III.i.
Entran POLVORÍN JUNIOR y CURA.
POLVORÍN JUNIOR
¡Ay señor, si alguna vez sentisteis la fuerza del amor, compadecedme!
CURA
Sí, aunque nunca he estado casado, he sentido la fuerza del amor de las hijas de hombres buenos, incluso algunas que seguirán siendo vírgenes hasta dentro de tres años. ¿Tenéis licencia?
POLVORÍN JUNIOR
Sí, está lista, señor.
POLVORÍN JUNIOR
Los anillos y todo lo demás están listos también, ella vendrá aquí a escondidas.
CURA
Y será bienvenida. No tardaré nada en uniros para siempre.
Entran MARI y POLVORÍN SENIOR.
POLVORÍN JUNIOR
¡Aquí viene, señor!
POLVORÍN JUNIOR
Mi querido hermano
POLVORÍN SENIOR
¡Rápido, señores!
MARI
Debéis apresuraros todo lo que podáis, me echarán en falta en seguida. Me ha sido muy laborioso disponer de este escaso tiempo.
CURA
Pues yo más ya no me extiendo. Ponle al dedo el anillo.
Dedo que hace la función
20
Que le apunta el corazón.
Unid las manos…
Entran SR. ORERO y DON MALAYERBA.
SR. ORERO
...que yo os cortaré,
y nunca más os volveréis a ver.
POLVORÍN JUNIOR
¡Cruel destino!
DON MALAYERBA
Aturdido me quedo.
SR. ORERO
¿Y este astuto truco, fardo fingidor, zorra desobediente?
[A Don Malayerba.] ¿Fue sensato confiar en ella estos propósitos?
DON MALAYERBA
Repudio tales propósitos, y me enfurezco.
SR. ORERO
[A Polvorín Junior.] ¿Y vos quién sois, señor?
POLVORÍN JUNIOR
Si no podéis verlo con ese par de anteojos, poneos un par más.
SR. ORERO
¡Jamás imaginé cuánta ira se puede sentir! ¡Tomad vuestro anillo, señor!
[Coge el anillo del dedo de Mari.]) ¡Este! ¡Qué vueltas da la vida! ¡Abominable! ¿No os vendí yo este anillo?
POLVORÍN JUNIOR
Lo hicisteis, y buen dinero recibisteis por él.
SR. ORERO
¡Escuchad, caballero! ¿Puede haber mayor villanía a conciencia? Me encarga que le haga un anillo de boda con la intención de robarme a mi hija. ¿Hay criminal que supere esto?
DON MALAYERBA
[A Polvorín Senior.] ¿Es vuestro hermano, señor?
POLVORÍN SENIOR
Tanto como yo soy suyo.
SR. ORERO
Y se burla de mí en mis narices. “Promesas de amor eterno, ciegan el ojo paterno.” Os agradezco la astucia que habéis tenido para cegarnos. Esperamos recuperar pronto la vista. Mientras tanto encerraré bajo llave a este fardo como si fuera mi oro en una habitación donde no entre ni un rayo de sol.
MARI
¡Querido padre, por amor, tened compasión de mí!
MARI
[A Polvorín Junior.] ¡Adiós, que todas las dichas te bendigan, y ve tranquilo!
Ya me encierran con violencia
Pero no me perderás
25
Pues yo siempre seré tuya
Aunque no te vea más
SR. ORERO
¡No le verás más, ramera!
Salen Sr. Orero y Mari.
DON MALAYERBA
Os he conocido tarde, pero todo ha sucedido muy pronto. Ahora sé que no sois ningún amigo, sino alguien que debo evitar como si fuera la peste o una lujuria enfermiza.
POLVORÍN JUNIOR
Ya está bien, señor. Me habéis cogido en el peor momento para las palabras, pero no me faltéis.
Sale [con el cura].
POLVORÍN SENIOR
Cuidado absoluto con él. Ahí va quien aún no ha recibido un rapapolvo en su vida.
De mí os libráis por azar
Podéis ir a descansar.
