprime los paréntesis del original.
ACTO TERCERO
ESCENA PRIMERA
Aquerón o Aqueronte, conocido como el «río del dolor»; se creía que era una bifurcación del río del inframundo
Aqueronte, descrito como un pantano insalubre dentro de un paisaje desolado, por el
que Caronte conducía las almas de los muertos hasta el Hades o morada de los muertos.
Rafraîchir, según el Dictionnaire de Moyen Français: «renouveler, rendre plus vif»; es decir curar la úlcera, la llaga, siendo el sentido que se debe sufrir sin que la herida se cure o se cierre.
ESCENA SEGUNDA
Bocager: «a) [En parlant d'une chose] Qui est propre aux bocages; p. ext., champêtre; b) [En parlant d'un animé] Qui hante les bocages». (Dictionnaire du Moyen Français). Para Tomotani la perífrasis designa al lobo, y no al león.
Rigal corrige el original yeux, por el más lógico jeux.
Rigal corrige el verso siguiente: «Yeux qui font à l'ennui paraître son adresse»,
por el más lógico: Jeux qui font à l'envi paraître son adresse. La expresión à l'envi (sin e final, pues no tiene nada que ver con «envie», que proviene del verbo latino invider = «regarder d’un œil malveillant»), procede del latín invitare = «provoquer au jeu».
La «corrida de sortija» era un antiguo juego ecuestre que se practicaba en Europa en la Edad Media, Norte de África y en el Río de la Plata, donde aún se sigue practicando. Cervantes la menciona en El coloquio de los perros: «y sobre ella puso una figura liviana de un hombre con una lancilla de correr sortija, y enseñóme a correr derechamente a una sortija que entre dos palos ponía;...». El Diccionario de la Lengua Castellana compuesto por la Real Academia Española, reducido à un tomo para su más fácil uso (Madrid: Joaquín Ibarra, 1780), en la entrada Sortija, define así correr sortija: «Fiesta de á caballo, que se executa poniendo una sortija de hierro de tamaño de un ochavo segoviano, la cual esta encaxada en otro hierro, de donde se puede sacar con facilidad, y este pende de una cuerda ó palo tres ó cuatro varas alto del suelo; y los caballeros, ó personas que la corren, tomando la debida distancia, á carrera, se encaminan á ella, y el que con la lanza se la lleva, encaxándola en la sortija, se lleva la gloria del mas diestro y afortunado» (p. 853).
El original tenant: «Celui qui dans un tournoi, dans une lice, entreprend de tenir contre toute sorte
d'assaillants» (Dictionnaire de l'Académie). «Chevalier qui lance un défi à la joute et défend la place» (Dictionnaire du Moyen Français).
La oscuridad de los versos finales del parlamento de Francisco parte del uso de l'ont envoyé donde cabría esperar on vous a envoyé. Tomotani interpreta acertadamente el verso: «les citoyens désirent tant vous voir qu'ils ont envoyé un messager pour vous demander de venir en hâte».
El original barbe, designa al caballo bereber o berberisco, raza de caballos existente en Berbería o costa berberisca (término que los europeos utilizaron desde el siglo XVI hasta el XIX para referirse a las regiones costeras de Marruecos, Argelia, Túnez y Libia. El nombre derivaba de los bereberes, llamados entonces berberiscos).
ESCENA TERCERAN
XNota del traductor
Scherer indica que la escena primera se situaba en casa de Pizarro; la segunda en
casa de don Íñigo; la tercera en Italia. Tomotani añade que esta tercera escena es
totalmente inventada por Hardy.
Scherer indica que la escena primera se situaba en casa de Pizarro; la segunda en casa de don Íñigo; la tercera en Italia. Tomotani añade que esta tercera escena es totalmente inventada por Hardy.
No del «parricida» Orestes, ya que la acción de Orestes fue vengar la muerte de su padre (Agamenón), matando al amante de su madre.
El original Alarbe, Según el Dictionnaire de Trévaux: «s. m. C'est, dit Marmol, le nom qu'on donne aux Arabes établis en Barbarie. Ce mot ne me paraît être autre chose que l'article al, & le nom Arabe; & qu'on a dit Alarabes, puis Alarbes, c'est-à-dire les Arabes. Le Roi Sébastien environné de soixante des plus hardis des ennemis, commanda à quelqu'un des siens de mettre un linge blanc au haut de sa lance pour ligne qu'il se voulait rendre; mais son malheur voulu que ceux qui l'entouraient fussent Alarbes, qui croyant que c'était un signal pour appeler ses gens à son secours se jetèrent sur lui & le tuèrent. Les Alarbes sont des voleurs qui vont en troupe dans la Barbarie en Afrique, dit Nicolai» (p. 254).
