Texto utilizado para esta edición digital:
Guarini, Baptista. El pastor fido. Fort Wayne: Works of Cervantes, 2014. [02/02/2015] Edición digital basada en la edición crítica de Enrique Suárez de la traducción de Cristóbal Suárez de Figueroa. Valencia: Pedro Patricio Mey, 1609. Disponible en http://users.ipfw.edu/jehle/CERVANTE/othertxts/Suarez_Figaredo_PastorFido_02y09.pdf
- Soler Sasera, Eva (Dicat)
 
ARGUMENTO
Sacrificaban los arcades a Diana, su diosa, una doncella de la misma tierra, continuando este sacrificio gran tiempo por cuitar mayores peligros, así del Oráculo aconsejados, el cual, de nuevo preguntado del fin de tanto mal, les había respondido en esta forma:
Nunca se acabará lo que os ofende
si dos lineas del cielo amor no junta
y de doncella infiel la antigua culpa
la gran piedad de un fiel pastor enmiende.
Movido pues de este vaticinio, Montano, descendiente de Hércules y sacerdote de la misma diosa, procuró fuese a Silvio, su hijo único, prometida por esposa (como solemnemente fue) Amarilis, noble doncella, hija (asimismo única) de Titiro, descendiente del dios Pan. El cual desposorio, aunque con todas veras de los padres fuese solicitado, no se podía con todo reducir al fin deseado, por ocasión de hallarse el mancebo aficionado en extremo de la caza y de pensamientos amorosos libre. Habíase en tanto de la prometida Amarilis amorosamente encendido un mancebo llamado Mirtilo, hijo putativo de Carino, pastor nacido en Arcadia, aunque gran tiempo habitador de Élide.
La pastora asimismo con recíproco amor correspondía al del referido Mirtilo, pero no osaba descubrirse por el temor de la ley, que con pena de muerte la culpa amorosa castigaba. De manera que este inconveniente ofreciendo a Clorisca oportuna ocasión de ofender a Amarilis, de ella aborrecida por respeto de Mirtilo, a quien sumamente amaba, esperando por muerte de la émula vencer más fácilmente la constante fe de aquel pastor, obra de manera con sus engaños que los miserables amantes incautamente (y con intención diferente de aquella que les viene aplicada) entran en una cueva, donde, acusados [por] un sátiro, ambos son presos; y Amarilis, no pudiendo justificar su inocencia, es condenada a muerte. Y, aunque Mirtilo sin duda entienda que la merece, y él por la ley que sólo a la muger castiga quede libre, determina con todo morir por ella, como por la misma ley le es permitido. Siendo, pues, de Montano (a quien por ser sacerdote este sacrificio tocaba) a la muerte conducido, llega a esta sazón Carino, que le venía buscando, y viéndole en acto no menos miserable que improviso, así como aquel que nada menos le amaba que si hijo por naturaleza le fuera, en tanto que procura (por librarle de muerte) probar que es forastero. Y así, incapaz a poder ser ofrenda por otro, viene él mismo (sin pensar) a descubrir que su Mirtilo es hijo del sacerdote Montano, el cual ya como verdadero padre, estándose lamentando por haber de ser ejecutor de la ley en su misma sangre, llega Tirenio, ciego adivino, y declara con la interpretación del Oráculo mismo no sólo repugnar a la voluntad de los dioses que aquella victima se consagre. Pero aun ser de las miserias de Arcadia el fin venido que les fue de la divina voz anunciado, con cuya declaración mientras el suceso ajustan, concluyen que Amarilis de otro no pueda ser esposa que de Mirtilo. Y, porque poco antes Silvio creyendo herir una fiera había herido a Dorinda, su amartelada, y por tal accidente, su acostumbrada dureza en amorosa piedad trocada. Después que la herida de aquella pastora mortal creída fue reducida a termino de salud, y que Amarilis era ya de Mirtilo esposa, también él se casa con Dorinda, por cuyos felicísimos sucesos reconociendo su error Clorisca (después de haber alcanzado de los esposos amantes perdón) consolada y del mundo cansada, propone mudar estado.
Además de este argumento que es traducción del que presenta Guarini, en la edición que manejamos figura una dedicatoria del traductor, un prólogo del traductor y varios poemas preliminares.
Las personas que hablan
| ALFEO, Río de Arcadia | 
| SILVIO, Hijo de Montano | 
| LINCO, Viejo criado de Montano | 
| MIRTILO, Amante de Amarilis | 
| ERGASTO, Compañero de Mirtilo | 
| CORISCA, Enamorada de Mirtilo | 
| MONTANO, Padre de Silvio, sacerdote | 
| TITIRO, Padre de Amarilis | 
| DAMETA, Viejo criado de Montano | 
| SÁTIRO, Amante pasado de Clorisca | 
| DORINDA, Enamorada de Silvio | 
| LUPINO, Cabrero, criado de Dorinda | 
| AMARILIS, Hija de Titiro | 
| NICANDRO, Ministro mayor del sacerdote | 
| CORIDÓN, Amante de Clorisca | 
| CARINO, Viejo padre putativo de Mirtilo | 
| URANIO, Viejo compañero de Carino | 
| MENSAJERO | 
| TIRENIO, Ciego adivino | 
| CORO DE PASTORES | 
| CORO DE CAZADORES | 
| CORO DE NINFAS | 
| CORO DE SAÇERDOTES | 
Acto I
P R Ó L O G O
ACTO PRIMERO
Scena primera
Scena segunda
Scena tercera
Scena cuarta
Scena quinta
Acto II
Scena primera
Scena segunda
Scena tercera
Scena cuarta
Scena quinta
Scena sexta
Acto III
Scena primera
Scena segunda
Scena tercera
Scena cuarta
Scena quinta
Scena sexta
Scena séptima
Scena octava
Scena novena
Acto IV
Scena primera
Scena segunda
Scena tercera
Scena cuarta
Scena quinta
Scena sexta
Scena séptima
Scena octava
Scena novena
Acto V
Scena primera
Scena segunda
Scena tercera
Scena cuarta
Scena quinta
Scena sexta
Scena séptima
Scena octava
Scena novena
Scena décima