Sale.
DON MALAYERBA
Os perdono porque sois dos perdedores.
Sale.
III.ii
Hay una cama en el escenario donde está la SRA. DE CORNUCOPIA.
Entran BEATAS, COTILLAS, MAGDALENA y DOÑA SINSEMILLA, y NODRIZA con bebé. Hay varios taburetes.
COTILLA 1.ª
[A Sra. de Cornucopia.] ¿Cómo estáis, señora? Os traemos a casa un alma cristiana.
SRA. DE CORNUCOPIA
Muchas gracias por las molestias
BEATA 1.ª
Y muy bien bautizada. Como tiene que ser, sin idolatría ni superstición, al más puro estilo Amsterdam.
SRA. DE CORNUCOPIA
Sentaos, buenas vecinas. ¡Nodriza!
NODRIZA
Aquí estoy, con toda certeza.
SRA. DE CORNUCOPIA
Comprobad que hay taburetes para todas.
NODRIZA
Os aseguro que los tienen.
COTILLA 2.ª
¡Traed al bebé, nodriza! ¿Qué me dices, compañera, del vigor que tiene la niña? Igualita que su padre.
COTILLA 3.ª
¡Su vivo retrato! Sus ojos, nariz y frente, pero en niña, aunque la boca le ha salido a la madre.
COTILLA 2.ª
Con la misma lengua, de arriba a abajo.
COTILLA 3.ª
Y es alta, es casi una mujercita ya.
BEATA 1.ª
Creedme, es una criatura delgada, pero todo corazón. Bien dispuesta, como toda alma piadosa, a aguantar las embestidas de este mundo y cultivar la semilla de la vida.
COTILLA 2.ª
El parto seguro que ha sido laborioso, como se puede ver, vecina.
COTILLA 3.ª
Ha tenido mucha suerte. Nos hemos llevado un susto en un momento dado, pero de nuevo nos ha devuelto la alegría al corazón. Su alma es buena. La partera le ha entregado una hija muy alegre.
BEATA 1.ª
Lo lleva en el espíritu. Todas las hermanas somos como ella.
Entra DON MALAYERBA, con dos cucharas y un cáliz de regalo de bautizo, y CORNUCOPIA.
COTILLA 2.ª
Aquí viene el gran cotilla, vecinas.
[Salen nodriza y bebé.]
DON MALAYERBA
¡Que vuestros más orondos deseos se cumplan, señoras!
COTILLA 3.ª
¡Querido caballero! ¡Qué bien habláis! ¡Nuestros más orondos deseos!
COTILLA 2.ª
¡Y nos llama señoras a todas!
COTILLA 4.ª
¡Lo que yo diga, todo un caballero, gentil y cortés!
COTILLA 2.ª
Su marido es un payaso a su lado.
COTILLA 3.ª
A mí no me importaría que mi marido fuera un payaso si me diera buenos hijos.
COTILLA 2.ª
Ella sí que tiene buenos hijos.
COTILLA 3.ª
Y uno detrás de otro a toda prisa.
BEATA 1.ª
Los hijos son bendiciones que se reciben si se conciben con celo cristiano. Yo ya tengo cinco en casa.
DON MALAYERBA
[A Sra. de Cornucopia.] Espero que lo peor haya pasado ya.
SRA. DE CORNUCOPIA
Eso espero yo también.
CORNUCOPIA
[Aparte] Pues yo también lo espero, como los demás; no tengo otra cosa que hacer.
DON MALAYERBA
[Entrega cucharas y cáliz a la Sra. de Cornucopia]. Un modesto recuerdo de amor al bebé. Os ruego que lo aceptéis.
SRA. DE CORNUCOPIA
¡Oh!, os excedéis en vuestras atenciones.
COTILLA 2.ª
¡Mira, mira! ¿Qué le ha dado, qué es, compañera?
COTILLA 3.ª
¡Vaya por Dios! Un cáliz y dos cucharas con forma de apóstol; una es dorada.