Getulia, Gaetulia: parte de Biledulgeria (Marruecos), de Sedjelmesse y del Sahara, antigua comarca de África, al sur del Atlas, limitaba al norte con Numidia y las dos Mauritanias; al este con el país de los garamantes; al sur con el Sahel; al oeste con el Océano Atlántico. El legendario Hiarbas (rey de Numidia que conquistó Cartago tras la muerte de Dido) fue el más célebre de sus reyes. Cartago tenía muchos getulos entre sus mercenarios.
Según Scherer, perífrasis mitológicas que designan la Tierra y el Mar.
Para Scherer, Ítaca es el equivalente de Toledo, la patria de los personajes.
Aqueloo: Río-Dios de la mitología griega cuyas hijas eran las sirenas. Tomotani cita los versos 5-6 del soneto 130 de Les Regrets de Du Bellay, alusivo a las Circes de Italia; por su similitud transcribimos el soneto completo y su traducción, de autoría de Carlos Clementson y Miguel Á. García Peinado: Joachim Du Bellay: Lamentos y Añoranzas (Les Regrets), Córdoba: Servicio de Publicaciones de la Universidad, 1991:
Et je pensais aussi ce que pensait Ulysse,
Qu'il n'était rien plus doux que voir encore un jour
Fumer sa cheminée, et après long séjour
Se retrouver au sein de sa terre nourrice.
Je me réjouissais d'être échappé au vice,
Aux Circés d'Italie, aux Sirènes d'amour,
Et d'avoir rapporté en France à mon retour
L'honneur que l'on s'acquiert d'un fidèle service.
Las! mais après l'ennui de si longue saison,
Mille soucis mordants je trouve en ma maison,
Qui me rongent le cœur sans espoir d'allégeance.
Adieu donques, Dorat, je suis encor Romain,
Si l'arc que les neuf Sœurs te mirent en la main
Tu ne me prête ici, pour faire ma vengeance.Y yo también pensaba, igual que pensó Ulises,que nada habría más dulce que ver surgir un díael humo de mi casa, y tras un largo viajevolver de nuevo a hallarme en mi tierra nutricia.Y me congratulaba de haber huido del vicio,de las circes de Italia y amorosas sirenas,y haber conmigo a Francia traído a mi regresoesa honra que se adquiere por un leal servicio.Ay, pero tras las penas de una tan larga ausencia,mil mordientes enojos encuentro yo en mi casa,que el pecho me carcomen sin remedio ni alivio.Adiós, pues, buen Dorat, aún me siento romano,si el arco que las Musas pusiéronte en la manono accedes a prestármelo para tomar venganza.
En el acto segundo del Aquiles de Tirso de Molina, se produce el siguiente diálogo entre Aquiles (vestido de dama) y su madre Tetis:
TETIS:
Cuando a Hércules se iguale
el que disfraza tu ser,
y en hábito de mujer
le contemples con Onfale,
dejarás de estar confuso;
pues no te aconsejo yo
que, si Hércules hiló,
juegues tú a la rueca y huso.
Nunca mucho costó poco,
mucho si amas has de hacer.
AQUILES:
Yo vestido de mujer
y no me juzgas por loco?
Bien lograré de Quirón
las lecciones y ejercicios
con que, refrenando vicios,
pieles del tigre y león
despedazados por mí
por galas me acomodaba,
y en vez de triunfos me daba
los brazos viéndome así.
¿Qué diría si me viese
de infame mujer vestido?
En sentido figurado: «horrible, espantoso, taimado, pérfido» (Diccionario universal francés-español y español-francés, por una sociedad de profesores de ambas lenguas bajo la dirección de D. Ramón Joaquín Domínguez, Tomo I, Madrid: Imprenta de la viuda de Jordán e Hijos, 1845, p. 708). El diccionario comprende un total de seis volúmenes, tres para la parte francés-español y tres para la parte español-francés.
Comparación del «rapto de Europa» por Júpiter y el de Leocadia (esta Europa).