BEATA 1.ª
Seguro que el apóstol es Judas, el barbarroja.
BEATA 2.ª
Yo no daría de comer a mi hija con esa cuchara por nada del mundo, me daría miedo que se le pusiera el pelo rojo. A nuestra hermandad no le gusta el pelo rojo, demasiado excitante.
Entra COMADRONA con pastitas y vino.
CORNUCOPIA
¡Bien hecho, comadrona! Ahora sacarán las cotillas sus pañuelos de ganchillo y los extenderán sobre sus piernas, y a meter sus largos dedos lavados en orín tres veces al día, mi esposa lo hace también, y a llenarse los bolsillos ¡Mirad como forcejean en aquella punta de la mesa!
BEATA 1.ª
¡Comadrona, venid!
CORNUCOPIA
[Aparte] ¿Otra vez? Si ya lleva dos viajes.
BEATA 1.ª
[Coge pastas.] Me acabo de acordar del hijo enfermo de una hermana.
CORNUCOPIA
[Aparte] ¡Mala enfermedad pille ella! Parece que a vuestra pureza le gusta tanto la dulzura que la coge de tres en tres. ¡Si esto lo pagara yo, me habrían hecho un mendigo! Estas mujeres no tienen conciencia ante los dulces, vengan de donde vengan. Ved como no han dejado ni una ciruela de las grandes. No quedan más que dulces diminutos que no vale la pena llevarse a la boca. No es de extrañar que un día oyera a uno de por aquí quejarse de que la barriga de su esposa le había crujido la espalda. La mía llevaría hecha pedazos desde hace siete años si no fuera por este valeroso caballero que nos mantiene a mi mujer y a mí, y a mi casa de un barrio del este.
SRA. DE CORNUCOPIA
[Brindis.] Por la señora de Orero y demás vecinos, por las molestias que se han tomado todos por mí, por todas estas buenas mujeres.
[Nodriza sirve vino.]
BEATA 1.ª
Yo responderé por ellas. ¡Todos os desean salud y fuerza, para que valientemente sigáis adelante con esa postura que adoptáis como una verdadera hermana con instinto maternal!
[Bebe.]
CORNUCOPIA
[Aparte] Ahora las copas van de aquí para allá mojándoles el gaznate a estas cotillas. ¡Qué derroche! ¡Como ellas no piensan pagar!
BEATA 1.ª
¡Llénamela otra vez, comadrona!
CORNUCOPIA
[Aparte] ¡Por Dios! ¡Dos en una! ¡Me voy, no aguanto más! Y eso que no pago yo, o me habría muerto.
[A Don Malayerba.] ¿Queréis que demos un paseo y dejemos aquí a las mujeres?
DON MALAYERBA
De todo corazón, chaval.
CORNUCOPIA
No me extraña.
DON MALAYERBA
Sentaos, alegres señoras.
TODAS LAS COTILLAS
Gracias, señor.
BEATA 1.ª
Gracias, señor.
CORNUCOPIA
¡Que una enfermedad te tumbe, eres la última y la peor!
Salen Cornucopia y Don Malayerba.
BEATA 1.ª
¡Traedme la misma copa, comadrona! Quiero alejar este, ¡hip!, sufrimiento anticristiano.
COTILLA 3.ª
Y no se queda en casa tumbada como una condesa. ¡Quiero un marido así para mi hija!
COTILLA 4.ª
¿Pero no se va a casar?
COTILLA 3.ª
¡Oh, no, dulce compañera!
COTILLA 4.ª
Si ya tiene diecinueve años.
COTILLA 3.ª
Los cumplió el pasado agosto. Pero le falta algo, le falta algo que se guarda en secreto.
COTILLA 4.ª
¿Qué le falta?
COTILLA 3.ª
Te lo contaré cuando haya bebido más.
[Sale comadrona.]
COTILLA 4.ª
[Aparte] Lo que no consigue la amistad lo consigue el vino.
COTILLA 3.ª
Te lo voy a contar, compañera. Está muy suelta.
COTILLA 3.ª
Sí, aún moja la cama.
COTILLA 4.ª
¿Cómo, a los diecinueve años?
COTILLA 3.ª
Como te lo digo, compañera.
[Entra COMADRONA.]
MAGDALENA
Decidme, comadrona. ¿Quién es?
COMADRONA
Un caballero de Cambridge. Creo que es vuestro hijo Timoteo.
MAGDALENA
¡Mi hijo Timoteo! Dile que venga con todas las mujeres. A ver si espabila un poco. Sólo le falta audacia. Ojalá estuviera la sobrina aquí en casa.
DOÑA SINSEMILLA
¿Ha venido vuestro hijo, seguro?
MAGDALENA
Sí, de la universidad, seguro.
DOÑA SINSEMILLA
¡Qué alegría te debe de dar!
MAGDALENA
Le espera una boda estupenda. Una rica heredera de fuera de la capital con diecinueve montes, ganado y otros bienes.
Entra TIMOTEO.
TIMOTEO
¡Se me ha engañado!
Sale avergonzado.
MAGDALENA
¿Se ha ido otra vez? ¡Comadrona, ve a por él!
[Sale comadrona.]
Es que es tan tímido, cosas de jóvenes. En la universidad solo está con hombres, y no está acostumbrado a la compañía de mujeres.
DOÑA SINSEMILLA
¡Cosas de jóvenes, sí!
Entran TIMOTEO y COMADRONA.
COMADRONA
Vuestra madre lo quiere así.
MAGDALENA
¡Hijo mío, Timoteo! ¿Tengo que ir a por ti? ¡Qué vergüenza, hijo!
TIMOTEO
¡Mamá, pareces una novata! Es contrario a las leyes de la universidad que un universitario se mezcle con mujeres casadas.
MAGDALENA
Ven aquí, que te damos la dispensa.
TIMOTEO
Llamad a mi tutor, madre, y me quedaré más tranquilo.
MAGDALENA
¿Cómo, ha venido tu tutor, te lo has traído?
TIMOTEO
Yo no lo he traído. Se ha plantado él solito en la puerta. Negatur. Contigo hay que empezar por la lógica, madre.
MAGDALENA
Corre, llama al caballero, comadrona. Es el tutor de mi hijo. Coge unas ciruelas de estas.
[Sale comadrona.]
TIMOTEO
¿Llego de Cambridge y me ofreces seis ciruelas?
MAGDALENA
¡Vaya, Timoteo, todavía con esos enfurruñamientos!
TIMOTEO
¡Tratado como un niño cuando soy universitario!
MAGDALENA
No pararás hasta que consiga que tu tutor te dé unos azotes. ¿Te acuerdas como te traté una vez en el patio del colegio de San Pablo?
TIMOTEO
¡Qué absurda eres! ¡En Cambridge no he encontrado nada igual! ¡Azotar a un universitario! ¡Se iban a reír de ti! ¡Que no te oiga mi tutor, porque toda la universidad se mofaría! ¡No abras la boca, madre!
Entra TUTOR.
MAGDALENA
¿Es este tu tutor, Timoteo?
TUTOR
Sí, señora, yo soy quien le enseñó lógica y le leyó a Chaucer.
TIMOTEO
Eso hizo, madre, y ahora lo tengo todo en mi propia cabeza y puedo hasta leérselo a otros.
TUTOR
Eso lo hace porque le fluye de forma natural.
MAGDALENA
Os agradezco las molestias, señor.
MAGDALENA
Tenéis razón. Idiota era cuando se marchó de la capital, pero ahora se ha corregido. ¿Os gustaron los dos cabritos que os envié?
TUTOR
Ávidamente los devoré. Os agradezco vuestra generosidad.
MAGDALENA
[A las cotillas.] Este es mi hijo Timoteo, os ruego que le deis la bienvenida, señoras.
TIMOTEO
¿Timoteo? Escucha, me llamo Timotheus, madre, Timotheus.