ESCENA CUARTA
El relato de Rosset es más detallado, explicando el motivo de las magulladuras del niño: «Or il arriva un jour que son Aïeule l'envoya au logis d'une sienne parente, pour y faire un message. Il passa en une rue où quelques Cavaliers couraient la bague. Le petit garçon se mit à regarder les courses, & pour mieux les voir il voulut passer d'un côté à l'autre: Mais il ne peut le faire si promptement qu'un cheval furieux, & lequel ne peut jamais être retenu en la course de celui qui le montait, ne lui passât sur lui. Le pauvre enfant tomba étendu à terre comme mort, versant une grande quantité de sang de la tête. Cet accident à peine survint, qu'un Chevalier d'âge, qui regardait les courses, se jeta plus légère qu'on ne saurait croire hors des arçons, & courut au lieu où était gisant le petit garçon» (p. 188).
ACTO CUARTO
ESCENA PRIMERA
Tomotani aclara que don Íñigo precisará más adelante que se trata de una «tourbe» («foule») (v. 917) y no los caballos, lo que ha derribado a Ludovic (Luisico). Habría que pensar que Francisco no conocía todos los detalles del accidente.
El original «Monseigneur» era el título que se daba en Francia a personas de una alta dignidad, no sólo eclesiásticos, sino duques, pares, etc.
Dios.
Scherer indica que el verso muestra que la escena se desarrollaba en la calle que llevaba a la casa de don Íñigo. Las escenas siguientes se desarrollarán en el interior de la casa.
ESCENA SEGUNDA
Cástor y Pólux.
Alusión a Marte, Dios de la guerra que comandaba a los tracios guerreros, quienes lo consideraban como su Dios y adoraban.
Busiris fue en la mitología griega un rey de Egipto famoso por ofrecer en sacrificio a los dioses a todos los extranjeros que pisaban sus tierras; uno de ello, Heracles, le dio muerte liberando a los egipcios.
Según Pierre Grimal: «En las creencias populares, Orco es el demonio de la muerte, bastante mal diferenciado de los propios Infiernos, morada de los muertos» (Diccionario de mitología griega y romana. Edición revisada, con bibliografía actualizada por el autor. Prefacio de Charles Picard. Prólogo de la edición española de Pedro Pericay. Traducción de Francisco Payarols, Barcelona-Buenos Aires: Ediciones Paidós, 1982, p. 389).
Según Tomotani, Leocadia se refiere a minéraux «médicamenteux»: «Les minéraux sont des corps fixés et solides engendrés des exhalaisons et vapeurs encloses dans les entrailles de la terre».
Dado que el artículo le no aclara a quien se refiere, puede ser a don Íñigo o a Alfonso.
Leocadia reflexiona sobre si contarlo todo o no.
Pierre Grimal: Diccionario de mitología griega y romana: «El Argo [Argos] de más celebridad -designado a veces por la forma latinizada Argus- es el biznieto del anterior [Argo hijo de Zeus y de Níobe]. Según unos, sólo tenía un ojo; según otros, poseía cuatro, dos que miraban hacia delante y dos hacia atrás. Finalmente, otras versiones le atribuyen una infinidad de órganos visuales distribuidos por todo el cuerpo» (p. 46).
Scherer añade en este momento una anotación muy lógica: «Rien n’indique jusqu’au présent que le coupable soit le fils de Léonore».
En La fuerza de la sangre el objeto robado es un crucifijo pequeño de plata; en la imitación de Rosset «un petit Crucifix tout d'argent»; en la obra de Hardy, éste convierte el crucifijo en una estatua de Hércules.
Método de suplicio utilizado en algunos países europeos desde la Edad Media. Se usaba para ajusticiar a reos que habían cometido un delito bastante grave y degradante. Para este cruel método, se usaba una rueda típica de carruaje, que fuera lo bastante grande como para poner a un hombre atado de brazos y piernas. Una vez atado, el reo era expuesto al peor de los castigos: un verdugo especializado con un gran palo de madera empezada a destrozar los huesos del ajusticiado, sobre todo fijando su atención en las tibias, las rodillas, costillas y brazos. Tal era el apaleamiento que el cuerpo quedaba como si fuera un simple trapo. Una vez desmembrado completamente era expuesto al público, que mientras agonizaba le escupía, le orinaba encima o le lanzaba piedras.
Radamantis era un héroe cretense, generalmente considerado como uno de los tres hijos habidos de Zeus y Europa, y hermano de Minos y Sarpedón. Fue uno de los jueces de los muertos en el Hades, junto con Éaco y Minos. (Grimal: Diccionario de mitología griega y romana, p. 464).