MAGDALENA
¿Cómo, he de negar que te llamas Timoteo? ¿Timotheus dice? Mi hijo tiene un nombre, y es Timoteo, eso seguro.
DOÑA SINSEMILLA
¡Bienvenido, Timoteo!
Le besa.
TIMOTEO
[Al tutor.] ¡Uf! ¡Es horrible! ¡Me ha empapado con su beso! ¡Un pañuelo, querido tutor, para limpiarme inmediatamente!
COTILLA 2.ª
¡Bienvenido de Cambridge!
Le besa.
TIMOTEO
[Al tutor.] ¡Esto es intolerable! ¡A esta mujer le apesta el aliento a dulces! ¡Ayuda, querido tutor, o me arranco los labios!
TUTOR
Mientras tanto iré a besar a las de aquella punta de la mesa.
TIMOTEO
Quizás sea lo mejor, y así acabaremos antes.
BEATA 1.ª
Dejad que yo sea la siguiente. Bienvenido al manantial de la disciplina que riega a toda nuestra hermandad.
Tropieza y cae.
TIMOTEO
¡Dios mío, os lo ruego!
COTILLA 3.ª
Dios bendiga a doña Yodebajo.
BEATA 1.ª
Los fieles debemos aceptar nuestra caída con resignación.
TIMOTEO
[Al tutor.] Menos mal que no he ido detrás. Vaya birria de beso se me venía encima si no se llega a caer.
Entra CORNUCOPIA y SISEÑOR.
CORNUCOPIA
[Aparte] ¡Vaya lío! ¿Aún están aquí? Estas han bebido tanto que lo que lo que necesitan ahora es un orinal.
[En voz alta.] ¡Vengo de un sitio donde hay una procesión estupenda!
COTILLAS Y BEATAS
¿Dónde, dónde?
CORNUCOPIA
Al lado del río, donde hay dos dándole al tambor y uno que lleva el pendón.
COTILLAS Y BEATAS
¡Estupendo!
Salen Timoteo y tutor.
COTILLAS Y BEATAS
[A Sra. de Cornucopia.] Adiós, querida compañera
SRA. DE CORNUCOPIA
Muchas gracias por las molestias que os habéis tomado.
COTILLAS Y BEATAS
¡Alimentaos y sed fuerte!
Salen todos excepto Cornucopia y Siseñor.
CORNUCOPIA
[A las beatas.] Lo que necesitáis es dormir más que comer. ¡Dormidla con alguno de la hermandad y amaneced como nuevas! ¡Qué día más agotador! ¡Parecen liebres en celo! ¡Qué caliente han dejado la habitación con esos culos tan gordos! ¿No te parece, Siseñor? Y este suelo tan mojado. Espero que sólo sea vino. ¡Como ellas no lo tenían que pagar!
SISEÑOR
Monstruoso, señor.
CORNUCOPIA
¿Y qué es esto debajo de los taburetes?
SISEÑOR
Está mojado, señor. Habrán derramado el vino.
CORNUCOPIA
¿No será nada peor? Estos taburetes forrados de tela estropeados, como no los han pagado, Siseñor.
SISEÑOR
[Aparte] Ni tú tampoco.
CORNUCOPIA
Mira cómo los han dejado, ni que hubieran parido ellas con las patas para arriba. Y cómo han dejado el suelo también, Siseñor, todo rayado con esos tacones cortos, inquietos, pequeños y ligeros de cascos. Por donde pasan estas mujeres no queda nada sano. ¿Pero cuál es el secreto que estabas a punto de contarme, mi honrado Siseñor?
SISEÑOR
Si lo revelarais, señor…
CORNUCOPIA
Por Dios, si lo hago ábreme en canal la barriga hasta la garganta, Siseñor.
SISEÑOR
Mi amo se va a casar.
CORNUCOPIA
¿A casar, Siseñor? Entonces mándame a la horca.
SISEÑOR
[Aparte] Ahí le he dado.
CORNUCOPIA
¿Cuándo, dónde, con quién, Siseñor?
SISEÑOR
Del mismo sitio de donde salió la cuchara dorada.
CORNUCOPIA
No hay tiempo que perder, ni apenas para hablar
30
Lo detendré o mi vida, se va a tambalear.
Sale.
SISEÑOR
Sabía que ahí le picaría. Así favorezco mis propios objetivos que dependen de su posición. Yo también deseo evitar que se case. Como soy su pariente pobre más cercano,
mejor si se muriera, esa es mi esperanza
y que a la Sinsemilla no le crezca la panza.
Sale.
III.iii
Entran POLVORÍN JUNIOR y POLVORÍN SENIOR.
POLVORÍN JUNIOR
Vas por el mejor camino que un hombre puede pisar para enriquecerte y complacerme, hermano. Aunque ella esté encerrada, sus votos son por mí, así que el tiempo no me pesará, ya que por ese voto en su ausencia yo la disfruto con la total seguridad de que nadie más lo hará, así que todos esos tediosos años no serán más que un juego para mí. Mientras tanto no pierdas el tiempo, querido hermano. Tienes los medios para darle un palo a la fortuna del caballero y dejarle al nivel de la bancarrota que merece. Hazle un hijo a la esposa, sacude el árbol hasta que caiga el fruto dorado en su regazo, antes de que solloce hasta quedarse seca sin que nada ya pueda brotar de ella.
POLVORÍN SENIOR
¡Detente, te lo ruego! Ya tengo la sangre lo suficientemente caliente para un asunto así sin que me provoques. Ahórrate ese banquete de fruta escarchada, moniatos, alcachofas y langosta. Guárdatelos mejor para tu banquete de boda.
POLVORÍN JUNIOR
Sigue mi consejo y lléname el bolsillo también.
Soy afortunado, y el estado ideal
Es tener un amigo ante un tribunal.
POLVORÍN SENIOR
¡Pues no sé por qué estás tú tan contento! No tienes motivos, que yo sepa, desde tus últimos enfrentamientos, salvo que haya nuevas noticias que añadir.
POLVORÍN JUNIOR
Estás en lo cierto, voy a buscarla esta tarde, hermano.
POLVORÍN SENIOR
¿Cómo a buscarla?
POLVORÍN JUNIOR
Te lo aclaro en seguida, hermano. Gracias a la secreta ayuda de una buena asistenta de la casa que, de la pena que le da, ha hecho suyo el asunto y me ha llevado por pasadizos y caminos ocultos que sólo el amor puede encontrar y aventurarse por ellos. La espero donde no os podéis ni imaginar.
POLVORÍN SENIOR
Ni quiero saberlo, siempre que ella esté a salvo, y tú también.
POLVORÍN JUNIOR
35
La esperanza me sustenta,
y con tu amor y tu tiempo mi tranquilidad aumenta.
Sale.
POLVORÍN SENIOR
Peor que hasta ahora no podías estar, hermano. Ahora a por los Sinsemilla, estéril ella o él. Están en la habitación de al lado, pero con qué disposición en este momento, cualquiera sabe.
DON SINSEMILLA
(Desde dentro. A DOÑA SINSEMILLA) ¡Mientes, estéril!
POLVORÍN SENIOR
¿A esta hora del día? ¿Dándole alegría a la lengua porque no tienes otra cosa mejor que ofrecer? Este es su día a día, desde que abren los ojos hasta que los cierran, besos o riñas y después a reconciliarse. Entonces suena la segunda parte del primer estribillo, y contentos otra vez, nadie sabe por qué. Se enfadan como gigantes y se desenfadan como niños, aunque ningún niño pueda ser testigo de ello.
Entran DON SINSEMILLA y SRA. SINSEMILLA.
DON SINSEMILLA
¡Es tu culpa!
DOÑA SINSEMILLA
¿Mi culpa, seco y frío?
DON SINSEMILLA
¡Tuya! ¡Tú eres la estéril!
DOÑA SINSEMILLA
¿Yo estéril? ¡Qué vida esta! ¡Que yo deba ahora defenderme, pelear por mis derechos! ¡Yo estéril! ¡Nunca había estado ante un tribunal hasta que me casé!