Alcyon. s. m. «Oiseau fameux, duquel on dit, qu'il fait son nid au bord de la mer, & qu'alors la mer demeure calme. Un nid d'alcion. L’alcion a fait son nid». (Dictionnaire de l'Académie française, 1ère édition). Scherer explica la asociación de Alción y la tormenta del siguiente modo: «Alcyoné [qui ressemble à un alcyon], fille du maître des Vents, Éole, avait été, à cause de son orgueil, transformée par les dieux en alcyon. Cet oiseau faisait son nid au bord de la mer, et les vagues le lui détruisaient sans cesse. Par pitié, pour que l'alcyon puisse couver ses œufs, Zeus décida que les vents se calmeraient pendant deux semaines: l'une précédait et l'autre suivait le solstice d'hiver. Les 'jours alcyonides' sont donc, pour ceux qui connaissent cette légende, des jours de tranquilité».
Para una mejor comprensión del texto es preferible aclarar el verso, ya que «Monseigneur» se refiere al esposo de doña Leonor, don Íñigo; al traducir el parlamento de Leocadia por «Mi Señor vuestro esposo...» se evita la posible confusión, al ser «Monseigneur» un título aplicado en Francia a personas de alta dignidad, pero reservado en España para los prelados.
Según Tomotani, las dos «bases» en que se fundamenta Leonor son: 1. El apoyo de don Íñigo, dado el gran cariño que ha tomado a Luisico; 2. La segura obediencia de Alfonso, quien tras un mal paso habría recuperado el buen juicio.
El sentido del vocablo en el contexto no es el de una substancia o un medicamento que se aplica al niño, sino el de que la siesta por sí misma es reparadora.
Según Scherer, Rigal atribuye este hemistiquio a Léonore, corrigiendo la edición original que lo incluye en la réplica del cirujano. Tomotani es de la misma opinión que Scherer.
Alusión a la muerte.
El vocablo police tiene además de su significación común otras, entre ellas: «Il se dit encore de l'Administration qui exerce la Police. La Police a ordonné d'éclairer les rues. Assigner quelqu'un à la Police. Être mandé à la Police. Il est noté à la Police». (Dictionnaire de l'Académie, 5ème édition).
ACTO QUINTO
ESCENA PRIMERA
El parlamento de don Íñigo va dirigido a los padres de Leocadia.
Todas las ediciones (original, Stengel, Herbert Davis y Scherer) salvo Tomotani, incluyen la grafía «monstre», cuando el sentido de los versos indica que no se refiere a «monstruo», sino a «mostrar», «demostrar».
Dada la dificultad de los versos 1158-1164, veamos su traducción española en prosa: «Yo estoy lleno de buenas intenciones y os hago una petición en mi beneficio, pero al mismo tiempo os doy un buen consejo: el criminal que sólo tiene que romper una puerta para liberarse, muestra, al no hacerlo, que no quiere salvarse. Del mismo modo, ya que el rapto fue cometido, para haceros justicia, y para borrar el recuerdo de un crimen probado, no queda otro remedio que el matrimonio de nuestros hijos, cuya felicidad nos es tan querida, y que unidos no tendrán nada que reprocharse». Con esta reflexión, don Íñigo muestra que ni ellos ni los padres de Leocadia pueden hacer otra cosa mejor.
Nueva alusión a los Dioscuros Cástor y Pólux, símbolos del amor fraterno. El vocablo mielgo proviene del latín vulgar gemellĭcus, de gemellus.
La alusión al Universo no ayuda a ver del todo claro el final del parlamento de don Íñigo, que viene a decir lo siguiente: «aunque rechacéis mi ofrecimiento, mi opinión sobre la violación no cambiará, ni tampoco afectará a mi honor; en ningún momento le daré la razón a mi hijo o justificaré su hecho, debiendo ser vos quien elija el medio de castigarlo o reparar la afrenta».
La traducción española requiere un condicional, más que un futuro para expresar la hipótesis.
Violarla y rechazarla.
Conferido a los apóstoles por el Santo Espíritu en Pentecostés.
Maya era la mayor de las siete Pléyades, madre de Hermes (en la mitología griega) o de Mercurio (en la mitología romana), cuyo padre fue Zeus. Mercurio era un dios ingenioso, inventor de instrumentos de música, intérprete y hábil mensajero de los otros dioses.
El «tercero» al que hace referencia Leocadia sería Alfonso, ya que si está segura de la inclinación de los padres de él por ella, no lo está tanto del asentimiento de Alfonso a la propuesta de su padre.
La separación de mi hijo por su matrimonio.
El dislate, la temeridad o imprudencia de los hijos.
Según Scherer, Leonor se dirige a Pizarro; en opinión de Tomotani la advertencia es para toda la familia, lo que parece más creíble.