DON SINSEMILLA
¡Quiero el divorcio!
DOÑA SINSEMILLA
¡Y yo que te cuelguen! No hace falta ni que lo pida, pronto te va a caer encima. Ya puedo decir: “El matrimonio y la horca son cosas del destino”, por muy bueno que digan que es el primero.
DON SINSEMILLA
Me voy de casa para mantener a alguna puta fértil en una alcoba, como si fuera un solterón. Ella y sus hijos lo heredarán todo.
DOÑA SINSEMILLA
¿Dónde están esos hijos?
POLVORÍN SENIOR
¡Por favor, parad! Hay mejores caminos que seguir dentro de vuestro hogar para multiplicaros por vuestra propia cuenta. A pesar de vuestros mutuos reproches, creo que se puede alcanzar una paz duradera.
DON SINSEMILLA
¡Con ella, jamás!
POLVORÍN SENIOR
Querido señor.
DON SINSEMILLA
Os esforzáis en vano.
DOÑA SINSEMILLA
¡Igualito que tú!
POLVORÍN SENIOR
Dejadme intervenir.
DON SINSEMILLA
¡Que se quede sola, con la bata que llevaba cuando la conocí!
DOÑA SINSEMILLA
¡Pues tú traías compañía en tus partes tras haber estado embarcado!
DON SINSEMILLA
[Aparte] ¡Dios, ahí me la dado buena!
[A Polvorín Senior.] Os lo ruego, que haya paz.
POLVORÍN SENIOR
[Aparte] ¿Hasta aquí hemos llegado? El repique empieza a amainar.
DON SINSEMILLA
Lo venderé todo en una subasta.
DOÑA SINSEMILLA
¡Haz el mayor mal posible, bribón!
[A Polvorín Senior.] Querido señor, enamoradnos de nuevo.
POLVORÍN SENIOR
[Aparte] Se podría pensar que es imposible de conseguir.
[A ellos.] Os lo ruego, dejad que escampe la tormenta.
DON SINSEMILLA
Buen señor, disculpad, soy el dueño de la casa, y la voy a vender cuanto antes, pondré anuncios esta tarde.
POLVORÍN SENIOR
¡Señora, amigos, venid!
DOÑA SINSEMILLA
Si alguna vez habéis querido a una mujer, señor, no digáis eso. ¿Amiga suya? ¿Creéis que estoy loca? ¿De uno que no es ni medio hombre?
DON SINSEMILLA
Pues tú no eres nada mujer.
DOÑA SINSEMILLA
¡Ojalá fuera menos que nada!
Solloza.
DON SINSEMILLA
¿Y eso qué quiere decir?
DOÑA SINSEMILLA
¡Que no sé complacerte!
DON SINSEMILLA
¡Quien diga eso miente! Tú eres todo corazón.
[La besa.] ¡Vamos, vamos, granujita mía!
DOÑA SINSEMILLA
No te importo.
POLVORÍN SENIOR
[Aparte] ¿Hay alguien que lo entienda? Ante esto, que me cuelguen.
DON SINSEMILLA
¿Habéis traído el líquido ese?
POLVORÍN SENIOR
(Aparte.) Aquí traigo un vial de leche de almendra que me ha costado tres chavos.
DON SINSEMILLA
Mozuela, espero verte en pocos años rodeada de críos, vistiendo a una niña y poniéndoles pendientes en las orejitas. Sería estupendo.
DOÑA SINSEMILLA
Si hubieras puesto de tu parte, yo ya estaría así.
DON SINSEMILLA
¿De mi parte? ¡Qué te cuelguen! ¡Serán tus partes, que en mal día me crucé con ellas!
DOÑA SINSEMILLA
¡Qué gusano eres al decir eso!
DON SINSEMILLA
¡Ojalá pilles la peste!
POLVORÍN SENIOR
[Aparte] Ya van por el mismo camino, y cualquiera sabe por dónde van a salir.
[A Don Sinsemilla.] Esto os lo tenéis que beber, señor.
DON SINSEMILLA
Pues ahora no me lo voy a tomar aunque fuera a tener tres hijos antes de medianoche.
DOÑA SINSEMILLA
¡Así demuestras lo mal nacido que eres! Rufián, con lo mal que nos van las cosas para tener descendencia, y no quieres aprovechar la oportunidad.
DON SINSEMILLA
¡Para ya, ramera! ¡Por despecho me lo voy a tomar!
POLVORÍN SENIOR
Y ahora debéis cabalgar por ahí durante cinco horas.
DON SINSEMILLA
Lo haré. ¿Hay alguien ahí?
Entra criado.
DON SINSEMILLA
Ponle la silla a mi yegua blanca
[Sale criado.]
Que me voy a montar a una joven potranca.
DOÑA SINSEMILLA
¡Móntate al diablo!
DON SINSEMILLA
La vas a pagar por todos lados. ¡Mira! ¿Lo ves?
(Bebe.) ¡Pues ya no lo ves!
DOÑA SINSEMILLA
¡A ver si pillas una enfermedad!
DON SINSEMILLA
¡Maldita seas!
POLVORÍN SENIOR
[A Don Sinsemilla.] Ahora tenéis que ir de aquí allá para que surta efecto. No os quedéis ahí tieso.
DON SINSEMILLA
Tieso no suelo estar...
POLVORÍN SENIOR
Mejor así, señor, ya que tieso…
DON SINSEMILLA
Nunca he podido quedarme tieso en un mismo sitio. En eso le he salido a mi padre, siempre tan distraído. ¿Y si salto así?
Empieza a dar brincos.
POLVORÍN SENIOR
Bastante bien, señor, y mejor aún cuando estéis montado. Y cuando lleguéis casa, si saltáis sobre un par de taburetes sin equivocaros, (Aparte.) no sea que os rompáis el cuello, señor.
DON SINSEMILLA
¿Y qué decís de una mesa así de alta, señor?
POLVORÍN SENIOR
Eso sería lo mejor, señor, [Aparte] siempre que esté repleta de buenas viandas.
[A él.] ¿Recordáis los términos de nuestro acuerdo?
DON SINSEMILLA
[Sigue brincando por el escenario.] ¡Algo tengo en la cabeza! Cuatrocientos en cuatro pagos. Los primeros cien, ahora mismo en mano.
POLVORÍN SENIOR
Esos ya los tengo.
DON SINSEMILLA
Cien más, cuando mi esposa esté preñada. Otros cien, cuando esté de parto, y los cien que quedan, cuando el niño llore, porque si no llora, no me sirve de nada.
POLVORÍN SENIOR
¡Muy quieto estáis, saltad más rápido, señor!
DON SINSEMILLA
[Sigue brincando.] ¡Por supuesto, señor! ¡Estoy en una forma excelente, y bajo supervisión médica!
Entra criado.
CRIADO
Vuestra yegua blanca está lista.
DON SINSEMILLA
¡Voy en seguida! Un beso de despedida.
DOÑA SINSEMILLA
Llévate dos, amor.
[Beso.]
DON SINSEMILLA
Y espérame a las tres.
Sale.
DOÑA SINSEMILLA
De todo corazón, querido.
POLVORÍN SENIOR
[Aparte] Parece que se les ha pasado el enfado, y que están tan unidos como siempre. ¿Quién demonios les entiende? Si no lo viera, no lo entendería.
[A Doña Sinsemilla.] Venid, querida señora.
DOÑA SINSEMILLA
¿Cómo debo tomármela yo?
POLVORÍN SENIOR
Se os ha de administrar en posición horizontal.
DOÑA SINSEMILLA
¿Tumbada en una cama?
POLVORÍN SENIOR
Tumbada en una cama, o donde os sintáis mejor.
40
El diván nos servirá,
DOÑA SINSEMILLA
Salen.
lo que disponga el señor.