ESCENA SEGUNDA
Es decir: «sin prevención alguna, un hombre debe estar siempre listo para el combate amoroso».
ESCENA TERCERA
Leonor tiene en la mano un retrato que le enseña a su hijo.
En español no es usual traducir «arrugar la cara».
La expresión habitual en español es «chato», no nariz corta o roma.
Alfonso alude a la belleza de la madre, modelo para él de las mujeres.
ESCENA CUARTAN
XNota del traductor
Scherer aclara que esta escena se desarrolla en otra estancia de la casa de don Íñigo.
Scherer aclara que esta escena se desarrolla en otra estancia de la casa de don Íñigo.
La madre de Alfonso quería estar segura de lo acontecido, de ahí que indague con los amigos de su hijo.
ESCENA QUINTA
Scherer aclara que, igual que en el coro de las tragedias, un solo personaje habla en nombre del grupo.
Néstor era el más joven de los hijos de Neleo y Cloris, único superviviente de la matanza que de ellos hizo Heracles. Tal como aparece en la Ilíada y en la Odisea, Néstor es el prototipo del anciano prudente, valeroso aún en el campo de batalla. (Pierre Grimal: (Diccionario de mitología griega y romana, pp. 378-379). Don Íñigo es comparado a él.
Hardy no da pista alguna para que podamos deducir de qué estado habla en la «aparición»
de la melancolía en Alfonso, si:
-Como un temperamento (teoría de los cuatro humores).
-Como una enfermedad mental (caracterizada por depresión profunda y ataques de ansiedad).
-Como un estado de ánimo pasajero y nostálgico (el estado de creación en muchos poetas).
Si nos remitimos a su etimología, desde que el ser humano habita en el mundo la palabra
Melancolía: del griego melankholia: melas (negro) y kholê (bilis), y del latín melancholia, uno de los cuatro humores cardinales (bilis negra, bilis amarilla, flema y sangre),
que se consideraba que provenían del bazo y eran capaces de engendrar la hipocondría;
los dos términos se utilizarán desde muy temprano para calificar y designar distintas
formas de la tristeza; de ahí que, desde un primer momento, adquiera el matiz de palabra
fatídica. La melancolía es inherente a todas las épocas y ha encontrado anclaje ya
desde la literatura de la Antigüedad, desarrollándose críticamente en el Renacimiento
(sobre todo con Montaigne, el fundador del género ensayístico) y hallando su expresión
poética en poetas como Du Bellay («desilusión melancólica» de Roma, regret), Théophile de Viau y Saint-Amant, en poemas motivados por esa inexpresable «vague
à l’âme», ante la contemplación de un paisaje, en aquello que representa una derivación
literaria de las Soledades de Góngora.
El pasaje en el relato de Cervantes es como sigue: «Rodolfo, que desde más cerca miraba la incomparable belleza de Leocadia, decía entre sí: “Si la mitad desta hermosura tuviera la que mi madre me tiene escogida por esposa, tuviérame yo por el más dichoso hombre del mundo. ¡Válgame Dios! ¿Qué es esto que veo? ¿Es por ventura algún ángel humano el que estoy mirando?”».
En algunas tradiciones Pafo, o Pafos, era hijo de Céfalo y la Aurora (Eos) y fundador de la ciudad de Pafos, en Chipre. (Pierre Grimal: Diccionario de mitología griega y romana, p. 396). Según Scherer, Venus tenía un santuario en Pafos; así, al utilizar el adjetivo Paphien (pafiano), Alfonso se declara devoto de esta diosa.
Las Cárites -en latín las Gracias- son divinidades de la belleza, y tal vez, en su origen, potencias de la vegetación [...] Se representan generalmente como tres hermanas, llamadas Eufrosine, Talía y Áglae, tres jóvenes desnudas cogidas por los hombros; dos de ellas miran en una dirección, y la del medio, en la dirección opuesta. Su padre es Zeus; su madre, Eurínome, hija del Océano. A veces, su madre es Hera, en vez de Eurínome. (Pierre Grimal: Diccionario de mitología griega y romana, p. 87).
Es decir, que Leocadia no puede resistirse a su amor por Alfonso.
Reflexionando sobre su situación.
Alusión a Cupido.
Tanto Scherer como Tomotani señalan la significación simbólica del ciprés (árbol de la muerte) y el mirto (arbusto del amor).
Scherer indica que se trata de un recuerdo de la reflexión de Pizarro al comienzo de la obra.
A la propuesta de matrimonio.
La dicha.
Tomotani sugiere que don Íñigo asimila el matrimonio a una cosecha anticipada.
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